Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
En estos Podcasts reflexionamos sobre las palabras preciosas de Nuestra Madre, la Reina de la Paz. Palabras hermosas que vienen del Cielo como un regalo para nosotros.
Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
Los Invito A Orar A Todos Por La Venida del Espíritu Santo En Cada Criatura Bautizada.
En esta reflexión, nuestra Madre nos llama con ternura a orar por la venida del Espíritu Santo en cada criatura bautizada. Que esta súplica nos renueve, nos fortalezca y nos impulse a ser testigos vivos del amor de Dios en estos días que nos preparan para Pentecostés
Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos del fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar en un mensaje hermoso de nuestra madre del de mayo del 1009. Donde nuestra madre nos habla sobre la venida del espíritu santo y sobre como debemos orar en este tiempo. Á continuacion escuchamos el mensaje de nuestra madre del de mayo del. Donde empieza por decirnos queridos hijos, en este tiempo los invito á todos, á orar por la venida del espíritu santo en cada criatura bautizada para que el espíritu santo los renueve, á todos y los conduzca por el camino del testimonio de vuestra fe, á, vds y á todos aquellos que están lejos de Dios y de su amor. Yo estoy con ustedes. É intercedo por ustedes. Ante el altísimo gracias por haber respondido á mi llamado la virgen vuelve á decirnos que este es un tiempo especial, un tiempo de gracia lo repita en distintos años porque es un llamado urgente. Este tiempo no es cualquiera, es una oportunidad del cielo para renovar nuestra vida desde dentro. Cuando la virgen dice los imp, invito á orar por la venida del espíritu santo aquí no sólo nos pide orar al espíritu santo, sino orar por su venida en cada criatura bautizada. Es decir, orar por toda la iglesia por el cuerpo de Cristo. La virgen quiere un pentecoste renovado en cada corazón en cada alma. No basta con haber sido bautizados. Necesitamos ser renovados por el espíritu santo. Nuestra madre continua diciendo para que el espíritu santo los renueve á todos. La palabra clave, renovar el espíritu viene á encender lo que está tibio, á limpiar lo que está herido, á despertar lo que está dormido. Esto es una llamada á una renovación espiritual profunda que solo el espiritu santo puede hacer. Nuestra madre continua diciendo y los conduzco por el camino del testimonio de vuestra fé. La renovacion no es solo interior, es para que vivamos nuestra con valentía para que testimoniamos con alegría. Porque nuestra vida cambia vida vidas, nuestra madre continuación nos dice á, vd y á todos aquellos que están lejos de Dios y de su amor. Aquí está el fuego misionero del mensaje. El espíritu santo no viene sólo para nosotros. La virgen nos llama hacer puentes de gracia. Para aquellos que están lejos, el testimonio abre caminos. El espíritu nos quiere convertir en luz para los demás este mensaje es como una lámpara encendida, ju justo antes de Pentecostés. María nos invita á orar con un deseo profundo que el espíritu santo venga no solos sobre nosotros y no sobre cada criatura bautizada. Ella ve con ojos de madre lo que quizás nosotros no vemos. Cuántas almas apagadas, cuántas vidas estancadas por la rutina, la frialdad, el dolor o el pecado. Pero también ve la promesa que si oramos con fe, el espíritu santo puede renovar á todos y que hace el espíritu santo cuando viene, nos renueva, nos vuelve encender por dentro. Nos recuerda que tenemos una misión. Dar testimonio, es decir que con nuestra vida, con nuestra forma de amar, de hablar, de perdonar, de servir, otros pueden reconocer el rostro de Dios. Y no se trata sólo de los lejanos que no conocen, á Dios, á veces también dentro de nuestras casas o nuestros propios corazones. Hay zonas que necesitan ser tocadas renovadas levantadas por él. Por eso hoy, María nos repite. Oren por la venida del espíritu santo. Ella intercede por nosotros ante el altísimo. Y si oramos con ella con fe, con humildad y con deseo verdadero, el espíritu santo vendrá y hará nuevas todas las cosas.