Spanish Boulevard

A Look at the Psychology of Fear

Teresa Morales and Vanessa Montilla Season 1 Episode 6

In this episode, we share an Arash Javanbakht's article about how our bodies react to fear. It can cause a lot of unpleasant bodily sensations, like muscle tightness or agitation when breathing, which makes this emotion undesirable. On the other hand, we enjoy watching a scary movie or engaging in risky sports. What is happening in our brain to feel something so opposite int these situations?

Este episodio compartimos un artículo del psiquiatra y neurólogo Arash Javanbakht,  donde describe la complejidad de nuestras reacciones físicas ante el temor. Las sensaciones corporales que se activan con el miedo como la tensión muscular o la agitación al respirar no son nada agradables, por eso esta emoción es indeseable, pero, por otro lado, sentimos placer cuando miramos una película de miedo o practicamos deportes de riesgo.  ¿Qué está pasando en nuestro cerebro para sentir algo tan opuesto en estas situaciones? 



Vanessa:

El miedo es un sistema de alarma del cerebro que se activa cuando detecta una amenaza real o ficticia. Además, el miedo puede ser placentero también debido a una respuesta biológica y psicológica En este episodio. Queremos entender estas reacciones para que no nos paralicen en el futuro. Esto es Spanish Boulevard. Soy Vanessa Montilla.

Teresa:

Y yo soy Teresa Morales. no-transcript Claro. Vale entonces… ¿Por qué sudo? no, claro, claro Vale entonces… ¿Por qué sudo?

Vanessa:

no Claro? o sea, ¿por qué tengo reacciones físicas a algo que en principio sucede en mi cerebro? no Vale? pues, entonces dice que cuando hablamos del miedo en muchas culturas, pues dice, lo vinculamos a la cobardía y la valentía, no Más como al corazón o a las tripas, ¿no Más a sensaciones físicas en estas partes del cuerpo que al cerebro. Entonces, por ejemplo, decimos el corazón, que tenemos el corazón en la garganta, verdad? Sí, sí.

Teresa:

Que esta expresión, la traducción es completamente literal. En inglés sería como heart in your throat no he encontrado nada sin corazón en la garganta. También decimos se me va a salir el corazón por la boca o se me va a esta no la he buscado, pero tenemos otras que son las mariposas en el estómago pero eso es para el amor también bueno, pero también lo sientes como cuando algo está como no sé. Algo va a pasar.

Vanessa:

algo va a pasar La ansiedad, ¿no, es como eso butterflies in your stomach. Y luego, cuando decimos también lo de un mal presentimiento, ¿verdad?

Teresa:

Sí, sí, sí.

Vanessa:

También lo decimos. Vale pues? esto sería como bad gut feeling, que también lo utilizan en inglés. ¿no Vale pues, feeling, que también lo utilizan en inglés? Todas estas frases que utilizamos para describir el miedo y la ansiedad se usan en muchas culturas, en muchos lugares, y es probable que hayamos sentido ansiedad en el pecho o en el estómago Y normalmente no te duele.

Vanessa:

Lo que es el cerebro cuando tienes miedo. Es verdad? Entonces la ciencia consideraba tradicionalmente que el cerebro era el lugar donde nacen y se procesa el miedo y la ansiedad. Entonces este psiquiatra se preguntaba por qué se sienten de esta manera en el cuerpo, cuando en realidad se supone que todo se crea en el cerebro. Entonces él, arash Yabambat, tiene un libro que lo publicó el pasado septiembre septiembre del 2023, que se llama Miedo, en el que simplemente habla de las investigaciones que él ha hecho sobre el miedo y la ansiedad. Simplemente habla de las investigaciones que él ha hecho sobre el miedo y la ansiedad. Entonces explica el funcionamiento del miedo en el cerebro y también en el cuerpo. ¿por qué el cerebro está provocando todas estas cosas en nuestro organismo? Entonces en las investigaciones él dice que sí, que todo se origina en el cerebro, pero que es el mismo cerebro el que le da órdenes al cuerpo también. ¿vale Claro, dime?

Teresa:

No, no, sí, sí que tiene todo el sentido. Es como cuando te haces daño en un pie que también el dolor lo sientes en el pie, pero en realidad es el cerebro el que está procesando ese dolor.

Vanessa:

Sí, es verdad. Dice que, mientras que el cerebro evolucionó para salvarnos de cosas como caernos, por ejemplo, si hay un precipicio y estás andando por ahí, pues como que empiezas a sentir esa ansiedad porque obviamente te está pidiendo que tengas cuidado también para ayudarnos. Pues no sé si hay un león, un depredador para sentirnos un poquito nerviosos y empezar a correr. Entonces claro, esto era antes, porque ahora pues en la vida que tenemos, pues no tenemos que correr cuando vemos un león ¿sabes, o sea los miedos son muchos más abstractos, o sea no son tan reales, ¿verdad?

Vanessa:

Antes, si, por ejemplo estabas en una tribu y, por lo que fuera, te decían que te fueras, que ya no te querían en la tribu, pues seguramente ibas a morir porque solo no podrías sobrevivir, ¿no, entonces la reacción, digamos, que tu cuerpo tenía, porque tu cerebro le estaba diciendo que eso era miedo, pues es muy parecida a la que tenemos ahora, por ejemplo cuando tenemos que hablar en público. ¿no, cuando estamos, yo qué sé? tienes que dar como un discurso o algo así. ¿no, pues te pones a sudar y todas estas cosas Sí.

Vanessa:

Entonces dice que en este proceso, todo lo que se inicia en la amígdala, bueno, lo explica La amígdala es una pequeña zona en el cerebro que tiene una forma como de almendra y que se encuentra más o menos entre las orejas, en la parte anterior del lóbulo temporal. entre las orejas, en la parte anterior del lóbulo temporal, la amígdala dice que detecta la relevancia emocional de una situación y entonces también cómo reaccionar ante esa situación. Entonces, cuando ves algo, determina si debes comértelo, atacarlo o correr o huir de eso, o si tienes que tener sexo con esa persona o lo que sea.

Vanessa:

¿no, con eso? ¿vale Entonces la detención de las amenazas? es lo que digamos es rápido y lo hace la amígdala. ¿vale? Es algo que sucede muy rápido, pero que porque ya digamos antiguamente no teníamos tiempo, digamos, de pensar.

Teresa:

De reaccionar claro de reflexionar ¿no, ay, voy a ver si corro o no y ya estás muerto.

Vanessa:

claro, claro, exacto. Poco a poco es como que este proceso, incluso seguramente, se ha hecho más rápido, ¿no?

Vanessa:

Entonces es como que seguramente la amígdala antes no tenía esta reacción tan rápida, pero poco a poco se hizo, digamos como que se separó en cierta manera de lo que es el pensamiento lógico. que puede hacer nuestro cerebro, ¿no? Para, digamos, pasar directamente de la amígdala a unas reacciones, digamos respuestas físicas? ¿vale? Sí, entonces dice, por ejemplo, dice que cuando ves una cara enfadada ahora mismo pues, por ejemplo estás en una videoconferencia y tú ves en el ordenador alguien que está enfadado tu amígdala va a tener una reacción a eso y no va a esperar a que haya una explicación directamente con esa cara que ves tu amígdala ya te está poniendo nervioso, porque igual tiene algo que ver.

Vanessa:

Yo que sé igual es tu jefe y has oído ya que van a despedir a gente, o algo así, ¿no?

Teresa:

Claro.

Vanessa:

Vale, Entonces también habla en este libro del hipocampo. Está cerca y estrechamente conectado a la amígdala y participa en la memorización de lo que es seguro y lo que es peligroso, Sobre todo en relación con el entorno.

Vanessa:

Dice que contextualiza el miedo, o sea como que lo pone en Te dice exactamente dónde y por qué, más que solo sentirlo Exacto. Es como lo que decíamos antes si ves el león en el zoo, por ejemplo, tienes una misma reacción como si lo vieras en el zoo, por ejemplo, tienes una misma reacción como si lo vieras en el Sahara. Tu amígdala te está diciendo lo mismo, pero es el hipocampo el que te dice en ese momento que no estás en peligro si estás en el zoo. ¿vale?

Teresa:

Ya claro, menos mal, porque si no Exacto?

Vanessa:

si no en el zoo estaría todo el mundo corriendo para arriba y para abajo.

Teresa:

Sería muy traumático ir al zoo Corriendo para arriba y para abajo.

Vanessa:

Sí, No, no mola mucho. No Vale, entonces, dice el córtex prefrontal situado encima de los ojos se ocupa principalmente de los aspectos cognitivos y sociales de procesamiento del miedo. ¿vale, entonces? dice puedes tener miedo de una serpiente hasta que leas un cartel que te diga que no es venenosa? o que te diga pues, alguien que te diga no, si es mi mascota. ¿no, Entonces, como que Exacto? Dice y aunque el corte es prefrontal, suele considerarse parte del cerebro, la parte del cerebro que regula las emociones también puede enseñarte a tener miedo, en función de eso, del entorno social. Vale muy bien ahí entraría.

Teresa:

Me imagino también lo que has ido aprendiendo tú en experiencia de vida, las cosas que te han ido mejor o peor, o yo que sé. Si una vez te picó una abeja, pues igual genera que tengas más miedo que otra persona que no le ha picado nunca.

Vanessa:

Exacto sí, es como un poco más. Tiene más la cosa de la reflexión o de eso de la memoria, claro. Dice si el cerebro decide que una respuesta de miedo está justificada, activa una cascada de vías neuronales y hormonales para prepararte para la acción inmediata, ¿vale Parte de la respuesta? pues, eso de ponerte a luchar contra algo o huir tiene lugar en el cerebro. Pero las cosas para, la acción van a suceder en el cuerpo, los músculos, los tensas.

Teresa:

Por eso duele.

Vanessa:

Claro, tienes una sensación de opresión en el pecho o el estómago como estresado. Claro, exactamente por eso. El sistema nervioso simpático que acelera los sistemas implicados en esta acción, en la toma de acción física. Y las neuronas simpáticas dicen que están repartidas en todo el cuerpo, hay muchas, especialmente en el corazón, los pulmones y los intestinos.

Teresa:

Jolín, pues sí que estamos bien. Entonces, sí, estamos claro.

Vanessa:

Entonces dice que son estas las que hacen que además se liberen, se libere la adrenalina, que es la que viaja en la sangre y llega a los órganos, y entonces esto también te hace que aumente la velocidad a la que tú vas a responder a ese miedo¿. Vale Entonces como para que tengas también riesgo sanguíneo, porque igual te tensas tanto que te quedas sin sangre que te quedas tieso bueno es lo que se dice en España de me pinchan y no me sale sangre, ¿no, igual también viene por ahí.

Vanessa:

Exacto me pinchan y no me sale sangre, viene por ahí, pero por suerte tenemos la adrenalina que está por ahí empujando y todo esto se mueve un poquitín más. Entonces es el propio cerebro exactamente que está enviando todas estas señales para proteger los pulmones, algunos órganos, y entonces todo esto es lo que hace que sentamos una falta de aire, que el estómago lo tenemos también igual, claro, si tenemos que estar, imagínate la digestión, digamos, se paraliza en un momento de miedo. Claro, porque necesitas mucha energía para ello. Pero si en realidad vas a tener que estar corriendo, pues no puedes estar digiriendo. Claro, es súper interesante.

Teresa:

Yo es que jamás había pensado en todo esto, sabes, pero lo malo es que, como tengas miedos de estos tipo de ansiedad constante que no te das ni cuenta, igual tienes unos problemas de estómago importantes porque, claro, estás siempre parando la digestión, o contraído o lo que sea.

Vanessa:

Hombre, esto explica un montón todas las enfermedades, estas, que suceden básicamente por ansiedad y que son todas como lo síndrome de intestino irritable y cosas así ¿verdad? Todos estos están relacionados con ansiedad y con cosas en tu cabeza por lo que seguramente es la amígdala, la que está haciendo ahí un.

Teresa:

Un trabajito, Está liando, está trabajando está haciendo horas extras. Sí.

Vanessa:

Está haciendo horas extras?

Teresa:

Sí, estás haciendo horas extras Demasiadas.

Vanessa:

Sí, Vaya que Total que esas sensaciones físicas a veces se crean como en un bucle y entonces la ansiedad sigue creciendo y entonces hace que el cerebro sienta todavía más miedo, por lo que todavía le envía mucho más al cuerpo, por lo que además llega un momento en el que además Exacto, porque cuando tienes miedo muchas veces te da por la acción, pero a veces también te paralizas claro sí, ¿verdad sí, sí entonces, ahí es cuando hay un sobre exceso de enviarle a estas neuronas, ¿sabes la información?

Vanessa:

entonces se lían y ya es que ya ni te mueves, ¿no? sí, es terrible, la verdad.

Teresa:

Jolín ¿y pone algo en el artículo que se puede hacer para evitarlo.

Vanessa:

Lo que él hace básicamente es exponerte al miedo, ya, porque te vas acostumbrando, ¿no? Esa parte del cerebro que te va dando contexto te lo va cambiando. ¿no, claro, y es exponerte al miedo pero con una explicación que elimina el miedo. ¿no, como lo que decíamos de si ves un león y ya sientes el miedo, pero de repente te dice tu amigo, no, no, si es mi gatación. ¿sabes Que haga a tu cerebro entender que no, que en realidad todo esto no es tan peligroso y que entonces no tienes que salir corriendo rápidamente, que simplemente es un gato muy grande? Claro, entonces puedes estar con él.

Teresa:

¿sabes, sí, básicamente, Hombre, yo he visto que, por ejemplo, la gente que tiene fobia a subir en avión sé que hay terapias con aviones de mentira o sea, como que se suben y con realidad virtual hacen todo el vuelo y van haciendo muchos vuelos de estos de mentira hasta que por fin se atreven y se suben a un vuelo. Y sí, lo que recomiendan en esos casos siempre es exposición, o sea porque no hay otra forma, porque también el miedo va creciendo en tu cabeza. Tú te vas haciendo una película cada vez más gorda, como no has subido nunca. Pues cada vez va a ser muy malo cuando ya subes y ves que no te pasa nada. Bueno, yo creo que la segunda vez que subí a un avión fue contigo. ¿te acuerdas que yo había pasado mucho miedo la primera vez y ya la segunda se me pasó?

Vanessa:

O sea, fue como que la segunda ya está, o sea porque la cosa es esa que la amígdala siempre te va a decir que está mal, pero claro, luego tenemos el hipocampo y el corte esprofondal que los puedes enseñar, como quien dice a que no. No, eso en realidad, amígdala, relájate porque eso ya está dentro de algo que puedo manejar. Pero bueno, me parece muy interesante, así que ya sabemos cómo funciona, que ya tiene sentido que nuestro estómago se siente tan extraño y con tanta ansiedad en situaciones así, y también lo del corazón y los pulmones son reacciones comunes y simplemente es eso, es que está relacionadísimo con lo que pasa en el cerebro.

Teresa:

Bueno, pues, está bien, hay que decir. Esa frase me ha gustado. Hay que decir Amígdala, relájate, que no pasa nada.

Vanessa:

También podemos decir eso Amígdala relájate.

Teresa:

Deja que me ocupe yo y tú.

Vanessa:

Descansa hoy y ya está Claro, exacto.

Teresa:

Sí, exacto Está muy bien, muy bien, pues bueno, yo te quería. No sé si querías comentar algo más de eso o no.

Teresa:

No, ya está, ya, está, sí. Bueno, pues yo quiero aprovechar que has hablado de los miedos para hablar de miedos también, pero del miedo que disfrutamos, porque también con las películas, o con las novelas, o con la fiesta de Halloween, o cuando vamos a un parque temático que hay el túnel del terror, pues vamos a pasar miedo. Pero es un miedo diferente porque además no es un miedo tampoco a cosas prácticas del día a día, como puede ser escalar o yo qué sé, coger un avión, sino que es miedo a fantasmas, a asesinos, a monstruos que en el fondo están representando también el miedo a la enfermedad, a la muerte, al dolor, a los grandes miedos universales, pero con otra forma. Y eso, como decía, es un miedo, es una paradoja, que, bueno en español para los estudiantes quiere decir cuando definimos algo que es contrario a la lógica. Es una paradoja porque es miedo, lo sufrimos, pero a la vez lo disfrutamos.

Teresa:

Y podría tener también explicación científica, ya que nos divertimos con el miedo, por la descarga de esa adrenalina que comentabas, que segrega la amígdala, esa descarga de adrenalina al final es si luego no hay un sufrimiento real, si luego tú te puedes relajar y decir estoy fuera de peligro, pues es un subidón. Es como cuando haces mucho deporte y te coge el subidón, este, o vas a bailar, o pues es una sensación un poco eufórica, parecida. Es una zona del cerebro que es muy sensible a la situación de miedo o estrés y eso te da la descarga y luego te quedas en la gloria. Sería algo así. Entonces, aparte de las reacciones fisiológicas, también libera catecolaminas, que es un neurotransmisor donde se hallan la adrenalina y la dopamina. Entonces la dopamina es la responsable de vivir sensaciones de euforia.

Teresa:

En este caso, después de la adrenalina viene una dosis de dopamina. Si tú estás pasando miedo, se está hundiendo un barco y se hunde el barco, la dosis de dopamina no va a llegar. Pero si estás viendo una película, pues cuando termina la película tienes esa sensación agradable o como con esa dopamina que hace que te has salvado, que estás fuera de peligro. Entonces me imagino que es como cuando, a lo mejor, corrían porque los perseguía un león y finalmente el león no los pillaba. Pues hay una cierta felicidad también.

Teresa:

¿no, pues sería algo parecido. Se trata pues eso, de activar las hormonas más extremas y conseguir una sensación de tensión controlada. Es decir, tengo un subidón químico, tengo la euforia del susto, pero como no es un peligro real, puedo disfrutar de todas estas sensaciones extremas, que esto puede ser incluso un poco adictivo. Por eso el cine de terror es uno de los que más dinero dan, porque pasa un poco, el género de terror es uno de los más rentables, o sea, y pasa un poco como las drogas, que cuanto más películas ves, pues necesitas que den más miedo, porque pasa que ya no te da miedo ninguno, o sea.

Teresa:

Yo comento que dices esto ya como que dejas de asustarte y necesitas cosas más fuertes, o que den más sustos, o que den más miedo. Es un poco que también te vas acostumbrando. Claro que lo entiendo con lo que has explicado tú, que como vas generando ese contexto y todo. Pues cada vez resulta más difícil asustarte, ¿no? Entonces también resulta más difícil asustarte. Entonces también hay personas que yo era un poco así, se me ha pasado con la edad que son demasiado empáticas, se meten demasiado en la película y esas personas no disfrutan con las películas de terror, solo sufren, o sea. Eso también pasa. Yo cuando era adolescente, bueno, cuando era pequeña, veía una película de terror y sufría como si me estuviera pasando de verdad y luego tenía pesadillas toda la noche, de todo.

Vanessa:

Espera, esto puede pasar un momento. Esto pasa no solo con las de miedo pasa con cualquier película.

Teresa:

Sí, claro es que si eres una persona muy sensible, que sufres mucho con los dramas o sufres mucho con las de terror, también es como que te metes demasiado en Si eres muy capaz de empatizar con el dolor de los demás o con el sufrimiento de los demás y lo sientes como algo tuyo. pues, cuando estás viendo la película lo sientes como algo tuyo, entonces pasas un miedo que es extremo, que es demasiado.

Vanessa:

Ah, interesante, sí, eso está relacionado con la empatía.

Teresa:

Claro, si tú, yo, me habría hecho menos empática con los años, puede ser ¿no?

Vanessa:

Estoy pensando, porque yo a veces Es una película que está como yo, qué sé. mi pareja está disfrutando y yo estoy como triste.

Teresa:

Pero es una película triste, ¿sabes.

Vanessa:

No es que a veces es hasta una comedia pero yo a veces no me río de las gracias porque me da pena, vaya, pero eso es raro, eso es muy raro, pero no porque no le dé a la gracia. Es como que me da pena al pobrecito, o la pobrecita, ¿sabes? y muchas veces incluso él me dice ¿pero estás sufriendo? y yo digo sí, porque es que es tan bobo el pobre, tan tonto, le va a pasar todo. Es como que desconecto de la función real de la película, que es que te rías de lo tonto y bobo que es, ¿sabes?

Teresa:

Sí, pues eso sería esa empatía, ¿y con las de miedo. Qué tal lo pasas.

Vanessa:

Yo no, yo no puedo. Yo tengo que hacer eso de taparme la, yo me tengo que tapar la cara.

Teresa:

Pues entonces confirmas la teoría de que los empáticos no pueden ver películas de terror, pero claro yo no me consideraba tan empática.

Vanessa:

Se ve que entonces sí, lo soy. Aunque sí, es verdad. Mi pareja siempre dice que es que yo entro en una sala y si hay alguien que está sufriendo, voy a derecha por esa persona y digo no, no es verdad. Y dices sí, sí, sí, como sea, tú acabas hablando con esa persona y además, aunque te diga no, no quiero que me soluciones la vida tú.

Teresa:

Sí, sí, te la voy a solucionar ahora mismo. No quiero, de verdad, por favor. Sí, sí, es verdad, eso es verdad. Sí, sí, solucionas la vida por obligación, por obligación, qué pena. No, pero eso confirma la teoría sí, sí, porque eso pasa, que hay gente que disfruta y gente que no. Entonces, bueno, aparte de eso, eso sería la parte científica. Pero luego tenemos Stephen King, que es uno de los grandes maestros del terror que quería hablar también en este tema, de él, porque escribió un ensayo muy interesante de por qué estamos dispuestos a pagar para que nos metan miedo, o sea por qué damos dinero para que.

Teresa:

Se titula Danza Macabra. Lo leí hace tiempo, es un libro muy extenso pero que está muy bien, y él comentaba que en el terror hay dos niveles en el más bajo se busca la repugnancia o el susto, que sería el más fácil de conseguir, que creo que es el que prácticamente hay ya en casi todas las películas ahora es muy difícil encontrar una que no sea así. Y luego hay un nivel superior, que está el trabajo del horror, que por eso lo llamo danza macabra, porque dice que es como una danza, que tiene un ritmo, como un tantán que se te va metiendo dentro como el tantán de los primitivos y que te va dando esas sensaciones físicas que tú comentabas, como que se te queda dentro. No es un susto, no es ver la matanza de Texas que te mueres de asco, ni nada de eso, sino como que te da un miedo, que se te queda que ese ya cuesta más de disfrutar, porque ese se te queda luego días.

Teresa:

¿sabes, estás como luego de mal rollo y todo o sea que es. Y hay películas que sí que lo consiguen, él lo considera un arte. Eso, hombre, también puede ser un poco de psicopatía de hacerle eso a la gente, pero bueno, sí que es verdad que tiene su dificultad, es un terror mucho más difícil. Entonces, bueno, sí, dime.

Vanessa:

Dime, en este caso, es que esas reacciones, digamos que el cuerpo tiene por lo que decíamos que la amígdala le envía todo esto, entonces esas reacciones físicas sí que son fuertes, porque entonces durante días digamos tienes como algo que ya es físico.

Teresa:

Sí, sí que es como malestar, o sea, cuando ves una película de miedo que realmente te afecta mucho, o lees algo, estás como eso, como con desgana, con malestar. Entonces él decía que un buen cuento de miedo. Pues eso avanza hasta que, como que alcanza esa puerta secreta, ese sitio que tú creías que solo tú sabías que existía, ¿no, dentro de tu cabeza. Y resulta que te lo plantan ahí delante y dices ostras, porque los miedos también son cosas muy personales, ¿no? Y cuando alguien consigue dar con ese click que conecta con tanta gente, pues eso te deja un mal cuerpo. Que conecta con tanta gente, pues eso te deja un mal cuerpo. Pero bueno, son miedos también inconscientes, que todos los tenemos en el fondo muy parecidos, aunque parezcan muy particulares, pero son los mismos. Entonces te los despierta, pero sin mencionarlos directamente. Yo, por ejemplo, me he acordado de un cuento.

Teresa:

Cuando era pequeña leí el cuento de Barba Azul. No sé si lo conoces, sí, sí que bueno. Para quien no lo conozca, es por resumir es un cuento que él le dice a la mujer que puede, cuando se casa con ella, que puede abrir cualquier habitación de la casa. Le da una llave, pero excepto una habitación, por supuesto, ella va a abrir esa habitación. Está llena de todas sus anteriores mujeres que han muerto y cuando va a cerrar la habitación para que él no se entere, la habitación se queda manchada con sangre.

Teresa:

Entonces yo, cuando era pequeña, claro, el miedo de que le pillen y todo eso. Entonces, cuando era pequeña, me acuerdo que ese miedo, ese cuento me dio muchísimo miedo y creo que es un miedo muy profundo a decepcionar a los demás, a que te pillen en algo que has hecho mal. Es como que, porque la historia no es tan terrorífica en el fondo, pero es como Han confiado en mí y he fallado. ¿sabes, es como. Yo creo que me venía de ahí porque era un cuento que me angustiaba un montón. Y luego yo a ver, cuando era pequeña, en mi casa eran muy brutos y veía El Exorcista y veía todo. Películas de miedo, es verdad, pero en cambio azul me impresionaba mucho más. Era como como el miedo de lo que decías tú, a que te excluyan de la tribu porque eres una persona que no cumples tu palabra. ¿sabes que decepcionas entonces?

Vanessa:

creo que eso es el trasfondo.

Teresa:

Y luego, otra cosa interesante que decía Stephen King, es que el miedo nos hace salir las películas de miedo al conservador o al autoritario que todos llevamos dentro. O sea es como que nos encanta ese concepto de la monstruosidad porque nos reafirma en el orden que ansiamos como seres humanos, o sea es como nos sugiere que esas aberraciones pues no pasan, porque la vida es como nosotros decimos que tiene que ser. ¿sabes, es como un poco de fíjate todo lo que pasaría si la gente hiciera lo que le diera la gana. Esto se ve mucho en los años 80, se veía mucho en las típicas películas que los jovencitos pobrecitos iban al campo a tener sexo por ahí y cada vez que alguien tenía sexo lo mataban.

Vanessa:

Y era un poco como Bueno era la fiesta.

Teresa:

Sí iban de fiesta, bebían alcohol, tomaban drogas y encima Y y todos morían entonces era el gusto a lo mejor para los conservadores de aquella época, decir mira lo que pasa cuando no se cumplen las normas o sea, es que pasa esto, claro, entonces hay un poco de ese gustillo que yo creo que sí que es verdad que cuando ves además siempre el protagonista, siempre matan a la más guapa, la primera que dices jajaja, que bien te he quedado al pelo la más famosa, el más famoso siempre, muy el primero, entonces que bien te quedaba el pelo la más famosa.

Teresa:

Entonces hay un poco de esa tiranía que tenemos todos, o de envidias o de tal que dices ah, pues bueno, ahora todo está en orden. También dice que nos inventamos horrores ficticios porque nos ayudan a soportar los reales, o sea los de la vida real, porque además es un horror controlado, que tiene un final, que lo podemos desmontar en la cabeza, pensar en él sin problemas. Y bueno, eso también cuadraría con lo que decías tú, con ir alimentando el cerebro para que vaya aprendiendo contextos y para que vaya viendo que no pasa nada. Por ejemplo, en las películas de invasiones extraterrestres que tuvieron tanto éxito en Estados Unidos a finales de los años 50, en realidad hablaban del miedo que tenían a una posible invasión rusa. Entonces, al igual que la mente, los sueños, nos prepara para lo que pueda pasar, pues es como que la gente se sentía aliviada de ver esas películas porque estaban ese miedo inconsciente que tenían ahí, latente, se solucionaba de alguna manera, a veces bien, a veces mal, pero se resolvía.

Teresa:

El problema es cuando tienes un miedo que no tiene resolución y está siempre ahí, flotando en el aire. Lo hemos visto con el COVID, por ejemplo, que desde que pasó no han parado de salir en Netflix películas apocalípticas sobre catástrofes a nivel mundial. Ahora hay una serie que está muy bien en Netflix que se llama El problema de los tres cuerpos, que también va de extraterrestres, pero los científicos son los que nos tienen que salvar, y recuerda mucho a eso de necesitamos que nos salvan los científicos. ¿sabes Como que están muy relacionados con los miedos de la vida, que es importante también que en los periodos de tensiones económicas y políticas es cuando más triunfan las películas de miedo, o sea si la situación del país es tan grave que no da ni para ir al cine, no, pero si hay una situación de crisis económica o cosas así que hay cierta ansiedad y miedo en general, la gente va ahí y es como una especie de catarsis, o sea que tienen mucho más éxito. Podría ser un índice. La gente va ahí y es como una especie de catarsis, o sea que tienen mucho más éxito. Sí, podría ser un índice económico. Bueno, cuando vea que hay muchas estrenadas de miedo, es que estamos fatal. Sí, vale, sí.

Teresa:

Y luego, por último, uno que me ha parecido muy curioso es que dice que el horror nos hace volver a la infancia, o sea cuando somos niños, como que tenemos una imaginación desbordante y nos lo creemos todo, nos creemos Papá Noel, el ratoncito Pérez, que las hadas existen. Entonces las historias de terror fantásticas nos devuelven esa sensación de que todo puede pasar, que la vamos perdiendo conforme nos hacemos mayores. Claro, pues tú ves a Papá Noel que está en el supermercado y también está en la puerta de tu casa y ya vas atando cabos y todo eso. Pero en una película de terror no aplicas la lógica, te metes en la historia y pasan cosas que realmente son, no suceden nunca en la vida real.

Teresa:

Entonces puedes volver a esa curiosidad en la infancia, de qué va a pasar esa intriga? a creerlo? porque sí que es verdad que a lo mejor no sé pues una película de divorcio, si se pusieran a hacerla en plan fantástico, es que diríamos esta película no tiene pies ni cabeza, pero en una de miedo se puede hacer de todo. Entonces nos permite volver a ser niños por un rato. Pues mira, aunque sea para pasar miedo, pues no sirve para eso, sí, sí, y eso me ha gustado porque digo mira igual también de niña. No me gustaban, pero en cambio ahora sí que me gustan bueno también es que has entrenado muy bien tu cerebro claro, igual es eso.

Teresa:

Ahora el problema es eso que me cuesta mucho encontrar una que realmente dé miedo. De hecho, llevo muchos años que ninguna me da miedo. Algún susto, sí, no es que me quedo igual, o es que me quedo igual, o sea me quedo como Dios mío. Que los maten a todos. Ya me aburro a ver ¿cuál te, ¿cuál te dio? ¿cuál recuerdas que las últimas que me dieron miedo, igual el resplandor y el exorcista. Te lo digo en serio pero son muy viejas.

Vanessa:

No hay ninguna más moderna.

Teresa:

No es que no me han dado miedo. Ah bueno, sí, hubo una de Ay, no me acuerdo cómo se llamaba del balaguero del director español que hizo Rec, pero no era Rec, era otra que hizo de unos hoteles. que esa me dio miedo.

Vanessa:

Ah, vale, habrá que buscar esta, pero esa tendrá 20 años por lo menos tendrá 20 años por lo menos, o sea que tampoco es nueva.

Teresa:

No hay nada nuevo que hayas visto y hayas dicho algunas me lo he pasado bien, pero por ejemplo vi Minso Mar que decían que daba tanto miedo, y es que tiene algunas escenas que dan mucho asco, o sea. Sí que he visto escenas que me han impresionado, pero miedo no pasas, o sea no consigo eso que dice él de que se te meta el miedo en el cuerpo. Es como que los personajes me dan igual. No sé si es que no están bien desarrollados.

Vanessa:

Ah, claro, o sea que igual no eres muy empática con ellos, igual que los corten en pedazos y dices vamos que hagan lo que quieran con ellos, no me importa.

Teresa:

Igual es que he perdido totalmente la empatía. Estoy pensando desde la pandemia yo ya paso de todo el mundo resisten los humanos, tú y yo sola, a lo mejor. Está relacionado con eso? no? me importa nadie pero se abusa mucho del susto y del sonido sobre todo. Ahora vas a ver una peli de miedo al cine y te quedas sordo. Literalmente todo el susto es sonido fuerte. Sonido es verdad, sobre todo, o sea ahora vas a ver una peli de miedo al cine y te quedas sordo, literalmente o sea.

Vanessa:

Es como todo el susto es sonido fuerte, sonido fuerte sonido es verdad mujeres que salen del techo, que cuelgan la cabeza boca abajo, que lo hemos visto millones de veces sí, mucho sí, pero bueno, ya saldrá, yo es que no veo muchas, yo estoy intentando pensar, estoy pensando y a ver que no, no hay. Yo creo que es que tampoco veo películas, ya, pero no, no recuerdo ninguna.

Teresa:

Yo es que no me acuerdo que vi Hereditary, porque también me dijeron no es que es miedo inteligente, que no sé yo si el miedo puede ser más tonto o más inteligente, pero bueno, y miedo inteligente consistía en que no pasa nada durante casi tres horas o dos, no sé se me hizo eterno.

Vanessa:

Y todo se concentra en los últimos 20 minutos, que es una locura asquerosa y dices bueno pues, y además muy larga.

Teresa:

Entonces Muy larga. ¿Qué manía tienen ahora con hacer las películas tan largas? Ahora son todas larguísimas.

Vanessa:

La verdad, no sé por qué, No lo sé, Pero es que hay que hacer intermedios. Yo desde aquí hago un llamamiento a los cines, porque al menos si lo ves en casa puedes parar. Pero ¿cómo vas a ver una película de tres horas?

Teresa:

en el cine. Además, hay muchas películas que dices con media hora menos hubiera sido fantástica pero no sé. Igual les pagan por horas, no lo sé. Yo me acuerdo hace muchos años, cuando iba a Italia, pero hace años, no sé si ahora funcionará así, ahora más de 20 años, pues los dobladores me contaron allí que cobraban por palabra. Entonces, si a lo mejor la Julia Roberts decía hola, pues ellos decían buongiorno, como está para cobrar más.

Vanessa:

Y era divertidísimo ver las películas, pero entonces no cuadraba nada. Pero entonces la mujer movía la boca.

Teresa:

Exagerado un poco, pero había muchas frases que no cuadraban. O sea, había muchas frases que decías ¿pero por qué sigue hablando Si no está hablando? ya, ella ¡Qué bueno, ¡Me que bueno, me encanta. yo no sé si me tomaron el pelo, me lo contaron allí igual me estaban tomando el pelo pero que hablaban mucho más de lo que era.

Teresa:

Era alucinante. O sea dices pero ¿por qué hacen eso? o sea no calla, si está callada. Y seguían pipipipi, era muy bueno, pues igual pasa. Ahora que les dicen oye, a partir de dos horas, cobras. Tanto. A partir de tres horas cobras, tanto a partir de tres, tanto. Y pues lo hago de cuatro.

Vanessa:

Muy bien, Vale Teresa, que vaya bien. Un beso, adiós Chao.