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UN JUEZ QUE JUZGA CON JUSTICIA

Academia Cristo


14 de diciembre – 


UN JUEZ QUE JUZGA CON JUSTICIA

Isaías 11:3,4 (RVC)
«No juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que oiga decir; sino que con justicia juzgará a los pobres y con equidad decidirá por los mansos de la tierra.»

La imparcialidad es esencial para que un juez cumpla bien su labor. Al decidir un caso, no puede dejarse influenciar por la riqueza, el poder o el estatus de una de las partes. Su decisión debe basarse únicamente en una evaluación honesta de las pruebas presentadas. Por eso la justicia suele representarse como una mujer con los ojos vendados, sosteniendo una balanza y una espada.

Es trágico cuando una persona inocente es condenada, o una culpable es absuelta en un tribunal.

Gracias a Dios, eso es imposible en el tribunal celestial. Jesús, nuestro juez, juzga todas las cosas con justicia. Como la figura de la Justicia, Jesús no se deja influenciar por las apariencias. «No juzgará según las apariencias». Tampoco se dejará llevar por testimonios subjetivos, que pueden ser ciertos o no. «Ni decidirá por lo que oiga decir». En cambio, emitirá sus juicios basándose únicamente en lo que es verdadero y justo. «Con justicia juzgará a los pobres, con equidad decidirá por los mansos de la tierra.»

¿Y qué verdad evaluará en su balanza? Primero, la verdad de lo que él logró para toda la humanidad. Reconocerá que, por su vida, muerte y resurrección, ganó el perdón de los pecados para todos. Luego, reconocerá que todos los que creen en él reclaman ese perdón como propio, y los absolverá públicamente. También reconocerá que quienes se niegan a creer han rechazado ese perdón, y los condenará como merecen sus pecados.

Quienes confían en Jesús para recibir perdón no tienen nada que temer ante su juicio. Jesús es un juez que juzga con justicia. Nada lo apartará de emitir el veredicto correcto. Y para todos los que confían en él, habrá un solo veredicto: No eres culpable. Estás absuelto.

Oración:
Señor Jesús, te alabo por tu justicia, que me declara inocente ante ti. Amén.