Levitico, Una Ventana al Corazon de Dios Podcast

La Vida Esta En La Sangre

Liliana Alvarez Season 1 Episode 20

En este episodio, La Vida Esta En La Sangre, miraremos la importancia de la sangre y como se debe manejar, la prohibición de consumirla en y la vida del ser es su sangre y es dada como expiación para el pecado. Este capitulo marca el comienzo de una transición en el libro de Levítico, la primera parte, es como el camino a Dios en su morada, que comprende los primeros 16 capítulos y están enfocados en ofrendas, consagración sacerdotal, pureza e impureza ritual y culminando con el gran día de expiación anual. El santuario es el enfoque principal de esta primera parte. La segunda parte que comprende los próximos 10 capítulos y están enfocados en la santidad de todo el pueblo de Israel, incluyendo todo extranjero que vivía con el pueblo de Israel. Esta sección de Levítico se le conoce como el código de Santidad y se refieren a como caminar con Dios en el día a día. Estas divisiones destacan dos temas fundamentales en este libro y son: la expiación (cómo acercarse a Dios) y la santidad (cómo vivir en obediencia a Él). Las culturas del Antiguo Cercano Oriente y en diversas religiones paganas, el consumo de sangre de animales era una práctica común, aunque variaba según la cultura y el propósito ritual. Dios es muy claro que estas leyes se aplicaban para todos los Israelitas y extranjeros que Vivian entre ellos. La vida de un animal y persona eran muy valiosas para Dios, así que el derramar su sangre, y consumirla era algo muy grave. 

Hola amigos, bienvenidos. Gracias por estar aquí para el episodio #20 de Levítico, una Ventana al corazón de Dios. En el episodio anterior miramos que, El Dia de Expiación, Un Nuevo Comienzo, donde se purificaba el lugar santísimo dentro de la tienda de Reunión de todo pecado y contaminación humana, y también se purificaba el sacerdote y su familia y el pueblo de Israel de sus iniquidades y transgresiones. En este episodio, La Vida Esta En La Sangre, miraremos la importancia de la sangre y como se debe manejar, la prohibición de consumirla en y la vida del ser es su sangre y es dada como expiación para el pecado. Este capitulo marca el comienzo de una transición en el libro de Levítico, la primera parte, es como el camino a Dios en su morada, que comprende los primeros 16 capítulos y están enfocados en ofrendas, consagración sacerdotal, pureza e impureza ritual y culminando con el gran día de expiación anual. El santuario es el enfoque principal de esta primera parte. La segunda parte que comprende los próximos 10 capítulos y están enfocados en la santidad de todo el pueblo de Israel, incluyendo todo extranjero que vivía con el pueblo de Israel. Esta sección de Levítico se le conoce como el código de Santidad y se refieren a como caminar con Dios en el día a día. Estas divisiones destacan dos temas fundamentales en este libro y son: la expiación (cómo acercarse a Dios) y la santidad (cómo vivir en obediencia a Él). Las culturas del Antiguo Cercano Oriente y en diversas religiones paganas, el consumo de sangre de animales era una práctica común, aunque variaba según la cultura y el propósito ritual. Dios es muy claro que estas leyes se aplicaban para todos los Israelitas y extranjeros que Vivian entre ellos. La vida de un animal y persona eran muy valiosas para Dios, así que el derramar su sangre, y consumirla era algo muy grave. Sabemos lo fácil que es adoptar las costumbres de otros, sobre todo cuando vivimos en el mismo territorio. El refran, “Donde fueres, haz lo que vieres.” Creo que captura la esencia de lo aquí Dios le estaba exigiendo al extranjero. 

Voy a leer la Biblia en la Nueva Versión Internacional el capítulo 17 y dice:

El Señor ordenó a Moisés que dijera a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas: Esto es lo que ha mandado el Señor:

Cualquier israelita que sacrifique una res, un cordero o una cabra, en el campamento o fuera de él, en lugar de traerlo a la entrada de la Tienda de reunión del Señor para presentarlo como ofrenda, será considerado culpable de haber derramado sangre y será eliminado de su pueblo. El propósito de este mandamiento es que los israelitas lleven al Señor los sacrificios que suelen hacer en el campo. Deberán llevarlos al sacerdote, a la entrada de la Tienda de reunión, y ofrecérselos al Señor como sacrificios de comunión. El sacerdote derramará la sangre sobre el altar del Señor, a la entrada de la Tienda de reunión, y quemará la grasa como aroma grato al Señor. Y nunca más volverán a ofrecer ningún sacrificio a sus ídolos que tienen forma de machos cabríos, con los que se han prostituido. Este es un estatuto perpetuo para ellos y para sus descendientes.

Cuando algún israelita o extranjero que viva entre ustedes ofrezca un holocausto o sacrificio y no lo lleve a la entrada de la Tienda de reunión para ofrecerlo al Señor, el tal será eliminado de su pueblo.

Cuando algún israelita o extranjero que viva entre ustedes coma sangre de cualquier animal, yo me pondré en su contra y lo eliminaré de su pueblo. Porque la vida de toda criatura está en la sangre. Yo mismo se la he dado a ustedes sobre el altar, para que obtengan el perdón de sus pecados, ya que el perdón se obtiene por medio de la sangre. Por eso les digo: Ninguno de ustedes deberá comer sangre ni tampoco deberá comerla el extranjero que viva entre ustedes.

Cuando un israelita o algún extranjero que viva entre ustedes cace algún animal o ave que sea lícito comer, le extraerá la sangre y la cubrirá con tierra, pues la vida de toda criatura está en su sangre. Por eso les he dicho: No coman la sangre de ninguna criatura, porque la vida de toda criatura está en la sangre; cualquiera que la coma será eliminado.

Todo nativo o extranjero que coma la carne de un animal que las fieras hayan matado o despedazado deberá lavarse la ropa y bañarse con agua. Quedará impuro hasta el anochecer; después de eso quedará puro. Pero si no se lava la ropa ni se baña, sufrirá las consecuencias de su pecado.

El tema central en este capitulo es la sangre y como se debe manejar, ya que tiene implicaciones espirituales. Vamos a dividir este capitulo en cuatro prohibiciones:

1.    Se Prohíbe que ningún animal apto como ofrend de comunión se mate fuera del campamento. (V3-7) Lo que esta prohibición establecía es que solo había un lugar donde se podía matar el animal. En el mundo antigua y todas las culturas del antiguo cercano oriente sacrificaban animales en cualquier parte. Recordemos que todas estas culturas eran paganas y levantaban altares y sacrificaban animales donde querían. Esta era una característica de la idolatria pues el idolatra practicaba su creencia como mejor le pareciera. Matar un animal de sacrificio en un lugar fuera del campamento era como era considerado como una ofrenda a demonios. Christopher Wright en su libro, “La misión de Dios” dice, “Aunque los dioses e ídolos son algo en el mundo, no son nada en comparación con el Dios viviente. Mientras que los dioses e ídolos pueden ser instrumentos o puertas de acceso al mundo demoníaco, el veredicto abrumador de las Escrituras es que son obra de manos humanas, construcciones de nuestra naturaleza caída y rebelde.” Asi como el ser humano hace con sus propias manos ídolos, el mismo determina como lo va a adorar. Por eso era tan importante esta prohibición. Su intención era proteger a Israel de caer en las prácticas de las demás naciones. Pero también se prohibía matar el animal dentro del campamento. Lo importante destacar es que debían de presentar el animal a la entrada de la tienda re reunión. El sacrificio del que se está hablando aquí es de comunión, recuerden que las partes del animal que eran rodeadas de grasa   eran para Dios y quemadas en el altar, el sacerdote y el oferente comían partes de esta ofrenda. Deuteronomio 12:15-16 dice, Sin embargo, siempre que lo desees podrás matar animales y comer su carne en cualquiera de tus ciudades, según el Señor tu Dios te haya bendecido. Podrás comerla, estés o no ritualmente puro, como si se tratara de carne de gacela o de ciervo. Pero no deberás comer la sangre, sino que la derramarás en la tierra como si fuera agua”. (Deut 12:15-16) Parece que hubiera una contradicción, pero si miramos con cuidado los primeros 11 versículos de Deuteronomio 12 vemos que Dios le ordeno a Israel que cuando entraran a la tierra prometida debían destruir todos los templos paganos que existían en Israel. Los animales a los que se esta haciendo referencia son los animales para el sacrificio y no los que eran permitidos comer. Todo animal sacrificado como ofrenda debía ser llevado al tabernáculo. El otro aspecto de esta prohibición era el castigo que su violación demandaba, el ser eliminado de su pueblo. Recuerden que “Karet” era el castigo de ser completamente eliminado o cortado de su comunidad. Era imposible que una persona pudiera sobrevivir solo fuera de su comunidad y apoyo. Vivir en el desierto en un lugar aislado donde la muerte lo rondaba a cada minuto y donde los demonios Vivian era algo terrible. No me imagino vivir semejante situación. ¿Que opinas?

2.    Se Prohíbe que ningún animal apto para la ofrenda quemada o de sacrificio se mate fuera del campamento. (V3-7) Por las mismas razones que acabo de mencionar se entiende a ofrendas quemadas y aunque no se especifica a que otros sacrificios se refieren, podemos deducir que cualquier animal como ofrenda a Dios debe ser llevado al tabernáculo. La consecuencia de violar esta prohibición era también la eliminación de su pueblo.

3.    Se prohíbe comer sangre. (V10-12) Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, la sangre es un símbolo sagrado que señala el poder de la redención y la relación entre Dios y la humanidad. La Biblia establece claramente que Porque la vida de toda criatura está en la sangre.  (Levítico 17:11). Esto significa que la sangre es el portador de la vida, y por eso tiene un valor sagrado. Desde un punto de vista biológico, la sangre es esencial para la vida. Transporta oxígeno y nutrientes a cada célula del cuerpo, elimina desechos y mantiene el equilibrio del organismo, defiende contra enfermedades, sana y repara el cuerpo. Sin sangre, no hay vida. Dios, como el Creador, estableció esta verdad natural para enseñar un principio espiritual. Dios prohíbe su consumo porque le pertenece a Él y es el medio por el cual se hace expiación por los pecados. Desde el principio Dios estableció que la sangre fuese derramada para la reconciliación entre El y el hombre. Genesis por ejemplo dice, “Abel también presentó una ofrenda: las mejores partes de algunos de los corderos que eran primeras crías de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda”, Éxodo dice, La sangre servirá para señalar las casas donde ustedes se encuentren, pues al verla pasaré de largo. Así, cuando hiera yo de muerte a los egipcios, no los tocará a ustedes ninguna plaga destructora”. La sangre en el Antiguo Testamento es el medio que Dios escogió para la expiación y purificación del pecado y todo esto apuntaba a la redención en la sangre de Cristo. ¡La sangre es sagrada! Esta prohibición se extiende igualmente en el nuevo testamento y la vemos en el concilio de Jerusalén en el libro de hechos capitulo 15 y dice, Al contrario, deberíamos escribirles y decirles que se abstengan de comer alimentos ofrecidos a ídolos, de inmoralidad sexual, de comer carne de animales estrangulados y de consumir sangre”.

4.    Se prohíbe comer sangre de animales lícitos cazados. (13-14) Cualquier animal licito que se matara para consumo personal debía derramar su sangre y cubrirla con tierra y no consumirla. Como la vida pertenece a Dios, la sangre debía ser tratada con respeto y no consumida. Cubrirla con tierra aseguraba que no se utilizara en rituales paganos o prácticas supersticiosas. Este acto reflejaba sumisión y obediencia a Dios y el reconocimiento de que la vida pertenece a Él. Además, mostrando que el sacrificio del animal no era tomado a la ligera y era honrar la vida y evitar la profanación del suelo con sangre inocente. Si un extranjero o Israelita se encontraba un animal que había sido matado o despedazado por otro animal y comía su carne debía bañarse para estar en un estado de pureza ritual. 

 

 

El Antiguo Testamento mostraba que la sangre de animales solo cubría temporalmente los pecados, pero en el Nuevo Testamento, Jesucristo derrama su sangre como el sacrificio perfecto y dice:

Jesús es el Cordero de Dios (Juan 1:29) – “Juan vio a Jesús que se acercaba a él y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”! Su sangre quita el pecado del mundo.

Su sangre es suficiente (Hebreos 9:12) – entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno. Jesús, como sumo sacerdote, entro al Lugar Santísimo celestial con su propia sangre, logrando la redención eterna.

Su sangre es el nuevo pacto (Mateo 26:28) –“Esto es mi sangre del pacto que es derramada por muchos para el perdón de pecados. (Mateo 26:28) En la última cena, Jesús declaro que su sangre es el sello del nuevo pacto para el perdon de pecados.

Su sangre venció al enemigo (Apocalipsis 12:11) – «Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios;
    ha llegado ya la autoridad de su Cristo.
Porque ha sido expulsado
    el acusador de nuestros hermanos,
    el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.
11 Ellos lo han vencido
    por medio de la sangre del Cordero
    y por el mensaje del cual dieron testimonio;
no valoraron tanto su vida
    como para evitar la muerte. Los creyentes vencen al enemigo “por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio.”

 

 

La sangre del uno por el rescate del otro es básicamente el principio que Levítico nos ensena en todas las leyes. La sangre es el medio para acercarse a Dios. Las implicaciones de esta realidad las vemos en la obra perfecta de Jesús en la cruz y podemos aplicarlas en la vida del creyente de la siguiente manera en:

Su Redención y perdón (Efesios 1:7) – La sangre de Cristo nos redime y perdona nuestros pecados.  En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de su Gracia (Efesios 1:7)

 

• Su Justificación ante Dios (Romanos 3;25) – Somos declarados justos por su sangre.  Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos cometido antes, (rom 3:25)

Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! (rom 5:9)

 

Su Acceso a la presencia de Dios (Hebreos 10:19) – La sangre de Jesús nos permite entrar confiadamente al Lugar Santísimo.  Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos confianza para entrar en el Lugar Santísimo

 

Por último, te quiero dejar con esta inquietud, Jesús derramó su sangre para declararte justo ante Dios, La sangre de El por tu vida. ¿Has puesto tu fe en El? Hasta la próxima semana, si Dios lo permite. ¡Dios los bendiga!