1 Nehemías, estando en Susa, 2 llegó Jananí. Entonces les pregunté por los judíos,
3 respondió: «Están enfrentando una gran calamidad y humillación. La muralla de Jerusalén sigue derribada, sus puertas consumidas por el fuego». 4 Me senté a llorar; hice duelo algunos días, ayuné y oré al Dios del cielo. 5 Le dije: «Señor, Dios del cielo, grande y temible, que cumples el pacto con los que te aman y obedecen tus mandamientos, 6 te suplico que me prestes atención, día y noche oro en favor de tu pueblo Israel. Confieso que los israelitas, entre los cuales estamos incluidos mi familia y yo, hemos pecado contra ti. 7 Te hemos ofendido; hemos desobedecido los mandamientos que tú mismo diste a tu siervo Moisés.