2 Crónicas 22 - Atalía, la reina despiadada

Ocozías alcanzó a reinar tan solo un año en Jerusalén. Su madre se llamaba Atalía, y ella lo aconsejaba al mal. Atalía era nieta de Omri, e hija de Acab. Eso quiere decir que era hija de Jezabel, la reina que dio muerte a todos los profetas del Señor en el reino de Israel, y que juró que mataría al profeta Elías por haber dado muerte a sus profetas de Baal. Bueno, cuando Ocozías muere por haber decidido ir a apoyar a los reyes de Israel en su guerra contra los sirios, Atalía decide matar a sus propios nietos, con tal de ella llegar a ser reina sobre Judá. Su plan estuvo a punto de funcionar a la perfección, sino fuera porque la hermana del difunto rey  Ocozías decidió salvar a uno de los pequeños hijos del rey, Joás, el cual fue luego llevado al Templo, donde permaneció escondido durante 6 años. Una historia así, de una abuela que esté dispuesta a matar a sus nietos con tal de obtener el poder, es impensable que llegase a ocurrir en Israel. Pero eso es lo que puede llegar a pasar cuando nos unimos en yugo desigual. Que el Señor nos ayude a tomar buenas decisiones, en cuanto a nuestras amistades, y o parejas para la vida. El consejo del Señor es: "No te unas en yugo desigual con los incrédulos". No te juntes con personas que te van a aconsejar por el mal camino. Rodéate de personas que te acerquen a Dios, y que siempre te animen a hacer el bien. Que el Señor te bendiga.