Academia Cristo Podcast
Jesús dijo: Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio de mí!
Nuestra misión
Nuestro propósito es llevar el evangelio a los hogares en América Latina, haciendo discípulos por medio de la instrucción bíblica para que ellos puedan llevar las buenas nuevas de Jesucristo a otros. Queremos que todos conozcan a Jesucristo como su único Salvador.
Nuestras creencias
Nuestras creencias básicamente se resumen en tres principios.
- Creemos que SOLAMENTE LA BIBLIA se debe usar para definir nuestra doctrina. Las tradiciones, nuestras experiencias y aun la razón humana están sujetadas a la Palabra de Dios.
“Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición.” (Gálatas 1:8)
- Creemos que somos salvos SOLAMENTE POR MEDIO DE LA FE en nuestro Señor Jesucristo, no por ninguna de nuestras obras.
“Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.” (Efesios 2:8,9) - Y creemos que somos salvos SOLAMENTE POR LA GRACIA, que es el amor inmerecido de Dios.
“El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.” (1 Juan 4:10)
Si quiere ver una declaración de fe más amplia, favor de ver el documento titulado "En Esto Creemos".
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ÉL CALMA EL CORAZÓN AFLIGIDO
20 de diciembre –
ÉL CALMA EL CORAZÓN AFLIGIDO
Mateo 1:20 (RVC)
«Un ángel del Señor se le apareció [a José] en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque lo que en ella ha sido engendrado es del Espíritu Santo.”»
Hay noches en las que las preocupaciones aparecen sin avisar. Tal vez piensas en tareas pendientes, en decisiones difíciles o en dolores que nadie más ve. En la oscuridad, el corazón parece más vulnerable.
José también conoció una noche así. Al enterarse del embarazo de María, sintió confusión, dolor y un profundo temor. Pero Dios no lo dejó en esa angustia. Le envió un mensaje claro: «No temas». No porque José debiera calmarse por sí mismo, sino porque Dios estaba actuando. El niño en el vientre de María era obra del Espíritu Santo, cumplimiento perfecto de la promesa.
Esa frase —«No temas»— aparece repetidamente en los relatos del nacimiento de Jesús. La escuchó María. La escucharon los pastores. Y siempre fue acompañada por la misma razón: Dios estaba mostrando su gracia en el Salvador que venía al mundo.
El “No temas” de Dios no es un simple consuelo emocional.
Es una declaración basada en algo real: el perdón de los pecados.
Jesús, verdadero Dios hecho hombre, quitó la causa profunda de todo temor: nuestra culpa. Por eso puede decirnos hoy, por medio de su Palabra:
«Tus pecados son perdonados. Tienes paz con Dios. No temas.»
Un día él volverá, y veremos su gloria sin velo. Incluso entonces, su mensaje sigue siendo el mismo para los suyos: «No temas», porque él ya quitó todo motivo de temor.
Oración:
Ven, Señor Jesús, y dame la paz que brota de tu perdón. Amén.