
Academia Cristo Podcast
Jesús dijo: Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio de mí!
Nuestra misión
Nuestro propósito es llevar el evangelio a los hogares en América Latina, haciendo discípulos por medio de la instrucción bíblica para que ellos puedan llevar las buenas nuevas de Jesucristo a otros. Queremos que todos conozcan a Jesucristo como su único Salvador.
Nuestras creencias
Nuestras creencias básicamente se resumen en tres principios.
- Creemos que SOLAMENTE LA BIBLIA se debe usar para definir nuestra doctrina. Las tradiciones, nuestras experiencias y aun la razón humana están sujetadas a la Palabra de Dios.
“Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición.” (Gálatas 1:8)
- Creemos que somos salvos SOLAMENTE POR MEDIO DE LA FE en nuestro Señor Jesucristo, no por ninguna de nuestras obras.
“Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.” (Efesios 2:8,9) - Y creemos que somos salvos SOLAMENTE POR LA GRACIA, que es el amor inmerecido de Dios.
“El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.” (1 Juan 4:10)
Si quiere ver una declaración de fe más amplia, favor de ver el documento titulado "En Esto Creemos".
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Nunca te rindas
3 de junio
Nunca te rindas
Christine Wentzel
Irene alcanzó la mayoría de edad durante la Gran Depresión y fue madre joven antes de la Segunda Guerra Mundial. Su matrimonio estuvo plagado de negligencias y abusos mientras criaba a sus siete hijos a lo largo de cuatro décadas de cambios sociales monumentales. Fue una guerrera que consiguió mantener el orden familiar en medio del caos. La «mirada» convirtió a sus hijos en estatuas.
En realidad, era su fe en Cristo la que estaba en plena exhibición. A pesar de toda oposición, se aseguró de que sus hijos fueran bautizados en la familia de Dios y educados en la sabiduría de Dios. Ella creía que Jesús transformaría los desastres y los errores en algo que tarde o temprano bendeciría las vidas de los miembros de su familia. Mientras cada uno de nosotros se alejaba de todos sus esfuerzos, sus fervientes oraciones por nuestro regreso pródigo nos perseguían.
En sus últimos años, mientras estaba a mi cuidado, la escuché hablar de vivir su vida en Jesús. La comparé en privado con la mía sin él. Me di cuenta de que ella no obligaba a sus hijos a seguir rutinas religiosas y laicas «inútiles». Ella, agradecida, hizo un mandato de vivir una vida que reflejara su confianza en un Dios personal para que pudiera ganar a sus hijos para Cristo. Fue entonces cuando el Espíritu Santo me despertó de mi letargo espiritual.
«No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos»(Gálatas 6:9).
El Señor se llevó a mi madre al cielo. Y Jesús ha abierto la puerta de mi corazón. Él me lleva a pastos protegidos como llevó a mi madre.
Mamá, hasta que nos volvamos a ver, gracias.
Oración:
Dios eterno: Te bendigo y agradezco por los padres piadosos que conducen a sus hijos a tu misericordia. Concede que la luz de tu Palabra brille siempre en nuestros hogares. Guarda a nuestros niños en la verdadera de que les otorgaste cuando nacieron de nuevo; y da tu gracia a todos los padres para que se esmeren en criarlos en tu fe y en la obediencia a tu voluntad, por Jesucristo tu Hijo. Amén.