Centro Cristiano Dios de Pactos

Sal de tu Cueva - Pr. Reynaldo Maldonado - 12-01-24

Pr. Walter Arias Season 2024

INTRODUCCIÓN
Elías, un gran profeta de Dios que hizo muchos milagros asombrosos y extraordinarios que se
ganó una posición privilegiada ante Dios porque fue unos de los hombres que apareció con
Jesús en el monte de la Transfiguración. Uno de los grandes profetas del Antiguo Testamento.
Bajo su ministerio surgieron milagros grandes en la naturaleza tales como: la sequía, la
hambruna. Mientras sucedía esto fue alimentado por Dios por medio de cuervos y por una
viuda. En la casa de la viuda Dios hizo por medio de él una resurrección al hijo de la viuda.
Luego de esto vio la gran victoria en el Monte Carmelo contra los profetas de Baal y Asera. Al
ver estas grandes victorias de nuestro hermano Elías nos da casi vergüenza mirar al profeta
ante la situación de Elías al huir por la amenaza de una mujer. Empezó a vivir momentos de
derrotas, aquí está huyendo para salvar su vida. Ahora, aun en medio de toda esta
tribulación de Elías, vemos el cuidado de Dios hacia el profeta. Dios siempre es Fiel…
En las Sagradas Escrituras encontramos distintos pasajes que nos hablan de cuevas. Por
ejemplo, Lot y sus hijas se refugiaron en una cueva después de la destrucción de Sodoma,
David hizo de la cueva de Adulam, su primer “cuartel general” al huir de Saúl y luego también
utilizó otras. Se utilizan también como tumbas, tal es el caso de la cueva de Macpela. (Se cree
que allí está Abraham y Sara, Isaac y Rebeca, Jacob y Lia)
Sin embargo, hoy deseo hablar de esas cuevas modernas, que se encuentran en la vida
de muchos de nosotros.
Estas cuevas modernas no son, precisamente, un lugar, más bien puede ser una condición o
una actitud que muchos cristianos adoptan cuando no quieren o no saben cómo enfrentar las
presiones, las pruebas y los problemas que se le presentan muchas veces. Sin importar qué
posición ocupas en la iglesia, en tu trabajo o en tu hogar, habrá momentos en que buscarás
encerrarte en una cueva. Nosotros vivíamos en cuevas cuando no queríamos que nuestras
obras fueran descubiertas. Jesús dijo en una ocasión: “Y esta es la condenación: que la luz
vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que
sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea
manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” (Jn. 3.19-21).

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