
Delitos de Sangre
Magaly les tráe las historias más conmovedoras de crímenes de la vida real. Aquí todos somos una familia, y juntos aprénderemos a protegernos y observar señales de peligro y a manternernos fuera de él. Estare hablando de historias que han ocurrido alredor del mundo, siempre guardando mucho respeto a las víctimas.
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Delitos de Sangre
La Masacre de Ponce
La sangre manchó las calles de Ponce aquel Domingo de Ramos de 1937. Una marcha pacífica transformada en tragedia cuando la policía abrió fuego contra manifestantes desarmados, dejando 19 muertos y más de 200 heridos. Este episodio revela uno de los capítulos más oscuros y silenciados de la historia puertorriqueña: la Masacre de Ponce.
Viajamos al Puerto Rico de los años 30, un territorio bajo control estadounidense donde la pobreza era rampante y el descontento crecía. El Partido Nacionalista, liderado por Pedro Albizu Campos, se había convertido en la voz más fuerte contra la ocupación colonial, y el gobierno respondió con represión sistemática. Cuando miembros del partido decidieron marchar pacíficamente para conmemorar el Día de la Abolición de la Esclavitud y exigir la liberación de Albizu Campos, nadie imaginaba el baño de sangre que seguiría.
Exploramos cómo el gobernador Blanton Winship revocó el permiso para la manifestación horas antes, y cómo aproximadamente 150 policías armados rodearon estratégicamente a los manifestantes. Los testimonios, fotografías y evidencias revelan una verdad aterradora: no hubo advertencia, no hubo provocación, solo disparos indiscriminados contra civiles desarmados. Examinamos también el encubrimiento posterior, la falta de justicia para las víctimas y cómo esta historia fue sistemáticamente borrada de los libros de texto.
Más que una lección de historia, este relato nos obliga a reflexionar sobre el poder, la memoria colectiva y las heridas que aún no cierran. Después de más de 85 años, la Masacre de Ponce sigue siendo un símbolo de resistencia y un recordatorio de la importancia de conocer nuestra historia completa, por dolorosa que sea.
¿Conocías esta historia? Compártela para que la memoria de aquellos 19 puertorriqueños no se desvanezca en el olvido. La historia completa de Puerto Rico merece ser contada y recordada.
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En Puerto Rico el 21 de marzo de 1937, era Domingo de Ramos. En las calles se escuchaban pasos, banderas sondeando y una marcha pacífica que llevaba un mensaje claro. Pero lo que nadie imaginaba era que esa tarde la policía abriría fuego contra su propia gente. Murieron hombres, mujeres y hasta un niño. Más de 200 personas quedaron heridas Y todo quedó marcado como una de las peores masacres en la historia de Puerto Rico. Hoy les voy a contar lo que pasó ese día quién dio las órdenes, qué buscaban los que marchaban y por qué, casi un siglo después, muchos aún evitan hablar de la masacre de Ponce. Hola, mi gente, bienvenidos a su canal. Delitos de Sangre. Yo soy Magaly. Gracias por acompañarme durante este nuevo episodio. Te invito, como siempre, a que seas parte de esta familia, te suscribas al canal, me dejes un like, un comentario o me compartas para que esta historia y delitos de sangre llegue a más personas. Mi gente, quiero darle las gracias de corazón a todos ustedes, los que me han apoyado durante este proceso. Jamás pensé llegar Hasta ahora. Tengo que casi 8,000. Gracias a ustedes. La verdad No son muchos, pero para mí son millones. Gracias.
Speaker 1:En la década de los 30, puerto Rico estaba caminando sobre vidrio. El país vivía una tensión social, económica y política que no se veía, pero se sentía en cada esquina. Los años habían pasado desde que Estados Unidos tomó el control de la isla en 1898, pero todavía no había justicia real para los puertorriqueños. La promesa de progreso seguía pendiente y la pobreza estaba rampante. La economía era controlada por grandes intereses estadounidenses, especialmente en la agricultura y el comercio. Los cañaverales no eran símbolo de riqueza para el trabajador, sino de explotación. Mientras tanto, en el panorama político, el Partido Nacionalista de Puerto Rico, liderado por Pedro Albizu Campos, empezaba a ser cada vez más incómodo para el gobierno estadounidense. Y no es que el nacionalismo fuera simplemente una corriente de pensamiento. no, para muchos era un grito, un grito por dignidad, por independencia, por el derecho a que Puerto Rico decidiera su propio destino. Pero claro, ese grito empezaba a sonar demasiado alto y eso nunca le ha gustado al poder, en ningún lugar.
Speaker 1:En 1936, el presidente Franklin D Roosevelt nombró a Blanton Winship como gobernador de Puerto Rico estadounidense, que llegó a la isla con la intención clara de controlar, y de paso nombró a E Francis Riggs, quien también era militar, como jefe de la policía insular. Y como resultado, la represión aumentó. Y si crees que estoy exagerando, escucha esto El 23 de febrero de 1936, dos jóvenes nacionalistas, irán Rosado y Elías Pucham, privaron de la vida a Francis Rick justo frente a la Catedral de San Juan. Fue un acto político y radical, pero lo que vino después fue peor, porque les quitaron la vida a ellos mismos, dentro del mismo cuartel, a tiros, sin presentarse a un juicio, sin defensa, sin nada.
Speaker 1:Fue pura ejecución extrajudicial, y eso está documentado. Yo no me lo estoy inventando. Ese fue el aviso. El gobierno no iba a tolerar la oposición nacionalista. ¿estuvo bien lo que hicieron ellos? Por supuesto que no. Pero para eso están las leyes, para que ellos pagaran por lo que hicieron. Pero en vez de eso, lo que hicieron fue ojo por ojo Y desde ese momento la persecución se intensificó.
Speaker 1:Pedro Alviso Campos fue arrestado junto a varios líderes. Los procesos judiciales fueron cuestionados y muchos los consideraron montajes, pero la maquinaria del poder ya estaba en marcha. Pero la maquinaria del poder ya estaba en marcha. Y con esto llegamos a marzo de 1937. La Liga de Mujeres del Partido Nacionalista pidió permiso para realizar una marcha en el pueblo de Ponce el 21 de marzo, que caía un domingo, un domingo de ramos y fecha en la que se conmemora el Día de la Abolición de la Esclavitud. Ellos querían marchar pacíficamente para exigir la liberación de Albizu Campos y protestar contra la represión.
Speaker 1:Se reunieron para marchar y aunque la tensión política se sentía en el aire, nadie imaginó que ese día terminaría en tragedia. Ellos no iban armados, no gritaban consignas violentas, solo marchaban con el corazón lleno de patria y el recuerdo de sus líderes encarcelados. Llevaban banderas, instrumentos musicales y la esperanza de ser escuchado. Y aquí es donde entra lo escandaloso, porque el alcalde de Ponce, josé Tormos Diego, originalmente había aprobado el permiso para la marcha. Todo estaba cuadrado, pero horas antes del evento el gobernador Blanton Winship personalmente revocó ese permiso.
Speaker 1:Y no desde San Juan, desde el mismo Ponce, porque él estaba en Ponce ese día, lo que ya de por sí levanta sospechas. O sea el gobernador de Estados Unidos en Puerto Rico un día domingo, en Ponce, justo cuando va a dar una marcha nacionalista. Pero a pesar de la revocación de última hora, los organizadores de la marcha del 21 de marzo de 1937 nunca fueron notificados oficialmente de que ese permiso les había sido revocado Y ya era tarde para echarse para atrás. Los camiones con nacionalistas ya estaban llegando de otros pueblos, la banda ya se estaba alineando frente al parque. La escena era esta Alrededor de las dos y medias de la tarde.
Speaker 1:Se estima que había entre 200 y 300 personas marchando listas para march pasar, pero la policía sí, porque ellos estaban ahí Y no una patrulla, sino que eran casi 150 policías armados, y muchos de ellos con ametralladoras, y rodearon la zona. Los policías se colocaron estratégicamente en las calles que rodeaban el local del Partido Nacionalista, en la intersección de las calles que rodeaban el local del Partido Nacionalista, en la intersección de las calles Marina y Aurora, donde comenzaría la marcha, y esto creó un cerco desde varios ángulos para encerrar a los manifestantes. Prácticamente no tenían salida, estaban listos para actuar y no se veían precisamente nerviosos, sino que se veían decididos. Y lo que ocurrió después ha sido descrito por historiadores como una emboscada, un acto de terrorismo Y, según múltiples testimonios, ¿no hubo advertencia real, ¿no hubo algún intento de dispersar pacíficamente La banda comienza a tocar la borinquina, el himno de Puerto Rico, y comienzan a marchar cuando de repente se escucharon los primeros disparos, ráfagas desde todos lados, la policía abrió fuego contra los manifestantes. Así de crudo como suena, los minutos fueron eternos, creo que fueron como 10-15 minutos Gente cayendo, gritos que se mezclaban con los disparos, los cuerpos caían uno encima del otro. No hubo clemencia, no hubo advertencia.
Speaker 1:Cuando todo terminó, el suelo estaba cubierto de sangre. 19 personas murieron, entre ellas 17 nacionalistas y dos policías, pero la mayoría de los que perdieron la vida estaban desarmados. Algunos fueron baleados por la espalda y muchos de ellos simplemente eran espectadores. Más de 200 personas resultaron heridas, incluyendo personas que ni siquiera participaban en la protesta. El fuego policial duró varios minutos.
Speaker 1:Fue un caos total. Esto no fue un accidente, no fue un malentendido. Fue una descarga letal contra una población civil. Más claro, no canta un gallo. Cualquier intento de resistencia, aunque sea pacífica, sería aplastado. Y les digo algo mi gente hay fotos, hay documentos, hay testigos. Esto no es leyenda. Fue una masacre a plena luz del día, en el centro del pueblo y con el gobierno mirando.
Speaker 1:Después de los disparos vino el silencio, y no me refiero a que se acabó el ruido. Me refiero al silencio incómodo, al silencio oficial, al silencio que intenta tapar lo que pasó como si no hubiera pasado. Las calles de Ponce quedaron manchadas de sangre y dolor. Incluso hay evidencia de algunas personas que fueron perseguidas y ejecutadas mientras trataban de huir. Testigos hablan de cuerpos que aún respiraban cuando los arrastraban. Gente gritando, padres buscando a sus hijos, mujeres buscando a sus esposos, hermanos buscando a su familia. Algunos murieron abrazados y otros con la bandera puertorriqueña en el pecho literal, y no tardaron en circular fotos.
Speaker 1:Los testimonios y las consecuencias fueron demasiado graves para ignorar. Fue una cifra escandalosa, especialmente en una manifestación que había sido convocada como pacífica por el Partido Nacionalista. El gobierno del gobernador Blanton Winship alegó que los nacionalistas abrieron fuego primero y que la policía respondió en defensa propia. Pero los testigos, las fotos periodísticas y sobrevivientes decían lo contrario que los nacionalistas no iban armados, que fue la policía quien rodeó la marcha y disparó sin provocación, que hubo tiros por la espalda y a personas que estaban huyendo.
Speaker 1:Estas contradicciones despertaron la atención de organizaciones de derechos civiles y políticos en Estados Unidos. El gobernador Blanton Winship no era bien visto por muchos sectores, ni en Puerto Rico ni en Washington. Era un militar nombrado por el presidente Roosevelt como gobernador de la isla. Estaba siendo acusado por sectores liberales y de derechos civiles en Estados Unidos de autoritarismo, represión política y abuso de poder, y había estado reprimiendo fuertemente a los nacionalistas y a la prensa crítica. Por eso, cuando ocurrió la masacre, ya había un contexto de desconfianza hacia su administración. Tanto en Puerto Rico como en Nueva York.
Speaker 1:La comunidad puertorriqueña comenzó a protestar, exigiendo justicia y una investigación imparcial. Organizaciones como la ACLU, american Civil Liberties Union comenzaron a exigir transparencia. También lo hicieron figuras públicas, académicos, periodistas y políticos de tendencia liberal. El abogado y activista Arthur Garfield Hayes, quien también fue uno de los fundadores de la ACLU, viajó personalmente a Puerto Rico para investigar la masacre. Su informe, conocido como el informe Hayes, fue devastador. Confirmó que la marcha fue pacífica, que los manifestantes estaban desarmados y que la policía disparó sin justificación. Mientras tanto, desde Washington, el periodista y funcionario federal Ernest Grunen respaldó públicamente la denuncia, criticando el manejo colonial del gobierno de Estados Unidos en la isla. Lo dijo un estadounidense, no un independentista. Pero claro, el gobierno de Estados Unidos ignoró el informe Winship. No fue destituido, nadie fue procesado y la historia fue barrida bajo la alfombra. Y aquí hay algo que todavía provoca escalofríos mi gente.
Speaker 1:Muchos de los sobrevivientes fueron arrestados, arrestados por haber sobrevivido una masacre. Esto es el colmo. Algunos estuvieron años presos sin una acusación clara. A los muertos se les negó la justicia y a los vivos libertad. Ponce se convirtió en símbolo de luto, pero también de dignidad.
Speaker 1:En los funerales, que fueron masivos, la gente caminaba en silencio, sin música, sin banderas, solo con rabia y tristeza. Y aunque los medios locales, quienes por supuesto eran controlados por intereses estadounidenses, trataron de minimizarlo, la comunidad internacional empezó a hacer preguntas. En América Latina, intelectuales y líderes condenaron lo ocurrido. Se mencionó la masacre en foros internacionales, pero nuevamente la respuesta fue silencio oficial. Este evento no se enseñaba en las escuelas. Muchas personas crecieron sin saber que esto ocurrió, y no porque fuera poca cosa, sino porque fue demasiado grande como para aceptarlo. Pero en la calle la gente nunca olvidó. La masacre de Ponce no fue un evento aislado. Fue el resultado de una olla de presión que llevaba años calentándose Y aunque los periódicos de la época intentaron encubrir la gravedad del asunto, el pueblo no olvidó.
Speaker 1:Después del 21 de marzo de 1937, la relación entre el nacionalismo y el gobierno colonial cambió para siempre. El Partido Nacionalista de Puerto Rico quedó profundamente golpeado. Muchos de sus miembros fueron arrestados o vigilados y otros simplemente desaparecieron del mapa político, al menos públicamente. Pedro Albizu Campos, que ya estaba encarcelado en Atlanta por supuestamente conspirar contra Estados Unidos, se convirtió en mártir para miles de puertorriqueños, y con razón. El hombre había denunciado la represión, el racismo institucional y el uso de Puerto Rico como laboratorio de experimentos, y lo llamaron loco. Pero la masacre de Ponce le dio la razón en los ojos de muchos, no porque él lo dijera, sino porque el pueblo lo vivió Y sí, hay que decirlo sin miedo, la masacre fue un acto de represión estatal. No es una opinión, es un hecho Y negarlo sería borrar.
Speaker 1:A los 19 que perdieron la vida y a más de 200 heridos Pasaron los años y las cicatrices no sanaban. En la década de los 50, vinieron los levantamientos en Hayuya y en Utuado, nuevamente reprimidos con fuerza militar. Y, aunque parezca increíble, los eventos de Ponce nunca fueron investigados con justicia, jamás hubo un juicio contra los responsables. Nunca fueron investigados con justicia, jamás hubo un juicio contra los responsables, nunca se indemnizó a las víctimas. El gobernador Winship terminó su mandato y regresó a su vida normal de lo más campante de los Estados Unidos, como si nada, como si 19 vidas no pesaran. Y eso duele mi gente. Duele porque es un reflejo de cómo han tratado a Puerto Rico históricamente. Duele porque es un reflejo de cómo han tratado a Puerto Rico históricamente, cómo un lugar se controla pero no se escucha, cómo una colonia sin voz ni voto, donde la justicia depende de quien tenga el poder. ¿y qué pasó con los sobrevivientes? Muchos vivieron marcados de por vida, algunos con heridas físicas y otros con traumas que nunca sanaron.
Speaker 1:Hay testimonios de personas que no podían escuchar fuegos artificiales sin volver a revivir ese día. Una señora que perdió a su hijo allí dijo que nunca volvió a celebrar la Semana Santa. Y lo más irónico de todo es que ese día estaban conmemorando la abolición de la esclavitud. Imagínense eso. Marchaban por libertad y encontraron la muerte.
Speaker 1:Con el tiempo, historiadores, periodistas y defensores de derechos humanos comenzaron a rescatar la memoria colectiva. Se hicieron documentales, entrevistas, se publicaron libros y poco a poco la historia salió de la sombra Y en Ponce, donde antes hubo silencio, ahora hay un museo. Creo que fue afectado por el terremoto. Me parece haber visto en una foto, pero el museo de la masacre de Ponce está ubicado en la antigua sede del Partido Nacionalista. Porque, aunque intentaron borrar la historia, no pudieron con la memoria del pueblo. Han pasado más de 85 años desde la masacre de Ponce, casi un siglo, y aún así la historia sigue viva, no importa cuánto intenten callarla, cuántos libros de texto la pasen por alto. El pueblo recuerda Y no es solo un tema del pasado, es una herida que todavía se siente, porque cuando uno mira cómo se ha manejado la relación entre Puerto Rico y Estados Unidos desde entonces, hay muchas cosas que no han cambiado tanto. No podemos tapar el cielo con la mano.
Speaker 1:Mi gente, seguimos siendo un territorio sin poder de decisión, sin voto presidencial, con una junta de control fiscal impuesta desde afuera, con hospitales colapsando, escuelas cerrando, gente migrando porque no encuentran futuro? Y si lo piensas, no es esa una forma también de violencia? no es también una masacre lenta, administrativa? Yo no vengo aquí a hablarte de partidos ni de ideologías. Yo no soy analista política, ni me interesa sonar como si estuviera de un lado o del otro. Lo que me importa y lo digo como obrico es que sepamos la historia completa, que no tengamos miedo de mirar hacia atrás, aunque duela, porque si olvidamos lo que pasó en Ponce, corremos el riesgo de repetirlo.
Speaker 1:Si no hablamos de esas 19 personas que fueron asesinadas por marchar pacíficamente, entonces ¿qué esperanza nos queda para exigir justicia cuando nos toquen las injusticias modernas? ¿Y algo más ¿Te has dado cuenta de cuántos jóvenes nunca han escuchado de esta masacre? ¿Cuántas escuelas no lo enseñan? Yo personalmente nunca aprendí de esto en la escuela, ni leí un libro sobre esto en la escuela. ¿cuántos libros Ni siquiera lo mencionan? ¿Cuántos piensan que la historia de Puerto Rico Es solo huracanes, terremotos, playas y reggaetón? No, mi gente, nosotros somos mucho más que eso.
Speaker 1:Somos un pueblo con historia, con sangre y con lucha, y por eso quise contarles esta historia, no para dividir sino para recordar, para, como siempre, honrar a los que ya no están, para que tú que estás escuchando esto, lo compartas, lo hables y lo pienses, y que tenga la valentía de hacerte estas preguntas esta Qué aprendemos del silencio del gobierno tras la masacre? Y tú, qué harías si vieras que se repite la injusticia en tu calle, en tu país, con tu gente? Gracias por quedarte conmigo, mi gente, hasta el final de esta historia. Si esta narrativa te tocó el corazón, te enseñó algo nuevo, compártela.
Speaker 1:La historia de Puerto Rico no puede seguir siendo contada a media. Somos responsables de recordarla entera, con orgullo, con dolor, pero también con coraje. Y esta, mi gente, fue la historia sobre la masacre de Ponce. Gracias por acompañarme durante este episodio que me llegó un poquito tarde porque el niño empezó la escuela y he estado cansadísima porque, para que sepan que todavía está hiedra venenosa, me está volviendo loca y no puedo ni dormir. Llevo ya casi un mes, pero ya se está aliviando un poco. Nos vemos pronto. Los quiero mucho. Tengo muchas, muchas historias en proceso para ustedes que creo que le interesan. Si tienen alguna opinión de alguna historia que quieren que cuente que les traiga, dé opinión de alguna historia que quieren que cuente que les traiga, déjenmelo saber en los comentarios. Los quiero mucho, muy gente. Delitos de sangre. Bye.