
Centro Cristiano Dios de Pactos
Centro Cristiano Dios de Pactos
Las Bendiciones de la Obediencia - Pr. Reinaldo maldonado - 01-10-2021
Introducción:
Ø Deuteronomio fue escrito como la confirmación del pacto entre Dios e Israel, después de los cuarenta años de peregrinación en el desierto bajo Moisés. El capítulo 28 contiene entonces las bendiciones y maldiciones que vendrían sobre la nación de Israel en respuesta a su fidelidad o su incumplimiento de las demandas del pacto.
Ø Algo importante a notar de esos pactos de soberanía, es que eran siempre las condiciones de paz dictadas por un rey soberano a un siervo conquistado. En ningún momento dictaba el siervo los términos del pacto.
Ø De la misma manera, en Deuteronomio, y en todas las confirmaciones de los pactos de Dios en la Biblia, es Dios quien dicta las condiciones, obligaciones, bendiciones y maldiciones de su pacto, y nunca el hombre.
Ø Existe hoy una corriente teológica que enseña que el creyente puede y debe “hacer pactos con Dios”, sobre todo en lo referente a su prosperidad financiera personal. Pero, Dios no es nuestro siervo. Es nuestro Dios soberano; y es él quien hace los pactos, no nosotros.
Debemos también notar que, en los pactos de Dios, las “bendiciones” dadas al siervo no eran deudas contraídas por el Dios soberano, sino gestos de bondad por gracia, ya que, en verdad, el Dios soberano no le debía nada en absoluto.
Ø De la misma manera, las bendiciones de Dios no son en absoluto un asunto en que Dios “nos paga lo que nos debe”, pues no nos debe nada. Son manifestaciones de su bondad y gracia, por los cuales solamente podemos estar eternamente agradecidos.
Ø No debemos pensar que este pasaje está enseñando un tipo de “fórmula garantizada para alcanzar la prosperidad personal”
Ø Era entonces y es hoy un error pensar que al que le sirve a Dios, todo siempre le va a salir muy bien, y que al que no le sirve, todo siempre le va a salir mal.
Ø Asaf el salmista lamentaba su frustración y envidia al ver “la prosperidad de los impíos” (Salmo 73:3). El libro de Job es precisamente un estudio profundo del misterio de por qué a veces las cosas van mal para los justos.
Ø Hay que entender a Deuteronomio 28 por lo que es: una parte de un pacto entre Dios y la nación de Israel con perspectivas proféticas exactas.
Surge entonces la pregunta, y ¿cómo debe entender el cristiano de hoy a estas bendiciones y maldiciones? ¿Tienen aplicación directa con nosotros? Como cristianos debemos reconocer que el Deuteronomio es Palabra de Dios para nosotros tal como cualquier otro libro de la Biblia.
Ø En las bendiciones y maldiciones descritas hay una revelación profunda de la bondad y la justicia de Dios. Se ve la personalidad y la grandeza de Dios. También se aprecia la soberanía de Dios, se ve el celo de Dios por su adoración exclusiva, y su repudio de los dioses falsos (¿Delante de que Dios falso te vas a postar este nuevo año?)
Ø Todo aquello que pongas primero que, a Dios, se convertirá un ídolo ante el cual te postraras y por consecuencia estarás en desobediencia. Identifica a tu ídolo y destrúyelo, tu obediencia traerá bendición