People vs Inequality Podcast

S3 Ep 2: Movimientos Sociales en tiempo de Covid - salvando vidas y derechos

May 04, 2022 PeoplevsInequality Season 3 Episode 2
S3 Ep 2: Movimientos Sociales en tiempo de Covid - salvando vidas y derechos
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S3 Ep 2: Movimientos Sociales en tiempo de Covid - salvando vidas y derechos
May 04, 2022 Season 3 Episode 2
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En un momento histórico de crisis y cambios rápidos, este podcast es un espacio para reflexionar y aprender con los agentes de cambio, sobre cómo abordar la desigualdad y la injusticia. Este es el primer episodio en español, y forma parte de una serie especial llamada ‘agencia emergente en tiempo de Covid’. Después de dos años de pandemia queremos entender como los movimientos sociales, comunidades y otros actores han respondido a circunstancias cambiantes y difíciles. En este episodio tenemos alguien que ha hecho un trabajo impactante con los movimientos sociales en Argentina. Nos lleva a los barrios y nos cuenta sobre los impactos de la pandemia, como respondieron y qué podemos aprender de estas vivencias y experiencias de solidaridad.

Dina Sánchez es la Secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y vocera nacional del Frente Popular Darío Santillán. Son dos importantes organizaciones que luchan a diario para elevar las voces y los derechos de los trabajadores informales, particularmente las mujeres. Le preguntamos cómo ha logrado apoyar a la gente en una época de necesidad urgente y al mismo tiempo continuar el trabajo político para cambios más estructurales. Además le preguntamos cómo respondieron sobre todo las mujeres, quienes ya se encargaban de la mayor parte del trabajo de cuidado, lo cual aumento durante el confinamiento. Descubrimos lecciones importantes y cómo ve los próximos pasos a dar en la lucha. 

¡Toma un café o té y únete a nuestra conversación!

Recursos:

UTEP – https://www.facebook.com/utepargentina/ (Dina speech inauguration https://www.youtube.com/watch?v=6Hhh3sWD2Ps

Frente Dario Santillan https://frentedariosantillan.org/ Facebook: @frentepopulardariosantillan 

Proyecto Las Nadies https://www.argentina.gob.ar/noticias/las-nadies-el-homenaje-del-inadi-mujeres-fallecidas-por-covid 

8 Marzo https://www.pagina12.com.ar/406421-dia-internacional-de-las-mujeres-la-deuda-es-con-todas


El podcast People vs Inequality es una producción de Barbara van Paassen (creadora y presentadora) y Elizabeth Maina (productora). Este episodio es parte de una breve serie especial en colaboración con el proyecto de investigación Emergent Agency in a Time of Covid-19, dirigido por Oxfam GB y financiado por el Atlantic Fellowship on Social and Economic Equity con sede en el International Inequalities Institute, London School of Economics and Political Science. ADD

Marta Ruffa es la ingeniera técnica de este episodio.

Show Notes Transcript

En un momento histórico de crisis y cambios rápidos, este podcast es un espacio para reflexionar y aprender con los agentes de cambio, sobre cómo abordar la desigualdad y la injusticia. Este es el primer episodio en español, y forma parte de una serie especial llamada ‘agencia emergente en tiempo de Covid’. Después de dos años de pandemia queremos entender como los movimientos sociales, comunidades y otros actores han respondido a circunstancias cambiantes y difíciles. En este episodio tenemos alguien que ha hecho un trabajo impactante con los movimientos sociales en Argentina. Nos lleva a los barrios y nos cuenta sobre los impactos de la pandemia, como respondieron y qué podemos aprender de estas vivencias y experiencias de solidaridad.

Dina Sánchez es la Secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y vocera nacional del Frente Popular Darío Santillán. Son dos importantes organizaciones que luchan a diario para elevar las voces y los derechos de los trabajadores informales, particularmente las mujeres. Le preguntamos cómo ha logrado apoyar a la gente en una época de necesidad urgente y al mismo tiempo continuar el trabajo político para cambios más estructurales. Además le preguntamos cómo respondieron sobre todo las mujeres, quienes ya se encargaban de la mayor parte del trabajo de cuidado, lo cual aumento durante el confinamiento. Descubrimos lecciones importantes y cómo ve los próximos pasos a dar en la lucha. 

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Recursos:

UTEP – https://www.facebook.com/utepargentina/ (Dina speech inauguration https://www.youtube.com/watch?v=6Hhh3sWD2Ps

Frente Dario Santillan https://frentedariosantillan.org/ Facebook: @frentepopulardariosantillan 

Proyecto Las Nadies https://www.argentina.gob.ar/noticias/las-nadies-el-homenaje-del-inadi-mujeres-fallecidas-por-covid 

8 Marzo https://www.pagina12.com.ar/406421-dia-internacional-de-las-mujeres-la-deuda-es-con-todas


El podcast People vs Inequality es una producción de Barbara van Paassen (creadora y presentadora) y Elizabeth Maina (productora). Este episodio es parte de una breve serie especial en colaboración con el proyecto de investigación Emergent Agency in a Time of Covid-19, dirigido por Oxfam GB y financiado por el Atlantic Fellowship on Social and Economic Equity con sede en el International Inequalities Institute, London School of Economics and Political Science. ADD

Marta Ruffa es la ingeniera técnica de este episodio.

INTRO:

Bienvenidos y bienvenidas al People Vs Inequality podcast, o ‘gente contra la desigualdad’.
En un momento histórico de crisis y cambios rápidos, este podcast es un espacio para reflexionar y aprender con los changemakers, o agentes de cambio, sobre cómo abordar la desigualdad y la injusticia.

Este es el primer episodio en español y forma parte de una serie especial llamada ‘Emergent agency’ o ‘agencia emergente’ en tiempo de covid. Después de dos años de pandemia, confinamiento y crisis que han aumentado pobreza y desigualdad, queremos entender como los movimientos sociales, las comunidades y otros actores han respondido a circunstancias cambiantes y difíciles. Creemos que hay mucho para aprender de estas historias de resiliencia e innovación. Eso es lo que pretendemos realizar a través de este proyecto que desarrollamos juntos con Oxfam. 

Hoy día tenemos con nosotros alguien muy especial y que está haciendo un trabajo increíble con los movimientos sociales en Argentina. Dina Sánchez es la Secretaria general adjunta de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y también vocera nacional del Frente Popular Darío Santillán. Son dos importantes organizaciones que luchan a diario para elevar las voces y los derechos de los trabajadores informales, particularmente las mujeres. Le preguntamos cómo ha logrado apoyar a la gente en una época de necesidad urgente y al mismo tiempo continuar el trabajo político para cambios más estructurales, y cómo respondieron sobre todo las mujeres que ya se encargaban de la mayor parte del trabajo de cuidado, lo cual aumentó durante el confinamiento. También le preguntamos cómo ve los próximos pasos a dar en la lucha.

Yo soy Barbara Van Paassen y les invito a escuchar eso y más, a tomar un café o té y unirse a nuestra conversación.

 


BARBARA VAN PAASSEN: Bienvenida Dina, estoy muy feliz de poder hablar contigo hoy y gracias por hacer el tiempo.


DINA SÁNCHEZ: Buen día, gracias a usted, más bien por interesarse, por acompañar nuestras luchas, por acompañar el cotidiano de nuestras vidas. Ahí escuchaba en la presentación y la realidad es que, por lo menos en los movimientos populares y en los movimientos sociales, acá en Argentina, en su gran mayoría en los espacios de trabajo somos más de 70% de mujeres quienes llevamos adelante distintas tareas, desde los trabajos de cuidado hasta en todas las ramas de trabajo, en todas las unidades productivas que tenemos. Pero es cierto que, en estos dos años de pandemia, en estos dos años de confinamiento, los trabajos del cuidado en todos los ámbitos crecieron, aumentaron muchísimo: desde el comedor, preparando la comida, garantizando el alimento para muchas familias que tenían que elegir entre quedarse encerradas en sus casas para no contagiarse de covid o morirse de hambre, porque hay muchos hombres y muchas mujeres que trabajan del día a día… por ejemplo, los vendedores o vendedoras ambulantes quienes venden en la calle. Y nosotros, desde los movimientos populares, estuvimos garantizando la comida. Estuvimos también con las promotoras de salud, que estas compañeras se iban casa por casa haciendo el relevamiento, sabiendo qué persona estaba contagiada, qué persona había tenido un contacto estrecho…

Otro trabajo también muy grande que tuvimos fue las promotoras en violencia de género, porque en estos dos años de pandemia la violencia también aumentó muchísimo. Aumentó mucho la pobreza, aumentó mucho la violencia, aumentaron los femicidios… O sea, son cuestiones bastante dolorosas, bastante graves. Pero nosotras estamos dando respuestas colectivas.

Algo que dejó muy reflejado la pandemia era algo que ya venía pasando, ¿no? Como había una desigualdad tan grande en el mundo, y particularmente en la Argentina, que ya veníamos arrastrando años donde había una crisis económica muy profunda… y eso pega realmente muy fuerte en los sectores populares, y sobre todo en muchas mujeres que son jefas de hogar y que esto se sintió fuertemente.

Entonces la pandemia pudo reflejar eso que a veces desmerecen, ¿no? O a veces esto que acotan a los trabajos de cuidado, o lo romantizan. Esto de que todos los trabajos de cuidado, el garantizar el alimento, cuidar a la niñez, ocuparse de cosas que comúnmente (que no es normal, ya estamos dando la discusión) lo venimos haciendo las mujeres, ¡es trabajo! Es trabajo cocinar, es trabajo cuidar a los pibes, es trabajo llevar a los pibes a la escuela… Tiene una cuota grande de amor, pero es trabajo. Desde los movimientos populares pudimos dar la discusión y decir ¡esto es trabajo! Es un trabajo no pago, es un trabajo no reconocido y es un trabajo que aumentó muchísimo en la pandemia y que, sin ese enorme trabajo, Barbara, la situación en los barrios populares hubiese sido catastrófica. Para darte un ejemplo, las mujeres que son jefas de hogar que tienen, no sé, 2 o 3 pibes, que no podían salir a trabajar, gracias a estos espacios de cuidado pudieron garantizar el alimento para sus casas, porque hoy no se llega a fin de mes.



BVP: Gracias Dina, de verdad es muy impresionante lo que han hecho durante este periodo, y creo que también muchas mujeres pueden reflejarse en lo que dices sobre el trabajo de cuidado, que se hizo todavía más claro durante la pandemia. Y muestra que lo personal siempre es también político, ¿no?

Y que es importante mirar a estos temas desde la perspectiva de las mujeres, o feminista, porque cambian los caminos a seguir. Entonces, antes de profundizar en las acciones que emprendieron frente a la pandemia, me gustaría preguntar si quieres compartir algo de tu historia personal. ¿Me puedes contar un poquito sobre como tú has llegado a este trabajo?


DS: Yo arrastré por todos los trabajos. Yo fui mamá cuando tenía 18 años. A los 20 tuve mi segundo hijo y, bueno, a los 18 años dejé el colegio cuando ya estaba por terminar el secundario y me puse a trabajar. Cuando mi hijo tenía un año yo salgo embarazada de mi segundo hijo y ahí me quedé sola ya. Entonces me puse a vender chocolates en los semáforos, con mi hijo y con la panza. Me acerqué al comedor a pedir que me den comida, por lo menos para garantizarles la comida a mis hijos. Y bueno, así empiezo: empiezo a participar en el comedor… Después me salió un trabajo dentro de la organización, en la cooperativa de barrido, y empecé a trabajar barriendo calles. Muchas personas me preguntan: “Dina, pero ¿por qué te quedaste?”. Porque yo después empiezo a tomar la militancia como un proyecto de vida.

Yo soy peruana, no tengo a toda mi familia acá en Argentina, así que imagínate transitar esta situación… para mí fue muy dolorosa, fue bastante compleja, y no me sentía sola. Sentí que mi problema ya no era sólo mío, que yo tenía todo un conjunto de compañeras que me acompañaban, que me entendían y que estaban allí a mi lado. Muchas personas (me preguntan): “Dina, ¿y vos? ¿Te irías de la organización? ¿Te irías de la militancia?”. Y la verdad que no. No, yo quiero esto y voy a seguir con esto, porque tengo una nieta y porque quiero que este sistema, que esta sociedad cambie, que sea más igualitaria. Yo quiero una sociedad totalmente distinta para para mis hijos, pero también para mi nieta.

BVP: Gracias por compartir eso. Tu historia es impresionante y también muestra el contexto en el que trabajas creo. Quisiera volver a los cambios y actividades durante la pandemia. ¿Nos puedes dar una idea de cómo se organizaron y qué es el local, que creo que es muy importante para ustedes? ¿Nos puedes llevar ahí?


DS: Mira, acá nosotros le decimos local, que es el espacio donde funciona el comedor, el merendero, está el almacén de Mecopo, tenemos el bachillerato popular de adultos… Ahora estamos agrandando porque creo que se va a hacer una unidad productiva más, y hoy se está llevando inclusive un trabajo de gastronomía. Estamos haciendo viandas de comida para entregar a una escuela. Estamos haciendo todo ese trabajo. No estamos funcionando al 100% de la presencialidad, entonces hacemos burbujas de trabajo, que son 5-7 compañeras y compañeros que a las 7-8 la mañana están abriendo, a partir de 9 a 11 de la mañana llegan las personas a dejar sus tupper, esos tupper se desinfectan, y de 12 a 1 de la tarde pasan a retirar los tupper con la comida.

Y ahora, desde el lunes, empieza a funcionar también la tarde-noche, porque el bachillerato para adultos y adultas es de 6 de la tarde a 9 de la noche. ¿Qué pasa? Que el bachillerato no es solamente para la compañerada que está dentro de la organización, es abierto la comunidad. Entonces mayormente la gente está de 9 a 6 de la tarde trabajando bajo relación de dependencia, entonces se puso un horario de bachillerato para para adultos y para adultas justamente para que puedan llegar.

Pero había algo que no nos garantizaba el Estado, que era todos los implementos para poder garantizar nuestros espacios abiertos. La lavandina para tener nuestros espacios completamente limpios, alcohol y gel, los barbijos… era algo que teníamos que tener. Nosotras los empezamos a hacer, Barbara. Nosotras empezamos a confeccionar barbijos con los retazos de telas que había en los polos textiles para nuestras compañeras, para que puedan garantizar las burbujas de trabajo.

Y algo que también aumentó mucho el trabajo en esta época de pandemia fue en la producción de alimentos. Nosotras estuvimos trabajando fuertemente en la producción de alimentos, armando los bolsones, llevando esos alimentos casa por casa porque la gente no podía salir. Y trabajamos mucho por decir en Mecopo, el Mercado de Consumo Popular, es una comercializadora que trabajamos con fábricas recuperadas, trabajamos con pequeños y medianos productores, trabajadoras de la tierra... Entonces ese trabajo aumentó muchísimo. Se triplicó. Lo pudimos garantizar. Pero también pudimos garantizar que esos alimentos lleguen a los barrios populares a precios accesibles. Porque la realidad es que los grandes empresarios no solamente no quisieron poner un pesito de sus bolsillos para poder garantizar que estos 9 millones de personas tengan garantizado un peso en su casa, o un plato de comida en su casa, ¡sino que los grandes empresarios empezaron a especular con los precios de los alimentos!

BVP: Es claro que han hecho un trabajo inmenso y que lo siguen haciendo. Me parece también que el gobierno no fue muy presente en los barrios, ¿verdad? ¿Me puedes contar un poco sobre si tuvieron alguna relación con las instituciones y cómo fue el diálogo entre ustedes o si hubo alguna colaboración?

DS: Acá en Capital Federal siempre este gobierno, que es el gobierno de Macri, la verdad que ni siquiera se sienta con nosotros a hablar. Tuvimos ahora en pandemia una sola reunión porque hubo una mujer en la Villa 31, un barrio muy popular acá en la capital, que denunciaba que en plena pandemia no tenían agua. Donde había que garantizar la limpieza, lavarse las manos, donde te decían constantemente que te laves las manos…No había agua, no había luz.
Bueno esta mujer, Ramona, se termina contagiando y termina falleciendo. Creo que fue la única vez que el gobierno dijo: sentémonos. Antes de eso los movimientos populares del sector le habían pedido una reunión al gobierno de la ciudad diciendo que nosotras ya habíamos hecho un trabajo que no habían hecho ellos… que era el relevamiento. O sea, nosotras fuimos casa por casa a ver… acá ¿cuántas personas viven? No sé, siete personas. ¿Cuántos adultos mayores? ¿Cuántos menores? ¿Cuántos baños hay? Hay personas que… en una casa viven diez personas y que comparten un solo baño. Entonces esas cosas nosotros ya las habíamos hecho y fuimos con todo ese relevamiento a decirle: acá están, a ver qué van a hacer ustedes. Pero sin embargo no nos quiso recibir. Nos recibe cuando muere Ramona. Pero fue la fotito, para sacar en las teles… bueno, nos reunimos, pobre Ramona… ¡Ahí quedó todo!

BVP: Lo siento Dina, es muy doloroso escuchar eso. Y es claro que todavía hay una lucha importante para que los sistemas políticos respondan a las necesidades de todos y todas. Me gustaría saber cómo ves este trabajo más estructural y político en este período. ¿Fue todo más difícil o hubo también la oportunidad de obtener un mayor reconocimiento a vuestro sector o avanzar nuevas propuestas? 

DS: Todas las cosas que se pudo avanzar (fue) de manera conjunta… por eso que nada, nosotras siempre decimos: necesitamos que haya un reconocimiento real a nuestro sector, que no lo miren como de lejitos o de costaditos, porque nosotras siempre nos hemos puesto a disposición para trabajar. Lo hemos hecho, lo seguimos haciendo, y seguimos inclusive garantizando todos nuestros trabajos gracias a toda la organización que hemos tenido, ¿no?

Mira hoy, por ejemplo, nosotros de la economía popular tenemos hasta un sindicato que era algo medio impensable en los ‘90, cuando nace la economía popular. Y venimos trabajando fuertemente para que en algún momento el Estado nos reconozca en su totalidad, reconozca nuestro sector… un sector que viene creciendo mucho, pero sobre todo llevando un mensaje: hay una tercera economía, que es la economía popular, que pone en el centro el bien común y no la ganancia. Y somos muchas mujeres las que estamos ahí, y que distintas… Y te puedo asegurar que como mi historia, hay miles de historias dentro de las organizaciones, y creo que muchas de nosotras lo que no encontramos en la economía tradicional lo encontramos adentro de lo que es la economía popular… la contención, el espacio, desde el acompañamiento a nuestras compañeras con distintas historias cada una… y desde allí es que decimos: bueno, aquí estamos, hacemos cosas a veces que tendría que garantizar el Estado.

Nosotras siempre nos paramos desde un feminismo popular. Nosotras entendemos que el feminismo es muy amplio, pero tiene sus particularidades. Por ejemplo, no es lo mismo una mujer que tiene garantizado un ingreso todos los meses y que puede inclusive trabajar y pagar para los trabajos de cuidado, que muchas de nosotras que viven en un barrio popular donde se inunda, donde no tenemos agua, donde se va la luz, donde en pandemia no teníamos ni siquiera un celular…o había un celular para sostener las clases virtuales de lo pibes, el trabajo nuestro, y todo. ¡O sea, no es lo mismo! Y no es por competir. Es una realidad. 

La economía popular viene creciendo porque acá en Argentina hay un 60% de la población que está por debajo de la línea de la pobreza. Por eso necesitamos que se avance en un salario básico universal, que estamos proponiendo desde la UTEP, que es un salario que permite que ninguna persona caiga en la indigencia.

Algo que tiene muy fuerte, muy arraigado acá Argentina es su historia de lucha, la lucha callejera. En estos dos años fue complicado porque con el tema de la pandemia no pudimos estar en la calle, pero todas las personas que estamos dentro del campo popular muy orgullosamente lo decimos: todo lo que hemos podido obtener ha sido en la calle, inclusive lo que estamos pidiendo ahora, el salario básico universal, que es una propuesta que estamos llevando desde el sector de la economía popular, es una propuesta Barbara que va más allá del sector, porque no se está pensando sólo que el salario básico universal sea para las personas que estamos dentro de la economía popular, sino que sea para la sociedad en su conjunto. Porque cuando llega la pandemia sacan un programa, una ayuda que se llama el IFE, que es el Ingreso Familiar de Emergencia. El gobierno nacional pensaba que iban a ver más o menos… no sé, 2-3 millones de personas… ¡Te juro que fue un balde de agua fría para todo el mundo! ¡Casi 9 millones de personas Barbara anotadas para el IFE! Ese salario básico universal le podría dar una respuesta a estos 9 millones de personas. Porque hay mucha gente que estigmatiza las políticas sociales, pero ¿sabes qué? Nosotros estamos convencidos de que no hay ningún ser humano que no trabaje.

¡Que se fortalezca la economía popular, que se fortalezcan los trabajos de cuidado! Que necesitamos más espacios de niñezes, que necesitamos espacios también de refugio… Comúnmente, Barbara, cuando hay una situación de violencia a la que se la saca de su casa es a la mujer con los hijos… y nosotras después tenemos que estar buscando paradores donde quede esa mujer con los chicos, y no tendría que ser así. Entonces tiene que haber espacios de refugio para que estas mujeres estén en ese espacio protegidas. Hay que tener más espacio de cuidado, más jardines maternales para que esas mujeres puedan dejar a los chicos y puedan trabajar. En la pandemia desde el Estado se hicieron distintos protocolos. Por ejemplo, uno de ellos era que la persona que te alquilaba no te podía echar. Eso en los barrios populares no existe… Porque en los barrios populares no hay un contrato firmado en una escribanía.

BVP:  Sí, es interesante que la importancia de los servicios sociales y públicos es todavía más clara ahora, pero entiendo que también es difícil que haya una estigmatización tan grande y que muchos no sepan cómo es la vida en los barrios populares. Y eso nos lleva creo al tema de la comunicación también. ¿Nos puedes contar un poco sobre cómo comunican su trabajo y sus necesidades dentro y fuera de los barrios?

DS: Nosotros en el campo popular tenemos nuestro gran enemigo, que son los medios de comunicación. Te digo los medios de comunicación hegemónicos, ¿no? Donde los grandes empresarios son dueños, entonces siempre tenemos que tratar de contrarrestar cuando ellos venden una cosa y decimos ¿qué hacemos nosotros desde el campo popular? Porque nosotros no tenemos las condiciones económicas para comprarnos un canal de televisión.

Entonces tenemos el Facebook, el Twitter, todo lo que son redes, Instagram... Pero hay otra cosa muy valiosa también: hay muchos medios comunitarios. Por decir, ayer nosotros tuvimos una charla con Radio Gráfica, que es un medio alternativo, un medio comunitario, un medio que está tratando de contrarrestar lo que los grandes medios hegemónicos muestran en las teles. Porque yo te puedo asegurar que si alguna viniera a nuestros espacios realmente a conocernos de cerca, se va a dar cuenta de que tenemos mucho trabajo, que no es acotarnos o desmerecer, porque ese trabajo que a veces ellos desmerecen, es el trabajo que ha podido garantizar la vida misma a nuestros barrios populares, que es el comedor, que es el merendero, que son las promotoras de salud, las promotoras en violencia de género, las compañeras que vienen haciendo un enorme trabajo en acompañamiento a las problemáticas de consumo. Todo esto es un enorme trabajo que se hace. Entonces ellos cuando quieren acotar diciendo “ah sí, los movimientos populares, los que hacen la olla”… La olla ha quedado demostrado que fue muy esencial, que son trabajos esenciales y que se triplicaron en este contexto pandemia.

BVP: Muy interesante. Y puedo imaginar que enfrentaste muchos dilemas y decisiones difíciles, ya que las necesidades eran tantas y los riesgos también. ¿Como lo manejaste?

DS: Primero que, bueno, teníamos una contradicción grande que era que no podíamos salir a la calle. Habíamos compañeras y compañeros que teníamos que salir igual, porque si nos quedábamos en nuestra casa, nadie nos iba a decir “si ustedes tienen los espacios de cuidado del trabajo socio-comunitario abierto, vamos a garantizar el alimento”. Eso no se gestiona sólo, Barbara … y eso lo teníamos que hacer quiénes somos capaces a dar la cara visible de las organizaciones. Y bueno, así nos contagiamos también… estuvimos aislados por contacto estrecho, por sospecha de covid, hasta que creo que ninguno de nosotros y de nosotras se libró de contagiarse. Todas nos llegamos a contagiar. Así que, por suerte, algunas todavía estamos aquí hablando, muchas mujeres no… se terminaron contagiando y terminaron falleciendo.


BVP: Lo siento mucho. He escuchado que han hecho un proyecto muy bonito para recordar a las hermanas, las mujeres que arriesgaron y perdieron sus vidas, ¿verdad? 

DS: Nosotras llevamos adelante un proyecto con una compañera, Carina, que se llama “Las nadies”, que es la historia, la voz de muchas mujeres que se quedaron justamente sin voz. Y a través de este proyecto armamos el trabajo que hacían, muchas de ellas sin ni siquiera cobrar nada, muchas mujeres que abrieron sus casas en la pandemia para repartir aunque sea un vaso de leche para los pibes. Y eso lo dejamos reflejado en “Las nadies”…

Yo me acuerdo que lo viví también de cerca. Yo cuando me contagié también me aislé. Entonces la compañera Irvine me dejaba en la puerta… “Dina, ya estamos abajo, te dejamos aquí la comida y te dejamos algo por si te quieras cocinar”. Bueno, de esa manera pudimos sostener todos nuestros espacios de trabajo abiertos. Y esa fue una enorme organización claramente, y mucha compañerada sosteniendo todos los días. Claramente burbujas de trabajo. Los que estaban, por ejemplo, en el almuerzo, no se quedaban hasta la cena. Porque nosotros hacíamos esto: nos juntábamos con Cari y decíamos “bueno, vamos a la casa de la compañera Susana”, por ejemplo, y no sabes lo que era sentarse con la familia, con las compañeras que le habían conocido y volver a revivir a la compañera con mucho dolor…No sé, me acuerdo la hija de Susana diciendo “Nosotros le decíamos: mamá, no, vos te tenés que quedar”. Y ella: “No, no, no. Yo voy a ir a ayudar”, o sea convencida que ella quería por lo menos ayudar a hacer las empanadas para repartir en la cena…

BVP: ¡Qué iniciativa tan importante para no olvidar! También porque la pandemia, sus impactos, y el trabajo que están haciendo todavía no ha terminado…

DS: La pandemia no pasó en su totalidad. Entonces vos no le podés sacar un subsidio a una mujer, porque se queda en la calle con los pibes. Y la calle, Barbara, no es un lugar para vivir… entonces hay que trabajar fuertemente. A veces hay muchos que dicen “bueno, pero ¿por qué no van a trabajar? ¡No hay trabajo!

Otra cosa que también… ayer estuvimos en un foro de la economía popular y planteamos esto: desde el sector de la economía popular Barbara tenemos mucha capacidad para producir… ¿Sabes dónde tenemos el cuello de botella nosotros? Es a la hora de vender nuestro producto. Hoy nosotros de los pueblos textiles producimos hasta zapatillas, pero si no vendemos, la verdad es que nuestras unidades productivas no salen adelante.... Hay que tener garantizada la venta. Entonces esto es algo que también lo venimos diciendo... Apoyen a las cooperativas, apoyen a la economía popular, porque venimos haciendo mucho trabajo, no solamente en las ramas de la economía popular, sino un trabajo social bastante fuerte, donde realmente lo tendría que hacer el Estado, no nosotros.

BVP: Me gustaría saber qué lecciones has aprendido de este periodo, de esta pandemia, que también quieres compartir con otros tal vez en cómo responder a esas situaciones difíciles que siempre cambian.

DS: Mira, yo creo que una lección grande que nos han dado muchas compañeras desde todos los espacios, desde todos los trabajos que se sostuvieron ahora en la pandemia y que se siguen sosteniendo, es la solidaridad. A mí esta solidaridad, esta sororidad que tiene el sector, todos los días tiene algo nuevo para enseñarme.  Otra cosa es las ganas de luchar, o sea una gana de decir: ¿por qué nos tenemos que acostumbrar a lo que nos toca, porque el sistema lo dice así?

El sistema dice: vos tenés que acostumbrarte a sobrevivir. ¿Por qué me tengo que acostumbrar que el sistema me diga: “si tu hijo o hija nace en la pobreza no puede ir a la universidad”? ¿Por qué me tengo que acostumbrar a ser la sin derecho? Yo no quiero eso. No quiero naturalizarlo, no quiero normalizarlo…

Se pudo reflejar toda la enorme desigualdad que hay, pero, sin embargo, dejamos una gran enseñanza a estos sectores que son muy egoístas, a estos sectores que se enriquecen con nuestro trabajo, pero sin embargo, a la hora de hacer un aporte, no lo quieren hacer. Entonces les dimos una gran enseñanza que era: mira a estos que les llaman vagos, a nosotras que nos dicen piqueteras… hicimos un trabajo que ustedes, aunque inclusive el Estado, no lo pudo hacer. Llegamos a los lugares donde el Estado no llega y lo seguimos haciendo.

Ahora… ¿nos vamos a conformar? ¡Por supuesto que no! Por eso hoy tenemos sindicato, por eso hoy tenemos una herramienta política… y desde esas dos herramientas vamos a pelear para que en algún momento se termine la desigualdad, para que en algún momento tengamos una sociedad más justa, una sociedad feminista, una sociedad donde realmente disputa un desarrollo económico con tierra, techo y trabajo para todos y para todas por igual. Donde se garantice una vivienda digna, donde tengamos una salud pública buena, donde los chicos que no tengan la condición para pagarse una universidad privada realmente puedan salir adelante.

La verdad que se vienen años muy complicados, muy complejos. Ya se está sintiendo fuertemente el ajuste que se habla, que no va a ver ajuste… pero sin embargo, el ajuste ya se siente… hay mucha incertidumbre porque no estamos llegando a fin de mes, donde no podemos garantizar la comida del mes en nuestra casa y eso crea mucha incertidumbre, eso crea mucha angustia, por eso es que nada. Hoy vamos a estar en la calle con mucha fuerza y con mucha claridad.

[Audio de la manifestación del 8 de marzo en Buenos Aires – gente gritando en la calle]


Bueno, hoy es un 8 de marzo. Para nosotras es un día de lucha. Para nosotras estar hoy en la calle va a ser muy significativo. Va a ser algo muy fuerte porque venimos justamente de dos años donde no pudimos estar en la calle. Entonces decimos: necesitamos el pleno reconocimiento a los trabajos que venimos realizando desde la economía popular. Después otra cosa también es una reforma judicial feminista, con perspectiva de género. También ayer debatíamos y decíamos: necesitamos que en los espacios donde realmente se toman las decisiones esté la voz de las mujeres, porque aún hoy, en los espacios sindicalistas, hay mujeres que trabajan en lo administrativo... pero no están en los espacios de decisiones.

Nosotras no queremos voceros, nosotras mismas queremos llevar nuestra voz… la verdad que nosotras dentro de la UTEP hemos venido dando una fuerte discusión y hoy dos compañeras que somos secretarias generales, y después en todas las ramas, respetamos mucho lo que la paridad de género… bueno, las mujeres trabajamos, trabajamos dos, tres veces porque trabajamos dentro de nuestra casa, afueras nuestra casa…

Para nosotros la lucha es desde la mañana, arrancando, discutiendo un documento que nos interpela y que podamos reflexionar de manera conjunta. Tiene que haber espacio de deconstrucción no sólo para nosotras, sino también para los varones también… porque no es competir con los varones, es tratar de romper la estructura, de romper con esa cosa que nacemos desde muy chicos… Y la educación también viene desde casa, Barbara… La lucha tiene que ser colectiva. No “bueno, porque sos mujer, córrete para este lado”... ¡No, no, no! No tiene que ser así. Hay que luchar de manera conjunta, de manera colectiva, por eso necesitamos volver a juntarnos fuertemente, salir a la calle, que es lo que vamos a hacer hoy, y decir ¡Nosotras estamos acá!


BVP: Gracias por compartir eso, Dina. Y estos son temas que hemos mirado mucho en este podcast y tu historia es impresionante… lo que han hecho durante ese periodo muy difícil y también los objetivos de adelante que son grandes, y son muchos, ¿verdad? Y tienes razón creo que se tiene que trabajar con todos los sectores, y que hay tanto para aprender de los barrios y de las mujeres con las que trabajas tú. Hay gente también escuchando este podcast que tal vez quiere hacer algo. ¿Cómo pueden ayudar ellos, que tal vez están en la Argentina, tal vez afuera? ¿Hay algo, algún consejo que quieres compartir con ellos también? 

DS: Acá en Argentina la gente es muy luchadora, acá yo creo que el pueblo pudo avanzar mucho justamente por la lucha callejera, porque entendió que no bastaba con salir a cortar para tener un comedor y un merendero, que son esenciales para nosotros. Siempre decimos “Un pie en las instituciones y miles en la calle”… eso significa que hay que pelear de adentro y hay que pelear de afuera, y eso es lo que hicimos en estos más de 20 años en la economía popular. Pelear afuera… tenemos en los barrios de verdad muchas personas organizadas, pero también tenemos hoy en las instituciones compañeros y compañeras que nos están representando.

Paulo Freire decía que el neoliberalismo, el capitalismo nos quieren brutos porque sabe que nosotros, los pobres, cuando estudiamos, cuando pensamos, hacemos un montón de cosas. Nos tenemos que involucrar. No podemos quedarnos sentados diciendo: bueno, es lo que pasa… No, ¡no es lo que pasa! Es lo que nos quieren naturalizar… y nada, hay que luchar, claramente.

BVP: ¡Claramente! Y sabes que desde Europa lo vimos con mucho, mucho respeto… bueno, Argentina, pero también el resto de Sur América, donde hay tantos movimientos sociales y mujeres así de fuertes que nos da mucha inspiración, porque hay mucho para aprender para todo el mundo, creo. Entonces gracias, Dina por compartir tu historia con nosotros y ¡te deseo un muy buen Día de la Mujer, y una buena marcha!

 

OUTRO:


Muchas gracias a Dina por compartir una historia tan impactante sobre la solidaridad y la justicia, y sobre todo para las personas más necesitadas en este tiempo de crisis. 

Y gracias por escuchar el episodio de hoy, el primero en español. Si te gustó la conversación, deja un comentario y compártela con otros, ya que ayudará enormemente a que esa conversación crezca.

Hay también otros episodios con historias importantes en inglés. Si quieres saber más sobre el proyecto de Oxfam, sobre la ‘Emergent agency’ o ‘agencia emergente’, sobre el trabajo de Dina y los movimientos, puedes encontrar los recursos en las notas del programa. ¡Ciao!