The Mexican War/La Guerra de Intervención

The Mexican War. Episode 23. La Batalla de la Angostura, 2a. Parte

December 28, 2020 Cesar N Madrigal Season 2 Episode 23
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The Mexican War. Episode 23. La Batalla de la Angostura, 2a. Parte
Dec 28, 2020 Season 2 Episode 23
Cesar N Madrigal

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El cambio de estrategia militar concordado por James K. Polk no incluía a Zachary Taylor, el cual era despojado de casi nueve mil tropas por el nuevo comandante en jefe de las fuerzas invasoras: el general Winfield Scott. Este último planeaba invadir al país mexicano por el puerto de Veracruz y dirigirse después hacia la Ciudad de México, como siglos atrás lo había efectuado Hernán Cortez durante la conquista de los Aztecas. 

Santa Anna, al enterarse del nuevo plan estadunidense de ataque, decide dirigirse hacia Saltillo, desde San Luís Potosí, para poder acabar con las fuerzas diezmadas del "viejo, áspero y dispuesto." Es así como se desarrollaba la Batalla de la Angostura. 

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El cambio de estrategia militar concordado por James K. Polk no incluía a Zachary Taylor, el cual era despojado de casi nueve mil tropas por el nuevo comandante en jefe de las fuerzas invasoras: el general Winfield Scott. Este último planeaba invadir al país mexicano por el puerto de Veracruz y dirigirse después hacia la Ciudad de México, como siglos atrás lo había efectuado Hernán Cortez durante la conquista de los Aztecas. 

Santa Anna, al enterarse del nuevo plan estadunidense de ataque, decide dirigirse hacia Saltillo, desde San Luís Potosí, para poder acabar con las fuerzas diezmadas del "viejo, áspero y dispuesto." Es así como se desarrollaba la Batalla de la Angostura. 

La Batalla De La Angostura, 2ª Parte

 Cesar N Madrigal

23 de diciembre de 2020

 

El poder de convocatoria le había permitido a Santa Anna el reclutar hombres para el reconstruido ejército mexicano y sus planes se concentraban, por el momento, en movilizarse hacia Saltillo y enfrentar al diezmado Taylor. La aparente carta enviada a Taylor por Scott había sido interceptada y puesta en manos de Santa Anna, el cual se enteraba de los nuevos planes de invasión del ejército norteamericano, los cuales se centraban en atacar al puerto de Veracruz. El despojo de tropas que otorgaban a Scott nueve mil soldados de Taylor dejaba al “viejo, áspero y dispuesto” en situación precaria y Santa Anna quería aprovechar ese momento para atacar las fuerzas del ejército invasor. Los refuerzos brindados por el general John E. Wool aliviaban un poco la situación otorgando a Taylor con un total cercano a los cinco mil hombres. Sin embargo, Santa Anna contaba con aproximadamente dieciséis mil soldados, aún después de haber perdido cuatro mil en la forzada marcha originada desde San Luís Potosí. 

La habilidad de llamamiento permitía a Santa Anna el formar un ejército infalible, en cuestión de números, pero la gran mayoría de los reclutas eran inexpertos en batalla y otra gran porción habían sido reclutados a la fuerza.  Además, no contaba con tropas de refuerzos y la gran mayoría de sus armamentos de infantería no igualaban el poderío militar con el cual contaba el ejército del general Taylor. Aún así, la caballería mexicana era de primera clase y mejor que la de los norteamericanos. Santa Anna, al darse cuenta de los posibles nuevos planes de ataque, los cuales encabezaría Winfield Scott destinados hacia Veracruz, decidía por emprender la terrible marcha hacia Saltillo, desde San Luís Potosí, para poder infligir una decisiva derrota al ejército invasor y poder dirigirse después a defender el ataque norteamericano encabezado por Scott. 

Lamentablemente para el pueblo mexicano y para Santa Anna, la desigualdad política que enfrentaba México no era la ideal para poder defender con éxito la invasión norteamericana que ya era efectuada por el General Zachary Taylor, y prontamente por el General Winfield Scott. Vicente Gómez Farías, vicepresidente de México, intentaba orquestar unos préstamos forzados, los cuales obligaban a la iglesia católica a ceder propiedades y dinero para la causa. El rechazo de las autoridades eclesiásticas mexicanas, a la insistencia de Gómez Farías, de colaborar con la causa conllevaría a la insurgencia conocida como la rebelión de los Polkos. Este levantamiento, el cual incluía a un gran sector de la alta sociedad conservadora del país, era encabezado por el general Matías Peña y Barragán, el cual lideraba cinco regimientos de la Guardia Nacional del ejército mexicano, estacionados estos en la Ciudad de México.

Los líderes de la rebelión anunciaban una proclamación, en la cual incluían un plan de trece puntos que primordialmente exigían la destitución de Gómez Farías como vicepresidente de la república y la erradicación de la ley anticlerical anteriormente proclamada por Gómez Farías. Poco tiempo después, y como resultado de la falta de apoyo, los rebeldes reducían sus reclamos a solamente la destitución del vicepresidente. Los participantes de la rebelión incluían primordialmente a hijos de doctores, abogados y licenciados, comerciantes, y otros miembros de la élite política y económica de la Ciudad de México. Estos eran reconocidos como Polkos, por sus detractores y opositores, por el aparente respaldo que otorgaban, con su rebeldía, al presidente norteamericano James K. Polk.

Al día siguiente del comienzo de la rebelión los rebeldes se apoderaban de varios edificios de la iglesia, mientras fuerzas del gobierno controlaban el Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana, y la Universidad de México. El 11 de marzo, Santa Anna decide enviar tropas para controlar la situación y restaurar el orden en la ciudad. Después de la conclusión de la Batalla de la Angostura, Santa Anna regresaría a la ciudad para concordar un acuerdo con el General Peña y Barragán por el cual accedía a remover el cargo de vicepresidente de la república, lo cual se ha mantenido hasta tiempos actuales. Santa Anna también accedía a repeler la previa orden anticlerical a cambio de un préstamo de 1.5 millones de pesos, con el cual financiaría la defensa del país en contra de la invasión estadunidense.

Irónicamente, Santa Anna lograba forzar a la iglesia a que le facilitara dinero para la causa, pero la rebelión también evidenciaba el tremendo poder e influencia ejercido por la iglesia y conservadores sobre el pueblo de México. El levantamiento también expuso los graves conflictos que existían entre ciertas elites mexicanas, los cuales debilitaban gravemente la posición del país y la defensa a la invasión norteamericana. Santa Anna exclamaría después que “es vergonzoso el aceptarlo, pero nosotros mismos hemos creado esta tragedia como resultado de nuestros conflictos internos.” La crisis política por la cual atravesaba México, a mediados del siglo XIX, facilitaba a las fuerzas estadunidenses el poder avanzar con sus planes de invasión.

Finalmente, Santa Anna arribaba con sus fuerzas al Paso del Carnero el 22 de febrero de 1847. Esperando una fácil victoria en contra de los norteamericanos, se decide acampar en La Angostura, el estrecho montañoso que partía en dos la formidable cordillera de la Sierra Madre. Sin embargo, al estudiar la topografía del terreno, se daba cuenta que la batalla sería dolorosa y costosa para sus tropas. Mientras tanto, Taylor decidía el movilizarse de Agua Nueva también a la Angostura, dejando a cargo de la defensa al general Wool, retirándose después a Saltillo. Al asegurarse que nada importante sucedería en la ciudad, parte hacia la Hacienda de Buena Vista el 22 de febrero, localizada ésta a diez kilómetros de distancia, donde establece sus cuarteles generales. 

Posiciones Estadunidenses

El general Wool comenzaba a organizar las defensas, estableciéndose al sur de Buena Vista, contando con un total de 4,750 hombres, organizados de la siguiente manera: 

·      580 hombres, comandados por el coronel John J. Hardin del 1er regimiento de Infantería de Illinois

·      573 hombres pertenecientes al 2º regimiento de Infantería de Illinois, comandados por el coronel William H. Bissell

·      571 hombres miembros del 2º regimiento de Infantería de Kentucky, dirigidos por el coronel William R. McKee

·      1253 hombres de la Brigada Indiana, incluyendo el 2º Regimiento del coronel William A. Bowes; y 3º regimiento liderado este por el coronel James H. Lane, comandados todos por el general de brigada Joseph Lane

·      368 hombres pertenecientes a los Rifleros de Mississippi bajo el comando del coronel Jefferson Davis

·      479 hombres pertenecientes al 1er regimiento de caballería de Arkansas, liderados por el coronel Archibald Yell

·      305 hombres del 1er Regimiento de caballería de Kentucky, liderados por el coronel Humphrey Marshall

·      133 hombres del 1er regimiento de Dragones comandados por el capitán Enoch Steen

·      76 del 2º regimiento de dragones liderados estos por el teniente coronel Charles A. May

·      61 tejanos

·      27 hombres pertenecientes a la compañía de informantes liderados por el mayor Ben McCulloch

·      117 soldados del 4º Regimiento de artillería liderados por el capitán John M. Washington, el cual era un familiar distante del expresidente George Washington. 

·      150 hombres de la 3er batería de artillería liderados por el capitán Braxton Bragg

·      Y finalmente, 150 hombres pertenecientes a la 3ª batería de infantería liderados por el capitán Thomas W. Sherman

El reducido número de tropas, en referencia a las de Santa Anna, eran equipadas con dieciocho cañones, todos estos estacionados en estratégicas posiciones elegidas por Wool y Taylor. Estas posiciones de defensa limitarían y forzarían a Santa Anna el arribar por tres puntos solamente, todos estos bajo el control de las defensas establecidas por los dos generales. Estos tres puntos de dirección eran el principal camino de San Luis Potosí hacia Saltillo, y las dos cordilleras que conducían hacia el flanco izquierdo del general Wool. La primera prioridad de defensa del general Wool era el camino principal, por el cual era sabido que Santa Anna se aproximaba con el grosor de su ejército. Esta posición era la más factible de defender ya que era convertida en un cause terrenal de 12 metros de ancho, protegida por un risco escarpado hacia el este, y por un pequeño rio al lado oeste, el cual era dividido por unos acantilados intransitables para la artillería mexicana.

El general Wool ordenaba instalar tres cañones, pertenecientes a la batería de artillería de Washington, en el camino principal, protegidas por el 1er regimiento de Illinois del coronel Hardin, con una parte del regimiento posicionado en la nariz del risco, a la izquierda, y el resto a mano derecha en la cima de la colina. Para defender esta posición, Wool posicionaba el 3er regimiento de Indiana, liderado por Lane, en una pequeña cima justamente posicionada en la retaguardia de la batería de Washington. La más peligrosa posición, la que resguardaba el segundo cause de avance, consistía en una llanura al este del camino principal, la cual era resguardada por un contingente del 1er regimiento de Illinois. La llanura era ancha y plana y se localizaba a unos quince metros sobre el camino rural principal por donde se sospechaba avanzaba Santa Anna. Esta posición era accesible para la artillería y caballerías mexicanas al cruce de una hondonada, localizada esta como a dos kilómetros y medio de distancia al este del estrecho. Santa Anna podría (y en realidad usaría) ese estrecho para lanzar su ataque frontal al flanco izquierdo de Taylor.

Para poder proteger el altiplano, Wool posicionaba, de izquierda a derecha, al 2º Regimiento de artillería que lideraba Bowles, equipados estos con tres cañones de Washington; el 2º regimiento de Illinois de Bissell, resguardados con dos cañones de Bragg; y, por último, con tres cañones de la batería de Sherman pertenecientes al 2º regimiento de Kentucky, dirigidos estos por McKee. Todos estos regimientos estaban emplazados en una posición oblicua y sin duda que el primero en recibir la fuerza del primer ataque sería el regimiento de Indiana. La tercera ruta de ataque, disponible para Santa Anna, lideraba hasta la retaguardia del general Wool. Esta posición defendía las ultimas fuerzas de defensa, las cuales eran asignadas de proteger la posición de Taylor: la Hacienda de Buena Vista. Esta cordillera, posicionada detrás del altiplano, era relativamente angosta (medio kilómetro) pero larga, y forzaría un trayecto de casi siete kilómetros para cualquier fuerza enviada por Santa Anna. A juicio de Wool, esta ruta no constituía una amenaza latente y decide el no emplear muchas tropas para defenderla.

Posiciones Mexicanas

            Las fuerzas mexicanas, agobiadas por la larga marcha desde San Luís Potosí, no se mantenían todavía posicionadas para la batalla. El general Pedro Ampudia, semi-recuperado de la terrible derrota sufrida en Monterrey, comandaba una brigada liviana de infantería, y el general Santiago Blanco, el cual encabezaba un reforzado regimiento de ingeniería, había recientemente obtenido el mando de la cuarta división del ejército. El plan inicial de Santa Anna contenía una solida estrategia militar al posicionar la división que comandaba Blanco a la izquierda, la cual marcharía directamente por el camino principal que lo conduciría hasta los estrechos. El ataque principal, planeado de ser efectuado por las divisiones lideradas por Lombardini y por Pacheco, estaba dirigido a avanzar por el altiplano, de este a oeste, intentando golpear el flanco izquierdo que defendía el general Wool. La división comandada por Ortega permanecería en el camino principal dirigiendo el ataque frontal por el altiplano. Sin embargo, la preparación e implementación de estos ataques conllevaría tiempo y no se efectuarían hasta después del 22 de febrero.

Al detectar que la cordillera al este del altiplano estaba desocupada, Santa Anna ordenaba a la brigada de infantería liviana, que lideraba Ampudia, y a la brigada de caballería de Julián Juvera a que ocuparan la colina. Llegadas las 11:00 am de la mañana del 22 de febrero, el general Taylor reaparecía enfrente de sus tropas generando la algarabía entre sus soldados. De repente, un mensajero enviado por Santa Anna—ondeando una bandera blanca de paz—se presentaba a entregar un mensaje dirigido al general estadunidense:

Se encuentran usted y sus tropas rodeadas por mi ejército y en ninguna circunstancia podrá salir ileso si es que decide enfrentarme. Pero como usted es merecedor de mi estima, deseo darle la oportunidad de salvarse de la segura tragedia que resultaría si decidiera confrontar mis tropas. Al entregarle esta nota, le otorgo la oportunidad de rendirse a discreción, asegurándole que será tratado con la más completa consideración que enardece al carácter mexicano. Le concedo una hora de plazo, el cual comenzará en el preciso momento que mi bandera de tregua arribe a su campamento . . . Dios y Libertad.”  Al recibirla, Taylor reaccionaba—de acuerdo con testigos—utilizando palabras altisonantes, pero en su respuesta escrita le respondía así a Santa Anna: “En respuesta a su nota enviada el día de hoy, en la cual me sugiere el rendirme a discreción, le ruego y me disculpe el que me niegue a su muy atenta recomendación.”Eisenhower, John S.D. So Far from God: The U.S. War With México, 1846-1848. Random House Publishing Group. Kindle Edition.

 


Bibliography


Eisenhower, J. S. (1989). So Far from God. The U.S. War with México 1846-1848.New York, New York, United States of America: Doubleday.