
Levitico, Una Ventana al Corazon de Dios Podcast
Seguramente te estarás preguntando que relevancia tienen las leyes de Levítico para hoy y como se aplican.
En este podcast exploraremos el libro de la Biblia menos leído, poco entendido y controversial en su aplicación para el cristiano de hoy. Tambien nos ayudara a entender que las leyes son expresiones de los valores del dador de la ley.
Cada semana compartire enseñanzas que aprendi de eruditos, rabinos, pastores y amigos que influenciaron mi estudio y entendimiento de Levítico.
Los invito a descubrir cosas maravillosas que contiene este libro.
A CONTINUACION LES SUGIERO UNA BREVE LISTA DE ALGUNOS
COMENTARIOS QUE RECOMIENDO PARA EL ESTUDIO DE LEVITICO
Levine, B.A. (1989), Leviticus, JPS Torah Commentary (Philadelphia: Jewish Publication Society).
Milgrom, Jacob. (1983), Studies in Cultic Theology and Terminology, Studies in Judaism in Late Antiquity 36 (Leiden: Brill).
Milgrom, Jacob. (2004), Leviticus: A Book of Ritual and Ethics, Continental Commentaries (Minneapolis: Fortress Press).
Tidball, D. (2005), The Message of Leviticus: Free to Be Holy, The Bible Speaks Today (Downers Grove/Leicester: IVP).
Wenham, G. J. (1979), The Book of Leviticus, NICOT (Grand Rapids: Eerdmans).
Morales, L. M. (2015). Who Shall Ascend the Mountain of the Lord?: A Biblical Theology of the Book of Leviticus). NICOT (Apollos; InterVarsity Press).
Rugh, W. W. (1998). Christ in the Tabernacle: Person and work of Jesus Christ. (Woodlawn).
Sacks, Rabbi. Jonathan. (2015). Covenant & Conversation, Volume 3: Leviticus, The Book of Holiness. (Maggid).
Sklar, J. (2014). Leviticus: An Introduction and Commentary. TOTC (Inter-Varsity Press).
Heiser, Michael. S. (2015). The Unseen Realm: Rediscovering the Supernatural Worldview of the Bible. (Lexham Press).
Levitico, Una Ventana al Corazon de Dios Podcast
El Calendario De Dios
. En este episodio, “El Calendario de Dios”, exploraremos uno de los capítulos más ricos y simbólicos de este libro: donde el Señor no sólo establece fiestas; sino que Él marca el ritmo de la vida de su pueblo. Dios es eterno y no está sujeto al tiempo. Antes de que existiera la luz, los planetas, los ciclos solares o las estaciones, Él es. Cuando Dios creó los cielos y la tierra, el tiempo comenzó a correr.
Génesis 1:1 dice, “En el principio Dios creo”, y no es solo el inicio de la historia de la humanidad, sino que es el inicio del tiempo mismo. En ese momento, el reloj cósmico comenzó a contar, no porque Dios lo necesitara, sino porque nosotros lo necesitaríamos. El tiempo es sagrado y es un regalo de Dios. El no improvisa. Su calendario está lleno de significado, y cada fiesta es una ventana hacia su carácter, su propósito redentor y su deseo de comunión con su pueblo.
Hola amigos, bienvenidos. Gracias por acompañarnos en este episodio #26 de Levítico: Una Ventana al Corazón de Dios. En el episodio anterior, “Santidad en la Labor Sacerdotal,” miramos la responsabilidad del sacerdote en el culto a Dios, su manejo de las ofrendas sagradas y la santidad requerida en cada sacrificio presentado. No bastaba con que el sacerdote fuera personalmente puro; también debía garantizar que todo lo ofrecido a Dios fuera perfecto y la altura del Rey que adoraban y servían. Un servicio descuidado, impuro o corrupto profanaba el nombre de Dios y afectaba la relación del pueblo con Él. En este episodio, “El Calendario de Dios”, exploraremos uno de los capítulos más ricos y simbólicos de este libro: donde el Señor no sólo establece fiestas; sino que Él marca el ritmo de la vida de su pueblo. Dios es eterno y no está sujeto al tiempo. Antes de que existiera la luz, los planetas, los ciclos solares o las estaciones, Él es. Cuando Dios creó los cielos y la tierra, el tiempo comenzó a correr.
Génesis 1:1 dice, “En el principio Dios creo”, y no es solo el inicio de la historia de la humanidad, sino que es el inicio del tiempo mismo. En ese momento, el reloj cósmico comenzó a contar, no porque Dios lo necesitara, sino porque nosotros lo necesitaríamos. El tiempo es sagrado y es un regalo de Dios. El no improvisa. Su calendario está lleno de significado, y cada fiesta es una ventana hacia su carácter, su propósito redentor y su deseo de comunión con su pueblo. Desde los comienzos de la civilización, la humanidad ha intentado medir el tiempo a su manera: organizándolo, dominándolo y adaptándolo a sus necesidades agrícolas, religión, y observación astronómica. Aunque es difícil dar una cifra exacta, más de 40 sistemas calendáricos principales han sido identificados, muchos de ellos con variantes regionales y evoluciones a lo largo del tiempo. Los Babilonios, egipcios y romanos… todos propusieron calendarios.
Algunos intentaron semanas de diez días, otros de seis. Incluso en la Revolución Francesa se intentó imponer un calendario “racional” que ignorara por completo el ciclo de siete días. Pero todos estos esfuerzos terminaron en fracaso. ¿Por qué? Porque no se puede mejorar lo que ya es perfecto. El primer calendario no lo creó el hombre, lo instituyó Dios. Y el primer Shabatfue celebrado por el mismo Creador. En Génesis capítulo 2, leemos que Dios reposó el séptimo día después de completar Su obra. No porque estuviera cansado, sino porque había terminado. El Shabat fue su sello sobre la creación: un día apartado, bendecido, y profundamente significativo. Ese patrón de siete días ha resistido el paso de los siglos. Aún hoy, en todo el mundo, la semana de siete días permanece. No porque sea práctica, sino porque es divina. Pero el calendario bíblico no se basa en el mismo sistema que el calendario gregoriano que usamos hoy. Nuestro calendario moderno es solar: se organiza alrededor del movimiento del sol, con 365 días y fracciones. En cambio, el calendario bíblico que seguía Israel era luni-solar: una combinación del ciclo lunar (las fases de la luna) con ajustes solares para mantener las estaciones. Así, cada mes comenzaba con la luna nueva, y las fiestas se ubicaban según ese ritmo celestial. Además, hay un detalle que lo distingue aún más: para Dios, el día no comienza al amanecer, sino al atardecer. “Y fue la tarde y la mañana, un día” —así lo repite Génesis desde el primer capítulo. Es decir, el día bíblico comienza con la caída del sol y termina al atardecer del día siguiente. Esto cambia nuestra percepción del tiempo: no empezamos el día con actividad, sino con descanso… con confianza en que Dios ya está obrando incluso mientras dormimos.
Hoy, en Levítico 23, veremos cómo Dios organiza Su calendario. No alrededor del comercio, la productividad o el entretenimiento… sino alrededor de la comunión, el reposo, la redención y la esperanza. Estas no son fiestas culturales. Son fiestas solemnes del Señor—citas divinas con significado eterno.
El número siete es el latido del calendario celestial. No es casualidad. Desde la creación, Dios establece este número como símbolo de plenitud, perfección y consagración. Las fiestas de Levítico 23 están diseñadas alrededor del patrón del siete:
Shabat: se celebra cada séptimo día, recordando que Dios reposó al completar Su obra (Génesis 2:2–3).
Pascua: aunque ocurre el día 14 del primer mes, está rodeada por dos semanas consecutivas de convocaciones solemnes, cada una con siete días entre ellas.
Panes sin Levadura: del día 15 al 21, una fiesta de siete días, donde se come pan sin levadura y se presenta ofrenda cada día.
Primicias y Shavuot: desde las primicias, se cuentan siete semanas completas (7x7 = 49 días), y al día siguiente —el día 50— se celebra Pentecostés.
Es decir, Pentecostés es el séptimo séptimo día + 1: plenitud llevada a su culminación.
Fiesta de las Trompetas (Yom Teruá): se celebra en el séptimo mes, dando inicio a la temporada de otoño.
Día de la Expiación (Yom Kipur): también en el séptimo mes, específicamente el día 10, que señala un juicio solemne y purificador.
Tabernáculos (Sukot): comienza el día 15 del séptimo mes y se celebra durante siete días, con una asamblea solemne el octavo día.
Este patrón de siete no es una mera coincidencia matemática: es una firma divina. Cada celebración nos lleva a entender que el tiempo, cuando está ordenado por Dios, tiene un ritmo que nos conecta con la eternidad. El siete nos recuerda que el propósito de Dios es la plenitud, y que todas las cosas encuentran su cumplimiento en Él.
Voy a leer el capítulo 23 de la Nueva Versión International y dice:
El Señor ordenó a Moisés que dijera a los israelitas: Estas son las fiestas que yo he establecido y a las que ustedes han de convocar como fiestas solemnes en mi honor. Yo, el Señor, las establecí.
Celebración del sábado
Trabajarán ustedes durante seis días, pero el séptimo día es de completo reposo; es un día de asamblea sagrada en mi honor, en el que no harán ningún trabajo. Dondequiera que ustedes vivan, será sábado consagrado al Señor.
Fiesta de la Pascua
Estas son las fiestas que el Señor ha establecido, las fiestas solemnes en su honor que ustedes deberán convocar en las fechas señaladas para ellas: La Pascua del Señor comienza el día catorce del mes primero, al comenzar la noche. El día quince del mismo mes comienza la fiesta de los Panes sin levadura en honor al Señor. Durante siete días comerán pan sin levadura. El primer día celebrarán una asamblea sagrada en su honor; ese día no harán ningún trabajo. Durante siete días presentarán al Señor ofrendas puestas al fuego y el séptimo día celebrarán una asamblea sagrada en su honor; ese día no harán ningún trabajo».
Fiesta de las Primicias
El Señor ordenó a Moisés que dijera a los israelitas: «Cuando ustedes hayan entrado en la tierra que les voy a dar y sieguen la mies, deberán llevar al sacerdote una gavilla de las primeras espigas que cosechen. El sacerdote mecerá la gavilla ante el Señor para que sea aceptada. La mecerá a la mañana siguiente del sábado. Ese mismo día sacrificarán ustedes un cordero de un año, sin defecto, como holocausto al Señor. También presentarán dos décimas partes de un efa de harina refinada mezclada con aceite, como ofrenda de cereal puesta al fuego, de aroma grato al Señor y un cuarto de hin de vino como ofrenda líquida. No comerán pan ni grano tostado o nuevo, hasta el mismo día en que traigan esta ofrenda a su Dios. Este será un estatuto perpetuo para todos tus descendientes dondequiera que habiten.
Fiesta de las Semanas
A partir del día siguiente al sábado, es decir, a partir del día en que traigan la gavilla de la ofrenda mecida, contarán siete semanas completas. En otras palabras, contarán cincuenta días incluyendo la mañana siguiente al séptimo sábado; entonces presentarán al Señor una ofrenda de grano nuevo. Desde su lugar de residencia llevarán al Señor, como ofrenda mecida de las primicias, dos panes hechos con dos décimas partes de un efa de harina refinada, cocidos con levadura. Junto con el pan deberán presentar siete corderos de un año, sin defecto, un ternero y dos carneros. Serán, junto con sus ofrendas de cereal y sus ofrendas líquidas, un holocausto al Señor, una ofrenda puesta al fuego cuyo aroma es grato al Señor. Luego sacrificarán un macho cabrío como ofrenda por el pecado y dos corderos de un año como sacrificio de comunión. El sacerdote mecerá los dos corderos, junto con el pan de las primicias. Son una ofrenda mecida ante el Señor, una ofrenda consagrada al Señor y reservada para el sacerdote. Ese mismo día convocarán ustedes a una asamblea sagrada, y en ese día no harán ningún trabajo. Este será un estatuto perpetuo para todos tus descendientes, dondequiera que habiten.
Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón del campo ni recojan todas las espigas que queden de la mies. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor su Dios.
Fiesta de las Trompetas
El Señor ordenó a Moisés que dijera a los israelitas: El primer día del mes séptimo será para ustedes un día de reposo, una conmemoración con toques de trompeta, una asamblea sagrada. Ese día no harán ningún trabajo, sino que presentarán al Señor ofrendas puestas al fuego.
El día del Perdón
El Señor dijo a Moisés: El día diez del mes séptimo es el día del Perdón. Celebrarán una asamblea sagrada en honor al Señor, y ayunarán y le presentarán ofrendas puestas al fuego. En ese día no harán ningún tipo de trabajo, porque es el día del Perdón, cuando se pide perdón por el pecado de ustedes ante el Señor su Dios. Cualquiera que no ayune ese día será eliminado de su pueblo. Si alguien hace algún trabajo en ese día, yo mismo lo eliminaré de su pueblo. Por tanto, no harán ustedes ningún trabajo. Este será un estatuto perpetuo para todos sus descendientes, dondequiera que habiten. Será para ustedes un sábado de completo reposo, y deberán observar el ayuno. Este sábado lo observarán desde la tarde del día nueve del mes hasta la tarde siguiente.
Fiesta de las Enramadas
El Señor ordenó a Moisés que dijera a los israelitas: El día quince del mes séptimo comienza la fiesta de las Enramadas en honor al Señor, la cual durará siete días. El primer día se celebrará una asamblea sagrada. Ese día no harán ningún trabajo. Durante siete días presentarán al
Señor ofrendas puestas al fuego. Al octavo día celebrarán una asamblea sagrada en honor al Señor y volverán a presentarle ofrendas puestas al fuego. Es una asamblea sagrada; ese día no harán ningún trabajo.
Estas son las fiestas que el Señor ha establecido, y a las que ustedes habrán de convocar como fiestas solemnes en su honor, para presentarle ofrendas puestas al fuego, holocaustos, ofrendas de cereal, sacrificios y ofrendas líquidas, tal como está ordenado para cada día. Todas estas fiestas son adicionales a los sábados del Señor y a los tributos y ofrendas votivas o voluntarias que ustedes le presenten.
A partir del día quince del mes séptimo, luego de que hayan recogido los frutos de la tierra, celebrarán durante siete días la fiesta del Señor. El primer día y el octavo serán de descanso especial. El primer día tomarán frutos de los mejores árboles, ramas de palmera, de árboles frondosos y de sauces de los arroyos, y durante siete días se regocijarán en presencia del Señor su Dios. Cada año, durante siete días, celebrarán esta fiesta en honor al Señor. La celebrarán en el mes séptimo. Este será un estatuto perpetuo para las generaciones venideras. Durante siete días vivirán bajo enramadas. Todos los israelitas nativos vivirán bajo enramadas, para que sus descendientes sepan que yo hice vivir así a los israelitas cuando los saqué de Egipto. Yo soy el Señor su Dios.
Así anunció Moisés a los israelitas las fiestas establecidas por el Señor.
Derek Tidball, en su libro, “El Mensaje de Levitico: Libre Para Ser Santo” dice lo siguiente, “Cualquier sociedad necesita sus días especiales; días que marquen el paso del tiempo y las estaciones, y que recuerden algunos de los eventos históricos que los han moldeado como pueblo. Sin estos ritmos regulares, la vida sería extremadamente monótona. Israel tenía más que suficientes de estos días, que interrumpían regularmente la rutina tediosa del calendario. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las sociedades, ellos no se sentaron a planear lo que sería más conveniente para ellos. Estos días eran las fiestas señaladas del SEÑOR (v. 2), determinadas por Él y anunciadas por medio de Moisés.¹ Puesto que el Señor reclamaba estos días como propios, estaban impregnados de Su carácter. Hablaban de Su generosidad, Su provisión, Su justicia, Su salvación y Su promesa”.
Vamos a desglosar este capítulo en tres partes;
1. Introducción a las fiestas sagradas (v1-4). Dios comenzó ordenando A Moisés que le diera a los Israelitas como debían celebrar y honrar el nombre de El. Dios llamo estas fiestas “asambleas sagradas”, y estas palabras aparecen 11 veces en este capítulo. Estas asambleas eran una convocación nacional Para todo Israel a la adoración colectiva. El principio de todos estos tiempos sagrados era el Shabat, el séptimo día de la semana y sagrado, y era descanso total para los Israelitas, siervos, extranjeros y animales. La palabra shabat significa desistir, cesar o inactividad. El número siete es profundamente significativo y resalta que el calendario bíblico no solo marcaba eventos históricos o agrícolas, sino que estaba diseñado como una estructura sagrada, llena de símbolos proféticos y patrones divinos El primer Sabbat fue celebrado el séptimo día de la creación. Hoy en día, más del 90% del mundo adopta la semana de siete días. Baruch Levine en su comentario de Levítico dice, “Los meses seguían las fases de la luna, y se añadían meses intercalares periódicamente para mantener las fiestas alineadas con el año solar y las estaciones.”
2. Las fiestas sagradas de la primavera (V5-22). Estas fiesta son proféticas y tienen que ver con la primera venida de Jesús.
Fiesta de la Pascua (Pesaj) se celebra el día catorce del primer mes. Dios lo ordeno el dia que los libero de la esclavitud en Egipto. Lo debían de celebrar cada año y explicarles a sus hijos porque lo celebraban. Era una manera de comenzar el año declarando la liberación y salvación del Señor, su Dios.
Fiesta de los panes sin levadura (matzot) se celebra el dia 15 al 21 del primer mes. Éxodo 12:1-14 nos relata la celebración de estas dos fiestas y dice, “Este mes será para ustedes el primero; será el primer mes del año. Hablen con toda la comunidad de Israel y díganles que el día décimo de este mes todos ustedes tomarán un cordero o un cabrito por familia, uno por cada casa. Si alguna familia es demasiado pequeña para comerse un cordero o un cabrito entero, deberá compartirlo con sus vecinos más cercanos, teniendo en cuenta el número de personas que sean y las raciones de cordero que se necesiten, según lo que cada persona haya de comer. El animal que se escoja puede ser un cordero o un cabrito de un año y sin defecto, al que cuidarán hasta el catorce del mes, día en que la comunidad de Israel en pleno lo sacrificará al caer la noche. Tomarán luego algo de esa sangre y la untarán en los dos postes y en el dintel de la puerta de la casa donde coman el cordero. Deberán comer la carne esa misma noche, asada al fuego y acompañada de hierbas amargas y pan sin levadura. No deberán comerla cruda ni hervida, sino asada al fuego, junto con la cabeza, las patas y los intestinos. Y no deben dejar nada para mañana. En caso de que algo quede, lo quemarán al día siguiente. Comerán el cordero de este modo: con el manto ceñido a la cintura, con las sandalias puestas, con la vara en la mano y de prisa. Se trata de la Pascua del Señor.
Esa misma noche pasaré por todo Egipto y heriré de muerte a todos los primogénitos, tanto de personas como de animales, y ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre servirá para señalar las casas donde ustedes se encuentren, pues al verla pasaré de largo. Así, cuando hiera yo de muerte a los egipcios, no los tocará a ustedes ninguna plaga destructora. Este es un día que deberán conmemorar. Es una fiesta en honor del Señor, y las generaciones futuras deberán celebrarla —será un estatuto perpetuo. Durante siete días comerán pan sin levadura, de modo que deben retirar de sus casas la levadura el primer día. Todo el que coma algo con levadura desde el día primero hasta el séptimo será eliminado de Israel. Celebrarán una asamblea sagrada el día primero y otra el día séptimo. En todo ese tiempo no harán ningún trabajo, excepto preparar los alimentos que cada uno haya de comer. Solo eso podrán hacer.” Israel debía llevar ofrendas durante los siete días de celebración de panes sin levadura y El primer y el séptimo dia eran días de descanso. Esta celebración era tan significativa que si un Israelita no la podía celebrar en la fecha estipulada había provisiones especiales para que la celebrara el segundo mes día catorce.
Fiesta de las Primicias, “Omer Reshit”, en hebreo, se celebra el primer día después del shabat y es la ofrenda de la primera gavilla de la cosecha de cebada. El Sacerdote mece delante del Señor un “Omer” en hebreo, que es un manojo de espigas atadas que se recogen después de la siega de cebada. Esta gavilla de cebada es el primer grano que madura en la primavera. Ese mismo día se ofrecía una ofrenda quemada, de grano y vino. Generalmente se celebraba entre abril a mayo.
La fiesta de semanas o “Shavout”, en hebreo, se celebra el dia 50 después de la ofrenda de las primicias, contados desde el día siguiente al Shabat de Pascua en los meses de mayo a junio. Se ofrecían dos panes leudados y era única vez que se permitía levadura en una ofrenda — Lev. 23:17.
Se presentaban ofrendas quemadas y comunión, de cereal, libaciones. Era una convocación santa y no se debía trabajar (v. 21). También incluía un recordatorio de dejar espigas para los pobres y el extranjero (v. 22), lo cual une adoración y justicia social.
3. Las Fiestas sagradas del Otoño (V26-43) se celebran en el séptimo mes. Estas fiestas son proféticas y tienen que ver con la segunda venida de Jesús.
Comienza con la Fiesta de las Trompetas o “Yom Teruá “ en hebreo y significa “Día del clamor” o “Día del sonido de trompetas”. Se celebra el primer día del séptimo mes y era un día de reposo. Era una convocación santa, con ofrendas quemadas y de cereal correspondiente a cada ofrenda quemada y toques de trompetas, el shofar, que es el cuerno de un carnero. El sonido del shofar llamaba al arrepentimiento, despertar espiritual y preparación para el juicio. Todos los Israelitas debían entrar en una etapa de preparación para el día más solemne, el día de expiación, que ocurría el día 10 del mismo mes.
El día de Expiación, Yom Kipur” en hebreo, se celebra el día diez del séptimo mes. Es el día mas solemne para todo Israel ya que es el día de expiación de todos sus pecados. En este día el sumo sacerdote como mediador entraba al Lugar Santísimo para hacer expiación por los pecados de Israel. Lo interesante de este rito es que el sumo sacerdote era el que hacía todo de acuerdo a ley prescrita y cumplía todo al pie de la letra para que Dios aceptara toda su labor y de esa manera perdonar a Israel. Todo en este día descansaba en el trabajo del sumo sacerdote y no del pueblo. Lo que apuntaba a la obra del cordero de Dios, Jesús.
Fiesta de las Enramadas o tabernuchos, “Sukot”, en hebreo se celebraba el día 15 al 21 del séptimo mes. Se Conmemoraba los 40 años en el desierto, la provisión, presencia y protección de Dios durante este tiempo. Se ofrecían 70 toros, 14 carneros, 98 corderos, 7 machos cabríos en total durante los siete días. Era una celebración costosa La abundancia de sacrificios y días subraya la alegría, provisión y presencia de Dios entre Su pueblo. Paul Blackham en su guía de estudio, “Libor por Libro de Levítico”, dice lo siguiente acerca de la fiesta de tabernáculos. “Pasar una semana viviendo en una tienda habría sido muy útil después de que el pueblo de Israel se estableciera en la Tierra Prometida. Salir de la comodidad, la facilidad y la aparente permanencia de un edificio sólido habría sido un recordatorio importante de que venimos al mundo sin nada y nos vamos sin nada”. ¡Muy cierto lo que el subraya! El cierre de celebratorio culminaba el dia después de la fiesta de tabernáculos, es decir, el día 8, ósea el día 22 del séptimo mes. Este día no era técnicamente parte de Sukot, pero está vinculado como culminación y cierre del ciclo festivo. Según el libro de números en el capitulo 29, “El octavo día tendrán asamblea solemne…” no se trabajaba, y se llevaban ofrendas quemadas, de grano y liquidas.
Bueno y que dice el nuevo testamento acerca de estas fiestas;
1. El shabat es un día de reposo y Jesús es el señor del sábado y nos da reposo.
“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.” Mateo 11:28
“Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado.” Marcos 2:28 (NVI)
2. La pascua era una celebración de la liberacion por la sangre del codero de Israel de la esclavitud, Jesús es el cordero que quita el pecado.
“¡Miren! El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Juan 1:29
“Porque Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido sacrificado.” 1 Corintios 5:7
3. Los panes sin levadura representan la obediencia y prisa a salir de la esclavitud, Jesús obedeció perfectamente.
“Él no cometió pecado, y ningún engaño se halló en su boca.” 1 Pedro 2:22
4. Las primicias representaban lo mejor de la primera cosecha, Jesús, la mejor primicia de la resurrección y su resurrección garantiza la nuestra.
“Pero Cristo ha resucitado, y es primicia de los que murieron.” 1 Corintios 15:20
5. Pentecostés representaba la entrega de la Ley en el monte Sinaí; Jesús, en cumplimiento de esa promesa, envía al Espíritu Santo para escribir Su ley en nuestros corazones.
“De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso… y todos fueron llenos del Espíritu Santo.”
Hechos 2:2,4
“Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón.”
Hebreos 8:10 (citando Jer. 31)
6. Las trompetas representaban un llamado a estar atentos y preparados espiritualmente, Jesús vendrá con el sonido de las trompetas y los muertos resucitarán y los creyentes vivos serán raptados
“Porque se dará la orden, con voz de arcángel y con trompeta de Dios… y los muertos en Cristo resucitarán.”
— 1 Tesalonicenses 4:16
“Al toque final de la trompeta… los muertos resucitarán incorruptibles.” 1 Corintios 15:52
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y se oyeron en el cielo fuertes voces que decían:
‘¡El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos!’” Apocalipsis 11:15 (NVI)
7. El día de expiación el sumo sacerdote cumplía con todos los requisitos de la ley para que Israel fuera perdonada de sus pecados, Jesús, cumplió con todos los requisitos de la ley una vez por todas y se entregó sacrificio perfecto que quita todo pecado.
“Pero cuando este sacerdote ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios.” Hebreos 10:12
“Cristo entró… al cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.” Hebreos 9:24
8. Los Tabernáculos representaban la presencia de Dios habitando entre su pueblo en el desierto; Jesús cumple esta promesa al habitar con nosotros como Emanuel, Dios con nosotros.
“Y la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros.” Juan 1:14
“Y oí una gran voz que decía… ‘¡Aquí está el tabernáculo de Dios con los hombres!’” Apocalipsis 21:3
Y como podemos aplicar estas fiestas a nuestra vida
1. Recordar que esta vida es temporal. Así como Israel vivía en tiendas, los creyentes recordamos que somos peregrinos. Nuestra esperanza está en la morada eterna con Dios.
“Porque aquí no tenemos una ciudad permanente, sino que buscamos la ciudad venidera.”
— Hebreos 13:14 (NVI)
2. Asi como las trompetas llamaban al pueblo a estar preparados para el dia de expiación, nosotros debemos de estar preparados para el regreso del Jesus y su juicio sobre la tierra.
“Estén siempre preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.”
— Mateo 24:44 (NVI)
3. Vivir con gratitud por la provisión de Dios. Asi como Tabernáculos era una fiesta de cosecha y agradecimiento. Nosotros también debemos cultivar un corazón agradecido por la fidelidad de Dios en cada etapa de nuestra vida.
“Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.”
— 1 Tesalonicenses 5:18 (NVI)
Por último te quiero dejar con esta inquietud, Estas listo para el regreso de Jesús? Hasta el próximo episodio, si Dios lo permite. Bendiciones.