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La Rusia de Putin – Invasión de Ucrania: ¿Cómo cambió la guerra al mundo y a la propia Rusia?

4min Episode 108

¿Cómo un simple oficial de la KGB se convirtió en uno de los líderes más poderosos y controvertidos del mundo? En esta serie especial del pódcast 4 Minutos, seguimos de cerca el ascenso al poder de Vladímir Putin, desde su infancia en el Leningrado soviético hasta su carrera en los servicios de inteligencia y los momentos clave de su gobierno que transformaron a Rusia y al mundo. ¿Qué eventos moldearon su política? ¿Cuáles son las raíces del conflicto actual? ¿Y qué le depara el futuro a Rusia?

Acompáñanos en esta fascinante serie para entender cómo surgió la Rusia de Putin. 🎙️

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Bienvenidos al capítulo final de esta semana de nuestra serie La Rusia de Putin. En este episodio analizaremos uno de los acontecimientos más devastadores y determinantes de la historia europea moderna: la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022. Exploraremos qué la precedió, cómo comenzó, cómo se desarrolló, los momentos clave y qué significa hoy para el mundo.

Las tensiones entre Moscú y Kiev se venían acumulando desde 2014, cuando Rusia anexó Crimea y desencadenó un conflicto en el Donbás. Durante ocho años, en el este de Ucrania se libró una guerra por poder, con Rusia apoyando a los separatistas con armas, financiación y presencia militar directa. Occidente respondió con sanciones y presión diplomática, pero evitó una confrontación directa. Mientras tanto, Putin seguía otro camino: fortalecía el ejército, suprimía a la oposición interna y preparaba a la sociedad rusa para el conflicto.

Desde la primavera de 2021, las imágenes satelitales mostraban un creciente despliegue militar ruso en las fronteras ucranianas. En diciembre, el Kremlin exigió garantías de seguridad, como que Ucrania nunca se uniría a la OTAN, algo inaceptable para Occidente. La tensión alcanzó su punto máximo la noche del 24 de febrero de 2022, cuando Vladímir Putin anunció el inicio de una “operación militar especial”. Minutos después comenzaron los bombardeos y la invasión terrestre.

Así comenzó el mayor conflicto armado en suelo europeo desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Los objetivos iniciales eran claros: capturar rápidamente Kiev, derrocar al gobierno elegido democráticamente y establecer un régimen prorruso. Los tanques rusos avanzaron desde Bielorrusia, Crimea y el este. Muchos analistas esperaban que la capital ucraniana cayera en pocos días. Pero Ucrania no se rindió. El presidente Volodímir Zelenski se quedó en Kiev y rechazó la evacuación con la célebre frase: “Necesito municiones, no un paseo”. El pueblo ucraniano se unió y ofreció una feroz resistencia.

El primer gran giro llegó cuando el ejército ruso se retiró de Kiev. La guerra relámpago había fracasado.

Los combates se trasladaron entonces al sur y al este. Mariúpol se convirtió en símbolo de la brutalidad rusa: una ciudad casi destruida, miles de civiles muertos, un teatro con niños como refugio fue bombardeado. En el Donbás comenzó una guerra de desgaste. Rusia movilizó a cientos de miles de soldados, utilizó al grupo de mercenarios Wagner y atacó sistemáticamente la infraestructura civil ucraniana — centrales eléctricas, hospitales, cadenas de suministro.

Ucrania respondió con contraofensivas: liberó Jersón, golpeó centros logísticos rusos y empleó armamento moderno occidental. La guerra se transformó en una prueba de resistencia. Ambas partes sufrieron enormes pérdidas. Occidente apoyó a Ucrania con ayuda sin precedentes — militar, humanitaria, política y simbólica. Millones de refugiados fueron acogidos en países europeos. Rusia, por su parte, enfrentó sanciones, aislamiento y la salida de empresas occidentales, pero el régimen sobrevivió gracias a la represión interna, la propaganda y el apoyo de aliados como China, Irán o Corea del Norte.

¿Cuál fue la motivación del Kremlin? No se trataba solo de Ucrania. Putin veía la expansión de la OTAN, la democratización de los estados postsoviéticos y la pérdida de influencia como amenazas existenciales. La invasión fue un intento de frenar el acercamiento de Ucrania a Occidente y enviar un mensaje al mundo: Rusia sigue siendo una potencia a tener en cuenta.

Los años de conflicto han traído nuevas tragedias: fosas comunes en Bucha, deportaciones de miles de niños, torturas a prisioneros, y un flujo constante de mentiras en los medios estatales. La guerra no se libra solo en el frente, sino también en las mentes: desinformación, ciberataques, manipulación de la opinión pública — incluso en Occidente.

Hoy, más de dos años después, el desenlace sigue siendo incierto. Las líneas del frente apenas se han movido, no hay un claro vencedor. Las pérdidas son enormes, y el ánimo cambia en ambos bandos. No hay negociaciones serias ni un alto el fuego cercano. Y el mundo sufre las consecuencias: crisis energética, inflación, polarización y dudas sobre el futuro del orden internacional.

Esta guerra ha cambiado el mundo. Ucrania ya no es solo una exrepública soviética — es símbolo de resistencia, valentía y lucha por la libertad. Y Rusia ya no es solo un estado autoritario — es un agresor abierto que ha violado el derecho internacional.

Con esto concluye el episodio de hoy y la semana temática de nuestra serie La Rusia de Putin, en la que hemos recorrido el camino desde el ascenso de Putin hasta el estallido de una guerra abierta. La próxima semana continuaremos — explorando cómo las sanciones, el aislamiento internacional y la represión interna han transformado no solo la economía rusa, sino también su sociedad.

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Gracias por escucharnos — nos reencontramos la próxima semana.