El placer de ser mujer, a pesar de lo que nos contaron.

Abrazando el Duelo Infantil: Comprendiendo la Pérdida

Marycarmen Aguirre, Alondra Perez Season 2 Episode 47

Te invitamos a participar con nosotras dando click aquí y compartiendo experiencias, preguntas, propuestas, lo que quieras! Mandanamos tu mensaje privado y nosotras, personalmente nos comunicaremos contigo.

Acompáñenos en un diálogo transformador con Teresa Espinoza, donde el tabú del duelo infantil se desvanece ante la luz de la empatía y la comprensión. Abordamos con ternura y profundidad cómo los niños sienten y procesan las pérdidas, revelando que su mundo emocional es tan complejo y profundo como el de cualquier adulto. En esta conversación única, Teresa, con su sabiduría en tanatología y la búsqueda de la felicidad genuina, despliega ante nosotros el mapa para navegar los mares del cambio y la ausencia en la vida de los más pequeños.
 
 Exploramos el significado real de validar las emociones de los niños y cómo esta práctica puede fortalecer su capacidad de enfrentar adversidades futuras. Compartimos historias personales y estrategias prácticas que nos permiten acompañar a los niños en su proceso de duelo, siempre con la perspectiva de que el dolor puede transformarse en crecimiento personal. Este episodio es una invitación a abrir los ojos y el corazón a la realidad emocional de los niños, ofreciéndoles un espacio para sanar y aprender a integrar sus experiencias de pérdida.
 
 Finalizamos con una reflexión sobre la importancia de la comunicación en la crianza y el valor de buscar ayuda profesional cuando lo necesitamos. Este episodio es más que una conversación; es un abrazo colectivo a ese niño interior que todos llevamos dentro, recordándonos que la felicidad se puede reconstruir en el amor y el apoyo mutuo. Te invitamos a ser parte de esta comunidad de crecimiento y a compartir los aprendizajes que Teresa Espinoza nos ofrece, para vivir con la alegría de ser auténticos en cada etapa de nuestra vida.

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Speaker 2:

Acompañenos en un diálogo transformador con Teresa Espinosa, donde el tabú del dueño infantil se desvanece entre la luz de la empatía y la comprensión. Abordamos con ternura y profundidad cómo los niños sienten y procesan las pérdidas, revelando que su mundo emocional es tan complejo y profundo como el de cualquier adulto. En esta conversación única, teresa, con su sabiduría, en tan atología, y la búsqueda de la felicidad genuina despliegan entre nosotros el mapa para navegar los mares del cambio y la ausencia en la vida de los más pequeños. Exploramos el significado real de validar las emociones de los niños y cómo esta práctica puede fortalecer su capacidad de enfrentar adversidades futuras. Compartimos historias personales y estrategias prácticas que nos permiten acompañar a los niños en su proceso de duelo, siempre con la perspectiva de que el dolor puede transformarse en crecimiento personal.

Speaker 2:

Este episodio es una invitación a abrir los ojos y el corazón a la realidad emocional de los niños, ofreciéndoles un espacio para sanar y aprender a integrar sus experiencias de pérdida. Finalizamos con una reflexión sobre la importancia de la comunicación en la crianza y el valor de buscar ayuda profesional cuando lo necesitamos. Este episodio es más que una conversación. Es un abrazo colectivo a ese niño interior que todos llevamos dentro, recordándonos que la felicidad se puede reconstruir en el amor y el apoyo mutuo. Te invitamos a ser parte de esta comunidad de crecimiento y a compartir los aprendizajes que Teresa Espinosa nos ofrece para vivir con alegría de ser auténticos en cada etapa de nuestra vida. Yo soy Mari Carmen Aguirre y yo soy Alan Rapérez.

Speaker 1:

Gracias por escucharnos.

Speaker 2:

El placer de ser mujer, a pesar de lo que nos contaron. Un podcast creado por mujeres para que, juntas y juntos, logremos conversar y entender de dónde vienen esos mitos, creencias, constructos sociales que nos han contado, nos hemos creído y han influido en nuestra vida.

Speaker 1:

En cada episodio hablaremos de temas que quizás ya has pensado, has cuestionado, que a veces te han dado miedo o te han generado incomodidad. Tendremos conversaciones entre amigas y invitaremos a gente que nos pueda aportar desde ese conocimiento y experiencia.

Speaker 2:

Esperamos crear contigo un lugar donde la reflexión sea disruptiva y así, juntas, desmontar esas ideas que nos han limitado la posibilidad de vivir desde el placer de ser mujer. Bienvenidos a este nuevo episodio, un episodio a la verdad muy especial, por lo demás, entre otras cosas, de que nos hace muy feliz poder grabar a Londra y a Mika. Además, a Londra está con nosotros el día de hoy tiene un componente muy especial porque tenemos una invitada con la que comparto muchas cosas desde hace mucho tiempo. Tuve la fortuna de poder estudiar con ella nuestra universidad. Nos formamos juntas como psicólogas y desde siempre hemos tenido este interés de poder esparcir lo más que podamos el conocimiento, con la conciencia de que mientras más podamos hacerlo, pues mucha gente también va a poder vivir mejor, reflexionar mejor y, por lo tanto, tener mejores oportunidades para decidir, para acompañar, etcétera. Así que estoy muy contenta. Antes de presentar el tema, quiero saludar a Londra. ¿cómo?

Speaker 1:

estás, aloe, hola Mare, ¿qué tal? También muy contenta de grabar este episodio con la super invitada que tenemos hoy y poder hablar de un tema que a mí, en lo personal, me interesa mucho, porque es algo en lo que no o no queremos poner atención, o no solemos o no sabemos cómo ponerle la atención necesaria. Así que muy, muy contenta.

Speaker 2:

Exactamente. Pues, voy a presentar el tema. El día de hoy vamos a hablar sobre duelo en los niños, cómo se vive el duelo en los niños, cómo se puede expresar, ya que se expresa de diferentes formas dependiendo de la edad, dependiendo del tipo de duelo, dependiendo del tipo de comunicación que pueda ejercer este pequeño o esta pequeña. Y por eso tenemos el día de hoy a Teresa Espinoza Fonseca, mejor conocida como Terecita, que así la llamo yo, pero bueno, es Tere, tere es Spinoza Fonseca, ella es licenciada en psicología, tiene una especialidad en tanatología. También tiene un diplomado en adolescencia, un diplomado en desarrollo de la persona, y un diplomado muy interesante, que además ella, cuando me lo compartió, me lo compartió como diciendo este es mi objetivo último y me parece estupendo, diplomado en felicidad genuina. Y es bien interesante porque la felicidad se plantea de se manifiesta de distintas formas y creo que tenemos un concepto medio, sobrevalorado, de cómo se ve la felicidad. Pero bueno, eso es otro tema que conversaremos otro día. Tere, ¿cómo estás?

Speaker 3:

Bienvenida, chicas hola, ¿cómo están? Muy contenta de estar con ustedes dos, unas mujeres tan talentosas, tan valientes, y me siento profundamente alagada de que me hayan invitado a platicar con ustedes de lo poquito que pueda yo aportar para alguien que ande por ahí escuchando. Muchísimas gracias, muchas gracias.

Speaker 2:

Pues, muchas gracias, tere, que estamos aquí. vamos a empezar a hablar del tema ya propiamente tal, ¿no? Primero hablar de duelos? no es fácil. No es fácil, como dice Alondra, son temas que generalmente se hablan hasta que se experimentan. Si es que no, ya hemos tenido 12 episodios sobre duelos un episodio sobre duelos estacional y otro episodio sobre cómo acompañar a una persona que está en duelo mientras tú también estás en duelo. La verdad que han sido temas difíciles, ¿no? Porque nadie? no, nadie quiere experimentar eso. No es algo que podamos decidir.

Speaker 2:

Sin embargo, son de las cosas que vamos a experimentar, si o si todos en la vida vamos perdiendo cosas. Vamos a perder familiares, amigos, en distintas circunstancias. No vamos a perderlos, ya sea por muerte, ya sea porque nos mudamos o se tuvieron que mudar, o incluso porque simplemente las relaciones se van distanciando, se van terminando, y no por eso no quiere decir que no haya un duelo. Entonces el duelo es algo que siempre va a estar presente en el ser humano de distintas formas, pero los niños definitivamente se ve de formas más especiales o distintas a las que se ven los adultos. Pero para quien nos escucha y no ha escuchado los otros episodios sobre duelo, nos puedes explicar un poquito brevemente, tere, ¿cómo. Qué significa la palabra duelo?

Speaker 3:

Bueno, el duelo es el trabajo personal que va a ser una persona para sobreponerse a una pérdida de cualquier tipo. Todos los seres humanos, todos los días estamos perdiendo cosas, ganando cosas, aprendiendo cosas. Algunas veces lo hacemos consciente, algunas veces no, pero es una realidad que todos los días perdemos vista, pelo, salud, años, días y demás. Hay veces, todos pasamos por duelos, chiquitos y grandes. Hay personas que, por su historia de vida, tienen quizá más capacidad para adaptarse a nuevas situaciones, a dejar quizá soltar cosas, y hay personas que les cuesta un poquito más de trabajo. Esto depende, pues, de lo que hemos ido aprendiendo, porque, al final del día, las experiencias y nuestra historia de vida es lo que nos va forjando y nos va dando todo este, toda esta fortaleza para afrontar lo que nos va pasando. Sin embargo, en los niños y depende de la etapa de desarrollo en la que es este, los duelos se manejan bien diferente y hablamos específicamente de duelos de pérdidas, digamos, de padres, de hermanos, de amigos, o pérdidas corporales.

Speaker 3:

Chicos que tengan que perder alguna extremidad alguna, un tipo de salud, este grave, delicado, que lo impida seguir con sus actividades cotidianas, este hospitalizado, este en cama. Estos duelos de pronto, como dice Alondra, los dejamos de ver porque estamos acostumbrados a que los chicos, a los chicos, pequeños niños y adolescentes, ganen, ganen, ganen, ganen, ganen aprendizaje, ganen estatura, ganen conocimiento, ganen amigos, y se nos olvida que ellos también pierden, a ellos también les duele y ellos también pasan por procesos que sin duda alguna son importantes y que, sí, los adultos a veces los minimizamos, y quizá las tres hemos escuchado cuando te dicen ay, se le murió su mamá o su papá o su perrito. Y la clásica frase es ay, lo bueno que está chiquito. Y ellos se reponen bien rápido. Ay, lo bueno que está chiquito. Y a ellos, ellos, como que no les duele, ¿no? y es algo totalmente erróneo, totalmente falso, porque el hecho de que lo procesen distinto, de que lo vivan distinto, no quiere decir que no haya un dolor enorme, que se deba de trabajar.

Speaker 2:

Claro, no es lo mismo pensar en que un niño efectivamente se pueda adaptar como un adulto a que ya haya procesado esa pérdida y entenderla? ¿no? porque también una cosa que me imagino que pasa en los niños es que como adultos ya hemos entendido que la vida es de pérdidas, y me encanta lo que dice Estere que efectivamente no lo había pensado desde esa perspectiva. Con los niños tenemos la visión de que todo sea ganar, aprender, avanzar, avanzar, avanzar, y como si esto fuera una consigna en donde no pueden parar y sentir esa pérdida como una sensación también de muerte propia. ¿no, Por ejemplo, que tengo amigas que han perdido a sus familiares, a sus papás, o lo que sé dicen es que siento que una parte de mí se murió? ¿cierto, Para los niños es también esas, esas sensaciones que son más difíciles de procesar, porque aún están aprendiendo a entender y a manejar sus propias emociones y sensaciones. ¿no?

Speaker 1:

¿Qué peligro? no, perdón Mari. ¿qué peligro no darle la importancia? Porque no, lo sabemos, no es que no querramos darle la importancia, pero que hasta cierto punto. ¿qué peligro no darle la importancia que se merece a lo que están sintiendo los niños en esos momentos? ¿no, porque puede ser algo que les marca la vida y no sé. Yo leí el otro día eso de lo que siempre, bueno, solemos siempre decir lo que no te mata te hace más fuerte. ¿no? Y yo leí el otro día de no, lo que no te mata no te más fuerte, sino que te da traumas, y traumas que hay que trabajar. Es que si no los trabajamos, exacto o sea si quizá hagan en cierta fortaleza.

Speaker 3:

Sin duda puede ser que tengan fortaleza para afrontar otras cosas, pero los niños, a diferencia de los adultos, tienen una capacidad enorme de adaptarse. Es el niño que tú lo ves sufriendo porque hoy lo cambiaron del salón y la mamá se deja al niño en la escuela, mortificadísima, y sale de la escuela de otro día feliz y la mamá sigue mortificada y el niño ya se adaptó a la nueva maestra, ya se adaptó. Tienen una facilidad de adaptarse. Pero una cosa es adaptarte y otra cosa es vivir con conciencia y sin dolor. Entonces los adultos nos confundimos, porque el duelo en los niños, lo o sea, es un duelo en el que el niño fácilmente se adapta a su nueva realidad. El niño vemos que fácilmente se adapta a que le quiten el chupón. Está acostumbrado a adaptarse. De hecho eso se dedica básicamente cuando está chiquito no adaptarse a las nuevas reglas, a la nueva comida, el nuevo pañal. Pero cuando son duelos, los duelos en los niños, mientras más pequeños los niños son más difíciles de tratar, porque los duelos se resuelven llorando y se resuelven hablando o sea.

Speaker 3:

El lenguaje es un recurso primordial para el duelo. Lograr expresar lo que sientes con palabras es una ayuda inmensa. Las personas que somos psicólogas, sabemos que si no tienes un lenguaje para expresarte, pues difícilmente vas a poder resolver las cosas de la manera más apropiada. Es cuando tenemos niños muy pequeños que no pueden expresarse, el duelo se convierte todavía en un duelo más difícil. ¿y qué pasa con el duelo Los adultos?

Speaker 3:

tenemos un proceso de duelo. No tenemos un proceso de duelo en el que empezamos primero con una negación, luego con un enojo, luego empezamos a negociar, así como que es real, pero no lo quiero creer, pero ya quiero estar bien, pero no puedo, y luego quizá nos deprimimos hasta que logramos un proceso de adaptación y ya volvemos a estar un poquito más planos. Esto puede tardar un año, seis meses, dos años en un duelo normal, pero en un niño los duelos no son lineales, los duelos son cíclicos. Cíclicos, entonces los niños que no trabajan su duelo pueden resolver los duelos 20 o 30 años después de una pérdida. Entonces es muy importante trabajar las pérdidas con los niños chiquitos, pequeños, digamos niños de cero a 14 años, trabajarlos con especialistas o trabajados si la familia está muy preparada, porque se nos va en el día a día.

Speaker 3:

Imaginemos una situación de una pérdida de un papá Y la mamá ya no está papá, no vamos a poner ese escenario ya no está. Papá y mamá tiene que trabajar, hacerse cargo de las cuentas, de la crianza de los hijos, de la casa, su propio dolor, su propia agonía, todo lo que a ella le está pasando como mujer y como esposo, su dolor de vida. Todo el mundo la acoge a ella Y la casa tiene que funcionar, es una realidad. Ella tiene que ver el velorio, el funeral quizá, las enfermedades, los gastos, las cuentas. Entonces los niños lo que van a hacer es adaptarse y preocuparse por mamá. Generalmente es lo que ocurre.

Speaker 3:

Los niños, los hijos, si ustedes tienen hijos, se dan cuenta que cuando nos ven tristes, lo primero que hacen es querernos acoger a ellos. Les duele vernos mal Y entonces eso hace que a veces no los volvemos a ver a ellos, porque generalmente se les ve bien. No, pues, ya regresó a la escuela, sigue sus actividades, está haciendo su tarea, pero por dentro lo único que pasa es que esa criatura está opacando todo su dolor y lo está haciendo más profundo y lo está inquistando y ese dolor va a salir. Ese dolor va a repercutir un trauma, va a repercutir en sus relaciones futuras o sea. No es algo que, por el hecho de que funcione, significa a la par que se haya resuelto, porque los duels de los niños, como les decía, son cíclicos y se resuelven poco a poco.

Speaker 3:

Los niños necesitan llorarlo mucho, necesitan hablarlo mucho y pasa mucho que nos dicen, por lo menos en nuestra sociedad acá occidental, que tus hijos no te ven llorar. Tú tienes que ser fuerte. Entonces tapamos, en vez de permitir acoger y llorar juntos y abrazarnos juntos y escribir juntos y hacer rituales juntos como familia, para irnos apoyando y buscar las ayudas apropiadas. Y esto, imaginen una mamá estoy hablando con un hijo. Imaginen una mamá que tenga un niño de 6, un niño de 11, un niño de 13. Entonces son etapas tan distintas, en las que el duelo se demaneja de maneras tan distintas, más aparte el duelo de estas personas, que es imposible mantenerlos a la par. Y si se ocupa un acompañamiento, sin duda alguna se ocupa un acompañamiento para que el futuro de esta persona no nos presente trastornos, bordes depresivos, conductas en las que él no entiende lo que le pasa, pero tiene una tristeza, como se dice, una nostalgia crónica. Es muy común ver que los niños pierden su sonrisa y nos acostumbramos a que ya tienen una nostalgia crónica, pero ellos no saben decirlo.

Speaker 2:

Vienen muchas cosas a mi mente para ver cuando escucho cosas tan interesantes. La primera cuando hablas de estos duels cíclicos, cómo lo puedes describir un poco mejor? en cómo se ve, o sea se repiten de distintas formas en distintos escenarios, o cómo funciona.

Speaker 3:

Se repiten de distintas formas, o sea al niño, tuya lo ves bien. Y de pronto viene el día del padre, y entonces te hablan de la escuela, porque, aparte, no necesariamente vamos a ver al niño que llore sino dos semanas antes. Te hablan de la escuela, que no han entregado los trabajos, que se esconde en el baño o quizá no te habla, no come duerme mucho, duerme poco. ¿qué pasa? Se acercan fechas importantes, el cumpleaños, el día del padre, los partidos de fútbol, y entonces de pronto, otra vez, se nos viene para abajo. Pero esto puede ser después de cinco, seis o siete años. Se nos viene para abajo. Se nos viene para abajo, no lo ves, como en un duelo de un adulto que dice ok, la mamá va, ya pasó un año, ya pasó dos años, ya va un poquito mejor. Ya va un poquito mejor. Quizá, cuando es el aniversario luctuoso de la persona, se pone triste todo, pero compra unas flores, las lleva al lugar donde estén las enizas. Pero la haremos mejorando En el niño. No, el duelo del niño es cíclico. Se repite otra vez. Ya lo ves bien, ya lo ves bien, ya lo ves bien. Y de repente ching, la boleta para abajo. Ching, no para de llorar y no me dice por qué? ching, resulta que conecta las cosas.

Speaker 3:

Su amigo se va a vivir a Chiapas y entonces parece que se le murió o sea. Vuelve a conectar cada cosa, mal, triste, o ausencia, o pérdida que le pasa, la vuelve a conectar y se vuelve a enganchar en esa pérdida que tú? ¿Por qué? Porque el niño, lo que más le genera, aparte del dolor, lo que más le genera la pérdida a un niño, es miedo y angustia.

Speaker 3:

¿qué pasa con el niño? Lo que él dice ching, ya se me murió esa persona que yo tanto quería que yo dependía de él o de ella. ¿quién sigue? ¿Quién sigue? ¿Qué va a pasar Entonces? ya no voy a dar pasos seguros. ¿por qué? Si nos remontamos a los etapas del desarrollo, bueno, el niño crea seguridad, confianza para después tener autonomía y, al final del día, lograrse un adulto independiente. ¿no, cuando una pérdida tan profunda como la pérdida del padre, de la madre en un niño, el niño lo primero que tiene es miedo y está todo el tiempo a la expectativa de a qué hora se va a morir el otro o de a qué hora se va a morir la nana que lo cuida o la hermana mayor que lo cuida. Yo les cuento de experiencia propia. No sé si se valga o no Por supuesto.

Speaker 3:

Mi mamá se murió cuando yo tenía cuatro años. Yo por supuesto que no sabía expresar lo que pasaba y todo el mundo me decía ay, lo bueno que tú no te diste cuenta porque estabas bien chiquita, ay, qué bueno que yo mismo se dio cuenta porque estaba muy chiquita. Yo esto no pude procesar. Yo creo que unos 10, unos 25 años después, o sea 25 años después, ya que fui mamá, dije no me daba cuenta.

Speaker 3:

Pero si mis hijos de la misma edad, todo el día dicen mamá, mamá, mamá, quien tenga hijos entenderá que la mamá es irreemplazable. En ese momento, cuando tienes 4, 5, 3, 6 años, mamá me limpias, mamá, mi mochila. Mamá, ya, me quiero dormir. Mamá, el monstruo me asusta, mamá, mi hermano me molesta, mamá, quiero, tengo sed, tengo hambre. Cuando a mí me decían tú no te diste cuenta que es mucho lo que pasa, porque los adultos preferimos no lidiar con ese dolor, porque ya es bastante nuestro, o sea, no es porque sea mal a la mamá, malo el papá, sino que es demasiado. Entonces preferimos decir ay, está bien, el niño va a la escuela, tiene amigos, no reprueda, va al baile, come en su lunch, juega en el recreo.

Speaker 3:

Bueno, va bien no, se le va a olvidar se le va a olvidar porque así se usa antes. Se le va a olvidar. Yo, después de 20 y tantos años, me doy cuenta y dije ¿cómo va a ser posible que yo no me diera cuenta si mis hijos todo el día es mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, dije, ¿quien no se diera cuenta que yo no estoy? No, claro que se darán cuenta. Una cosa es que no lo puedan decir en palabras y otra cosa es que no lo sientan. Y ahí es la confusión.

Speaker 3:

Yo, cuando mi mamá murió, después de meses, yo me quedaba sentada en la ventana horas, horas, horas horas, esperando que llegara mi papá y que llegara mi hermana, llorando porque yo decía ya se fue, ya no va a regresar. ¿quién sabe si regresa? y regresa, porque además las muertes pueden ser de muchos tipos. Hay la mamá que pudo despedirse, o el papá que pudo despedirse, la que no pudo despedirse y simplemente desaparece del mapa. Entonces cada caso es individual, pero cada caso debe de acompañarse, porque sí, tendemos mucho en esta sociedad a ver al viudo o a la viuda y el paquetote, que sin duda es enorme, que se le queda.

Speaker 3:

Entonces como entendemos que el niño va a resolver solo? Yo viví muchísimos años con depresión, o sea, yo tuve que ir a psiquiatras. Pero todo esto decir hablo de 20, 25 años después, hasta que dije es que yo traigo un vacío profundísimo. La pérdida de una madre para un niño es profundísima porque se le va la vida. Se le va la vida ahí porque era su seguridad, era su amor, era su apapacho, era su referencia, era la que todo ¿no.

Speaker 2:

Y además de todo.

Speaker 3:

aquí, en este país, tendemos a sustituir a esto con la madre celestial y el padre celestial. Entonces le decimos al niño no te preocupes Se fue tu papá, pero está papá Jesús, está papá Dios, o está la vírgen. Entonces el niño dice ¿cuál vírgen? La vírgen no me lleva a la escuela, la vírgen no me ayuda con la tarea? ¿no? Entonces sí, es importante que mamá o papá resuelvan su duelo, pero que se le acompañen, un duelo apropiado al niño, con dinámicas, con rituales, con llantos, que nos acompañen a las escenas dolorosas, que vivan y se despidan en la mejor del ascocial. Muchos tenemos miedo a que no quiero que vea a su mamá en ese estado. Es mejor que se despida, es mejor que la verdad, es mejor que lo elabore, aunque sea dolorosa la elaboración.

Speaker 2:

Y es que estaba pensando también, como dijiste, depende de la etapa de desarrollo, pero en general los niños por mucho tiempo tienen este pensamiento mágico, ¿no? En el que es muy difícil entender la desaparición, o sea el que alguien ya no esté, o sea de pronto. Ya no está y aunque el mejor haya, se le haya hablado de la muerte, el mejor en un proceso de preparación, etc. Cuando ya no está la persona hay una sensación de ¿y cómo funciona esto? Porque además hay tanta creencia alrededor de la muerte. Unos creen que reencarnamos, otros creen que nos vamos a decir, otros creen que nos vamos al purgatorio, otros creen que Hay tanta, tanta creencia alrededor de esta pérdida que se suma el pensamiento mágico de los niños, y a mí me ha tocado haber niños que incluso creen que ellos fueron responsables de la muerte de su ser querido. ¿no, o sea, es como usamos también mucho el valor a tu mamá, valor a tu papá, no te nojes que vas a ver cuando no esté. ¿no? Vas a ver cuando yo no esté? me van a extrañar.

Speaker 2:

Son cosas que hay, personas que tenemos eso en la cultura. Nosotros hablamos mucho de cómo la cultura nos va también formando y nos va generando esta forma de percibir y darle significado al mundo. Entonces es súper importante entender esto del pensamiento mágico en el proceso de los duelos infantiles. Te quería preguntar, tere, por qué ahora te estamos usando los duelos más complicados que pueda vivir un niño o una niña, una adolescente la perda del padre o la madre? ¿no, pero qué otras pérdidas importantes puede tener un niño? Porque creo que también a veces se minimiza mucho que los niños tienen pérdidas importantes en cambios de escuela, en cambios de casa, en cambios de ciudad. Y los niños sí, tienen este proceso de adaptación, pero que es una adaptación muy funcional, es decir, tengo que hacer lo que tengo que seguir haciendo? ¿no, y obviamente van ocultando este proceso de pérdida. Pero qué otras pérdidas podemos tomar como no quiero decir la palabra importantes, pero que sean más significativas para los niños? ¿no?

Speaker 3:

Mira, sin duda hay muchísimas pérdidas y depende también de las personalidades, como bien sabemos o mucho sabemos, pues hacemos con un temperamento. Hay para quienes es más fácil desprenderse que para otros, pero los niños también están expuestos a pérdidas y, como tú bien dices bueno, funcionan, funcionan. Pero si te cambias de escuela es una pérdida, depende, ¿no, depende. Hay el niño que quiere cambiarse de escuela porque ya cambió quizá de etapa y muere, porirse y se va con muchos amigos y quizá él no lo va a ver tanto como una pérdida porque va a despedirse de sus maestras anteriores. Pero a lo mejor esté el niño que su papá o su mamá le va muy mal en el trabajo y te cambias de una escuela que quizá él lo quería, en donde va solo, y entonces claro que es una pérdida.

Speaker 3:

Un cambio de casa igual. O sea, si yo cambio una casa que todos estamos construyendo y estamos en el entendido como familia, de que ahorita estamos aquí, pero nos vamos a cambiar, a lo mejor desprenderme de mi casa antigua no va a ser tan fácil. Pero si yo me cambio una casa, una colonia que no me gusta porque la situación de mi familia hay un divorcio y entonces ya no nos alcanza, es una pérdida. El divorcio de los padres, esta separación en la que yo tengo que dividirme y jalarme de aquí para allá y de allá para acá, es una pérdida. Por ejemplo, yo me acuerdo con mi hijo, el más chico. Su mejor amigo se fue de ciudad y él me lo decía Alejandro, tenía ocho años y llorando, me decía esto es lo peor que me ha pasado. En mi vida. O sea, así, es que es lo peor que me ha pasado en su vida, o sea era real Y yo lloraba con él y le decía pues sí, vamos a irlo a visitar y vamos a despedirnos, pero para él, este amigo entrañable que se iba de ciudad era una grandísima pérdida.

Speaker 3:

Y bueno, lo vemos mucho. Hay chicos que bueno. Por ejemplo, yo tengo por aquí un vecinito que le acaban de cortar la pierna, tiene 12 años. Es una pérdida, a veces al niño, con sus muletas, jugando como puede, pero bueno, se adapta, lo ves jugando, pero es una pérdida lo que está viviendo. La pérdida de una mascota es una pérdida. O sea los niños tienen muchas pérdidas, dejan de ser bebés y duele, o sea para ellos cuando llevan a la primaria y tú ya tienes que llevar tu mochila y a la mina va a estar, es duele, no, de repente quieren este apapacho de oye, mejor, me vas a tratar como bebé, me puedo ir a tu cama, o sea desde ahí. Desde ahí tenemos pérdidas. No, desde cuando llegue les decimos yo no te voy a bañar, hay niños que les cuesta más y hay niños que te lo piden, te piden ya crecer, pero sí tenemos que ir.

Speaker 3:

No, no, no. Con esto quiero decir que se sobreproteja al niño de todo lo que le pasa. Ay, no, pobrecito, para que no tenga pérdidas. Yo le voy a resolver la vida? no, desde luego que no, pero sí entender el proceso que él está pasando, porque suele pasar. Que nos dicen los abuelitos o los tíos o los papás de ya quítales el chupón. No le va a pasar nada, todos los niños me quitaron el chupón por acá la mamá está que pues sí, pero es que el mío no sabe dormir sin chupón.

Speaker 3:

No, y son dos o tres días de llorar de pérdida. Se va a adaptar. Pero en ese momento, sí, debemos de ser empáticos con la pérdida, la que sea, o sea la que sea. La pérdida que sea tiene un valor. No hay un pérdida, o sea. Sí que yo diga y no, esta pérdida no vale y esta pérdida sí vale y solo vale las pérdidas de la mamá. No, los demás no tienen pérdidas. No, las pérdidas son tan chiquitas como que se me perdió mi sándwich en un recreo y claro, lo vamos a diferencionar de ese tamaño. No porque perdió el sándwich en el recreo, no vamos a funcionar un mes, pero sí podemos decir y ser empático de ay. A mi imagino lo difícil que habrá sido estar en el recreo con hambre. A mí no me hubiera gustado. Como te sientes. Que mala onda. Que vas a hacer mañana para que no te vuelva a pasar? le damos valor a eso que él los está diciendo. No lo siga contando, porque si las horas decimos o sea, ya no manches. Hay niños que ni siquiera comen.

Speaker 3:

En África no hay comida, o sea no hay comida y nadie come y no te está esquejando y diga tu vista de desayuno. Pues él me dice no, pues lo que a mí me pasa no importa. Y a veces esas cositas chiques pueden ser aprendizajes muy grandes para que, digamos tengan la empatea de mamá, la empatea de papá, aprendan a cuidar sus cosas, vean lo que les pasa. Nosotros entendemos que duele, porque a nosotros también nos duele a veces que se nos pierdan las lentes, las llaves, el ay ching dejé mi chamarra que me trataba, no, no voy a dejar de funcionar, pero sí me va a dar coraje y sí lo tengo que elaborar. Decir bueno, ya era una chamarra, ni más. Pero en ese momento pues era mi chamarra, no, o sea, o el perro, lo que sea, sí, sí, hay. Estamos hablando de la peor pérdida, pero hasta la pérdida más chiquita se le puede sacar ventaja. Yo siempre les digo a mis amigas y así utiliza la tragedia, utiliza el problema para fortalecerte y para este trabajar con tu hijo para crecer, la que sea.

Speaker 1:

Y qué importante es lo que dice este. Primero, gracias por haber compartido tu experiencia de vida, que fue muy bonito escucharlo. Y también, no, yo creo que una bueno no sé al beso, yo, nada más. Muchas veces podemos reflejarnos en los niños. No, por ejemplo, en algo que yo estaba pensando ahora que estabas diciendo este denominar las distintas pérdidas que los niños tienen es que mis hijos se han cambiado millones de casa bueno, no millones, pero muchísimas veces de país.

Speaker 1:

Mi hijo vive en cinco países distintos. Nos hemos mudado de casa entre esos dos países y la verdad que lo llevan bastante bien, o sea siempre tratamos de hacer el cambio de la mejor manera posible. Están muy incluidos en todo el proceso. Siempre volvemos de donde nos marchamos varias veces, etcétera. Siempre intenta yo diría que son mudanzas muy conscientes, o sea intentamos minimizar el impacto en los niños. Pero, por ejemplo, yo bueno, eso es muy fuerte, cambiarte de país cada tanto, dejar a todos tus amigos, dejar, eso es muy fuerte y yo pienso que mis hijos lo llevan bastante bien. Pero, por ejemplo, tuvimos un perro una semana, lo tuvimos al perro una semana y lo tuvimos que devolver porque el perro estaba muy enfermos, el perro no era feliz pedió no sé cuántos kilos.

Speaker 1:

En esa semana pagamos, creo que 3.000 euros de veterinario porque el perro, o sea, todos los días lo teníamos que llevar. Se estaba muriendo. De verdad, el perro era un cachorro, además no tenía de las 10 semanas, bueno, un desastre. Y eso, por ejemplo, mis hijos, la niña a veces llora todavía por el perro ese. Y fue una semana, entonces, qué importantes. No pensar. O sea, por ejemplo, yo pensaría ah, y las mudanzas duele más. No, pero a ellos, no, a ellos, es el perro lo que les dolió más. Entonces no reflejarnos en ellos y no proyectarnos en nuestras propias experiencias de vida? porque eso lo escucho mucho de Cira, ay, pero yo me de amigas que escucho de Ciro de conocidas, ay, pero yo me muere 40 veces y ésta solo se va a cambiar de escuela y está haciendo un drama. Qué importante es eso? no Mira, quizá?

Speaker 3:

en el caso, por ejemplo, tuyo, te podría reflejar a lo mejor. No era como tal el amor que pudieron haberle tenido al perro en una semana, porque bueno, si lo quieres, desde el día uno, pero a lo mejor no fue un perro amado por 40 años, pero sin embargo había una expectativa. Imagínate tú que tus hijos dijeran ahora sí, él va a venir con nosotros a cualquier casa de cualquier mundo, de cualquier universo, con nosotros, entonces eso duele mucho. Chino, o sea, se me quitó la ilusión. Resulta que también los perros se mueren, que a lo mejor él tampoco va a venir conmigo y yo estaba esperando que él fuera mi arraigo a la siguiente mudanza.

Speaker 3:

Entonces, por supuesto que duele, y cuando, pues, ya tienes una costumbre de estarte mudando y mudando, sin duda debe ser difícil, pero sí tienes un mecanismo de adaptación, sí tienes un mecanismo de adaptación, porque por lo menos queda de otra los seres humanos. Gracias a Dios traemos un equipo que no sabemos que traemos, pero todos traemos y todos podemos adaptarnos y que seguro lo has hecho. Muy bien, se han podido tener sus procesos de despedir ahí todo. Pero si ellos ponen toda su ilusión en este animalito y se les va de la nada, pues es dolorosísimo. Las perdidas de las mascotas son dolorosísimas.

Speaker 2:

Además, también, también, también, transferimos un poco las emociones. No, o sea, estoy pensando voy a tomar el ejemplo de tus hijos, que hemos hablado mucho a lo tu y yo y que lo conocemos también tras bambalinas, verdad? no, no, no, no dudo y estoy segura, porque he podido verlo en tus hijos, de que si las viven de manera muy conscientes y están muy involucrados en cada uno de los procesos, nacieron en esa familia que tiene que estarse mudando constantemente. Ustedes también ya tienen ese mindset. No de acuérdate que disfrutamos el momento y de aquí vamos a construir otro momento. Pero también las perdidas o las emociones se pueden transferir. No, entonces es como acá, no lo lloré porque de verdad no era necesario, porque ya lo entendí, porque lo procesé de una manera adaptativa, no una buena adaptación, pero esto, esto sí que aquí voy a soltar mi emoción. Entonces no quiere decir que todo lo que han guardado se transfiere a la pérdida de este perrito, pero muy probablemente ahí es donde se dan permiso, es como cuando no transfiere, es como que aquí, sí, me puedo dar permiso, aquí sí va a ser, va a ser muy entendible que yo válido, y es a donde iba mientras hablaban. Yo, a mí se me venen tantas cosas.

Speaker 2:

Primero, la importancia de la validación de emociones. No, o sea que tan fácil se escucha cuando, cuando alguien nos lo pone tan claro como le estás haciendo, tutor, o sea. Validar no significa tirarnos al suelo con ellos, no significa ponernos en depresión con ellos, o sea. Eso no es validar. Validar es decir imagino que para ti esto fue muy difícil porque lo veo, porque veo tu llanto, porque escucho tu voz, porque veo tu cambio en tu comportamiento, porque me imagino que se me va a pasar también me dolería, o sea.

Speaker 2:

Esa validación de cualquier emoción que había teniendo el niño es súper importante porque es lo que va a generar en ellos la empatía, o sea. La empatía es algo que se desarrolla si uno no le mostró empatía a los niños. Los niños van creciendo también sin poder tener esta capacidad de vincularse a la emoción del otro sin miedo. Porque lo que nos pasa a muchos adultos, porque como hemos sido criados, es que las emociones consideradas más incómodas, como la tristeza, el enojo, ¿cierto? la frustración, es como ahí ya nos cuesta más empatizar con nosotros.

Speaker 2:

Entonces, cuando uno va creciendo en una familia o en un ambiente donde la validación de todas las emociones es una práctica que se hace consciente, porque hay que ser lo consciente los niños. Eso es uno de los mejores mecanismos, como le dices tú, te da adaptación para cualquier cosa que vayan viviendo, no solo pérdidas, porque la vida nos va tirando cartas y uno tiene que ir tomándolas y sorteándolas. Pues, como con los mecanismos, con las herramientas que vamos teniendo desde niños, otra de las cosas que me saltó mucho es la inclusión en esta vivencia de pérdida, incluir a los niños en la toma de decisiones, en darles una noticia, o sea todo parte, incluso desde cómo se les da la noticia. En nuestra cultura tú decías, terea, hace rato a mí me impacta mucho cuando hay familias que pierden algún miembro de su familia y los niños no participan en el funeral, no participan en los rituales que cada familia se establezca de acuerdo de su religión o sus creencias, y los niños no participan.

Speaker 2:

Entonces hay un encargado en la familia que se lleva a todos los niños a jugar, a pasar lo increíble, mientras todos acá estamos llorando. Y eso a mí es algo que me hace mucho ruido, porque es como cómo va a entender este proceso y los rituales tienen un significado, o sea, los rituales son, como nos ayudan, esa fuerza que necesitamos para dar de vuelta la página y empezar a construir otra historia a partir de esta pérdida. A partir de esta situación, entonces, ¿cómo tú nos puedes guiar, terea, en cómo incluir a los niños, por ejemplo, en una muerte Vamos a partir por lo más evidente en una muerte. ¿cómo podremos incluir a los niños en estos rituales?

Speaker 3:

Mira, yo lo primero que te diría, es que de pronto vivimos en un engaño que nos hemos hecho, no sé por qué, en el que creemos que si yo no le digo al niño, él no va a saber y él no va a sufrir, como restándole toda la inteligencia al niño, porque el niño nos lee o sea yo no le tengo que decir a mis hijos cómo estoy si escuchan mi teléfono y, bueno, escuchan tu voz y ¿qué pasó, mamá, o sea, lo primero que te van a decir cuando escuchan tu voz rara es ¿qué pasó?

Speaker 3:

O llegan a la casa y te ven así ¿qué pasó? Porque nos leen como nosotros a ellos. Nos vivimos juntos, nos conocemos, sabemos nuestras expresiones. Entonces él no decirlos, sacarlos del sistema para protegerlo, porque al final es un acto de amor de los papás. No es porque seamos malos, no es porque seamos crueles, es porque queremos protegerlos. Pero al querer protegerlos los estamos totalmente desvalorizando, les estamos quitando toda su inteligencia. Sí, hay cosas de las que podemos protegerlos, escenarios a lo mejor morbosos.

Speaker 3:

Por ejemplo, si nos llaman de un accidente catastrófico y está el cuerpo con ciertas condiciones de sangre, quizá no es necesario llevar al niño ahí, pero sí es necesario que él abra su ciclo de dolor. Y si hay que despedirnos en el sanatorio o en casa y hay una enfermera y papá o mamá no están en las mejores condiciones, el niño tiene derecho de despedirse, todo el derecho del mundo. Y el niño lo va a entender en su inconsciente, va a saber sí o sea lo mismo este, por ejemplo, si hay un velóreo. No, ahora, después del covid, ya como que no se usó tanto el rollo de los velóreos, mucha gente los ha quitado. Pero hay que llevar al niño a lo mejor. No tiene que estar ahí las 200 horas del velóreo y desvelarse y quedarse a dormir y estar abrazando la caja toda la tarde. Pero sí, vamos a llevarlo, vamos a llevarlo, vamos a hacerlo participar, no solamente llevarlo. Qué vamos a hacer? por ejemplo, yo le diría vamos a hacer una cartita, mamá. No le dirías vamos a ponerle a un dibujo.

Speaker 3:

Sí, vamos a llevar una flor y si te salieron lágrimas, moja tu cartita con las lágrimas para que se los lleve a cualquier lugar, en donde esté. Hay familias que le van a decir al cielo. Hay familias que le van a decir rencarna, que se volvió ángel. Cada creencia es diferente. Cuando no sabemos qué decir, le podemos decir no sé a dónde se fue, pero ya no está aquí con nosotros. Su alma y su recuerdo va a vivir en tí. Su recuerdo va a vivir en tí, pero ya no está aquí. Pero sin embargo puedes llevarle algo que se lleve contigo, que se lleve con ella o con él. Entonces, hacerlo participar es algo que sí le va a doler, pero se le va a quedar como algo, como un regalo de vida. No desaparecerle al muerto es muy importante. Aunque se diga feo, no desaparecer al muerto, así es a veces.

Speaker 3:

Simplemente ya llegaron y ya no está. Qué pasó? lo mataron y el niño no supo si lo mataron o si no lo mataron, si fue asalto, si el papá era delincuente. Y pasa que ahora en México bueno, yo por ejemplo, que vivo en el Bajío, que está tremenda la violencia hace un año justamente mataron al esposo de una amiga con niños chiquitos y hay que decirles lo que pasó. Sí, podemos evitar detalles siniestros.

Speaker 3:

Desde luego que podemos evitar detalles siniestros y morgosos, pero sí debemos de decirles en general lo que sucede porque los compañeros de la escuela se enteran, porque las mamadas encantan platicar. Entonces los niños enteran, los niños platican y nosotros creemos que no saben. Y resulta que la escuela es el tema de conversación y preferimos pensar que el inocente no sabe. Y no, no son tontos, y si no les damos la información, nosotros la van a buscar. Entonces hablemos con la verdad.

Speaker 3:

Se fue ya no va a regresar y si sabemos qué va a pasar, digamos si estamos viviendo una enfermedad terminal, llevemoslo a que se despida y digamos desde lo que está pasando, ya está cada vez peor. Su cuerpo ya no responde. Tú te acuerdas de él o de ella, de su alma cómo era, y mira cómo su cuerpo se descompone, porque los cuerpos se descompone. Y que sepan que esto es algo que a todos nos pasa. Por ejemplo, también pasa de pronto que se muere el compañerito del salón, y es bien duro, porque pues, siempre se pueden esperar que se muere el abuelito, pero igual o sea, vamos a llevarlo al proceso este. Si hay que aventar globos, hay que hacer una canción, hay que hacer una carta al compañero, hay que hacer un círculo de amor con el lugar del niño vacío, en todas estas cosas hacerlos que participen, que lloren lo más que puedan, que expresen lo más que puedan, porque por medio de esas lágrimas se lavan los dolores.

Speaker 3:

Por medio de esas lágrimas se lavan las almas y dicen por ahí, pena que no se llora, pena que se posterga, no que se resuelve y se posterga. Y hay veces que las lágrimas, como en mi caso, vinieron 25, 30 años después y, claro, cargando una serie de problemáticas en mi vida. Entonces, yo maricarme, la respuesta sería eso y otra muy importante, que hace ratito tocaste y que aquí apunte, es vamos a aclararles que no es su culpa, porque bien decía Londra y tú, mari Carmen, que el niño tiende muchísimo a sentir que es su culpa. Ay, ¿por qué conecta Hijo? la ayer le hice un berrinche, le aventé la sopa y se murió. Es que si yo no lo hubiera aventado en la sopa, si yo hubiera sido más obediente, yo siempre pensé que si yo no hubiera nacido, porque yo nascó y prácticamente ni mamá se enferma.

Speaker 3:

Entonces, yo siempre dije seguramente se enfermó por mi culpa. Entonces, claro, yo creo que es la primera vez que lo digo A nadie, se lo había dicho, pero yo muchos años de mi vida dije seguramente mi mamá ya no estaba en edad embarazarse y se enfermó por mi culpa. Entonces a los niños hay que decirles su papá se fue o tu mamá se fue, se murió, falleció, como le queramos decir, porque tenía que pasar. Porque la vida es así, la vida tiene un momento marcado y no es culpa de nadie. Tenía que pasar y vamos a agradecer lo que sí tuvimos. Eso también es importante. Vamos a acordarnos de lo que sí tuvimos y vamos a mantenerlo presente.

Speaker 3:

En mi caso, por ejemplo, fue muy duro hasta ahora lo voy, lo platico mucho con uno de mis hermanas fue muy duro ver que mi papá se centró completamente en su dolor y en algún momento fue con un sacerdote. Yo no sé quién educó ese sacerdote, pero ese sacerdote le dijo a mi papá nombre tú por tus hijos, no te preocupes, tus hijos van a salir adelante. Aquí el problema es tú, el problema es el viudo y el viudo es el que más sufre. Entonces mi papá se lo tomó muy a pecho y dijo ah ok, tus mis hijos valen el gorro y digo no que valiamos gorro, pero un poco sí. Jamás tuvimos ningún tipo de acompañamiento Y claro, no es por ahí Mi dolor es importante, y el tuyo y el tuyo y el de todos, hasta de la persona que trabaja en casa, no de si es que sea el caso.

Speaker 3:

Es muy importante validar el sentimiento de cada uno, desde el momento de cada uno, y aclararle, sobre todo a los más pequeños, que no es su culpa, porque de verdad el niño lo primero que hace es decir es mi culpa? No lo va a decir, pero lo va a sentir, porque le daba mucha latela noche, porque mi mamá siempre me decía que ya me fuera mi cama, lo que fuera yo no lo hice. Entonces él va a estar buscando qué hizo mal para que esto pasara, porque estamos acostumbrados a educarlos en recompensas Si comes bien en tu paleta, si te portas bien, el viernes, damos una película y tenemos la cartulina de estrellitas, y si a mí dice que es muy pura carita feliz, el sábado damos al parque. Entonces, cuando él dice que hice mal porque esto no salió como debería de ser, entonces se lo guarda como una culpa.

Speaker 1:

Perdona no y estás en cualquier pérdida. No Tere también en un divorcio. Es que si no nos hubiéramos portado mal, ustedes no se hubieran, no hubieran discutido? o en es que me tuve que cambiar de escuela porque decía que me costaba mucho las mates? Si tienes razón, esto nos olvidamos. Qué importante es hacerlo, saber que no fue culpa de ellos.

Speaker 3:

Y en términos precisos. Así declaro una vez y mil veces no es tu culpa, tenía que pasar, las cosas así fueron, así es el mundo. Nosotros no elegimos, no es tu culpa. Que los sepan. Si lo sienten, lo tendrán que trabajar, enterarte algún momento de su vida, pero por lo menos que sepan que la parte adulta de casa les está diciendo que no tienen nada que ver. Es o sea, es no hacerle sentir, es díselo, amor. No es tu culpa, lo que pasó no es culpa de ninguno de nosotros. Se hizo lo que se pudo, el doctor trabajó. Porque también tendemos aquel doctor que tiene la culpa? y todos tienen la culpa. Porque hay que echarle a alguien? porque es más fácil? no, cuando uno lo puede y se entiende, humanamente se entiende, pero poco a poco con el tiempo. No es tu culpa y no es tu culpa, y no es tu culpa ni de tu hermano, ni de tu perro, ni mía. Y lo mismo en un divorcio y lo mismo en un cambio de casa y de país. No es culpa de tu papá que su trabajo lo tengan que estar moviendo, porque los niños se enojan y nos dicen es que yo no me quiero ir porque mi papá no es Carlos Olivno, pues no tenemos que trabajar. No es culpa de tu papá, que el trabajo que nos da a recomendar lo mueve y nosotros vamos a estar con él. Mientras más claro seamos es mejor.

Speaker 3:

A veces pensamos que si les dulcificamos todo somos crueles, pero podemos ser muy dulces y muy sinceros y muy honestos y eso los niños lo agradecen. Los niños lo agradecen y a veces vivimos en este engaño de pensar que si tenemos que validar sus sentimientos, pero también tenemos que hacerles saber que, a pesar del sentimiento, podemos vivir y podemos vivir felices. Eso es bien importante.

Speaker 3:

O sea, tu papá es horrible, pero mira, yo sé que te sientes muy triste, yo sé que no quieres esta casa o esta escuela o esta nueva persona que te va a cuidar. Pero a pesar de cómo te sientes, vas a descubrir que adentro traes un equipo de soldados que te van a ayudar y vas a ver que si puedes funcionar, a pesar de que yo reconozco tu dolor, a pesar de que reconozco tu tristeza porque reconocer el dolor y la tristeza no significa hundirnos en ella, no funcionar podemos hacer las dos a la par. Lo que pasa es que se nos ha olvidado hacer las dos a la par. Si yo, hoy necesitamos un tiempo de asimilarlo, pero una vez que ya hayan pasado algunos meses, podemos funcionar y debemos funcionar con nuestra tristeza, con nuestro enojo y nuestra casa. Que no se nos olvide ese lugar seguro para compartir todo aquello que nos está matando la cabeza y el corazón, y creo que es muy importante también.

Speaker 2:

En nuestra cultura tendemos mucho a educar, siempre pensando como en el momento, o sea si yo digo esto para que esta conducta se elimine en este momento, y yo creo que esto, lo que nos estás compartiendo, lo entiendo así hay que educar y hablar también para el futuro. Ayudaros a proyectar qué va a pasar de aquí. Ahorita estamos así, ahora se siente así, vamos a ver juntos. También es importante ver el reflejo de las emociones con nuestros, con quienes nos rodean, o sea si yo veo que mi mamá o mi papá, ante la pérdida, ante el cambio, siguieron funcionando como si nada no pasa nada. Sigamos, sigamos, sigamos quiere decir que mi dolor tampoco tengo por qué seguirlo sintiendo.

Speaker 2:

Entonces, cuando podemos ver nuestras emociones reflejadas en el otro, las normalizamos y ahí podemos también procesarlas, o sea esto es normal, el dolor que siento es normal, la rabia que siento es normal por lo que estoy viviendo, o sea no hay otra forma de enfrentar una pérdida. Así, entonces, cuando tú puedes validar, proyectar o sea ver que todos estamos sintiendo algo parecido, entonces no está mal sentir lo que siento y de ahí ayudarlos también a proyectar este camino de cómo integrar el dolor a tu vida sin dejar de pensar, o no pensando que no vas a poder volver a ser feliz, que no vas a volver a sonreír, que no vas a volver a disfrutar? ¿no, y creo que eso es muy importante ayudaros a proyectar el futuro.

Speaker 3:

Es clásico no llores, no llores, déjalo llorar, a lo mejor. Ya pasaron dos años y hoy se puso unos aretes y se acordó de que esos aretes, su mamá siempre le decía que no se los pusiera, o que sí se los pusiera, y lloro. Y lo primero que hacemos es no llores, no pasa, no llora, no, o sea, que un momento sea dramático, sea triste, sea de berrinche, nos va a elaborar. Para poder tener fuerza, o sea, dejemos que salga un poquito la presión, como dices tú, en familia. Y yo siempre le digo a mis amigas, cuando pasan por momentos difícil lloren con sus hijos, lloren cuando su hijo llore, y a ustedes se les esté quebrando la voz, no sean las fuertes. ¿qué le dijo Lloren? y yo también extraño esto, a mí también me gustaría, a mí tampoco me gusta cambiarme de país, yo también extraño al perro, pero vamos a poder. Porque vamos a poder? porque tenemos la fortaleza, el amor, el acompañamiento. Pero yo también siento horrible, yo también estoy enojada. Entonces vamos a sacarlo, pero vamos a poder.

Speaker 3:

Entonces, al chico, como dices tú, manny Kerman, ¿qué esperamos que sea la respuesta? Pues, ante una pérdida, pues una emoción que no nos gusta, tristeza, frustración, enojo, ir a ver Rinche, que nos ignoren, eso es lo que tenemos que esperar, entonces esperemos, lo no esperemos. Y si el niño es el que me consuela y el niño es el que me lleva el té y el niño es el que es, entonces ojo, porque el que está ahí cubriéndome es él, no porque nos sienta, sino porque ve que yo no lo estoy conteniendo él. Y muchas veces se nos olvida que, como papás, somos los primeros que tenemos que contener, somos al final para ellos, somos los adultos que nos van a decir y nos van a ilumbrar el camino.

Speaker 3:

Y cuántas veces no vemos que la mamá está en una depresión espantosa y el niño le sube el caldo de pollo, le sube la gelatina y dice no le hagan duro de mi mamá, porque está dormida. Cuando eso pasa, ojo, sí, puede pasar una o dos semanas, ¿no? en el que la mamá de planos no se murió su hijo y está devastada. Sí, sí, lo entiendo, pero cuando ya han pasado quizá un año o más, ya es una conducta que ya se puede convertir en patológica, porque ese niño está haciendo una función que no le corresponde, que le correspondería a él también vivir su duelo y que también papá o mamá o un adulto lo acogiera ¿no, claro, y esa es la importancia de rodear a los niños de adultos responsables.

Speaker 2:

¿no, no necesariamente en ese minuto va a ser la mamá o el papá, porque están procesando su mismo dolor, o el hermano, pero yo creo que esto, como sociedad, y que nos escucha, es muy importante entenderlo. Nosotros, como adultos, somos la guía, los niños nos creen. Eso es súper importante que lo tengamos como presente. Los niños creen todo lo que decimos. Entonces hay que cuidar muy bien lo que decimos, porque ¿qué queremos que crean, ¿cómo queremos que puedan elaborar su propio futuro? ante las pérdidas, ante los dolores? Entonces ellos nos creen. Y siempre tener a un adulto responsable, por ejemplo, me gustaría como compartir esto? ¿no, si hay una pérdida y tú de verdad sientes, como mamá, que no estás logrando, como ser este lugar seguro o cuarto seguro para tu hijo, pide ayuda. Va a haber otro adulto responsable que en ese momento puede ser ese papel y ya va a ser un salva vidas, ¿no? o sea? puede ser el papá, puede ser una abuela, puede ser un tío, puede ser tu mejor amiga, pero siempre con la conciencia de no dejar de ver a este niño, ¿no? ver a este niño en su totalidad.

Speaker 2:

Fíjate que, horta, ya hemos compartido todas. Tú dijiste algo muy importante, horta con el tema del perrito de Alondra ¿cómo las pérdidas no solamente son la pérdida en el momento o de la persona, sino también son pérdidas de un proyecto de vida que todos fantasíamos, todos soñamos con lo que tenemos. Si nos proyectamos, o sea, todos de alguna forma, desde niños tenemos estos sueños de cómo va a ser mi vida cuando sea más grande, cómo voy a ser con mis amiguitos cuando ya tengamos 10 años, cómo voy a te fijas entonces, cuando hay una pérdida, también se pierden estas expectativas. Yo quería compartir que hace 3 años, en pleno COVID, nosotros nos mudamos, ¿no? nosotros vivíamos en una ciudad muy pequeñita, donde la comunidad era demasiado acogedora, todo se sentía como muy familiar. Tenemos y tenemos gente que nos pues, que nos mostraba su amor constantemente, y mis hijos crecieron en ese ambiente. Después, por motivos de trabajo, nos tenemos que mudar, pero esto ocurrió en pleno COVID.

Speaker 2:

Entonces mis hijos no se pudieron despedir de absolutamente nadie, o sea en el momento, en que parte de la pandemia. Nosotros ya sabíamos que nos teníamos que mudar y nuestra preocupación mayor, ¿no? como papá y mamá, mi esposo y yo, era que, por favor, esto parara antes de que nos tuvieramos que mudar, porque ya la mudanza misma iba a ser difícil, pero no poder despedirse, o sea no poder abrazar y decir te veo algún día, o gracias, o simplemente llevarse esa sensación física de abrazo. Fue muy difícil para mis hijos y fue muy difícil también para nosotros el ayudarles a procesar la pérdida porque, en el fondo, en el imaginario de ellos, pues no perdieron, pero sí perdieron, pero ya no lo van a tener y no pudieron hacer este ritual y este proceso y lo que después de tres años, como tú bien dices, ¿no?

Speaker 2:

en ese momento mis hijos funcionaron bien. Les tratamos de hacer el viaje, nos mudamos, cruzamos el país entero, de norte a sur, literal, hicimos un viaje en un árbol, lo pasamos increíble, nos unimos mucho como familia, etcétera. Pero justo hace poco mis hijos estaban conversando de esta etapa y decían que quisieran regresar a esa etapa de pandemia para poder despedirse. O sea, ni siquiera era como para no mudarnos, sino para poder tener el espacio de despedirse porque y mostrarle fíjate que interesante esto. Y mostrarles a sus amigos lo bien que estaban ahora, o sea como poder regresar el tiempo, vivir otra vez eso.

Speaker 2:

No tuvieron miedo de vivir esas emociones, pero sí poder compartirles. Primero me despido de ti y segundo te comparto que en este proceso lo sufrí muchísimo. Lo pasé muy mal, pero ahora estoy bien porque creo que también unas cosas en los duelos, en la proyección de qué va a pasar después de esta pérdida, es mostrarles que la vida va a estar llena de estos baches. Pero, en cuanto a lo que dijiste, hay unos holaditos adentros tuyos que se llaman experiencias, que se llaman emociones, que se llaman acompañamiento, que se llama temperamento, que se llaman un montón de cosas que te van a ayudar, sin que te des cuenta, a que un día te vas a despertar y vas a decir me siento mejor. No es mágico, pero vas a empezar a sentirte cada vez más adaptado y pleno a la vida que estás llevando.

Speaker 2:

¿no, entonces es muy importante esto de entender también que se pierden expectativas, que se pierden proyecciones de vida, que se pierden sueños, y hacer les ver que así como perdimos eso, así como perdimos un día el sándwich, así como perdimos un día nuestro perrito, así como perdimos a nuestros amigos, también se ganan otras cosas, porque las pérdidas no te dejan con la, no te imposibilitan de ganar cariño. A mí. Una de las cosas que me han compartido algunas personas es que después de la pérdida les cuesta mucho como sentir que son felices porque sienten culpa de saber que tienen que estar metidos en este dolor, pero a la vez, sí se están sintiendo un poco felices, entonces esta dualidad de decir tendría que estar así, tendría que estar súper triste. Si me siento muy triste, ¿cuándo me puedo dar permiso de volver a ser feliz? Y a los niños les pasa eso.

Speaker 2:

A mi hija, en esta mudanza que tuvimos, le costó, te diría, un par de años volver a intentar hacer amigos como, como arraigados amigos, síntimos amigos, que te sintieras en esta confianza porque decía yo no quiero traicionar a mis amigas de allá. No lo explicaba tan, no lo expresaba tan abiertamente, verdad, pero después de conversaciones era como es que si, si yo les cuento que ya empiezo a tener amigas capaz, que allá me dejan de querer, y también en adultos, no, o sea, tengo amigas que han pedido, insisto, a sus esposos o a sus padres, a sus hijos, y es como es que sufrió tanto, o todos están sufriendo tanto que yo no puedo ser feliz. Entonces, como ayudar a los niños también a recuperar esta alegría genuina? ¿no, como dice este agradecimiento genuino de poder estar aquí a pesar de las circunstancias?

Speaker 3:

Mira, eso que tocas es super importante y en México, por lo menos, es un tema que a mí me parece este de impacto, porque yo también lo vivo como, pues, como persona, ¿no, ¿qué pasa cuando vemos a una mujer o a un hombre que pierde un hijo, un hermano, este, que el marido le pone el cuerno y tiene otra familia y tal, tal, tal? Lo primero que decimos generalmente es híjole, no, yo prefiero morirme, yo, yo me muero, yo no puedo, yo no puedo. Es la clásica clase que dice no, yo no debería, yo no puedo, yo no puedo.

Speaker 3:

Pues no la noticia, chicas y chicos, no nos morimos. No es así. No, no amaneces y dices yo me muero, allá se muere, no te mueres, no te mueres. Y entonces nos convertimos en los principales jueces de la otra persona. Vemos a aquella mujer que se repuso del divorcio y ahora está más guapa que nunca. Y entre el coraje y la envidia es que yo no puedo creer cuando lo ha de haber querido. Yo creo que no quería su marido porque yo estaría bueno tumbada en mi cama con narcóticos. Lo mismo no se muere su hijo, se muere su hija y está empezando a dar pláticas. Quizá ya hizo no sé, se metió alguna fundación o se puso a hacer ejercicio. Ahora pinta, cocina, lo que sea, y que decimos? yo la me superve. Yo creo que en él importaba, porque yo la veo muy bien. Tendemos a juzgar, a ser muy poco empáticos con el dolor del otro y cómo lo procesa y cómo lo sana.

Speaker 3:

Hay personas que decían la felicidad, como tú no decías, desde la felicidad. La felicidad es algo que se decide, es algo que se trabaja, es como el matrimonio tú no te enamoras y te enamoras para siempre. Y ya, ya, no todos los días decides. Hay veces que ya estás hasta el borro del hombre. El hombre está hasta el borro de ti y tú vuelves a decir en tus momentos deslúcides a ver, yo decidí estar con él. Yo decido conscientemente que él tiene las cosas buenas que yo busco, que hemos construido, y decido estar con él. Pero ahora, entonces, decido por lo tanto luchar por este matrimonio y construir esta relación. ¿no, es un tema muy de voluntad. Si hay situaciones en las que, bueno, el matrimonio se disuelve y no pasa nada, son decisiones de cada quien, pero mucho es un tema de voluntad. Ahora tenemos muchísimos coach, que yo de pronto me conflictoan en el que te dicen si no te trae pas a tu vida, sácalo. Si no te trae pas a tu vida, suéltalo. Si no trae pas a tu vida, aléjalo.

Speaker 3:

Entonces, ¿dónde está el valor de la persona y la capacidad de ajustarse a los demás, de ajustar su propia alma, su propio sentir, su intelecto? de dónde está? Si nosotros nos damos, deshaciendo de todo el mundo que no es incomoda porque nos va a decir alguna verdad o porque nos va a hablar de un tema incómodo, o porque nos va a confrontar con nuestros propios demonios, yo los quito, entonces no hay desarrollo. La felicidad viene de entender. Eso viene que viene de mi, de mi capacidad para ser feliz. Y somos tan no sé ¿cómo le pondré Bueno tan especiales que somos capaces de ser felices a pesar de casi todo, de casi todo, o sea.

Speaker 3:

Y yo tengo, por ejemplo, una amiga que perdió su hijo a los 10 años. El niño y yo digo ¡wow, o sea todo lo que ha hecho ella. Ella se metió a estudiar budismo y feminidad y unos temas así increíbles, y es ¡wow? la vez de ahora, y no te imaginas por lo que ha pasado. Y eso de eso se trata. No se trata de ir por la vida y que te dan y digan ¡ay, es la mamá del niño muerto. Y así, ¿no, Como dicen po, tú puedes. Y ¿cómo se le hace? el niño Es ahorita, le estamos pasando mal, ahorita, es un momento triste, pero hoy nos podemos remontar a sus propias vivencias.

Speaker 3:

Acuérdate cuando Santa Claus no te trajo el patín del color que tú querías y te trajo uno verde, y después de unos ya se aprendiste que también estaba padre? ¿te acuerdas cómo pudiste? Ay, sí, mamá. ¿te acuerdas cómo tú estabas muy triste porque no te gustaba la sopa y después de que la probaste, te gustó?

Speaker 3:

Bueno, pues, así va a ser ahora, después de un tiempo, si confías en mí y confías en ti, te vas a dar cuenta que, a pesar de extrañar mucho esta persona, a pesar de que nunca me vas a olvidar y siempre va a dejar un huequito, a pesar de eso va, tienes la capacidad de volver a sonreír y que crees, o sea, si se lo podemos decir esa persona, ¿de qué le sirve que tú estés amargada? No queremos eso. O sea vivir un duelo? sí, ciertamente requer. Te pasas por unos meses de que no ves la luz, pero justo por eso estás pasando por ese proceso, si lo llevas bien, para volver a sonreír. Con el dolor, todos tenemos dolores, de diferentes magnitudes, pero todos los tenemos.

Speaker 3:

Y dejar de juzgar a quien vemos bien, al contrario. ¿cómo le hiciste? Cuéntame que hiciste, ¿cómo fue que pasaste por aquí? Y ahora te veo feliz porque a lo mejor no nos muestran los momentos tristes, ¿no, también, pero somos buenísimas para juzgar. Hasta me ha tocado en misas de funerales que dicen bueno, mancha, se vino guapísima, pues no le importó que se muriera el marido, ¿no?

Speaker 2:

Lo decimos.

Speaker 3:

Y nosotros no sabemos, aunque para ella significaba peinarse, lo que el esposo le decía de su peinado, si sabes o sea, hay una mujer en Instagram que se murieron sus dos hijos y que ella cuenta se murieron en un incendio, se quemaron, que se quemó sus ropas, se quemó todo, y que ella fue al frenar con los únicos lentes que tenía, que eran unos lentes muy finos, de no sé qué marca y que se acabaron por los lentes que ella traía. Mucha le trae los Gucci o los no sé qué, ¿no? Y que ella decía ¿cómo es posible que no se ni siquiera saben qué es lo único que tengo? me los prestaron, pero somos muy buenos para hacer ese tipo de comentarios, porque esperamos a ver a la gente cómo creemos que estaríamos nosotros y no sabemos que sí, tenemos una fuerza por dentro que se despierta, no sé cómo.

Speaker 2:

Y también la importancia Horta que comentabas. Precisamente esta, esta persona no me acuerdo del nombre de esta señora, también vi su historia, y tal vez a la casañada. Y transformar el dolor, ¿no? O sea ayudar a los niños a, como dices, aplazmar el dolor para después empezar a transformarlo, por ejemplo, ayudaros, como dices, a que escriban una carta, a que puedan llevar por ejemplo una flor, que haya una situación donde ellos puedan sacar el dolor de manera más concreta, porque los niños son muy concretos también. O sea entonces ayudarlos, exacto En una canción, un video y lo matamos en un poquito Exacto.

Speaker 3:

Hay que ser creativos, ¿no? Mira? vamos a hacer un video y este video lo vamos a dejar ahí y vamos a imprimir la foto. Y la foto se va a ir en un club. Yo, por ejemplo, en uno de mis árboles, ahora que se murió mi perro y pusimos las cenizas, le lloramos muchísimo y dijimos a ver, aquí va a florecer, chela se llama, y en el otro árbol está Jaime, un hijo que ya será de otra historia. En otro árbol está Jaime. Entonces son cosas concretas y le hemos hecho pastel de cumpleaños a Jaime, y le hemos cantado Belita con todo yanto, y a veces nos da miedo hacerlos porque pensamos que van a ser dos meses de drama, pero no son 20 minutos de drama.

Speaker 2:

Y luego, ya, bueno, ya, jaime, te llamamos dámanos a.

Speaker 3:

Alexi, entonces, poder hacer esto, lo ales, es bien importante y bien bonito, porque humaniza y los hijos te ven como humano y tú a ellos.

Speaker 2:

Y otra cosa que acabas también de mencionar, que es súper importante no dejar el dolor como solamente un punto en la vida, o sea no dejar de hablar de la persona, no dejar de hablar de esta pérdida, traerlo, o sea incorporar la pérdida a tu día a día. Lo hace, lo normaliza y te muestro que no necesaria, no tienes que escoger el camino de la tristeza o el camino de la felicidad, sino es un camino que en tu canasta vas metiendo de todo. Por ejemplo, ahorita que dices ¿no? O sea celebrar el cumpleaños de Jaime, o sea que cada, cada se celebra, se recuerda, se hace presente, porque también para los niños, cuando pierden, pierden a alguien, lo que sea, o alguna, un cambio, etcétera, como hemos hablado. En su mente también es como nunca nadie más habló de esto, o sea nunca nadie más mencionó esto. Y yo y yo, después de cinco años, cada que me acordaba de esa, de esa persona, me daban ganas de llorar. O cada que me acordaba de la última fiesta que oí con mi amiguita me daban ganas de llorar. Entonces, sí, como seguir hablando, no todos los días, como dicen, tampoco hacer un drama de un mes entero, pero sí traerlo a la conversación siempre. Yo recuerdo cuando perdí a mi bebé. Que bueno, en el capítulo de duelo gestacional lo hablamos.

Speaker 2:

Una de las cosas que más hicieron que mi dolor se inquistara, como dices, es que nadie más me preguntó, o sea yo salí del hospital y nadie más. Nunca más me volví a preguntar sobre ese hijo, que sí existió en mí, porque era real, o sea físicamente existía ese hijo, ¿cierto? Entonces una de las cosas que me empezó a generar también mucha rabia, incluso con mi esposo, ¿no? Porque se dejó de hablar y era como para protegerme, es como pues, ya va mejorcita, ya va sintiéndose mejor y a mejor no hablamos hasta que, después de cinco años, yo dije necesito que la gente sepa que me sigue doliendo, necesito que la gente sepa que sigue estando presente esa pérdida y quiero saber a quién más le importó, quiero saber que no fui la única que sintió este dolor. A lo mejor no como yo lo sentí, pero es muy importante, como decir necesito saber que alguien más lo sintió conmigo.

Speaker 2:

Y con los niños pasa igual, ¿no? O sea, los niños necesitan saber que eventualmente van a recordar este dolor, pero no los va a imposibilitar para seguir adelante, porque cuando uno no lo menciona, como dijiste hace rato, o sea, lo que no se menciona no existe, no estamos expresando y es como si desapareciera. Y también, por ejemplo, recuerdo una amiga que perdió a su esposo y la niña. Después, mucho tiempo después, en un proceso terapéutico, le reclamó a su mamá de que haya olvidado su papá muy rápido, pero no porque se pusiera de pareja con alguien más, es porque dejó de hablar. Dejó de hablar del papá. Entonces es como olvidaste a mi papá? no, no, lo olvidé. Es la forma en que yo enfrenté el dolor, seguramente, o etcétera, pero la importancia de tener estos rituales, no solamente en el momento del dolor, sino mantenerlo, porque ese pensamiento va a seguir.

Speaker 3:

Y hablar, mantenerlo. Se nos creemos erróneamente que cuando se habla o sea, como tú lo acabas de decir claramente, te veían bien y decían no mejor, ni le toques ese tema, porque se nos va para abajo, entonces nos da tanto miedo enfrentarnos al dolor. Y es todo lo contrario. Enfrentate, enfrentate, enfrentate lo más que puedas porque lo vas a ir sanando hasta que llegue un punto en que lo recuerdes. Al principio no vas a reconegar con el enojo, luego con mucha tristeza, luego y luego ya no vas a empezar a recordar con nostalgia, luego con un poquito de alegría, luego ya ya vas a poder hablar de él sin llorar. Pero nos da miedo enfrentarnos al dolor, y es tan sencillo, ni siquiera. Sí, puede haber rituales, pero no vamos a hacer rituales todos los días, porque no vamos a convertirnos en una cosa patológica. Pero sí puede ser. Ay, te ves bien, guapa, tu papá le verá encantado, como si te ven los pantalones. Ya está aquí, le ven encantado. Reconozco que te hace falta, o sea. Con una frase tan pequeña podemos traer a esta persona de Guadalvau al revés, no o sea? y siempre mantenerlo. Y si llora y si se nos desborda, que se desborde, se va a recuperar, es como una ola de mar, va a venir alta, alta, pero va a calmarse. Al contrario, si no lo dejamos desbordarse al rato, esto va a ser un tsunami, porque va a pasar como tú, cinco años después dices que tengo una necesidad de sacarlo, tengo una necesidad de sacarlo, es mejor irlo sacando, irlo sacando, lo sacando los años que sean necesarios.

Speaker 3:

Esto ayuda muchísimo a los niños. Muchísimo, muchísimo, muchísimo este en las oraciones de la noche, si son de alguna manera religiosos, en las pláticas, en la escuela, no tapárselos, porque entonces no, nada más. Están lidiando con la muerte del ser, están lidiando con que en su casa les matan el recuerdo, les matan. Yo lo vivía, a mí. Yo, por ejemplo, hace poco decía bueno, le voy a poner una tarde muertos a mi mamá y que le habrá gustado comer. Nunca me lo dijeron, nunca pregunté pues de niña, porque yo no quería tocar ese tema, porque pues me enseñaron que mejor no se hablara. Entonces, oye, qué tristeza. En vez de que me hubieran podido decir uy, a tu mamá le encantaba el color verde, le fascinaban los tamales, uy, le encantaban los conejos y le chocaba la música fuerte. Entonces tú, ay, lo recuerdas, lo vas teniendo en tu interior. No, pero cuando no lo hacemos por miedo al dolor, en vez de avanzar a la sanación, retrocedemos a estar metidos en un proceso que no ha sanado.

Speaker 2:

Pérez. Y ya, para empezar a concluir, ¿cuándo? como para ayudar a la gente que nos escucha, cómo podemos reconocer un duelo no resuelto o qué conductas? tenemos que estar como bien atentos, como papás o como cuidadores o como adultos, de que un niño realmente está teniendo muchas dificultades para enfrentar este duelo. Hay algo que podamos observar para tener más claro?

Speaker 3:

Sí, mira, en general los niños bueno, todos, pero en especial los niños prefieren este. Lo peor que les puede pasar es ser ignorados y ser ignorados. Me refiero a ignorar su persona y también sus sentimientos. Entonces, cuando se ignora lo que ellos están viviendo, entramos en esto y ellos van a expresarlo porque prefieren ser reconocidos, aunque sea por cosas malas, que ser ignorados. O sea, si yo no reconozco lo que está viviendo mi hijo, en cualquier pérdida de escuela, de amigos que lo sacaron del food, que no lo metieron al partido, que lo que sea, si yo no reconozco y no válido lo que está pasando, debemos de ser bien observadores, como papás, y verlos a los ojos y realmente observar a mi hijo y nada más que eso. Es igual coche y metete a baño y arbajate, observar su comida, observar su postura, observar todo, porque el niño que se siente ignorado va a hacer conductas. Ahorita vamos a ver cuál es para que se le reconozca y se le vea. El niño quiere ser visto. El niño es mamá, mamá, mami, me he clavado. Ya te vi, pero mira, esto es diferente. Ya te vi, y 600 veces no lo va a decir Cuando yo veo mi hijo que come diferente, por ejemplo, que pierde el apetito o trae muchísimo apetito. Es un foco rojo que duerme mucho o duerme poco, que se levanta en la noche con terror.

Speaker 3:

En nocturnos podemos tener regresiones en el caso de niños chiquitos que se hagan pipí, que todo eso, pues, es normal. Pero hay que validarlo, no hay que regañarlo. Es por ejemplo, a ver qué necesitarías ahora. Yo ya no te hacía pipí. Otra vez te estás haciendo pipí.

Speaker 3:

¿qué te parece? te gustaría que yo me viniera a costar contigo a tu cama unos días hasta que estés listo? Y cuando estés listo este ya me regreso. ¿qué necesitas? Él no lo va a decir. Es que tengo miedo? es que extraño, es que me siento solo? hay que preguntárselo. Por ejemplo, si yo veo que antes no peleaba con sus hermanos y ahora pelea, o al revés, antes peleaba y ahora se encierra. O con sus amigos quería salir a jugar y ahora no juega, ahora solamente quiere estar en videojuegos. Cualquier cambio de lo habitual, porque los niños tienen miles de maneras, no hay, desde que se empiece a jalar el pelo, se muerdan las uñas, regrese esta estrinia. Cualquier conducta en esos momentos que sea distinto, es un foco rojo. Y es donde yo tengo que meterme, como papá o como mamá y ver qué pasa.

Speaker 3:

Si yo no puedo, no sé vamos vamos a acompañarlo a unas sesiones de acompañamiento. No tiene que ser 100 años de terapia, luego los papás nos espantamos porque decimos no aquí ya va a ir a terapia como si toda su vida vaya a dependerle.

Speaker 3:

La terapia a veces son tres o cuatro sesiones en los que nos reflejan. Qué podemos hacer, técnicas sencillas para volver a jalar a este chiquito, a lo que yo, a lo que le hace. Bien, no, si este niño, les digo, se levanta mucho en las noches, este, por ejemplo, descuida su higiene, pierde las cosas. Antes no me perdió nada y ahora en la escuela todo pierde. ¿qué pasa? algo pasa a veces.

Speaker 3:

Los maestros son muy buenos para darse cuenta en el salón de clases también es una buena opción ir con el maestro y decirle por favor, al primer cambio, llámeme, dígame que la escuela vea que somos parte. No, porque a veces no nos gusta que nos digan lo malo que hacen nuestros hijos, pero que nos digan que tengan la confianza y la apertura de decirnos a veces son las amigas las que nos dicen oye, ¿qué crees que en la ronda este antes siempre cantaba y ahora estuvo bien calladito? porque a veces no quieren hacer las conductas en casa para no agobiar a mamá? no, pero cualquier conducta, por ejemplo, sobre todo ahorita. Las primordiales serían el cambio en hábitos de sueño, de ir al baño, de higiene y de comida. No, lo primero que tendríamos que cuidar que niño siga comiendo, siga creciendo, este siga durmiendo y de ahí cualquier cambio conductual que veamos, si es momento de que nos está llamando la atención.

Speaker 2:

Y ahora que dices esto, qué importante también hacer participe a las otras instancias, a los otros sistemas donde se mueven nuestros hijos. No recuerdo aquí, no aquí, donde caminamos, en Connecticut, una familia perdió al papá y la escuela no se enteró hasta un año después. Entonces las niñas tuvieron que ir a la escuela, tuvieron que enfrentar esta incapacidad, porque muchas veces quedan con una dificultad más que incapacidad. No hay dificultad para aprender, no hay dificultad para concentrarse, y la escuela nunca se enteró, nunca porque la mamá no quiso compartir válido en ese momento de fue su estrategia. Pero qué importante usar estos ejemplos para darnos cuenta que hay que integrar a los sistemas donde nuestros hijos se mueven, porque son volvemos a lo mismo son nuestros salvavidas, porque también a veces no vamos a poder con todo.

Speaker 2:

Entonces, si mi hijo juega soccer y yo le comento al equipo de soccer, que todos sepan por lo que estamos pasando, no está perda que nos duele a todos. Pues el coche de lo mejor va a estar más cerca de él al mejor, sus compañeritos, sin darnos cuenta, verdad, van a acercar. Si lo van a abrazar, más no sé. Todos tenemos recursos alrededor nuestro, como papás, para tener ayuda para nuestros hijos también. Y mientras más ojos observadores hayan, pues mejores outcome, mejores resultados. Vamos a tener ¿cierto A veces hay conductas muy facilitas.

Speaker 3:

Por ejemplo, si va a la alentación y la niña siempre se echaba el clavado, ya, esta vez lloro a la hora de ser clavado y el profe le llama la atención. Si estás, como dices, todos somos una red para un hijo, no somos una red de muchos y a veces ellos tienen otra visión que nosotros no hemos visto porque estamos inmersos en el solucionar lo que que funciona de la casa, porque es una realidad que es muy complicada. Entonces, sí, es bien importante que las escuelas y las academias que nuestros hijos tomen sepan, que sepan que pueden ir con nosotros y que pedirle su apoyo. Por favor, si ves algo raro, si en algún momento se pone a llorar por una situación totalmente coloquial que antes no lo hubiera hecho, apiéndala, llámenme y lo hacemos juntos y entonces esto también le da mucha contención al niño. También le da mucha contención sentirse apachado por el profe, por el esto, por el otro. Es así como no lo estás pasando solo. Solo estás viviendo horrible, pero te acompañamos Exacto, exactamente algo.

Speaker 2:

Quieres agregar algo? algo si vieran cuando, cuando van los que vean estos, estos videitos que vamos a sacar. Los dos estamos con una cara de qué maravilla y qué importante compartir esta información. De verdad, yo creo que este va a ser uno de los episodios que de verdad, más tenemos que compartir. Ha sido una, o sea, de verdad, estoy emocionada de todo lo que aprendimos hoy, de todo lo que, por a mí, fue como poner muchas piezas juntas Además te da tanto a pensar, si te da tanto a pensar, te da tanto a pensar buena, de tu vida propia, de lo que te ha pasado.

Speaker 1:

Yo ahora me he puesto a pensar en compañeros de mi hija del colegio que están pidiendo ayuda a gritos con su comportamiento, pero como nadie debe saber lo que está pasando en casa o sea, sabes, me estoy pensando en tantas cosas, en lo importante. También te retuessías que la red de apoyo no, y por ejemplo, en este particular caso es un niño que, bueno, tiene una situación en el particular, en casa y está gritando que necesita ayuda. Y a mí me parecería tan importante que los niños que van a clase con él o sus compañeros sepan por lo que está pasando, para también inculcarles empatía. Es que todo va conectado al final, ¿no, que importante es estar los unos para los otros en todo momento.

Speaker 3:

Además, nadie está en los exentos. Nadie está en los exentos, o sea, nadie tenemos la vida comprada, nadie tenemos los matrimonios comprados, nadie tenemos nada comprado. Entonces, al exponer a mi hijo, a veces al dolor de su amigo, oye sus papas y el borchear, vamos a ser empáticos. ¿qué te parece si este fin de semana lo traemos aquí y entonces me decimos que lo queremos, con lo que esté pasando? es algo aparte de bellísimo, como decía Mary Carmen al principio. Sino, no somos empáticos, y a veces no somos empáticos porque los adultos no compartimos, por miedo a que nos juzguen o porque tenemos que mantener una cara perfecta ante la suciedad. Pero la verdad es que todos, todos los días, pasamos por miles de cosas. Todos, nadie estamos en exentos de tragedia, nadie estamos exentos de nada. Y qué padre que nos apoyáramos de verdad los unos a los otros.

Speaker 2:

Y esto, con esto quiero cerrar, porque para mí fue muy importante. Tocamos así de rapidita toda esta nueva cultura de desecho, de desechemos los sentimientos que no nos hacen bien, desechemos a la gente que no nos hace bien. No estoy diciendo que nos quedemos en relaciones tóxicas o que no cuestionemos lo que nos está pasando, pero sí recordar un poco la importancia de tejer estas redes y que las redes se tejen desde la voluntad. Quiero como tomar varios puntos. Como tú dijiste, desde la voluntad se tejen también las redes. Desde la voluntad se tejen el empezar a abrir los temas. Y yo empiezo a abrir el tema de lo que está pasando en mi casa. Tal vez alguien más digo yo sabes que estoy pasando lo mismo o sabes que conozco alguien, y tal vez, si conversamos y construimos juntos este, este nuevo sistema en donde se permiten las emociones, donde se permite la ayuda, donde nos permitimos ser vulnerables, nosotros hablamos mucho de la vulnerabilidad, que no es sinónimo de debilidad. La vulnerabilidad tiene que ver con que no podemos solos. De verdad somos seres sociales que no podemos solos.

Speaker 2:

Necesitamos de todos, necesitamos de nuestra, de la gente que está en nuestro alrededor. Y por eso agradezco mucho, tere, que hayas aceptado nuestra invitación, agradezco mucho que hayas tenido esta esta emoción para transmitir un tema tan difícil y que nos dejaste, la verdad, creo y yo creo que quien nos escuchaba estar de acuerdo, nos lo dejaste tan fácil de digerir que creo que va a ser un aporte diario de recuerdo para la gente que nos está escuchando, de sus hijos, de que sepan que van a estar siempre, siempre, siempre acompañados no necesariamente la gente que está a su alrededor que tomemos estas ventajas de podcast como estos, de libros, de cursos, etcétera, para seguir alimentándonos. Hay mucha información y no a mí, no tendrían miedo a pedir ayuda profesional, que es muy importante, cuando ya sentimos que tampoco yo puedo, mi sistema tampoco me está como solucionando mucho esto. Pues, pidamos ayuda, hay mucha ayuda también que podemos pedir. Así es que, pues, muchas gracias Tere, muchas gracias por haber estado a lo, muchas gracias también por todo el aporte que nos das de manera personal, esa emoción también con la que compartes todo lo que nos va pasando como mujeres y que nos está escuchando de verdad, la importancia de compartir estos temas. Por favor, seamos bondadosos en esto de compartir y te las agradecemos mucho. Y pues nos vemos la próxima vez.

Speaker 2:

Muchas gracias, buenas tardes, buenas noches, independientemente de donde estén, nos olviden siempre de vivir desde el placer de ser mujer. Gracias, gracias por habernos acompañado en este episodio. Esperamos que cada conversación que tengamos sea un paso más para descubrierte viviendo con placer si te gustó, podrías compartirlo con tus amigas, amigos y familia.

Speaker 2:

Suscríbete, así podremos juntas expandir las reflexiones que ayudarán a otras personas y lograremos construir una comunidad de crecimiento continuo ahora te toca a ti entender cómo has construido tu vida a partir de lo que te contaron y te creíste. Un abrazo grande y te esperamos en el siguiente episodio.