Para quienes no están familiarizados con el término, chemsex es el consumo de drogas para facilitar o intensificar la actividad sexual. Sociológicamente, se refiere a una subcultura de usuarios de drogas recreativas que participan en actividades sexuales de alto riesgo bajo la influencia de drogas.
Si vamos a hablar del chesex como interminables sesiones de sexo y drogas, podríamos eclipsar el fondo del problema y corremos el riesgo de quedarnos en lo superficial. Pero, si profundizamos un poco encontraremos un entramado de factores –desde el estigma del VIH a la homofobia interiorizada– que explican por qué esta práctica se ha convertido en un problema de salud pública.
Para quienes no están familiarizados con el término, chemsex es el consumo de drogas para facilitar o intensificar la actividad sexual. Sociológicamente, se refiere a una subcultura de usuarios de drogas recreativas que participan en actividades sexuales de alto riesgo bajo la influencia de drogas.
Si vamos a hablar del chesex como interminables sesiones de sexo y drogas, podríamos eclipsar el fondo del problema y corremos el riesgo de quedarnos en lo superficial. Pero, si profundizamos un poco encontraremos un entramado de factores –desde el estigma del VIH a la homofobia interiorizada– que explican por qué esta práctica se ha convertido en un problema de salud pública.