Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

201. El Anima Sola (Leyenda)

July 24, 2020 Juan Betancur Season 2 Episode 97
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
201. El Anima Sola (Leyenda)
Show Notes

Habia una vez una señora muy poco devota que por cosas de la vida tenía una necesidad muy importante. Sus amigas  le habían dicho que cuando había una situación extrema se le debía pedir a las animas benditas del purgatorio por aquella necesidad. Las amigas rezanderas y asiduas visitantes de la misa diaria, conocían todo tipo de rezos, pero le decían que el mas efectivo era el rezarle a las animas del purgatorio. 

 

Según la tradición se debía rezar una oracion que decía así. 

 

Amen. Señor jesus, misericordioso, mira a estas almas que sufren por no poder estar aun a tu lado, te pido que perdones sus pecados y les permitar ver tu luz para que encuentren el camino hacia los cielos. Que puedan muy pronto sanar las deudas de sus almas y difrutar de las mieles de la gloria de estar en tu presencia para siempre. Dales señor el descanso eterno y libralas del fuego del infierno. 

 

Y luego con mucho fervor, sabiendo que esta oración le llegaba a Dios, le podía pedir a las almas por algún favor especial.

 

Las amigas de Misa le advirtieron, eso si, que cuando las almas hacen un favor siempre esperan a cambio que una vela sea encendida en la casa para que Dios las recuerde siempre. 

 

La señora siguiendo las instrucciones de sus amigas rezo la oración y pidió por su necesidad y días después el milagro se  realizó y su  necesidad desapareció.

 

Pero la señora, en la alegría de aquel milagro olvido encender un velon por las almas del purgatorio. 

 

Cuenta la leyenda que algunas noches después en la vieja puerta de la casa donde vivía la señora en aquel viejo pueblo de calles empedradas, Sono un golpe seco. La señora que vivía sola se asomo por el agujero de la puerta y vio una mujer en la sombra. Siendo una mujer caritativa abrió la puerta vio que la mujer afuera se convirtió en una sombra que entro a su casa arrastrando unas cadenas. 

 

Y aquella sombra le dijo 

 

Mi nombre es Celestina y estoy condenada a el purgatorio por toda la eternidad por no haber ofrecido agua a Jesus en el calvario. Yo estaba encargada de refrescar a los mártires y aquel día después de ofrecer el agua a Dimas y Gestas los dos ladrones me negué a ofrecer agua a nuestro señor Jesucristo debido a las presiones de romanos y judíos. Por esto estoy condenada a vagar constantemente condenada a sufrir de sed y calor en las llamas del purgatorio. 

 

Las animas venditas me envían a recordar su deber a  aquellas que no pagan sus deudas encendiendo una vela por las almas alli en espera por la gracia de Dios. 

 

La señora presa de terror corrió a la cocina y sacando una vela, la encendió y regreso con ella a la sala donde vio como una figura rodeada de llamas Salia por su puerta hacia la calle, mientras el sonido de las cadenas que colgaban de los brazos del anima hacían eco contra las paredes de aquel callejón y los perros comenzaban a ladrar en todo el pueblo. 

 

Dicen en el pueblo que por las ventanas de aquella casa se ve siempre una vela encendida todas las noches y se oye una mujer rezando por el bien de las animas del purgatorio y su representante el anima sola.