
Academia Cristo Podcast
Jesús dijo: Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio de mí!
Nuestra misión
Nuestro propósito es llevar el evangelio a los hogares en América Latina, haciendo discípulos por medio de la instrucción bíblica para que ellos puedan llevar las buenas nuevas de Jesucristo a otros. Queremos que todos conozcan a Jesucristo como su único Salvador.
Nuestras creencias
Nuestras creencias básicamente se resumen en tres principios.
- Creemos que SOLAMENTE LA BIBLIA se debe usar para definir nuestra doctrina. Las tradiciones, nuestras experiencias y aun la razón humana están sujetadas a la Palabra de Dios.
“Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición.” (Gálatas 1:8)
- Creemos que somos salvos SOLAMENTE POR MEDIO DE LA FE en nuestro Señor Jesucristo, no por ninguna de nuestras obras.
“Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.” (Efesios 2:8,9) - Y creemos que somos salvos SOLAMENTE POR LA GRACIA, que es el amor inmerecido de Dios.
“El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.” (1 Juan 4:10)
Si quiere ver una declaración de fe más amplia, favor de ver el documento titulado "En Esto Creemos".
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La clave de una buena oración
14 de junio
La clave de una buena oración
Pastor Mike Novotny
Hace unas semanas, hice a nuestra iglesia una pregunta peligrosa: «¿Qué nota le pondrías a tu vida de oración?». Unas 160 personas dieron sus respuestas, en su mayoría poco inspiradoras: C+, D, B, D-. «Mi vida de oración carece de intencionalidad». «Mi mente está siempre distraída». La mayoría anhelaba mejorar en la oración.
Me identifico con eso. A través de los años, he predicado sobre la oración, he leído libros sobre la oración, y he establecido metas en torno a la oración, pero no estoy allí con la oración. No estoy cerca de donde quiero estar en mis conversaciones diarias con mi Padre.
Pero hace poco, Dios me mostró la clave para una gran vida de oración. Sucedió mientras estudiaba las palabras de Jesús: «cualquiera que se humilla como este niño es el mayor en el reino de los cielos»(Mateo 18:4). ¿Qué tienen los niños que los hace tan grandes a los ojos de Jesús? Respuesta: Saben que están indefensos. La razón por la que los niños pequeños gritan «¡Mami!» cien veces al día es porque no tienen la habilidad para preparar el almuerzo, ni el dinero para comprar juguetes, ni la altura para ver por encima de los mayores. Su impotencia les obliga a pedir ayuda.
Luz. Bombilla. Momento. Cuando recordamos que somos impotentes sin Dios, nos obliga a orar con humildad. «Dios, sin ti no puedo amar a mi hermano. O criar a esta hija. O perdonar a mi ex. O convertir a mi amigo en cristiano. O escapar de esta vergüenza. O decir no a este pecado. O confiar en ti en esta tragedia. Te necesito, Dios. Cada día, te necesito».
Recordar nuestra humilde posición -como seres humanos indefensos- nos mantendrá hablando con Dios en la oración.
Oración:
Dios todopoderoso, Tú eres grande, soberano y confiable. Yo soy pequeño, frágil e inestable. Tú eres Santo y yo un simple pecador. Te necesito a cada momento pues sin ti nada puedo hacer. Ayúdame, en mi limitación y debilidad, en todo momento y guárdame de pecar contra ti y caer en tentación, por Jesucristo tu Hijo. Amén.