La Voz de César Vidal
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La Voz de César Vidal
Así fue España: El Cid (XVII): el Cid en literatura y cine y música - 15/12/25
Con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
https://www.cesarvidal.tv/asi-fue-espana/videos/el-cid-xvii-el-cid-en-literatura-y-cine-y-musica-15-12-25
En esta entrega de “Así fue España”, César Vidal y Lorenzo Ramírez aprovechan el último programa antes de Navidad para hacer una guía cultural completa sobre el Cid, repasando cómo su figura ha sido contada (y transformada) a lo largo de los siglos.
Arrancan recomendando la lectura imprescindible del Cantar de Mio Cid (en ediciones con texto en castellano antiguo y versión moderna), comentando sus episodios clave —destierro, conquista de Valencia, afrenta de Corpes— y señalando la importancia de las fuentes árabes en la tradición cidiana. Desde ahí recorren la evolución del mito: crónicas medievales, Las mocedades de Rodrigo, el romancero y leyendas tardías, hasta el teatro del Siglo de Oro, destacando Las mocedades del Cid de Guillén de Castro y el “plagio” posterior de Corneille que universalizó el personaje.
En el terreno audiovisual, comparan la gran superproducción El Cid (Anthony Mann) con Charlton Heston y Sofía Loren —entre anacronismos y aciertos memorables—, otras adaptaciones españolas y televisivas, y reivindican especialmente la serie de animación Ruy, el pequeño Cid por su sorprendente rigor histórico. También comentan con ironía la serie de Amazon (2020) y alguna parodia cinematográfica.
Cierran con un repaso musical: desde curiosidades en pop/rock español hasta el gran salto a la ópera europea (Paisiello, Cornelius, Massenet), con especial atención a Debussy y títulos inspirados en Rodrigo y Jimena. Como broche, dejan recomendaciones navideñas para lectores, cinéfilos y familias, y adelantan que tras las fiestas concluirán la serie del Cid y se adentrarán en el mundo cultural de los reinos de taifas (jueces, poetas y pensadores judíos y musulmanes).
Así fue España, con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
SPEAKER_01:Estamos de regreso y estamos de regreso para dar inicio a ese programa doble sesión continua que todos los lunes en la voz dedicamos a la cultura hispánica. In prime, in the history of España, in this space that se llama Así fue España, andamos a ustedes la historia que no les han contado, que les han ocultado, que a veces les han tergiversado y mentira. Andos breves minutos que dedicamos a la historia de España, se queda con nosotros un ratito más, don Lorenzo Ramírez. Muy buenas noches, don Lorenzo. Les saludo de nuevo.
SPEAKER_02:Muy buenas noches, don César. Aquí vengo con mi póster de Charlton Geston.
SPEAKER_01:Muy bien, muy bien. Ha acertado usted de lleno, de lleno. Y ya saben ustedes que cuando se despida don Lorenzo por hoy de la Sifo España, entramos en la segunda parte de ese programa doble sesión continua dedicado a la cultura hispónica, con las palabras al aire de doña Sagrario Fernández Prieto, que todas las semanas se esfuerza para que hablemos y escribamos un poquito mejor en español. Bueno, don Lorenzo, como estamos en fiestas navideñas, como este es el último programa de la Sifo España antes de la Navidad, yo he considerado oportuno recomendar algunos libros relacionados con el Cid y recomendar también alguna película e incluso alguna ópera, que créanme usted que hay alguna, y es bastante, bastante interesante. Y serie de dibujos animados también. Hay hasta una serie de dibujos animados que vamos a hablar de ella. Bueno, primer libro al que tenemos que referirnos. Pues un libro escrito en las postrimerías del siglo XII, quizá en los primeros años del siglo XIII, que es El Cantar de mío Zid. Un libro extraordinario que además en España se encuentra en versiones paralelas, donde aparece el texto original en castellano antiguo y en paralelo el texto en español actual. Hay varias versiones, la de Menéndez Pidal, hay otras. A mí me parece un libro que hay que leer, que se debe a un personaje que parece que, más que juglar, tenía además conocimientos legales de la zona de Burgos, de Soria, de la comarca de Calata y un de la Capital. El que lo escribió, se refiere a usted, no igualmente es anónimo, ¿no? Al que lo escribió, efectivamente. Pero esto se puede colegir. Cantar muy interesante porque, efectivamente, va a fijar una serie de hechos que sucedieron, sobre todo, en la última parte de la vida del Cid. El destierro de Castilla, el enfrentamiento victorioso con el Conde de Barcelona, la conquista de Valencia, la afrenta a sus hijos en el Robledal de Corpes. Libro interesantísimo para leer. O sea que yo en ese sentido.
SPEAKER_02:Este ya bebe de algún relato de fuentes árabes del Cid. Bebe de fuentes árabes. Sobre todo de árabes, ¿no? Lo que vendría cristiano bebería del Cid bebiendo de fuentes árabes sin ser consciente de que estaban bebiendo de fuentes árabes, seguramente.
SPEAKER_01:Exactamente, exactamente. Lo que pasa es que, claro, también se percibe el talento del autor, ¿no? El autor busca, presenta al Cid como un personaje bastante comedido, bastante templado. Ya hemos tenido ocasión de ver que era comedido, pero en fin, lo de la templanza iba por épocas y ocasiones, porque es muy realista como político. Y donde aparecen episodios tremendos que en algún caso resultan chocantes al lector actual, como que, por ejemplo, el Cid no tuviera ningún problema en engañar a dos susureros judíos que en el cantar se llaman Raquel y Vidas. Es Evidas, que seguramente la traducción al castellano de Jaim, que es un nombre hebreo que aparece con cierta frecuencia, ¿no? Y entonces es quizá lo más chocante. Lo demás, el Cid Campeador es un personaje noble, caballeresco, íntegro. Ahora, si hay que engañar a dos usurieros judíos, se les engaña y seguramente hacemos un.
SPEAKER_02:A través del escudero, ¿verdad? Es el escudero de Cid el que le hace el lío, le prestan dinero a cambio de unos cofres que. Llenos de pedruzcos.
SPEAKER_01:Esa tan de arena. Efectivamente, cofres que todavía en Burgos, por lo menos hace unos años, supongo que todavía ahora, se vendían como souvenir. Es decir, un cofre que se suponía que era como el cofre del Cid. Después del cantar de Mío Cid, hay apariciones del Cid en distintas crónicas a lo largo del siglo XIII, del siglo XIV, bueno, donde en principio el papel del Cid cada vez es más legendario, hasta que ya en el siglo XIV aparecen las mocedades de Rodrigo. Las mocedades de Rodrigo tienen mucho de fabuloso, porque aparece un Cid que en sus años mozos llega a invadir Francia, pone en ridículo a los paladines galos, y además aparece, bueno, pues con una cierta chulería, por decirlo de alguna manera, que no está a la altura del Cid que nos encontramos en el cantar de Miocid. En esta misma época, parece ser que en la grande general historia de España que escribe Alfonso X el Sabio, aparecía el Cid, pero esa parte la hemos perdido. O sea, no sabemos muy bien qué era lo que contaba, y ya tenemos que esperar hasta el siglo XV para que el Cid aparezca en el romancero y aparezca incorporando leyendas muy interesantes. Por ejemplo, una leyenda del Cid yendo a Santiago de Compostela, donde no estuvo en su vida, el encuentro con un leproso al que el Cid le ofrece comida y le consuela, sin saber que ese leproso es un ángel que le ha salido en el camino, etcétera, etcétera.
SPEAKER_02:Oiga, y la historia Roderici y la crónica anajerense serían muy anteriores. Son anteriores. Finales del siglo XII, ¿no? Exacto. Y además, una bebé de la otra también, ¿no? O sea, hay pasajes que son demasiado parecidos, ¿no? Sí. Es como si hubiera un texto que se va poco a poco siempre copiando, repitiendo. Salvando la distancia, estaba pensando en su libro sobre el documento Q, pero a veces sucede eso, ¿no? Hay un texto seminal y luego se van cogiendo.
SPEAKER_01:Y de ahí hay variaciones. Yo no lo he mencionado, como no he mencionado tampoco las crónicas árabes, porque estoy un poco en la línea de la literatura de creación. No voy a decir de ficción, porque en muchos casos, como el cantar de Miocid, es mucho que no es ficción. Pero estoy más en la línea de la creación. En el siglo XVI, por ejemplo, Juan de la Cueva ya escribe una comedia que se llama La muerte del rey Don Sancho, donde aparece, por ejemplo, el Cid. Como personaje secundario, pero aparece. Y es curioso porque esta obra de Juan de la Cueva, que es la muerte del rey Don Sancho, le sirve de inspiración a Lope de Vega para escribir Las almenas de Toro, donde también aparece el Cid. Pero la obra absolutamente importante sobre el Cid teatral ya es en el siglo XVII y son las mocedades del Cid de Guillén de Castro. Tengo que decir que Guillén de Castro escribe una segunda obra sobre el Cid que se llama Las hazañas del Cid. Las mocedades son de 1605, las hazañas son de 1615. Pero realmente la que ha quedado son las mocedades del Cid, bueno, donde aparece ese duelo entre el Cid y el padre de Doña Jimena, que no es histórico, cómo se produce el amor tremendo entre Rodrigo y Doña Jimena, porque han matado a tu padre, también casarte con el personaje, te lo tienes que pensar. Y la verdad es que es un drama, a mi juicio, muy bello, muy hermoso, y que además va a tener una influencia tremenda, porque apenas 30 años después, Corneille, que es el gran dramaturgo francés, lo fusila vergonzosamente.
SPEAKER_02:O sea, no es que se difundiera el mito del Cid, sino que lo fusila directamente.
SPEAKER_01:Lo fusila. De hecho, hay trozos de Le Cid, es decir, del Cid de 1636 de Corney, que tú tienes delante las mocedades del Cid y Le Cid de Corney, y ha copiado literalmente lo que dice Guillem de Castro, pero además con un descaro tremendo. Por cierto, tengo que decir que además Corneil es el gran dramaturgo del siglo de oro francés, que es posterior en un siglo al español, junto con Racine, y Corneil posiblemente es el dramaturgo francés de más éxito, incluso más que Racine. Hay quien compara a Cornei con Lope de Vega, a Gassín con Calderón. Bueno, como comparación no está mal, pero tanto por la fecundidad a la hora de escribir como la variedad de materias tratadas, la verdad es que López de Vega le da sopas con ondas a Corneil y Calderón a Gassín no vamos a hablar. Esa es la realidad. Pero es verdad que Corneil fusila las mocedades del Cid y eso lo va a convertir en un personaje verdaderamente universal. Posiblemente la gente conoce al Cid más por el plagio de Corneil que por las mocedades del Cid o por el cantar del mío Cid.
SPEAKER_02:Sí, novela de caballería, ¿no? Francesa, ¿no? Que hace referencia al Cid, ¿no? Las aventuras heroicas y amorosas de Don Rodrigo de Vivar. Yo no sé si aquí hay mucho de ficción o no, pero salió prácticamente un año después también de la mocedad del Cid.
SPEAKER_01:Hay bastante, hay bastante.
SPEAKER_02:Había trasiego ahí por la frontera de Irund, ¿no?
SPEAKER_01:Yo creo que más bien por la frontera de Cataluña, porque ya en esa época, la mayoría de los libros que se publicaban en Barcelona eran en español, había un porcentaje muy pequeño en catalán, and el porcentaje que iba después del español era in latin, porque eran libros eclesiásticos, but esos libros, when se escribían en español y en latín, cruzaban la frontera cuando se escribían en catalán. Al norte de los Pirineos no le importaba nadie un pimiento. Esa era la realidad. And ya entonces, como después, la mayor parte de los libros que se editaban y se imprimían en Barcelona eran en español. Hay alguna obra más sobre el Cid todavía en el siglo XVII. Por ejemplo, sabemos que se escribió una comedia que se titulaba El Conde de las manos blancas o Las hazañas del Cid y su muerte con la toma de Valencia, pero lo cierto es que esa obra no se ha conservado, lo cual es verdaderamente notable. Llega el siglo XVIII y en el siglo XVIII se produce un desplome de ese Cid, fundamentalmente, porque el siglo XVIII es un siglo afrancesado. Es el siglo de los borbones. Y entre la decadencia de los austrias y la llegada de los franceses, pues evidentemente el Cid desaparece. Casi casi lo único que hay del Cid en términos literarios es un poema escrito en quintillas de Nicolás Fernández de Moratín, hermano del comediógrafo Leandro Fernández de Moratín, que se llama Fiesta de toros en Madrid, donde supuestamente el Cid torea como rejoneador en una corrida. A caballo, sí, sí. A caballo, por cierto, poema que se dice que pudo inspirar el grabado número 11 de la serie La Tauromaquia de Goya. No está claro que sea así, pero hay quien piensa que efectivamente ese grabado número 11, de esa serie de grabados magníficos de Goya, que es la tauromaquia, parece ser que está inspirada y el que aparece ahí, pues va efectivamente a caballo.
SPEAKER_02:Que también sería fusilado esto en Francia, ¿no? Pues todo lo que pudieron. Sí, sí, sí. De hecho, hay una copia que se llama Historia del Cid, precisamente en relación a la fiesta de toros, con la historia del rejoneador, que luego aparece en literatura alemana en finales del siglo XVIII. O sea que al final, como una mancha, bueno, como una mancha, como una ola, y va extendiéndose la leyenda del Cid por el centro de Europa también.
SPEAKER_01:Y curiosamente, y eso pasa sobre todo en el XVIII, quien recupera esos personajes históricos españoles y quien recupera también obras españolas, literarias, son los alemanes. O sea, es algo muy llamativo, pero en buena medida, esos libros, incluido el Quijote, no se pierden por los eruditos alemanes que han descubierto España y están encantados. Es más, en algún caso, esos alemanes están tan encantados que llegan a Rusia. Y en el siglo XVIII, mientras en España desaparece Cervantes, desaparece López de Vega, desaparece Calderón, etc., lo descubren en Rusia y empiezan a escribir obras basadas en esos autores españoles. Por ejemplo, Puskin escribe un convidado de piedra que es el Don Juan de Tirso de Molin. En el siglo XVIII, los alemanes y los rusos al rescate de una España que está copiando a los franceses. Es verdaderamente tremendo. Llegamos al siglo XIX. A los románticos les chifla el hombre. Ahí hay una jura de Santa Gadea, de Arzenbuc, hay una leyenda del Cid de Zorrilla, que bueno, recogen todas las leyendas. Pero es que al mismo tiempo eso va y traspasa nuestras fronteras. Por ejemplo, y esto es tremendo: aparece en novelas a lo Walter Scott episodios como La conquista de Valencia por el Cid, que escribió un autor valenciano que se llamaba Estanislao de Coscaballo. Tenía lógica que eso de la conquista de Valencia por el Cid le llamara la atención. Hay otra novela romántica que se titula El Cid Campeador, de Antonio de Trueba, y luego, ya en la segunda mitad del siglo XIX, aparece un personaje que todavía se leía mucho cuando yo era niño, que era Manuel Fernández y González, que efectivamente escribía unas novelas históricas muy folletinescas que se leían bastante bien. Yo hace mucho que no he leído a Planet. Lo publicaba nada más así, ¿no? En fascículos o por entregas, ¿no? En muchos casos por entregas. Cuando yo lo conocí ya te salía la novela completa. Recuerdo que siendo yo niño se reeditó Fernández y González. Yo creo que al completo. Yo leí algunas y eran muy entretenidas. Ahora mismo, si las leyera, no sé qué me parecerían, pero efectivamente hay una novela concreta que se llama El Cid. No puede estar más claro. En el siglo XX hay un intento de recuperar al Cid. Posiblemente el intento más interesante, además teatral, es Las hijas del Cid de Eduardo Marquina, que es un drama que se estrena en 1908 y que recoge todo lo que es la frenta de las hijas del Cid a manos de los infantes de Carrión, etcétera, etcétera, etcétera. Que es una de esas obras. Pero la cosa pasa de las fronteras y hay un poeta chileno, Vicente Huidobro, importante poeta chileno, que escribe La hazaña del miocid en 1929, que es una novela sobre el Cid. Y sobre todo empieza a recuperarse lo que es ese teatro cidiano, por ejemplo. A mediados del siglo XX, Luis Escobar, al que la mayoría de la gente conocerá por la escopeta nacional, como ese Marqués enloquecido y monárquico y anteriormente. Gran película, ¿eh? Gran película, esa, y las dos que siguieron. Bueno, pues Luis Escobar, la gente suele saber menos que, aparte de actor, fue un gran director de teatro. Por ejemplo, la versión teatral del tiempo y los Conway de Priestley, que a mí me parece una obra maestra de teatro, él la estrenó con el título de la herida del tiempo. Y él hace una adaptación de las mocedades del Cid para teatro, que yo creo que hasta se puede encontrar in alguna ocasión in YouTube, con el título de El amor es un potro desbocado, que me parece un título precioso. La verdad es que, titulando, Luis Escobar tenía verdaderamente una enorme elegancia. Y luego, y esto a mí me parece también muy interesante, además, durante el siglo XX hay intentos de modernizar poéticamente el cantar de Miocid, con gente de mucho nivel. Algunos quizá menos conocidos, como puede ser Francisco López Estrada, como puede ser Alfonso Reyes, pero otros personajes de primerísima fila como Pedro Salinas o Camilo José Cela. Es decir, en ese sentido, verdaderamente muy interesante todo lo que surge en relación con El Cine. Nos vamos al cine, nos vamos a la televisión. Nos vamos al cine, que yo me he traído por algo, me lo he traído por algo. Exactamente. Es al que vamos a mencionar en segundo lugar. Porque la primera aparición cinematográfica que yo he encontrado del cine. Las hijas. No, es una película de 1910 que se titula El Cid que dirige Mario Casarini y que se basa en el drama plagiado de Pierre Courtney. Y efectivamente, aquí los franceses son los primeros, te lanzan inmediatamente el Cid y no va a haber un Cid hasta 51 años después, hasta medio siglo después, que es el Cid que a usted le gusta, el que dirigió Antony Mann, que aparecía Charlton Gestone.
SPEAKER_02:Y Sofía Lorenz y Sofía Loren, claro, claro, Doña Jimena en los mejores años, ¿no?
SPEAKER_01:De Sofía Loren, ¿no? En los mejores años, en los mejores años de Sofía. ¿Sabe usted que pensaron en que fuera Carmen Sevilla? Doña.
SPEAKER_02:Claro, es que, bueno. Físicamente también una mujer que en aquel momento estaba muy bien, era española, y al final fue candidata. ¿Sabe usted por qué al final no consiguió el papel? Hay opiniones.
SPEAKER_01:Hay opiniones sobre el tema, pero parece ser que Sofía Lonen estaba empeñada. O sea, cuando supo que le pillaba cerca de Italia y que además estaba Hollywood, hizo todo lo posible para descabalgar a Carmen Sevilla y la descabalgó.
SPEAKER_02:Charlton Heston, que igual era un héroe bíblico que era el protagonista del planeta de los simios, que era el Cid campeador, es decir, pelo en pecho Charlton Heston.
SPEAKER_01:Es que esa fue la época en que yo creo que Charlton Geston protagonizó sus mejores películas, porque era el Miguel Ángel del Tormento y el Éxtasis, era Benur, era el Moisés de los Diez Mandamientos, y entre esas grandes superproducciones está el Cid. Fíjese que para vender a Charlton Heston como el Cid, porque claro, lo mires como lo mires, la verdad es que no era un señor que parecía que te lo fueras a encontrar por la gran vía. Caballero español, no. Caballero español. No parecía. La prensa de aquel entonces, pues yo la recuerdo, era muy pequeño, pero recuerdo las conversaciones de mi padre, decía que había una piedra que al parecer el Cid, una roca, que el Cid estiraba los brazos y podía tocar los dos extremos, lo cual indicaba que tenía por lo visto unos brazos larguísimos. Y que Charton Heston también, si estiraba los brazos, llegaba a esos extremos. Bueno, argumento irrefutable para contactar. O sea, iba a decir, estará la historia.
SPEAKER_02:Y se ponía el sombrero con la mano derecha también, ¿no? Y con esto exactamente igual que el Cid del casco y el cabello.
SPEAKER_01:Ya puestos a eso.
SPEAKER_02:La televisión es un poco romana, ¿no?
SPEAKER_01:Del Cid en esa peli, ¿no? Sí, además, vamos a ver, el asesor era el que seguramente más ha sabido del Cid y más ha estudiado las fuentes, sin querer ofender a la gente que ha escrito sobre el Cid los últimos años, en general, de una manera deplorable. Pero era Ramón Menéndez Pidal, que efectivamente era un gran conocedor del Cid, porque conocía muy bien las fuentes cristianas, pero de manera muy especial las fuentes árabes. O sea, no hay quien estudia en serio al Cid sin leer La España del Cid de Ramón Menéndez Pidal. Y entonces le pusieron de asesor, pero de estas cosas que hace Hollywood, que te hace una película, te pone de asesor a uno de los que más sabe sobre el tema, y luego la película, pues es lo que quiere el productor y lo que quieren los guionistas. Entonces, claro, la película tenía muchos anacronismos, porque sale una iglesia de San Pedro de Cardeña inmensa, cuando yo he estado en la iglesia de San Pedro de Cardeña y aquello casi es una capilla, porque el castillo en Valencia del Cid, pues era nada más y nada menos que el Palacio de Benedicto XIII, o sea, que nada que ver, el mismo armamento y la misma indumentaria era anacrónico, el relato no es exacto. Oigan, pero la película sigue siendo fantástica. Pelicoso. Yo reconozco que tiene secuencias, por ejemplo, cuando se enfrenta con un paladín del Rey de Aragón por Calahorra y todo lo demás. El Cid es una película, es larga, pero si consigues abstraerte de que no es del todo exacta, que seguramente para la mayoría de la gente que no haya oído nuestra serie sobre el Cid, pues no será difícil. La verdad es que con la película lo pasas de maravilla y además está muy bien. Chaton Heston está muy bien, está muy bien. Hasta Herberlohm haciendo de Yusuf. O sea, que en ese sentido está muy bien. Y luego, y esto sí es interesante, en el 62 hicieron una coproducción hispano-italiana, yo creo que para aprovechar toda la historia del éxito que había tenido la película del Cid, que fue Las hijas del Cid. Y ahí el papel del Cid lo hacía Andrés Mejuto, que claro, te deprimía. Yo recuerdo cuando vi la película, pues fíjese usted, yo tendría cinco o si, and de pronto, después de ver a Charlton Heston, veías al pobre Andrés Mejuto y a ese genario y decías, pero ¿qué me han hecho al Cid con el Cid? O sea, esto qué es. No estaba mal la película, pero se podían haber buscado alguien de más. Y el guión estaba basado sobre todo en el cantar, ¿no? En la parte final del cantar. No, estaba basado, well, in parte sí, anda en las hijas del Cid de Marquina también. O sea, esta era la historia. In esos mismos años 60, porque claro, esto era lógico, en Studio 1, que era un programa maravilloso de televisión española, a través del cual yo me encontré con el teatro y vi multitud de obras. Pues en el año 66 proyectaron una adaptación de Las mocedades del Cid de Guillén de Castro. En el 69, Las hijas del Cid, adaptación de la obra de Eduardo Marquina. Y en el 73, una adaptación de El amor es un potro desbocado, que era esa adaptación que había hecho Luis Escobar de Las Mocedades del Cid de Guillén de Castro. Donde, por cierto, del Cid hacía Emilio Gutiérrez Cava, que hombre, que no lo comparas con Charlton Geston, y parece el primo canijo de la familia, pero no estaba mal como actor, porque Emilio siempre fue un buen actor, pero el personaje le venía a poco grande, y aparecía de Doña Jimena Maribel Martín, que estaba muy bien. O sea, no era Sofía Lorenz, no nos vamos a engañar, but we encontramos con Rui el Pequeño Zid, which was animated.
SPEAKER_02:Fíjese that we are talking about 1984.
SPEAKER_01:In the 80s.
SPEAKER_02:You had in the 84, in a whole reposition. In a whole reposition, seven or eight years. It's a series that in that episode there were a series of animals with references, which I think was very good. But the Ruiz, I think I don't César, it's not the game, but I was a man who had capacity to discern. It's why you recuerdo.
SPEAKER_01:Vamos a ver, son dibujos animados.
SPEAKER_02:Aunque aprendan los de la serie actual, porque yo le quiero preguntar por la serie actual, lo que no la he visto me da una pereza.
SPEAKER_01:Vamos a ir a por ella, sí. Pero fíjense que son las aventuras del Cid cuando era niño. Es un niño, es un niño. Efectivamente, es un niño.
SPEAKER_02:Una espada de madera que iba a montar un momento y tal.
SPEAKER_01:Bueno, todo eso es imaginario. Pero todo lo que va contando de la historia de León, de la historia de Castilla, de su padre, de los enfrentamientos en la corte, verdaderamente los guionistas se asesoraron extraordinariamente, porque todo lo que cuenta es muy exacto. O sea, es una serie que está muy bien hecha. Luego, claro, es una serie de dibujos animados, para niños, con un romance infantil, etcétera, etcétera. O sea que yo creo que lo de Rui y el pequeño Zid es una serie muy digna, aceptando que hay una parte de ficción, pero que luego hay unas referencias históricas muy superiores al Zid de Charlton Geston, si vamos a compartir.
SPEAKER_02:Eran series, además se notaba, eran hechas con mucho cariño, eran series donde se utilizaba fundamentalmente el guión, no como ahora que se busca casi exclusivamente que sean atractivas desde un punto de vista audiovisual, es verdad que han cambiado los tiempos and the languages, but se podrían hacer las two cosas a la vez. Yo siempre he echado de menos eso. Puedes tener un buen guión y también una acción trepidante. Eso sí. Es una serie que ahora se la pones a un niño y yo lo he probado andar, ando son series muy lentas, but para aprender están fenomenal.
SPEAKER_01:Está muy bien. Por cierto, en 1983 se estrena una película. En esa época hubo una moda de películas cómicas riéndose de personajes históricos. Por ejemplo, se estrenó un Cristóbal Colón de oficio descubridor que protagonizaba Andrés Pajares, que aquello no me hace. Le iba a preguntar, digo, estaban pajares y estés o pues estaban, ¿no? Entonces, en esa estaba solo Pajares de Cristóbal Colón, era muy graciosa la película, pero aquello era un dislad. Y hubo alguna otra, ¿no? Y, por ejemplo, me acuerdo que cuando salía Torquemada, había una serie de bailes de la Inquisición que iban con Torquemada y levantaban el brazo andan, Javier, my inferior, andas así. The película era un disparate. Aprovechando esa línea del disparate, in 1983 se estrenó una película que se llamaba El Cid Cabreador. Y el papel del Cid lo hacía Ángel Cristo, que en aquel entonces estaba rey, era forzudo el de los leones. Digo, sin leones, ¿no? Ahí no salía. Sin leones, no, no aparecía en leones. Hacía de Doña Jimena Carmen Maura, estaban para matarles. Pero esto entra. Recuerdo que hicieron otra película, que esa tenía su gracia, que se llamaba Juana la Loca de vez en cuando, que también he visto, sí. Al pasar hora y media viendo pavadas y entretenerte, pues tenía un pase, pero ya se puede usted imaginar que era un horror. Y en el 2003 estrenaron otra película de dibujos animados, menos fiel que la que estamos hablando, que se titulaba El Cid, la leyenda. Que hombre, no tuvo la repercusión de Toy Story o de la bella o la bestia o algo de este tipo, pero bueno, fue un intento de llevar a los dibujos animados en superproducción cinematográfica. Yo creo que después de esto, el único intento que ha habido, aparte que el Cid ha aparecido en la serie del Ministerio del Tiempo, por ejemplo, y tal, pero yo creo que el único intento es una serie de televisión que salió en Amazon Prime en el 2020, que la protagonizaba Jaime Lorente, que a mí me parecía, con todos los respetos, muy canijo para decir.
SPEAKER_02:Bueno, no solo eso, ¿no? También yo creo que en sus dotes interpretativas, pero bueno, a mí es que me da mucha pereza. Mucha pereza este tipo, y voy a aprovechar para preguntarle a don César, ¿la veo?
SPEAKER_01:No, no se molesta. O sea, yo la vi casi entera, era entretenida. Yo creo que el ritmo de la serie para crear de alguna manera el interés for el siguiente episodio con las disputas dentro of the corte, si no sabías nada, podía ser entretenida. Claro, it's lo malo. Con conocimiento, estas cosas. Con conocimiento, yo no podía con ella, y sobre todo cada vez que le veía a Jaime Lorente, que creo que ha hecho otras cosas dignas. Pues efectivamente, no. Yo, sinceramente, no la soporto. Y con esto, si le parece, vamos a entrar ya en la última fase en la música. Para la gente que no lo sepa, pero no deja de ser curioso, un cantautor español, que es Luis Eduardo Aute publicó su primer álbum, su primer LP que decíamos entonces, Long Play, con el título The Diálogos de Rodrigo y Jimena. Álbum que no conoce ni Blas. O sea, al alba al alba, o una de nuevos, eso todo el mundo se lo conoce de Aute, pero esto de diálogos de Rodrigo y Jimena ni hablar. Y por cierto, la primera canción de ese álbum era el Diálogos de Rodrigo y Jimena, donde dialogaban Rodrigo y Jimena. O sea, la presencia del Cid era obvia, pero esto no lo conoce nada. Doce años después, en 1979, Crack, que era un grupo rockero español, publicó un disco, otro LP, que se titulaba Si todo hiciera Crack. Y ahí había un tema que se titulaba Marchando una del Cid. Y esa de Marchando Una del Cid, pues contaba lo del destierro y los últimos días y tal. E incluso hay un grupo español, yo creo que poco conocido, que se llama Tierra Santa, que efectivamente tenía en un disco que se llamaba Legendario, pues aparecía la leyenda del Cid. O sea que algo en la música ligera ha habido. Ahora bien, donde el Cid aparece verdaderamente con fuerza es en la música clásica. En la música clásica, mientras que en el siglo XVIII en España se olvidaban de que existía el Cid, había un compositor italiano que se llamaba Giovanni Paisiello, que escribió una obra que se titulaba El Gran Cid, es decir, El Gran Cid, que tuvo un enorme éxito. De hecho, la obra, en una de sus representaciones, fue para celebrar el nacimiento de Fernando I de las dos Sicilias. O sea que esa es una historia clara. En 1865, un músico que, salvo los muy enamorados de la ópera, no conocerán, que se llamaba Peter Cornelius, que además este había decidido que cuando Wagner estaba arrasando, él quería hacer una ópera que fuera distinta de la de Wagner. Escribió una ópera, su segunda ópera, que se estrenó en 1865 y que se titulaba Der Cid, es decir, El Cid. Y contaba la historia del Cid en la ópera a un modo que no era el Wagneriano. A mi juicio, posiblemente hay tres óperas que están muy bien en relación con el Cid, aunque alguna de ellas nos haya llegado de manera incompleta. Una es La de Jos-Bisset, el compositor de Carmen, que escribió una ópera titulada Don Rodrigue, es decir, Don Rodrigo, que yo la he escuchado, me parece una ópera muy interesante, incluso tengo la grabación, y esa está inspirada, como no podía ser menos, en las mocedades del Cid. Curiosamente es una ópera que no llegó a estrenarse. O sea, Bisset no llegó a estrenarla, salvo algunos fragmentos, pero resulta que hace unos años, como la partitura se había conservado, se grabó. Hay gente que la considera una obra maestra. Yo tengo que reconocer que a mí Biset me gusta mucho como autor de ópera, y me parece una ópera muy bonita. Sinceramente, además ha tomado ese episodio de las mocedades del Cid, que teatralmente está muy bien. Luego hay otra más, otro Cid, que este se basa en otra ópera basada en el drama de Cornell, que esta La música la hizo Massenet, y es una ópera del año 1885. A mí personalmente me gusta también mucho. Pero hay una tercera ópera, yo casi casi es con la que me quedo, que se debe a Claude de Vichy, que es muy bonita, y que se llama Rodrigues et Chimen, es decir, Rodrigo y Jimena, que también es una ópera que yo he conocido hace poco. Parece ser que Devy no la terminó del todo, quedaba una parte de la ópera, y eso se la acabó un compositor ruso. Pero lo cierto es que esa ópera, que se compuso a finales del 19, no se estrenó hasta 1987 en París, y, insisto, yo la he conocido hace muy poquitos meses, precisamente viendo toda esta cuestión del Cid, y tengo que reconocerlo como nota íntima, que porque además me puse a buscar obras sobre el Cid, movido, por la que entonces era mi novia y ahora es mi esposa, porque como es un afán de las mocedades del Cid, me puse a buscar todo lo que había. Sí, es que no la había seducido todavía. Y entonces, como usted sabe que el amor y la guerra vale todo, yo me puse hasta buscar óperas del Cid para tener tema de conversación, ¿no? Y entonces le decía, y cuando vengas aquí a Estados Unidos vamos a oír esta ópera que la he conseguido. Yo decía, a ver si la convenzo para que venga. No, no, me ha salido de maravilla, pero en fin, además he aprendido mucho de ópera sobre el CID. O sea, que es algo de lo que estoy absolutamente encantado. Hay también, pero esta yo confieso que no la he oído y no la he podido encontrar, un autor español de principios del siglo XX que se llamaba Manuel Manrique de Lara, que este era un grandísimo admirador de Wagner, and este escribió nada menos que una trilogía de ópera sobre el Cid, entre 1906 y 1911, que eran Rodrigo y Jimena, que me imagino que estaría basada en las moces del Cid, El Cerco de Zamora, y la tercera se llamaba Miocid. A mí me encantaría escucharlas, pero la verdad es que no he visto que se hayan representado en las últimas décadas y no he dado en absoluto con ninguna obra de este tipo. O sea, no he visto que haya grabación, lo cual me da mucha pena. A mí las óperas españolas perdidas es algo que me impulsa mucho. Por ejemplo, hace unos años removí cielo y tierra hasta que di con una grabación del Merlín de Albéniz. Y claro, cuando la conseguí, usted no se imagina la alegría. Bueno, pues encontrar la trilogía del Cid, a pesar de que ya he conseguido convencer a esta chica de que se case conmigo, de todas formas, la verdad es que la incorporaría con mucho gusto. Pero yo creo que por terminar de cerrar esto, la gente que nos oiga, bueno, pues que sepa que estas Navidades es una época estupenda para leer el cantar de Mio Cid, aunque sea en una de esas versiones donde se ha modernizado el español, no es el castellano antiguo. Que es una época fantástica para leer las mocedades del Cid, no digo ya para ir a verla. Vamos, eso por supuesto que es una época estupenda para escuchar el Rodrigue Echimen de Davis, o para escuchar el Don Rodrigue de Georges Vise, que vamos, es una época estupenda para que los niños vean el Rui, el pequeño Cid, o para que mayores y niños vuelvan a ver el Cid de Charton Gesto.
SPEAKER_02:Hay otra película de animación también que recibió el Goya en el año 2004 sobre el Cid, que no la he visto y que también tengo yo ahí en la Diana para ponerse a los niños. Así que nada, todo lo que sea despertar en ellos un poco de sensación de conocimiento y que dejen de ver a bichos ahí extraños que no se sabe muy bien de qué tipo de fosa han salido, pues yo creo que es positivo. Hombre, pues igual que otros países tienen su héroe, nosotros también, aunque tengamos que ir en algunas ocasiones a obras francesas, alemanas o incluso rusas a encontrarlas, ¿no, Don César?
SPEAKER_01:Eso sí. Hombre, y vamos a ver las cosas como son. A mí me cae muy bien Jesse James y su banda de asaltantes de trenes. O sea, quiero decir que.
SPEAKER_02:Hombre, es que robar a un banco, Don César. No voy a seguir por ahí, pero vamos, le pegamos, ya lo explico todos los días, ¿no?
SPEAKER_01:Exactamente, yo simpatía por ellos tengo, pero también tengo que decir que no los puedes comparar con el Zid. O sea, no las cosas como son. O sea, aunque recurrieran al call peacemaker y, en fin, pocas escenas de la cara.
SPEAKER_02:Cuando te pegaban un tiro con ese revólver ya no volví a haber guerra porque no te volvías a levantar, efectivamente.
SPEAKER_01:Te pacificaban, pero no se puede comparar con el cine. Es decir, yo creo que una de mis secuencias preferidas de toda la historia del cine es enforajidos de leyenda, que en inglés se llama The Lone Riders, los jinetes de largo recorrido. Se podría traducir. Cuando asaltan un banco, la banda de los Jungle y de los James, y resulta que les están esperando los del pueblo y tienen que huir abriéndose camino con los caballos por en medio de las cendas. Y es una escena, sobre todo cuando ves cómo rompen los escaparates al homo de caballo, impresionante. Bueno, pues usted imagínese si eso se hace rememorando cualquiera de las batallas del Cid, que además el escenario natural lo tienes. O sea, eso sería fantástico, pero me imagino que estarán pensando en alguna película de trans o algo de este tipo.
SPEAKER_02:No, no, fíjense, si tenemos localizaciones que, bueno, en el juego de tronos hay localizaciones en España, por ejemplo, un ejemplo de una producción que podría ser similar. O incluso en el Señor de los Anillos también hay localizaciones in España. Así que imagínense, lo que pasa es que, claro, eso implicaría sacar del baúl la historia, una historia que en buena parte está manipulada. Y que yo creo que, mire, don César, me lo estoy pensando y teniendo en cuenta todo lo que hemos contado sobre el CIF y todo lo poco que sabía yo y lo que sabía mal sabía, porque tenía un conocimiento no solo parcial, sino en muchos casos completamente erróneo, casi mejor que no hagan ninguna película, don César, porque podría ser un absoluto desastre, ¿no?
SPEAKER_01:Bueno, seguramente podría ser un desastre, pero es una pena, porque. Pues déjala usted, anímese, usted que tiene tiempo libre. Bueno, yo más que nada lo que no tengo es dinero. O sea, tiempo libre sí, pero vamos, dinero ni un céntimo. Y eso de las navidades puede usted devolver con un guión bajo el brazo, que usted es muy de eso, ¿eh? Sí, eso sí lo podría hacer, pero usted imagínese el ejército español que no hace absolutamente nada. Bueno, pues esa gente que la están manteniendo con los impuestos excesivos que pagan los españoles, a la mitad los viste usted de guerreros castellanos, y a la otra mitad la viste usted de almorávides, y por lo menos harían algo útil. Bueno, a algunos se le vería, bueno, primero de entrada, con todos los marroquíes que hay ya en el ejército español, la parte de los almorávides la tiene solucionada. Luego tendría que procurar que no aparezcan ecuatorianos y eso, porque claro, esos ni pasan por almorávides ni pasan. Lo que sería difícil es encontrar hombres españoles, ¿no? Hombres españoles estaría la cosa difícil. Estaría difícil. Y las señoras esas de un metro cincuenta y cinco who have entrado in el ejército, pues claro, tampoco encajan ni con Yusuf ni con el CID. Pero bueno, que tiene que quedar gente, porque tampoco se trata de sacar 20.000 personas a caballo, ¿no? O sea, que además seguramente ya ni quedarán tantos caballos en España, porque las madre. Ha habido peste de equina, pero todo se andará. Todo se andará la peste de equina también. Pero bueno, queden estas recomendaciones para la gente que quiera disfrutar estas navidades, pues las mocedades del Cid, el cantar de Mio Cid, la película de Charton Gestón, que se lo van a pasar muy bien. Y por supuesto, para nuestros oyentes de Así fue España, por supuesto, esperamos Dios mediante encontrárnoslos después de las Navidades. Acabaremos con la historia del Cid, que alguno dirá ya va siendo hora, pero acabaremos con la historia del Cid. Y luego se lo van a pasar de re chupete, porque vamos a ir recorriendo, pues mire usted, los jueces de los reinos de taifas, los poetas de los reinos de taifas, que yo le prometo que no voy a leer la poesía en árabe, la traduciré al español. Alguna igual sí, ¿no? Alguna igual sí. Alguna a lo mejor la leemos en árabe y eso para que. Bueno, sí, claro, la leeré yo para que se note como suena. Traeremos a los filósofos judíos y musulmanes de la época, porque filósofos cristianos, pues no, la verdad es que no había, pero yo creo que todavía lo que queda de temporada, la media temporada que nos queda, vamos a disfrutar muchísimo en el Asífo España. Fíjese que lo mismo hasta llegamos al siglo XII. Ya con eso le digo bastante. Muy bien, don César.
SPEAKER_02:Un placer.
SPEAKER_01:Un abrazo muy fuerte, don Lorenzo. Hasta mañana, Dios me dice.