Vivir para la gloria de Dios requiere confesión continua de nuestra parte.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9
1. El pecado cometido.
2. Las consecuencias.
3. La confrontación.
4. La confesión.
5. La conquista.