30 de noviembre de 2025

30 de noviembre de 2025 - Primer Domingo de Adviento

Transcript

Lectura:

Escribir:   

De Isaías:

De las espadas forjarán arados
 y de las lanzas, podaderas;

De Mateo:

Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del hombre… Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.

Reflexionar: 

Empiezo este fin de semana con una breve revisita del fin de semana pasado. Recuerden que yo hice referencia al profeta Joel: “Bata tus rejas de arado en espadas, y tus cuchillos de poda en lanzas; que los débiles se jacten, ‘¡Yo soy un guerrero!’” ¿Da esto suficiente munición para que aquellos que odian el cristianismo digan: “¡Ve! ¡La Biblia se contradice a sí misma, por lo tanto, no puede ser confiable!” ¡No! Estos son lados opuestos de la misma moneda. No están en oposición entre sí, sino que se apoyan mutuamente. Mientras que Isaías se está enfocando en una paz celestial, Joel está reconociendo que la paz que queremos en Cristo debe ser luchada por ella. Debemos estar armados para el combate espiritual con el fin de buscar la paz de Cristo. Allí. Esa fue una explicación sencilla. Si no estamos en combate espiritual, nunca habrá paz en la tierra. Bueno, ese problema era fácil de solucionar. ¿Probaremos por dos? Sí.

En las últimas décadas, ha habido autores e incluso cineastas tratando de construir sobre un malentendido que se ha perpetuado en muchas iglesias protestantes. No todo el mundo compra este tema, pero sin duda es un gran problema en algunos círculos. Es la noción mezclada de “EL RAPTO”.

En primer lugar, déjenme darles un poco de historia sobre la idea. Alguien en su propia Biblia personal escribió en los márgenes algo acerca del Rapto. Desafortunadamente, en lugar de permanecer solo una nota en la Biblia de alguien, llegó a un editor que lo puso en las notas al pie. Las notas al pie de página publicadas en una Biblia a menudo se piensan que tienen algún significado especial o importante. Tenemos notas al pie de página en nuestras Biblias Católicas y están destinadas a complementar nuestro entendimiento. Pero en el caso de “El Rapto”, fue una teoría que fue presentada por un hombre llamado John Darby en la primera parte del siglo diecenueve – menos de doscientos años atrás, comparado con los casi dos mil años de cristianismo.

Esto ha sido popularizado en el siglo veintiuno por una serie de libros llamados “Left Behind” “dejados atrás”. Son novelas divertidas, pero tengo que enfatizar que son solo novelas. No hace daño leerlos, siempre que no los utilices para formar una base para tu teología, porque es una interpretación errónea de la Escritura.

Tenemos la prueba de eso en nuestra historia del evangelio hoy. Usted ve, la teoría del rapto es que Dios removerá a todos los cristianos antes del tiempo de la “Gran Tribulación”. Este sería un tiempo que evitaría que los cristianos enfrentaran persecuciones masivas, según esta teoría. (Dígale eso a los cristianos en Nigeria.) Jesús regresaría y llevaría a todos los cristianos al cielo y dejaría a todos los pecadores aquí en la tierra.

¡Pero eso es exactamente lo contrario de lo que el evangelio nos dice hoy! “Como fue en los días de Noé…” ¿Quién se quedó atrás? ¿Quién murió? ¿Quién sigue viviendo en la tierra? Noé y su familia. Los aniquilados eran todos los demás seres humanos. “Así será en la venida del Hijo del Hombre” dijo Jesús. “Uno será tomado, y uno será dejado.”

Así que la idea del Rapto la tiene exactamente de adentro hacia afuera y hacia atrás.

Aplicar:  

Entonces, ¿cómo unimos estos dos puntos? Jesús también nos advierte que “… ¡manténgase despierto! Porque no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor». Si no estamos espiritualmente listos para el combate, lo que Joel nos insta a hacer, nos ponemos en gran peligro de estar dormidos. Esto es para lo que el Adviento es. Tiene la intención de ayudarnos a prepararnos para el regreso de Cristo. No se trata de prepararse para la Navidad, sino de prepararse para el regreso de Cristo. Esto es lo que San Pablo en la carta a los Romanos nos estaba instando a:

Desechemos, pues, las obras de las tinieblas y revistámonos con las armas de la luz.
 
 Comportémonos honestamente, como se hace en pleno día. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujurias ni desenfrenos, nada de pleitos ni envidias. Revístanse más bien, de nuestro Señor Jesucristo y que el cuidado de su cuerpo no dé ocasión a los malos deseos.

Él no dice que no hagas provisión para la carne, sino que no hagas provisión para los deseos de la carne. Nuestros deseos deben ser puestos en el Señor. Hay una línea en uno de los Salmos que dice: “Pon tu corazón en el Señor y Él te dará el deseo de tu corazón”. Bueno, si tu corazón está puesto en el Señor, ¿cuál es el deseo de tu corazón? ¡Él es!

Si nuestro corazón está puesto en el Señor, nuestro rostro será puesto como pedernal contra el mundo. En pocas palabras, no hay manera de reconciliar un mundo roto y dañado. Jesús es el único que puede hacer eso. Nosotros, por nuestra parte, vivimos para Cristo y tratamos de perseguir su santidad. Es una batalla en la que estamos. Es uno que no nos atrevemos a perder – por el bien de nuestras almas.

¡Vive bien! ¡Vive Cristo!

ruegue/alabanza: 

Oremos. Señor Jesús, Tú nos has dicho que permanezcamos despiertos y nos has advertido de las trampas que este mundo tiene para nosotros. (¡suspiro!) Hemos fracasado y hemos caído en esos escollos una y otra vez. Pero sabes cuáles son esas trampas, porque los enfrentaste en las tentaciones de tu propia vida – pero tú… nunca cayó. Le damos las gracias por ese ejemplo. Te pedimos que sigas yendo delante de nosotros, guiándonos hacia las recompensas del cielo. Ayúdanos a dejar de lado los placeres fugaces de este mundo mientras mantenemos nuestros ojos fijos en el placer eterno de tu presencia en el cielo.

Ayúdanos a hacer de este Adviento un tiempo de búsqueda para ti – de anhelo por ti – de clamar desde nuestras almas que nos mantienes preparados “porque a una hora no esperamos, vendrá el Hijo del Hombre”. Amén.

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