No te enceles de las relaciones significativas de tus hijos con otros adultos

¿Te ha pasado que cuando ves a tu hijo o hija convivir muy a gusto o incluso buscar la cercanía de otro adulto automáticamente eso te desagrada, como que sientes un hueco en el estómago y te sientes desplazada o incluso amenazada?

Son celos, y a todas nos ha pasado, ya sea con los abuelos, tíos, maestros o alguna otra persona cercana a tus hijos, sin embargo, el hecho de que a todas nos pase no quiere decir que no debemos estar alerta para identificarlos y manejarlos desde que ellos son pequeños, porque, de no hacerlo, nos puede causar problemas. 

Este es un tema que todas enfrentamos aunque a veces no nos demos cuenta o no queramos aceptarlo. Las razones detrás de los celos son muy variadas y en cada una de nosotras se manifiestan de formas diferentes. Esto será un riesgo constante durante toda la vida de tus hijos, desde los pequeños que en ocasiones muestran una mayor alegría de ver a algún otro adulto o cuidador que a ti, hasta la mamá, que como yo lo estoy viviendo ahora, entrega a sus hijos en matrimonio para que, ahora si, indiscutiblemente, su persona favorita y prioridad No. 1 cambie para siempre. 

Es difícil, para algunas más y para otras menos, como lo son todos y cada uno de los retos que trae consigo la maternidad, pero, como en cada episodio, quiero compartirte algunas tácticas y consejos que pueden ayudarte a navegar estas situaciones de mejor manera.