Primero Dios, con Gerardo Farías
Primero Dios, con Gerardo Farías
Isaías 61 - Corona por cenizas, y gozo por llanto
Nadie tiene el poder y la habilidad de consolar como Dios. Sus promesas tienen el poder de infundir fortaleza y aliento. Dios pronuncia estas palabras para un pueblo que volvería del sufrimiento del cautiverio. Sus ciudades habían sido destruídas. Ellos habían sido humillados en tierras lejanas. Pero ahora Dios está listo para bendecirlos, restaurarlos, y darles sus más ricas bendiciones. Dios cambiaría el luto por gozo y las cenizas por una corona de belleza. Ellos reconstruirían sus ciudades, y Dios los llenaría de paz. Atrás quedarían los padecimientos del castigo por el pecado y la rebelión de Israel. Ahora serían cubiertos por el manto de justicia del Señor. Pero lo más importante del capítulo de hoy, es la profecía sobre el Mesías. El Mesías vendría lleno del Espíritu Santo, a proclamar libertad. Esta profecía se cumplió cabalmente en Jesús. Pero el pueblo no entendió su misión. Ellos querían a un Mesías que los libertara de los romanos. Jesús nos vino a liberar de un enemigo mucho más cruel y devastador: el pecado. Jesús hoy te invita a que aceptes su regalo: su manto de Justicia. Solo con ese manto y con esa justicia, es que podremos entrar a la Jerusalén celestial. Acéptalo. Que el Señor te bendiga.