La Voz de César Vidal

Editorial: Tormenta en el Senado por el ataque contra las lanchas venezolanas - 05/12/25

César Vidal

Por César Vidal.

https://www.cesarvidal.tv/editorial/videos/tormenta-en-el-senado-por-el-ataque-contra-las-lanchas-venezolanas-05-12-25


En este editorial, César Vidal analiza un grave incidente protagonizado por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en el mar Caribe, donde un presunto barco con droga fue atacado y sus supervivientes habrían sido abatidos en un segundo ataque. Vidal repasa los hechos revelados por legisladores estadounidenses, las contradicciones del secretario de Defensa Pete Hesett, el contenido del vídeo mostrado al Congreso y las reacciones de senadores demócratas y republicanos.

A través de un paralelismo histórico con el caso del submarino alemán Laconia (1942) y el juicio de Núremberg, el Dr. Vidal explica por qué estas acciones podrían constituir crímenes de guerra, violaciones del derecho internacional y de la propia legalidad estadounidense. También cuestiona la justificación de una supuesta “guerra contra las drogas” y señala que las operaciones parecen orientadas a presionar o desestabilizar al gobierno de Venezuela más que a combatir el narcotráfico.

El editorial concluye subrayando la ilegitimidad jurídica y moral de tales ataques y recordando que ninguna causa permite vulnerar la ley internacional. Como siempre, César Vidal invita a mantener la lucidez y a no aceptar como normales actos que ponen en riesgo los fundamentos del Estado de Derecho.

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SPEAKER_01:

La voz con César Vidal. Desde el exilio. Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches, ando toch the new singladura de la voz. Soy César Vidal, hoy is the 5th of 2025, and I dirige the Hispanoparlans of ambassadors to the situation at the other side of the Atlantic and Pacific, and I was in the exil. Laconia 2,732 people, sold and prisoners of guerrilla. Entre las acusaciones formuladas contra él estuvo el caso del hundimiento del Laconia and, el ulterior ataque contra los náufragos. Juzgado con toda razón como un crimen de guerra, finalmente Dönich fue condenado in Nuremberg por haber dado la orden de atacar a buques en mar abierto y de disparar contra los náufragos. Seguramente la condena hubiera sido incluso mayor de no haber podido demostrar su abogado defensor que el almirante americano Chester Nimitz había llevado a cabo la misma política durante la Guerra del Pacífico. En las últimas horas hemos tenido nuevas noticias sobre las acciones llevadas a cabo por las fuerzas de Estados Unidos contra embarcaciones venezolanas. Sin ánimo de ser exhaustivos, los hechos son los siguientes. Primero, ayer los legisladores de Estados Unidos se dividieron encarnizadamente tras recibir informaciones sobre el ataque contra un supuesto barco cargado de drogas en el Mar Caribe. Segundo, el 2 de septiembre, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos destruyeron un supuesto buque que llevaba drogas en el Mar Caribe, dando muerte a 11 supuestos traficantes. Tercero, distintos funcionarios informaron de que se produjo un ataque adicional al primero cuando todavía había supervivientes, lo que ha provocado serias dudas sobre la legalidad de la operación y sobre el papel que en la misma ha representado el actual Secretario de Defensa, Pete Hesset. Este año Hesset ya tuvo problemas después de que una investigación llevada a cabo por el propio Pentágono dejara de manifiesto que había utilizado Signal para enviar información sensible sobre ataques que se planeaban en Yemen. Quinto, el admirante Frank Bradley, que entonces era el jefe del mando de Operaciones Conjuntas Especiales, y el general Dan Cain, informaron a los legisladores sobre la operación y, sobre todo, mostraron un vídeo no editado sobre el ataque que siguió al primer ataque. Sexto, el representante Jim Himes de Connecticut, el miembro más importante del Partido Demócrata en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, informó a los periodistas después de la reunión de que tienes a dos individuos en una situación claramente desesperada, sin ningún medio de desplazamiento, con un navícido que fueron muertos por los Estados Unidos. 7. El senador Jack Reed de Rhode Island, el demócrata más relevante en el Comité de Servicios Armados del Senado, afirmó que se sentía profundamente consternado por el contenido del vídeo y que éste debería ser comunicado al público. Octavo, el senador Reed señaló igualmente que esta reunión informativa confirmó mis peores temores acerca de la naturaleza de las actividades militares de la administración Trump. Noveno. Tom Cotton, de Arkansas, el presidente republicano del Comité de Inteligencia del Senado, afirmó por el contrario que Bradley y Hesset habían hecho exactamente lo que se esperaba de ellos. Décimo. En palabras de Cotton, vi a dos supervivientes intentando subir a un barco cargado con drogas destinadas a Estados Unidos para seguir en la lucha. Un décimo. Cotton afirmó igualmente que era posible que otros supuestos barcos que llevaban drogas hubieran venido en su ayuda y recuperada y recuperado las drogas que había a bordo. Duodécimo. El Pentágono se negó a realizar ningún comentario sobre los hechos. Décimo tercero. En lo que va de año han tenido lugar una veintena de ataques contra embarcaciones en el Caribe, en el curso de las cuales se ha dado muerte a unas 80 personas. XI cuarto, el dar muerte a personas sospechosas de ser traficantes de drogas que no presentan amenaza de causar daños serios a otros se considera un delito de asesinato según la ley de Estados Unidos y el derecho internacional. 15o, de manera semejante, el Manual del Derecho de Guerra del Departamento de Defensa de Estados Unidos prohíbe de manera expresa los ataques contra combatientes que están incapacitados, inconscientes o que han naufragado siempre que no ataquen ni intenten escapar. El citado manual legal califica el hecho de disparar contra los supervivientes de un naufragio de un ejemplo de orden claramente ilegal que no debe ser obedecida. Décimo sexto. Hesset había señalado el martes de esta semana que había visto el primer ataque llevado a cabo por Estados Unidos en septiembre en tiempo real, pero que no había contemplado a supervivientes en el agua ni tampoco el segundo ataque. A pesar de todo, defendió la decisión de Bradley de llevar a cabo ese segundo ataque. Y decimoséptimo, el domingo pasado el presidente Trump respaldó a Hesset y la operación en concreto, pero señaló que no habría deseado que se llevara a cabo el segundo ataque. Los ataques llevados a cabo por orden de Donald Trump contra embarcaciones venezolanas supuestamente portadoras de droga constituyen una clara violación de la legalidad tanto americana como internacional. Es lícito, en aguas propias territoriales, emprender las maniobras conducentes a detener a supuestos traficantes para proceder a su arresto, procesamiento y condena, pero no lo es en absoluto atacar naves en aguas territoriales de otra nación y tampoco en alta mar en aguas abiertas. Menos lícito resulta todavía el atacar a náufragos que han sido víctima de un ataque previo, como sucedió en septiembre de este año. Incluso en el marco de una guerra declarada, que no es la situación entre Estados Unidos y Venezuela, semejante acción constituye un crimen de guerra, y el Manual de Derecho de Operaciones Armadas de Estados Unidos establece que por su clara ilegalidad ese tipo de orden tiene que ser desobedecida. En otras palabras, la campaña llevada a cabo por la Administración Trump no solo desborda el marco de la legalidad, sino que podría haber incurrido en la Comisión de crímenes de guerra semejantes a los que implicaron condenas para distintos mandos nazis en el proceso de Nuremberg. Se podrá arguir con toda razón que el gobierno de Maduro es una dictadura. Se podrá señalar que ha violado en repetidas ocasiones los derechos humanos e incluso se podrá afirmar que se mantiene en el poder de manera ilegítima. Pero aceptando como totalmente ciertas las tres consideraciones, no existe la menor justificación legal para que un tercer país, en este caso Estados Unidos, lleve a cabo una serie de ataques contra un conjunto de embarcaciones de las que no existe ni siquiera certeza de que lleven drogas. Es más, incluso en el caso de que las llevaran, la legalidad exige que se aprehenda a sus tripulantes, que sean conducidos a puerto y que se proceda a su juicio. Todo ello, en el caso claro está, de que operaran en aguas territoriales de los Estados Unidos, lo que no es el caso en las naves atacadas tanto en el Caribe como en el Pacífico. Se podrá calificar estas operaciones de guerra contra las drogas, pero no pasa de ser un juego de palabras para justificar lo que legalmente es injustificable. En primer lugar, porque no existe una guerra entre Estados Unidos y Venezuela que haya sido aprobada, como lo exige la Constitución, por el Legislativo de Estados Unidos. Y en segundo lugar, porque si Trump desea acabar con el tráfico de drogas en Estados Unidos, no se comprende que no ataque antes al Canadá o a México, por cuyas fronteras pasa la mayor parte de la droga a territorio americano. Y mucho menos se entiende que indulte a un antiguo presidente de Honduras, narcotraficante, y condenado a una larga sentencia por tribunales americanos. En realidad, ante lo que estamos, bajo la hoja de parra de la guerra contra las drogas, es ante un intento de derribar al gobierno de Venezuela mediante el terror a que los ataques vayan en aumento, acabando por amenazar al propio Maduro. La meta puede ser deseable, pero los medios son absolutamente inaceptables, y lo son porque violan de manera frontal la legalidad no solo de los propios Stados Unidos, sino del Derecho International, and incluso incurren in the perpetración of crímenes de guerra, unos crímenes que llevaron a los nazis tours in the banquillo in Nuremberg a pesar ofers perpetrated in the calories of a conflict bélic declared irreal. And when not respect the law national and international law, it result totally and absolutely impossible to contain with authority morality. But no, for the disanimous or the frustration, because the potential are gigantic, it's also because they contemplate the rodillas, and the hour of them in pay.

SPEAKER_00:

Nuestro Señor Jesucristo, el único Dios verdadero, es misericordioso y nuestro Salvador.