Yo Estoy Con Ustedes Por Medio De La Gracia Que El Altísimo Me Concede Para Ustedes y Sus Descendencias.

En esta reflexión, nuestra Madre nos revela una verdad poderosa: su presencia no es solo para este momento, sino para nuestras familias y las generaciones futuras. Esta gracia que Dios le concede es un puente de esperanza eterna. No estamos solos. Ella está con nosotros, guiándonos, amándonos y preparándonos para transmitir sus mensajes con amor y fidelidad.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor, envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar en un mensaje lleno de esperanza y de promesa que nuestra madre nos dió el 25 de marzo del donde nuestra madre nos dice. Ustedes no están solos. Yo estoy con ustedes por medio de la gracia que el altísimo me concede para vd y sus descendencias qué palabras tan fuertes tan llenas de amor. No estamos solos. Y no sólo eso, la gracia que María recibe del altísimo no es sólo para tí ó para mí es también para nuestros hijos, nuestros nietos, para todos aquellos á quienes podamos transmitirle sus palabras, su presencia, su amor. La virgen no está de paso. Su presencia entre nosotros es real, es poderosa y es para siempre. Como dijo la evidente María, incluso cuando terminan las apariciones, esta gracia permanece. María está sembrando algo eterno, á nuestros corazones y en nuestras familias, su presencia es esperanza. Y aquí viene algo importante. Esto también implica una responsabilidad si esta gracia es tambien para los que vendrán despues. Cómo la estamos viviendo, cómo la estamos transmitiendo? Porque ella misma nos dice en el mensaje del de mayo del mis palabras, no son antiguas ni nuevas son eternas. Este mensaje nos invita á vivir sus mensajes con mayor fidelidad con mayor amor y á formar á las siguientes generaciones en esa misma confianza en Dios. Como dijo María en casa de Isabel, me llamarán, bienaventurados todas las generaciones y eso solo sucederá si nosotros somos puentes de su amor, de su mensaje, de su gracia. querida madre. Gracias por quedarte con nosotros. Gracias por no dejarnos solos. Gracias por enseñarnos que todo es pasajero y que sólo Dios permanece. Ayúdanos á vivir con fe con amor, con fidelidad y á transmitir tu luz á quienes vendrán detrás.