Academia Cristo Podcast

Cuando dejamos de practicar

Academia Cristo

19 de septiembre

Cuando dejamos de practicar

Jan Gompper

 

Hace años, una alumna que se había graduado en el instituto cristiano en el que enseñaba me contó que tenía problemas con su fe. «¿Nunca te preguntas si todo es un engaño?», me preguntó. «He ido a escuelas cristianas toda mi vida, pero hace tres meses que no voy a la iglesia y ya casi no oro. No me siento muy cerca de Dios».

Esta estudiante había sido una estrella del baloncesto en el instituto, así que le pregunté por qué era tan buena jugadora. Además de tener un talento natural, mencionó que practicaba mucho. De hecho, practicaba sus habilidades baloncestísticas casi todos los días para mantenerlas intactas.

«Tal vez te estás volviendo espiritualmente flácida», le propuse. 

Probablemente todos hemos experimentado alguna vez sentimientos como los de mi alumna. Y lo primero que queremos hacer es dejar de practicar: faltar a la iglesia, guardar la Biblia en un cajón, dejar de orar. Pero al igual que no podemos mantenernos en buena forma física sin hacer ejercicio con regularidad, lo mismo ocurre con nuestra forma espiritual. Y todos sabemos que cuanto más tiempo nos alejamos del gimnasio de Dios, más difícil nos resulta volver.

Parte del éxito de mi alumna se debió a su entrenador, que conocía su potencial y la animaba sin descanso. «De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles»(Romanos 8:26).

 

Oración:

 

Espíritu Santo, gracias por auxiliarme en los momentos de mayor debilidad. Te necesito y necesito tu intercesión constante a mi favor porque por mi propio poder no podré perseverar en la verdadera fe. Concédeme que sea fortalecido y afirmado en la fe y ser hallado aprobado en el juicio final, por los méritos de Jesucristo. Amén.