Academia Cristo Podcast
Jesús dijo: Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio de mí!
Nuestra misión
Nuestro propósito es llevar el evangelio a los hogares en América Latina, haciendo discípulos por medio de la instrucción bíblica para que ellos puedan llevar las buenas nuevas de Jesucristo a otros. Queremos que todos conozcan a Jesucristo como su único Salvador.
Nuestras creencias
Nuestras creencias básicamente se resumen en tres principios.
- Creemos que SOLAMENTE LA BIBLIA se debe usar para definir nuestra doctrina. Las tradiciones, nuestras experiencias y aun la razón humana están sujetadas a la Palabra de Dios.
“Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición.” (Gálatas 1:8)
- Creemos que somos salvos SOLAMENTE POR MEDIO DE LA FE en nuestro Señor Jesucristo, no por ninguna de nuestras obras.
“Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.” (Efesios 2:8,9) - Y creemos que somos salvos SOLAMENTE POR LA GRACIA, que es el amor inmerecido de Dios.
“El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.” (1 Juan 4:10)
Si quiere ver una declaración de fe más amplia, favor de ver el documento titulado "En Esto Creemos".
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COMPARTE TU ALEGRÍA
4 de diciembre –
COMPARTE TU ALEGRÍA
Romanos 15:13 (RVC)
«Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.»
Anna Mary Robertson —conocida luego como la abuela Moses— no parecía tener muchas razones para sonreír. Nacida en una familia numerosa y trabajadora, vivió en el campo durante una época difícil. Se casó con un granjero, crió hijos, y sufrió la pérdida de cinco de ellos. Luego enviudó. Y con el paso de los años, la artritis la dejó incapaz de seguir con sus labores habituales.
Pero entonces, ya en sus setenta años, tomó un pincel y empezó a pintar. Nunca había estudiado arte, pero en sus cuadros había algo que la gente no podía ignorar:alegría. Una alegría que no venía de una vida perfecta, sino de algo más profundo.
Como cristianos, también conocemos el dolor. Este mundo, afectado por el pecado, no es fácil. Pero en Jesús encontramos algo que supera cualquier dificultad:perdón, paz y promesa de vida eterna. Eso nos da una alegría que va más allá de las circunstancias.
Esa alegría se puede expresar de muchas maneras. Quizás no pintes cuadros como la abuela Moses, pero puedes mostrar tu alegría al consolar a un amigo, al cantar con gratitud, o simplemente al contar lo que Jesús ha hecho por ti.
¿Sabes qué? El gozo verdadero no se guarda.Se comparte.Así como ella compartió su alegría con el mundo, tú también puedes compartir la tuya. No porque tu vida sea perfecta, sino porque tu Salvador lo es.
Oración:
Señor Jesús, gracias por darme gozo en medio de las pruebas. Ayúdame a compartir esa alegría con los demás y a recordar siempre lo que tú has hecho por mí. Amén.