Estamos ante una revolución en marcha.
Esta es la mejor ilustración para definir el proyecto cafetero de la Palma y el Tucán, encabezado por Felipe Sardi y María Elisa Madrinán, desde su finca del mismo nombre, ubicada en el municipio de Zipacón, Cundinamarca, zona central de Colombia.
Felipe Sardi confiesa que de no haberse entregado a la cultura del café, lo habría hecho al campo de la biología.
Y eso explica la esencia de su proyecto, cuyo foco principal es renovar, de pies a cabeza, la caficultura colombiana, inscribiéndola en un modelo de prácticas regenerativas, cuya implementación les permitirá a los cultivadores mejorar y proteger el suelo, elevar la calidad de sus granos, y diversificar sus plantaciones para lograr la anhelada sostenibilidad ambiental y económica.
Como Felipe Sardi no se anda con rodeos y es dado a pasar de las palabras a la acción, tumbó la mitad de su propio cafetal para abrirles paso a otras especies arbóreas y vegetales, con las que ha conseguido revivir su ecosistema y demostrar la validez de sus argumentos.
Otro hecho comprobable es que los precios de La Palma y el Tucán han alcanzado cifras de hasta US$300 la libra. Además, sus cafés son permanentemente escogidos por baristas internacionales para participar en concursos globales.
Para él, se trata de un reconocimiento a su obsesión con la calidad y a la marcha de su programa Mejores Vecinos, mediante el cual cien familias de la zona le aportan a la marca La Palma y el Tucán el 80 por ciento de su producción total. Y es que la otra obsesión de Felipe Sardi es trabajar bajo el manto de la acción comunitaria para alcanzar estos logros.
O sea, transmisión de conocimiento, capacitación continua y aplicación de lo aprendido.
Otra empresa asociada es Libertario, su tienda y tostadora en Bogotá
En la actualidad, su nombre está en labios del sector cafetero mundial y hoy participa en Vivir Café Revista en Podcast para compartir su visión, sus fracasos y sus ilusiones, desde el momento mismo en que, sin proponérselo, encontró su camino en el café.
Enlaces a los proyectos de Felipe Sardi y Elisa Madriñán:
www.creativacoffeedistrict.com
Estamos ante una revolución en marcha.
Esta es la mejor ilustración para definir el proyecto cafetero de la Palma y el Tucán, encabezado por Felipe Sardi y María Elisa Madrinán, desde su finca del mismo nombre, ubicada en el municipio de Zipacón, Cundinamarca, zona central de Colombia.
Felipe Sardi confiesa que de no haberse entregado a la cultura del café, lo habría hecho al campo de la biología.
Y eso explica la esencia de su proyecto, cuyo foco principal es renovar, de pies a cabeza, la caficultura colombiana, inscribiéndola en un modelo de prácticas regenerativas, cuya implementación les permitirá a los cultivadores mejorar y proteger el suelo, elevar la calidad de sus granos, y diversificar sus plantaciones para lograr la anhelada sostenibilidad ambiental y económica.
Como Felipe Sardi no se anda con rodeos y es dado a pasar de las palabras a la acción, tumbó la mitad de su propio cafetal para abrirles paso a otras especies arbóreas y vegetales, con las que ha conseguido revivir su ecosistema y demostrar la validez de sus argumentos.
Otro hecho comprobable es que los precios de La Palma y el Tucán han alcanzado cifras de hasta US$300 la libra. Además, sus cafés son permanentemente escogidos por baristas internacionales para participar en concursos globales.
Para él, se trata de un reconocimiento a su obsesión con la calidad y a la marcha de su programa Mejores Vecinos, mediante el cual cien familias de la zona le aportan a la marca La Palma y el Tucán el 80 por ciento de su producción total. Y es que la otra obsesión de Felipe Sardi es trabajar bajo el manto de la acción comunitaria para alcanzar estos logros.
O sea, transmisión de conocimiento, capacitación continua y aplicación de lo aprendido.
Otra empresa asociada es Libertario, su tienda y tostadora en Bogotá
En la actualidad, su nombre está en labios del sector cafetero mundial y hoy participa en Vivir Café Revista en Podcast para compartir su visión, sus fracasos y sus ilusiones, desde el momento mismo en que, sin proponérselo, encontró su camino en el café.
Enlaces a los proyectos de Felipe Sardi y Elisa Madriñán:
www.creativacoffeedistrict.com