Delitos de Sangre

Cuando dices “fue Alex” pero las cámaras dicen “fuiste tú”

Magaly Rivera Season 2

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Un parque convertido en escena del crimen, un teléfono inmóvil que guía a un camino rural y una confesión que corta la respiración: contamos, con calma y precisión, cómo la muerte de Junior en Bear Park destapó la desaparición de Geraldina y su bebé Jaden, y cómo la verdad se abrió paso entre mentiras, cámaras y evidencia forense. No repetimos titulares vacíos; devolvemos nombre y humanidad a quienes la perdieron a manos de un hombre sin antecedentes que escondía celos, control y una decisión irreparable.

Acompáñanos paso a paso por el rastreo del móvil, el hallazgo de Geraldina, la cronología que sitúa a José Luis Rodríguez con las víctimas, y la recuperación del arma 9 mm robada que ató los cabos. Compartimos lo que revelan los peritajes, la trayectoria de los disparos, la ruta de los vehículos y la forma en que una coartada de “defensa propia” se deshace frente a la ciencia y la logística policial. También abrimos espacio para la pregunta que todos se hacen: ¿qué justicia es posible cuando el daño es absoluto, y qué significa la pena máxima en un crimen que involucró a un bebé?

Desde la voz de quienes investigan y el dolor de una familia que busca repatriar a sus seres queridos, llevamos la conversación hacia la prevención: señales de control, dependencias económicas, límites que se rompen en silencio y cómo responder antes de que la violencia escale. Si te importan la seguridad comunitaria, la investigación criminal y la dignidad de las víctimas, esta historia te va a sacudir y, esperamos, a movilizar.

Suscríbete, comparte el episodio y déjanos tu opinión: ¿la pena de muerte basta o ninguna sentencia alcanza para un crimen así? Tu voz suma a una comunidad que no quiere normalizar la oscuridad.

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Speaker 1:

En cuestión de días, una familia completa desapareció Una madre, su esposo y un bebé de un año. Lo que la policía descubrió después heló la sangre incluso de los investigadores más experimentados, porque lo que esta familia vivió no lo soporta ni la mente más dura. Just the emergency. All units respond. Be advised, the suspect is armed and you should be extremely cautious. Proceed with caution Officers on the scene. Suspect is in custody.

Speaker 1:

Hola mi gente, bienvenidos a Delitos de Sangre. Yo soy Magaly. Gracias por acompañarme durante este nuevo episodio. Te invito a que seas parte de esta familia, te suscribas al canal, me dejes un comentario, un like o me compartas para que esta historia llegue a donde más personas. Cuando escuchamos un caso de asesinato, muchas veces lo primero que nos llega son titulares fríos Mujer encontrada muerta, cuerpo hallado en un parque, un sospechoso bajo custodia. Pero detrás de cada nombre hay personas, anhelos y familias enteras destrozadas. En esta historia tenemos que empezar por ellos, porque es la única forma que vamos a entender la magnitud de lo que se perdió.

Speaker 1:

Geraldina Peguero Mancebo tenía 31 años, una mujer joven, madre dedicada, que, como tantas otras, se levantaba temprano, trabajaba duro y trataba de balancear la vida familiar con sus responsabilidades. No era perfecta, porque nadie lo es, pero lo que sí estaba claro es que su motor en la vida eran sus hijos. Entre ellos el pequeño Jaden Jr, de apenas un año. Jaden estaba en esa etapa donde todo es descubrimiento. Reía con cualquier cosa, desde un juguete sencillo hasta un gesto de su mamá. Sus primeras palabras apenas se estaban formando y lo más seguro es que, entre los balbuceos, lo único que buscaba era el calor de los brazos de Geraldina. Al otro lado estaba Junior Cabrera Colón, el esposo de Geraldina y papá de Jaden, un hombre trabajador conocido en la comunidad que, a pesar de los problemas cotidianos de cualquier pareja, seguía intentando mantener a su familia unida. Sus amigos lo describen como alguien que quería lo mejor para los suyos, alguien que se aferraba a la rutina del trabajo y a sus responsabilidades. Tres personas con una vida común y corriente, como la tuya y como la mía, pero que terminaron convertidas en víctimas de un crimen tan brutal que todavía hoy, muchos no lo logran procesar.

Speaker 1:

El 19 de septiembre de 2025 en Redding, pennsylvania, la rutina parecía normal hasta que, aproximadamente a las seis y media de la mañana, un grupo de patrulleros hicieron un hallazgo inquietante. Había un cuerpo en Bear Park, muy cerca de la cancha de baloncesto en River Road, un lugar que, para los vecinos de Red Reading siempre había sido un lugar común de juegos, de vida diaria, ahora se había convertido en el escenario de un crimen más. Cuando se acercaron a la persona, la escena era escalofriante Tirado en el suelo, boca abajo, estaba un hombre hispano con un tío en la cabeza. Ese hombre era Junior Cabrera Colón. Lo que al principio parecía un homicidio aislado fue en realidad la punta de un iceberg mucho más oscuro, porque la muerte de Junior fue la primera ficha que cayó y detrás de él había una historia de obsesión, celos y traición que terminaría destapando el exterminio de toda una familia. Nadie podía imaginar que ese hallazgo en un parque público iba a destapar uno de los crímenes más atroces que se han visto en Pensilvania. El hallazgo de Junior encendió todas las alarmas. La policía cerró Bear Park, levantó la escena, recogió casquillos, tomó fotos, pero en paralelo comenzaron a llegar llamadas que lo cambiaron todo. Ese mismo día, mientras la policía intentaba descifrar quién había ejecutado a Junior, se abrió otra investigación en paralelo, la de una madre y su hijo desaparecidos. Y aquí es donde la tensión subió a otro nivel, porque todo comenzaba a encajar como piezas de un rompecabezas macabro.

Speaker 1:

Eran dos casos distintos o estábamos frente a la desaparición de una familia entera. Mientras los detectives intentaban descifrar quién le había arrebatado la vida a Junior, los teléfonos empezaron a sonar con otra preocupación. Los teléfonos empezaron a sonar con otra preocupación. Familiares y conocidos de Geraldina Pellero Mancebo, quien era la esposa de Junior, reportaban algo extraño Geraldina y su bebé Jaden, no aparecían, no contestaban llamadas, no respondían mensajes y nadie los había visto desde el viernes 12 de septiembre.

Speaker 1:

En esos casos, a veces ya sabemos qué pasa Siempre hay quien piensa o quizás se fue a despejar que tal vez estaban ocupados. Pero con una madre joven, un bebé de apenas un año, esas excusas no cuadran por mucho tiempo. Nadie desaparece así como así. Con un niño tan pequeño, la angustia crece, el presentimiento pesa y el reloj se convierte en el peor enemigo. Y aquí es donde la investigación comienza a mostrar sus primeras grietas de horror.

Speaker 1:

Los detectives, trabajando rápido, lograron rastrear el celular de Gerardina y el dato vigente fue congelante. Su teléfono se quedó fijo sin moverse en un área solitaria de East Hewler Lane en Onarani Township, un lugar que, para quienes conocen a Redding, queda cerca de Walmart de Muhlenberg. Piensen en esto conmigo Un teléfono que deja de moverse, detenido en un punto oscuro, sin respuesta. Eso, en una investigación es la primera alarma de que algo grave pasó. La policía se traslada hasta ese lugar. Era un acceso de carretera poco transitado y allí, entre la vegetación y el silencio, hicieron el descubrimiento que nadie quería confirmar El cuerpo de Geraldine estaba atendido, ejecutado con un tiro en la cabeza. El cuerpo de Geraldine estaba tendido, ejecutado con un tiro en la cabeza. Hasta ese momento la esperanza era encontrarla viva, aunque fuera en peligro. Pero ya no había vuelta atrás. Ella no se encontraba con vida Y, lo más angustiante, jaden, su bebé, no estaba por ningún lado. Esa ausencia dolía más que cualquier hallazgo, porque si su madre había sido privada de la vida allí, ¿dónde estaba el bebé? ¿Quién se lo había llevado? Yo no sé ustedes, pero cada vez que yo escucho o leo un caso donde un niño desaparece, se me hace un nudo en la garganta, porque los adultos al menos entendemos lo que pasa. Pero un bebé, un niño, no tiene ni idea de lo que está pasando Y esa inocencia, esa vulnerabilidad es lo que más duele. El cuerpo de Geraldina estaba allí, frío, abandonado. Pero lo que lava la sangre era el silencio alrededor, el silencio de un bebé que no aparecía. Jaden no estaba en los brazos de su madre, no estaba en el carro no estaba cerca, había desaparecido. Llamadas y descubren que Geraldina había estado en contacto con un tal José Luis Rodríguez y que incluso había subido a su carro el mismo día que desapareció. Y aquí es cuando el nombre de José Luis Rodríguez comenzó a repetirse en cada informe. La policía lo cita para interrogarlo y él llega hasta el cuartel. Inicialmente intenta desviar la atención inventando a un tal Alex, pero las cámaras y la evidencia forense lo desmienten. Aquí ya la sospecha se convierte en certeza. En los interrogatorios José Luis Rodríguez empezó con evasivas, pero poco a poco la verdad fue saliendo Y lo que dijo los paralizó a todo.

Speaker 2:

La policía acusó a un hombre identificado como José Luis Rodríguez, de 61 años, quien se alega confesó haber matado a Cabrera Colón y abandonado su cuerpo en el River Road. Al momento no queda claro las circunstancias de la muerte de la mujer y del menor de un año. Sin embargo, sabemos que habían sido reportados como desaparecidos.

Speaker 1:

Él mismo confesó que había recogido a Geraldina y al bebé en su carro el viernes 12 de septiembre de 2025, que los llevó hasta ese acceso de East Hewler Lane con un solo propósito el de terminar con sus vidas. ¿por qué? Porque Geraldina no quería dejar a su esposo Junior Cabrera Colón. José Luis estaba furioso, decía que Geraldina lo estaba usando, que le sacaba dinero y que ella no pensaba abandonar a su marido. Y en ese ataque de rabia, le disparó parte trasera de la cabeza, así sin más. Pero lo peor estaba por venir, porque, después de quitarle la vida a Geraldina, este animal tomó al bebé, un niño de apenas un año, lo cargó, caminó unos metros y lo arrojó a un estanque fangoso boca abajo. Pero Jaden estaba vivo aún. Ese detalle lo confirmó la autopsia. Días después el niño murió ahogado con lodo en los pulmones. No lo golpeó ni le disparó. Lo dejó morir lentamente en el agua sucia de ese estanque cubierto de algas. Imagínate esa escena Un bebé que ni siquiera sabía lo que estaba pasando, condenado por las manos de un hombre que conocía a su madre, que había compartido tiempo con ella y que, aún así, decidió borrar a los dos.

Speaker 1:

El 20 de septiembre, un día después de encontrar a Geraldina, la policía halló el cuerpo de Jaden a unos 150 metros, semi sumergido en el barro. Esa imagen marcó para siempre a los investigadores. Esos hombres están destruidos porque ni ellos, que están acostumbrados a lo peor, podían creer ese nivel de crueldad. Hay crímenes que indignan mi gente, pero este, este, no tiene perdón, porque matar a un adulto ya es brutal, pero lanzar a un niño vivo al agua para que muera ahogado, eso yo no lo puedo procesar, y yo les digo la verdad, ni como narradora, ni como madre, ni como ser humano. Aunque fueron encontrados después, geraldina y Jaden murieron primero y después fue tras Junior como quien quería borrar a toda la familia o, para mí, como quien sabía que Junior iba a defender con uñas y dientes a su familia.

Speaker 1:

Este tipo es un cobarde, un hombre sin corazón. José Luis intentó disfrazar todo lo ocurrido. Le mintió a la policía. En sus declaraciones dijo que había discutido con Junior en la calle, que supuestamente Junior tenía un arma, que él se la quitó en medio de un forcejeo y que le disparó en defensa propia. Pero los detectives no le creyeron, porque el cuerpo, la escena, los videos de seguridad y la evidencia en su carro decían otra cosa que esto no fue un accidente, fue una ejecución. El carro de Junior fue hallado en la calle Pear y éste había sido multado por mal estacionamiento. Y los remolcaron, pero nadie imaginaba lo que escondía adentro Y cuando los agentes lo revisaron, encontraron sangre en el asiento de conductor, en el del pasajero, en la parte trasera y un casquillo en la consola central.

Speaker 1:

Era el rastro de un asesinato limpio y brutal. Confrontado con todo eso, josé Luis Rodríguez no pudo sostener sus mentiras. Terminó admitiendo que él mismo llevó el cuerpo de Junior hasta Bear Park y lo dejó allí abandonado. Yo no sé ustedes, pero lo que más me revienta la cabeza es cómo este hombre de 61 años, sin historial criminal, planificó todo esto con tanta calma Una familia entera, como si se tratara de objetos que simplemente podía descartar. Eso no es solo un crimen, es borrar tres vidas de golpe.

Speaker 1:

Los crímenes ya estaban cometidos. Ahora le tocaba a la policía de Redding y a los detectives del condado de Berks armar este rompecabezas, y créanme que no fue nada fácil. Al principio, josé Luis Rodríguez intentó jugar con ellos. Dio versiones vagas, cambió detalles, mencionó al tal Alex, como le dije, como si hubiera otra persona involucrada, un truco barato para desviar la atención. Pero lo que él no sabía es que los investigadores tenían pruebas en sus manos que lo acorralaban Con los videos de seguridad, porque cámaras en diferentes puntos de la ciudad captaron el carro de Rodríguez moviéndose en horas críticas. Cuando él negaba haber estado allí, los agentes le ponían el video en la mesa y no había manera de refutarlo Era su carro, eran sus movimientos. El vehículo incautado, el carro de Junior abandonado en Pierce Street, fue una mina de evidencia. Todo apuntaba a un asesinato dentro del carro, no a una pelea en la calle, como él decía.

Speaker 1:

El arma homicida. Rodríguez finalmente mostró dónde la había escondido La había dejado debajo de unas escaleras en Center Avenue. Era una pistola 9mm semiautomática robada meses antes en un envío de UPS. Y me pregunto yo a quién se la robó? Yo ni sabía que esos aparatos se podían enviar por correo.

Speaker 1:

Con esa arma ejecutó a Geraldina y a Junior. Las pertenencias de Geraldina, su bolso y celular, fueron recuperados en la misma zona que él indicó. Era la confirmación que no solo había terminado con su vida, sino que había intentado borrar su rastro. Y como si todo esto no fuera suficiente, los exámenes forenses completaron el cuadro Geraldina y Junior. Ambos fallecieron de un con la parte trasera de la cabeza, y Jaden, como ya mencionamos anteriormente, cada hallazgo cerraba las puertas de escape para este animal.

Speaker 1:

Ya no podía culpar al supuesto Alex, ni inventar historias. Cada mentira caía una tras otra frente a la evidencia. Finalmente no le quedó otra opción y confesó los tres asesinatos. Y yo me pregunto ¿qué pensaba este hombre cuando confesó? Porque una cosa es mentir, pero otra es sentarte frente a la policía y decir con calma que tiraste a un bebé al agua para que muriera. Eso no es solo frialdad, eso es deshumanización total. ¿y qué sabemos hasta ahora de José Luis Rodríguez?

Speaker 1:

José Luis Rodríguez tenía 61 años, nació el 21 de agosto de 1964. Era originario de la República Dominicana y vivía legalmente en los Estados Unidos con su green card, aunque no era ciudadano. Residía en la 1516 de South Center Avenue en Redding, pennsylvania, y trabajó durante años en diferentes almacenes de la zona de la Ruta 61, donde, en uno de esos trabajos, él conoció a Geraldina. Según la investigación, incluso la había rentado o la había hecho un cosign para un apartamento en Lincoln Tower Apartments de Fifth Street, lo que demuestra que entre ellos existía algún tipo de vínculo más allá de lo laboral. Era aparentemente un trabajador común, un hombre invisible en medio del día a día, pero detrás de esa fachada se fue cocinando una obsesión peligrosa, en sus propias palabras, geraldina lo estaba usando por dinero y se negó a dejar a su esposo.

Speaker 1:

Se cree que ellos se conocían por al menos un año y según José, existía alguna relación entre ellos. Y eso yo digo que lo tenemos que tomar como un grano de sal, porque solo está él para contar la historia. Tenemos que tomar como un grano de sal porque solo está él para contar la historia. Geraldina no está para contar su versión. No sabemos si está o no está mintiendo.

Speaker 1:

Con las pruebas en la mesa y la confesión ya registrada, la Fiscalía del Condado de Berks no perdió el tiempo.

Speaker 1:

El 19 de septiembre de 2025, josé Luis Rodríguez ya estaba bajo custodia y pocos días después se le añadieron los cargos más graves que un acusado puede enfrentar en Pensilvania Tres cargos de asesinato en primer grado, tres cargos de asesinato en tercer grado, abuso de cadáver, asalto agravado, posesión ilegal de un arma de fuego, y yo creo que yo le añadiría a Bustil a esto Un expediente pesado que lo coloca directamente frente a la posibilidad de la pena de muerte. En la conferencia de prensa el fiscal fue claro, aunque evidentemente con un nudo a la garganta, dijo y citó no podemos imaginar nada más horroroso que lanzar a un niño de un año en un estanque para que muera ahogado, estamos considerando la pena máxima. Esa frase estremeció a la sala porque, más allá de lo legal, había un tono de indignación. Incluso los que trabajaban todos los días con crímenes sabían que estaban frente a algo diferente, algo que había cruzado una línea invisible La idea para la comunidad y para la familia en República Dominicana de Belén.

Speaker 3:

Lamentablemente, fue justo en ese edificio de apartamentos en donde fueron vistos por última vez, antes de que, ese pasado fin de semana, tanto el cuerpo de la mujer como el del niño fueran hallados. Hoy su familia pide justicia.

Speaker 2:

La familia está destrozada, principalmente mi mamá.

Speaker 3:

Ese fue parte del relato de la familia de la dominicana Geraldina Peguero Mancebo, de 30 años, quien, de acuerdo con un informe de la policía del condado de Berks, fue hallada sin vida junto al de su hijo al este del tramo Huller, a las afueras de Reading, pensilvania, el pasado fin de semana. Nosotros somos muy unidos, gracias a Dios, así fue que también nos dimos. La madre y su hijo de un año, jaden Jr, habían sido vistos por última vez el 12 de septiembre cerca de este complejo de apartamentos en donde agentes dijeron que esta vivía con su presunta pareja sentimental, identificado como Junior Cabrera Colón, de 32 años, quien el 13 de septiembre fallado con un impacto de bala en la cabeza en River Road, lo que levantó sospechas entre la familia de la joven. Ahora su familia, dice, están en la búsqueda de ayuda por parte de la comunidad para transportar los cuerpos a su natal República Dominicana. La policía, por su parte, pide a todo aquel que tenga información se comunique directamente con las autoridades.

Speaker 1:

Y aquí hay un detalle que vuelve el caso aún más inquietante. Según los detectives, este hombre no tenía un historial criminal. Ninguna entrada previa, ningún antecedente Nadie lo hubiera señalado como un asesino. Mucho menos como el verdugo de una madre, un esposo y su bebé asesino, mucho menos como el verdugo de una madre, un esposo y su bebé. Entonces surge la gran pregunta ¿qué lo llevó a planear y ejecutar algo tan brutal? Celos, obsesión, sentirse osado? La verdad es que, aunque intente justificarse, nada explica la decisión de borrar a una familia entera. Hoy José Luis Rodríguez está encerrado en la cárcel del condado de Berks. Su destino legal aún está en proceso, pero lo que sí es seguro es que se va a enfrentar a un largo juicio con fiscales decididos a conseguir la pena máxima. Yo siempre digo que el mal existe en muchas formas, pero hay casos que se sienten distintos. Este no es solo un asesinato, ni siquiera un doble asesinato, un exterminio familiar, y lo peor es que con un bebé de por medio. Yo no sé ustedes, pero a mí me cuesta dormir tranquila después de contar algo así, porque si alguien, si un historial criminal, un hombre común y corriente es capaz de hacer esto, ¿qué nos dice eso de la oscuridad que algunos llevan por dentro.

Speaker 1:

Este caso, a mí, la verdad, que me deja con un sabor amargo, con un coraje que no se va fácil, porque aquí no hubo una oportunidad de defensa, no hubo un segundo chance. Fue ejecución tras ejecución hasta que no quedó nadie Y ahora la justicia tiene que decidir si Rodríguez merece la pena máxima. Pero díganme ustedes, ¿crees que la pena de muerte es suficiente castigo para alguien que lanzó a un bebé vivo a un estanque O piensas que, de alguna manera, nunca habrá justicia suficiente para lo que hizo? comentarios porque necesito saber qué piensa mi gente de este caso. A mí, este caso, la verdad, que me partió el corazón en mil pedazos. Que en paz descansen Geraldina, junior y Jaden. Gracias, mi gente, por acompañarme durante este episodio tan fuerte y tan difícil para mí. Contarlo. Que, la verdad, mi más sentido pésame para la familia. Nos vemos en el próximo video. Mi gente, hagan bien, sin mirar a quién. Los quiero mucho, como siempre. Delitos de sangre. Bye.

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