Café Tío Conejo, con un enfoque de diferenciación en todas sus acciones, es una pequeña productora de premiados cafés de especialidad, con sede en una finca localizada a 20 minutos de Manizales, capital del Departamento de Caldas, en el centro de Colombia.
Produce, por ejemplo, un audaz y exclusivo Gesha Honey, a una altura poco convencional para la variedad. Su perfil ha fascinado a una clientela exigente como Onyx Coffee Lab, tostadora independiente de Estados Unidos, cuya prelación es encontrar cafés únicos y de calidad excelsa en el mundo.
Y pensar que sus propietarios, Ivanov Castellanos y Ángela María Suárez, son un veterinario internista y una ingeniera industrial respectivamente, quienes antes de 2012 sólo bebían café instantáneo y no tenían experiencia ni antecedentes en la caficultura. Hoy son líderes de gestión en su categoría y promotores de otros sobresalientes cafés colombianos provenientes de distintas regiones colombianas.
Su proyecto hotelero se destaca por ofrecer como principal atractivo la posibilidad de apreciar el arduo trabajo diario en una finca cafetera. Además, brinda con orgullo acomodación modesta y comida de campo.
Su tienda, La Madriguera, es también única: es una especie de salón familiar, donde, además de café, ofrece arte, tertulia, música de distintos géneros, comida y hasta bailes semanales, al mejor estilo colombiano.
En esta entrevista con Hugo Sabogal, Ivanov Castellanos abre la puerta de su proyecto para mostrar cómo la búsqueda de una casita campesina para su eventual retiro se transformó en un escenario inesperado en el universo del café, algo que la familia denomina cariñosamente ‘tíoconejismo’ en toda su expresión.
-Portal
@cafetioconejo
CafeTioConejo
-Correo electrónico
Café Tío Conejo, con un enfoque de diferenciación en todas sus acciones, es una pequeña productora de premiados cafés de especialidad, con sede en una finca localizada a 20 minutos de Manizales, capital del Departamento de Caldas, en el centro de Colombia.
Produce, por ejemplo, un audaz y exclusivo Gesha Honey, a una altura poco convencional para la variedad. Su perfil ha fascinado a una clientela exigente como Onyx Coffee Lab, tostadora independiente de Estados Unidos, cuya prelación es encontrar cafés únicos y de calidad excelsa en el mundo.
Y pensar que sus propietarios, Ivanov Castellanos y Ángela María Suárez, son un veterinario internista y una ingeniera industrial respectivamente, quienes antes de 2012 sólo bebían café instantáneo y no tenían experiencia ni antecedentes en la caficultura. Hoy son líderes de gestión en su categoría y promotores de otros sobresalientes cafés colombianos provenientes de distintas regiones colombianas.
Su proyecto hotelero se destaca por ofrecer como principal atractivo la posibilidad de apreciar el arduo trabajo diario en una finca cafetera. Además, brinda con orgullo acomodación modesta y comida de campo.
Su tienda, La Madriguera, es también única: es una especie de salón familiar, donde, además de café, ofrece arte, tertulia, música de distintos géneros, comida y hasta bailes semanales, al mejor estilo colombiano.
En esta entrevista con Hugo Sabogal, Ivanov Castellanos abre la puerta de su proyecto para mostrar cómo la búsqueda de una casita campesina para su eventual retiro se transformó en un escenario inesperado en el universo del café, algo que la familia denomina cariñosamente ‘tíoconejismo’ en toda su expresión.
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