Academia Cristo Podcast

Mírate.

Academia Cristo

9 de julio

Mírate.

Pastor Mike Novotny


Dependiendo de cómo hayas crecido, de cómo tu padre haya tratado a tu

madre, de cómo tu madre haya hablado con tu padre o de cómo te hayan tratado los

adultos de tu vida, puede que no sepas qué aspecto tiene el maltrato.

He aquí algunos atisbos de lo que es el maltrato: ¿Sueles enfadarte cuando tu

pareja o tus hijos no hacen lo que tú quieres? ¿Expresas tu enfado con insultos,

miradas amenazadoras, amenazas físicas o actos físicos como romper cosas o hacer

daño a animales domésticos? ¿Culpas de esos arrebatos al alcohol, a las drogas o a

otra persona? ¿Alguna vez utilizas la Biblia para conseguir lo que quieres, diciéndole a

él que tiene que perdonarte por mucho que le menosprecies y que ella tiene que

someterse porque tú eres el cabeza de familia? Si eso ocurre a menudo, eso es abuso.

(Y si no quieres que otros lean estas palabras, es probable que seas abusivo).

Necesito que sepas cuánto odia Dios el maltrato. «El Señor […] odia con toda

su alma a los que aman la violencia» (Salmo 11:5 DHH). El mayor problema con tu

comportamiento no es que te pueda meter en problemas legales o que te cueste el

control en casa. El mayor problema es que hace que Dios te odie. Nadie que continúe

viviendo en este pecado, hiriendo a la gente que Dios ama, terminará siendo amado

por Dios. Así que antes de que tengas que presentarte ante nuestro Padre con un

historial de herir a sus hijos, mírate a ti mismo.

Y antes de que la culpa de tu pecado te abrume, por favor, corre a Jesús. Hay

esperanza en su nombre para todo pecador, incluso para ti.

Oración:

Redentor nuestro, necesitamos ser confrontados con nuestro pecado a fin de ver

la magnitud de nuestro problema: nuestra falta de arrepentimiento revela nuestra

condición de merecedores de toda tu ira eterna. Te bendigo y agradezco por tus siervos

que valerosamente asumen el desafío de mostrarnos nuestro pecado a fin de

conducirnos al arrepentimiento con la expectativa de poder anunciarnos el perdón que

nos brinda tu gracia mediante el evangelio. el año que ha finalizado pues tu presencia

no nos ha abandonado. Concédeme ser cristiano penitente y ser un instrumento de tu

paz, por Jesucristo tu Hijo. Amén.