16 Hasta entonces no había dicho nada a los sacerdotes, ni a nadie. 17 Por eso les dije: Jerusalén está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego. ¡Vamos, anímense! ¡Reconstruyamos la muralla de Jerusalén! 18 Entonces les conté cómo la bondadosa mano de Dios había estado conmigo. Al oír esto, exclamaron: ¡Manos a la obra! Y unieron la acción a la palabra. 19 Cuando lo supieron, Sambalat, Tobías y Guesén el árabe se burlaron de nosotros de manera despectiva. ¿Acaso pretenden rebelarse contra el rey? 20 Yo les contesté: El Dios del cielo nos concederá salir adelante, vamos a comenzar la reconstrucción.