Academia Cristo Podcast

¡No teman! ¡Un ángel está aquí!

Academia Cristo

  5 de abril

¡No teman! ¡Un ángel está aquí!

Pastor Mike Novotny

 

No quería ser crítico, pero me parecía que Mateo dedicaba demasiado tiempo a los romanos. Si lees las últimas páginas del evangelio de Mateo, encontrarás a los romanos al final del capítulo 27, luego otra vez al principio del capítulo 28, ¡y luego otra vez a mitad del capítulo 28! ¡Vamos, Mateo! Se supone que el evangelio trata de Jesús. 

Pero entonces me di cuenta. Para los primeros lectores de Mateo, los guardias romanos y las cruces representaban sus mayores temores. Quizá por eso Mateo quería que la Iglesia primitiva leyera: «Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos»(Mateo 28:4). Los guardias -los guardias romanos armados y entrenados- prácticamente se paralizaron de terror cuando lo vieron a «él». ¿Quién es «él»? No el Jesús resucitado. No es todo el ejército de ángeles celestiales. No, es solamente un ángel. Uno. La superpotencia del primer siglo tembló de miedo al ver a un solo ángel.

Vale, retiro mi crítica. Mateo estaba tratando de enseñar a los cristianos de todas las generaciones que no tenemos nada que temer. Nuestro Dios es tan fuerte y poderoso que nunca debemos tener miedo.

¿Qué es lo que más temes hoy en día? Sea cual sea tu respuesta, recuerda esto: Tus miedos no son nada al lado de Dios. Tacha eso. No son nada al lado de los ángeles de Dios. Tacha eso. No son nada al lado de uno de los ángeles de Dios. 

No temáis. El Dios de los ángeles gloriosos está aquí.

 

Oración:

 

Supremo Hacedor, tú inmensidad, majestuosidad, poder y sabiduría son inconmensurables, no hay otro con tú. Anti ti confieso que, a lo largo de mi existencia, he tenido muchos temores, la gran mayoría de los cuales solo eran producto de mi propia inseguridad. Pero ante los verdaderos peligros tú palabra me revela que: «porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre» (Hebreos 13:5-6) Te suplico me mantengas firme en tal confianza fortalecido por el poder de tu evangelio, por Jesucristo tu Hijo. Amén.