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Terapia Control de la IRA

Hubo un tiempo en mi vida en que perdí todo: mis hijas, mi pareja, mis amigas, un montón de dinero y muchas oportunidades. Lo pasé fatal, rompía cosas, lloraba, gritaba e insultaba, decía cosas que no quería y luego me preguntaba qué estaba mal conmigo.

Durante años busqué soluciones como loca, probé terapia, mindfulness, retiros espirituales, meditación, ejercicio, seminarios y libros, pero nada funcionaba en el momento en que la ira me dominaba.

Hasta que lo entendí: No sabia hacer la PAUSA. eso que los terapeutas te dicen que hagas, pero no te enseñan como.

Soy Psicóloga, Coach y creadora de LA PAUSA®, el método que diseñé para dejar de explotar y vivir en paz. En este podcast te enseño lo que me tomó 14 años aprender:

Aprender a identificar la ira para no reaccionar impulsivamente.
Aplicar técnicas para responder con calma y respeto.
Saber qué decirte a ti misma para tranquilizarte.
Mejorar la comunicación con tu pareja.
Evitar malentendidos y peleas sin “guardártelo” o “dejarlo pasar”.
Establecer límites claros y saludables en la relación.
Aplicar estrategias concretas para resolver conflictos sin que escalen.
Sentirte en paz sin importar lo que haga tu pareja.

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Terapia Control de la IRA

¿Te enojas porque no te escribe… pero tú tampoco lo haces?

July 16, 2025 • Jessika Perdomo

¿Te molesta que no te escriba primero, pero tú tampoco das el primer paso?
¿Te has encontrado esperando a que él actúe, mientras tú reprimes el impulso de acercarte por miedo a “quedar mal”? Muchos consejos virales te dicen que “no mandes el primer mensaje”, “no te muestres disponible”, o “espera a que él te busque”... pero ¿eso es reciprocidad o manipulación disfrazada de poder?

Este es el Día 11 del Challenge “La Pausa”, donde Jessika Perdomo, psicóloga y experta en control de la ira, desmonta el mito de que dar el primer paso te hace débil. En una relación madura, liderar con el ejemplo es un acto de valentía emocional. No se trata de rogar ni de exigencias impulsivas: se trata de expresarte desde tu adultez, sin juegos, ni explosiones. Porque el verdadero poder está en cómo te comunicas, no en quién escribe primero.