Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

411 b. El Pino (2/5) Hans Christian Andersen

December 09, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 45
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
411 b. El Pino (2/5) Hans Christian Andersen
Show Notes

Había una vez un pino que crecía año a año en la pradera cerca al bosque y que después de ver como cortaban los pinos para llevárselos soñaba que algún día llegaran por el. Paso un año más y al acercarse la Navidad regresaron los leñadores. El pino que siempre tenía en su mente si algún día saldría de aquel lugar vio como estos leñadores venían con sus hachas y con golpes certeros cortaron algunos pinos muchos más jóvenes que el y de menor tamaño pero que ademas eran muy bellos y frondosos. El pino no entendia que estaba sucediendo. Curiosamente el pino noto que a estos pinos más jóvenes no les cortaron las ramas y más bien los recogieron con mucho cuidado y los colocaron primorosamente sobre una carretas de madera. Luego los sacaron del bosque tirados por una cuadrilla de caballos bellamente adornados. Todo había sucedido diferente a la ultima ve y el pino se preguntaba donde irían estos pequeños pinos y porque les dejaron las ramas intactas. 

 

 

Unos gorriones que vivían en un arbol vecino dijeron piando alegres. -¡Nosotros lo sabemos, nosotros lo sabemos! Hemos viajado a las casas del pueblo vecino y allí nos hemos asomado por las ventanas y hemos podido ver algunos de los arboles que se han llevado con todas sus ramas. 

Tenemos que contarte que a estos les espera toda la gloria y todo el esplendor que puedas imaginarte. Cuando miramos por los cristales de las ventanas vimos cómo los plantaban en el centro de una bella y cálida habitación, y cómo luego los niños y los adultos se acercaban a ellos y los adornaban con las cosas más bellas del mundo: manzanas doradas, muñecos de pan dulce, juguetes y cientos de luces de todos los colores .

-¿Y luego? -preguntó el pino, estremeciéndose en todas sus ramas-. ¿Y luego? ¿Qué pasa luego?

-Bueno, no vimos más -respondieron los gorriones-. Pero lo que vimos era magnífico.

Aquel pino curioso se quedo  muy pensativo y se decía a si mismo. -Me pregunto ¡Si algún día yo tendré la suerte de ser llevado al pueblo y adornado para brillar así! -exclamó el árbol con deleite-. Creo que eso es mejor incluso que cruzar el océano en un velero. ¡Qué ganas tengo de que llegue la próxima Navidad! Ahora soy tan alto y frondoso como los que se llevaron el año pasado. ¡Oh, si estuviese ya en la carreta, si estuviese ya en esa cálida habitación en medio de ese brillo resplandeciente! ¿Y luego de eso que sucederá? Sí, luego tiene que haber algo mejor, algo aún más bello aún esperándome, porque si no, ¿para qué iban a adornarme de tal modo?, seguramente algo más sucederá. Algo más más grandioso y espléndido. Pero ¿qué podrá ser? ¡Oh, qué dolorosa es la espera! Yo mismo no sé lo que me va a pasar en el futuro. 

El viento y la luz del sol que lo escuchaban se acercaron a el y le dijeron -Alégrate ahora con nosotros, alégrate de tu vigorosa juventud al aire libre y disfruta cada instante. 

Pero el pino no tenía la menor intención de seguir su consejo. Y el tiempo paso y este continuó creciendo y creciendo. Y a medida que pasaba la primavera, el verano, el otoño y el invierno. Y este piso convertio en un arbol esplendido y adquirio un bello color verde oscuro. Tan oscuro que la gente al verlo decían. 

-¡Ése sí que es un hermoso árbol!

Y llego la siguiente navidad. Y los hombres con las hachas llegaron. Esta vez se acercaron a el y con movimientos certeros golpearon su tronco y el hacha cortó muy hondo a través de la corteza, hasta la médula, y el pino cayó a tierra con un suspiro, desfallecido por el dolor, sin acordarse para nada de sus esperanzas de felicidad.  Cuando era arrastrado hacia la carreta se sintió triste de pensar que se alejaba de su hogar, del sitio donde había crecido; nunca más vería a sus viejos amigos, los pequeños arbustos y las flores que vivían a su alrededor, y quizás ni siquiera a los pájaros. Ahora que se alejaba sentía que no era nada agradable aquella despedida.

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