Academia Cristo Podcast

Nunca des por sentada la gracia

Academia Cristo

13 de abril

Nunca des por sentada la gracia

Jason Nelson

 

No puedo tocar tu corazón a menos que abra el mío. Soy un baby boomer, de clase media, americano, hombre blanco. No tuve nada que ver con nada de esto. Me he beneficiado de todo ello. Ha sido una gracia para mí. Me preocupa que tantas personas en el mundo, que no tienen más control que yo sobre sus circunstancias, experimenten la vida de manera tan diferente. Sé que Dios los ama tanto como a mí. Ellos no tienen el refugio contra las tormentas que yo tengo. Yo tengo que arreglármelas con algunos inconvenientes. Ellos tienen que hacer frente a la devastación con regularidad. No puedo imaginar lo que eso le hace al alma de una persona. Así que me hago esta pregunta sobre lo que yo no he pasado: ¿Por qué yo? 

Llevo muchos años implicado en trabajos relacionados con la Iglesia. Puedo acertar las respuestas en el examen de doctrina. De un modo u otro, he transmitido esas respuestas a otros. Solía pensar que eso era un logro. Ahora ya no. Es una victoria vacía aprobar el examen de doctrina pero no presentarse al examen de reciprocidad. «Al que se le da mucho, también se le exigirá mucho»(Lucas 12:48). Mis contribuciones en el reino de Dios han sido seguras y sanas. Si Dios quería más de mí, ya es un poco tarde. Ahí está, mi culpa al descubierto. Lo que quiero decir es que nunca des por sentada la gracia.

 

Oración:

 

Misericordioso Dios, confieso que en muchos aspectos tengo ventajas que otros carecen. Disfruto de poder usar tecnología moderna que me facilita la comunicación a nivel global. Tengo trabajo con salario suficiente para afrontar las necesidades básicas y no necesito viajar medio día para congregarme. Reconozco que he sido un buen miembro de la iglesia visible pero no hice lo mejor respecto a mi prójimo. Te doy gracias que tu Hijo sí hizo lo excelente en lugar de mí y en la cruz sufrió el castigo que yo merecía por mi indolencia. Concédeme, que en gratitud a tu amor incondicional, te sirva diligentemente en la expansión del evangelio por todo el planeta como un buen administrador de los dones que me diste y ser un instrumento de tu paz, por Jesucristo tu Hijo. Amén.