A veces olvidamos que, entre los apóstoles de la Última Cena, Judas también estaba a la mesa. Sí, incluso a él, que traicionó a Jesús, se le permitió un lugar a su lado. Jesús sabía que Judas lo traicionaría, pero aún así, estaba en la mesa.
¿Qué nos dice esto? Todo el mundo es digno de la gracia y siempre hay un sitio en la mesa del Salvador. Es un lugar de amor, perdón y sanación, abierto a todos. ¿Tu a quién dejas sentar a tu mesa?
A veces olvidamos que, entre los apóstoles de la Última Cena, Judas también estaba a la mesa. Sí, incluso a él, que traicionó a Jesús, se le permitió un lugar a su lado. Jesús sabía que Judas lo traicionaría, pero aún así, estaba en la mesa.
¿Qué nos dice esto? Todo el mundo es digno de la gracia y siempre hay un sitio en la mesa del Salvador. Es un lugar de amor, perdón y sanación, abierto a todos. ¿Tu a quién dejas sentar a tu mesa?