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Dios está de tu lado

Academia Cristo

24 de septiembre

Dios está de tu lado

Pastor David Scharf

 

Frederick Douglas dijo: «Uno y Dios hacen mayoría». La idea es que frente a probabilidades insuperables, aunque sólo tengas a Dios de tu lado, prevalecerás. A veces es más fácil decirlo que creerlo. 

En su ascensión, Jesús dijo a sus seguidores que serían sus testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra. Menudo ejército debió de estar dirigiéndose Jesús cuando dio a la Iglesia sus órdenes de marcha. Bueno, en realidad... «Por aquellos días Pedro se puso de pie en medio de los creyentes,* que eran un grupo como de ciento veinte personas»(Hechos 1:15 NVI)

¿Así que 120 personas serían sus testigos ante todo el mundo? Parece una tarea imposible, ¿verdad? Y sin embargo, ¿recuerdas quién es nuestro Dios? Él es el Dios que dividió el Mar Rojo. Convirtió el agua en vino. Alimentó a miles de personas con unos pocos panes y algunos peces... ¡dos veces! Así es nuestro Dios.

Cuántas veces tú y yo lo olvidamos, lo dudamos o no lo apreciamos. Nos preocupamos. Nos ponemos ansiosos. ¿Has olvidado que el todopoderoso Creador del mundo no sólo tiene músculos, sino también un corazón... un corazón para ti? Lo llevó a la cruz por ti. Y ahora este Dios todopoderoso, el Dios que puede lograr lo «imposible», está de tu parte.

¿Qué lograron aquellos 120? Al final de sus vidas, la Palabra había llegado hasta Asia Menor, el norte de África y Europa. ¿Imposible? No con Dios de su parte.

 

Oración:

 

Todopoderoso Dios eterno, tu no temes llamarnos a enfrentar grandes desafíos. Muchas veces el temor de no lograrlo nos ha paralizado. Es más, cada vez que deseo dedicar mi vida a tu servicio, una gran cantidad de pruebas empiezan a multiplicarse en mi vida. Me es fácil olvidar que Cristo y yo somos mayoría absoluta y que te place hacer tus portentos por medio de personas comunes corrientes y frágiles como yo. Concédeme la firme convicción de que nunca me abandonas y que siempre permaneces a mi lado cuando más necesito tu auxilio, por Jesucristo tu Hijo. Amén.