Dios es glorificado cuando sus hijos crecen en fe hacia El.
Nuestra fe crece cuando aprendemos que:
1. Aveces Dios nos dirije hacia las tormentas.
- Lucas 8:22 Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
- Salmo 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
- Job 23:10 Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro.
2. Jesucristo siempre puede rescatarnos de las tormentas.
- Lucas 8:24 Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza.
- Salmos 34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.
- Salmos 34:17 Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias.
3. Dios demuestra su poder por medio de las tormentas.
- Lucas 8:25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es este, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?
- Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
- Isaias 43:19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.