Academia Cristo Podcast
Jesús dijo: Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio de mí!
Nuestra misión
Nuestro propósito es llevar el evangelio a los hogares en América Latina, haciendo discípulos por medio de la instrucción bíblica para que ellos puedan llevar las buenas nuevas de Jesucristo a otros. Queremos que todos conozcan a Jesucristo como su único Salvador.
Nuestras creencias
Nuestras creencias básicamente se resumen en tres principios.
- Creemos que SOLAMENTE LA BIBLIA se debe usar para definir nuestra doctrina. Las tradiciones, nuestras experiencias y aun la razón humana están sujetadas a la Palabra de Dios.
“Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición.” (Gálatas 1:8)
- Creemos que somos salvos SOLAMENTE POR MEDIO DE LA FE en nuestro Señor Jesucristo, no por ninguna de nuestras obras.
“Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.” (Efesios 2:8,9) - Y creemos que somos salvos SOLAMENTE POR LA GRACIA, que es el amor inmerecido de Dios.
“El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.” (1 Juan 4:10)
Si quiere ver una declaración de fe más amplia, favor de ver el documento titulado "En Esto Creemos".
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ANSIEDAD
29 de noviembre
Filipenses 4:6–7
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
ANSIEDAD
Vivimos en una cultura ansiosa.
Hay muchas explicaciones sobre por qué la ansiedad parece ir en aumento.
Algunos señalan la economía; otros, la pérdida del sentido de seguridad.
Y hay quienes dicen que las redes sociales han creado factores que alimentan la ansiedad: desde malos hábitos de sueño y exceso de luz artificial, hasta la sensación de aislamiento y el temido “miedo a perderse algo.”
La ansiedad prolongada puede causar otros problemas: debilita el sistema inmunológico, afecta la digestión, provoca tensión muscular y dolor crónico.
Y quizás lo peor de todo es que Satanás puede usar la ansiedad para empujarnos hacia salidas pecaminosas: beber en exceso, comer de más, procrastinar o caer en la pornografía.
Sin embargo, la ansiedad no es algo nuevo.
Desde la caída en el pecado, la humanidad ha tenido más que suficientes razones para preocuparse.
Pensemos en el apóstol Pablo.
Cuando escribió su carta a los filipenses, estaba preso en Roma, esperando —y esperando— el veredicto del emperador sobre su caso.
Si alguien tenía razones para sentirse ansioso, ese era Pablo.
Y aun así, les dice a los cristianos de Filipos:
“Por nada estéis afanosos.”
¿Nada? Sí, nada.
Y después de esa declaración tan audaz, Pablo ofrece la alternativa divina a la ansiedad:
“Por nada estéis afanosos, sino en toda situación, con oración y ruego, y con acción de gracias, presenten sus peticiones a Dios.”
Y cuando lo hacemos, Pablo promete algo extraordinario:
“La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”
Todo, en última instancia, se centra en Jesús.
El Hijo de Dios vivió una vida de confianza perfecta por nosotros.
Nuestro Salvador y Rey sufrió y murió por todos los momentos en que buscamos salidas pecaminosas.
Y ahora nos invita a abrirle el corazón y hablarle de todo.
Cuando lo hacemos, Él nos concede una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Oración
Señor Jesús, cuando me sienta ansioso,
haz que me acerque a Ti y te lo entregue todo.
Concédeme tu paz. Amén.