Academia Cristo Podcast

Pensándolo bien...

Academia Cristo

29 de mayo

Pensándolo bien...

Christine Wentzel

 

            ¿Te sientes identificado con las dudas? ¿Dudas habitualmente de tus decisiones? Si es así, tienes que trabajar para fortalecer tu confianza en Dios. Aquí tienes algunos consejos para fortalecer tu confianza:

·       La mayoría de las veces, las conclusiones no se basan en hechos sólidos. Son conjeturas, anticipaciones de un resultado que suele basarse en el miedo.

·       Pregúntate por qué dudas de una decisión concreta. ¿Tienes todos los datos? Si no es así, búscalos. Es lo mismo que estudiar para un examen en la escuela. No puedes obtener la mejor nota de aprobado sin ello. 

·       ¿Es una decisión que no te importaría que Dios conociera? Sabes que él ya lo sabe, pero puedes engañarte a ti mismo con esto mediante la autojustificación. Si no estás seguro, pregúntale a alguien espiritualmente maduro y conocedor de las Escrituras. Busca Mateo 18:20, y sabrás por qué.

·       Con la Biblia abierta, lee todo el capítulo 3 de Proverbios. Fue escrito para un momento como éste.

            Por experiencia propia, la oración, el tiempo y la práctica aumentan la seguridad y la confianza. ¿Y sabes qué? Alivia el estrés. 

            «Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia»(2 Pedro 1:3).

            Da gloria a Dios porque crecer en su sabiduría con una humildad semejante a la de Cristo significa abandonar de una vez por todas el tren de pensamientos del «qué pasaría si...».

 

Oración:

 

Divino Maestro, la duda e indecisión han estado presentes en mi vida a lo largo de mi existencia. Muchas veces temores infundados paralizaron mi avance en diversos aspectos de la vida. Tu palabra me asegura que tú tienes el control de todas las cosas y que deseas mi bien. Concédeme la fe firme que me ayude a descansar en tus firmes promesas confiando en que mi porvenir está seguro en tus manos, por Jesucristo tu Hijo. Amén.