
Academia Cristo Podcast
Jesús dijo: Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio de mí!
Nuestra misión
Nuestro propósito es llevar el evangelio a los hogares en América Latina, haciendo discípulos por medio de la instrucción bíblica para que ellos puedan llevar las buenas nuevas de Jesucristo a otros. Queremos que todos conozcan a Jesucristo como su único Salvador.
Nuestras creencias
Nuestras creencias básicamente se resumen en tres principios.
- Creemos que SOLAMENTE LA BIBLIA se debe usar para definir nuestra doctrina. Las tradiciones, nuestras experiencias y aun la razón humana están sujetadas a la Palabra de Dios.
“Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición.” (Gálatas 1:8)
- Creemos que somos salvos SOLAMENTE POR MEDIO DE LA FE en nuestro Señor Jesucristo, no por ninguna de nuestras obras.
“Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.” (Efesios 2:8,9) - Y creemos que somos salvos SOLAMENTE POR LA GRACIA, que es el amor inmerecido de Dios.
“El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.” (1 Juan 4:10)
Si quiere ver una declaración de fe más amplia, favor de ver el documento titulado "En Esto Creemos".
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Dios dijo que no
28 de mayo
Dios dijo que no
Ann Jahns
Le rogué a Dios que le quitara el cáncer a mi amiga. Era una fuerza de la naturaleza con una personalidad fuera de lo común. Si alguien podía vencer al cáncer, yo sabía que era ella.
Así que razoné con Dios, ofreciendo puntos muy lógicos: Su marido y sus hijos la necesitan. Sus amigos y alumnos la necesitan. Todavía puede ser testigo del Evangelio mientras esté aquí. Pero Dios dijo que no. A pesar de las oraciones, las súplicas llorosas y los argumentos sólidos, se llevó a mi amiga a su verdadero hogar, dejando atrás a su devastada familia y amigos.
En el huerto de Getsemaní, un Jesús agonizante suplicó dos veces a su Padre que le apartara del cáliz del sufrimiento. Dios dijo que no. Así que Jesús dijo: «Que se haga tu voluntad»(Mateo 26:42) y se volvió hacia la cruz, donde moriría y triunfaría sobre la muerte por nosotros.
El apóstol Pablo suplicó a Dios que le quitara su «espina en la carne». Le pidió a Dios -tres veces- que se lo quitara. Dios dijo que no. Así que Pablo continuó con su obra evangélica, diciendo: «Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo»(2 Corintios 12:9 RVR).
A veces un no es la respuesta de Dios, aunque lo odiemos. Luchamos contra él, pataleando y gritando como niños pequeños, golpeando nuestros puños y gritando para salirnos con la nuestra. Pero como un padre sabio y paciente que sabe lo que es mejor para su hijo, Dios a veces dice que no.
Oración:
Señor, que aceptemos tu no, sabiendo que forma parte de tu plan perfecto para nuestras vidas. Amén.