“Han oído que se dijo a los antiguos: no cometerás adulterio.”

“Padre, quiero que donde esté yo; estén también conmigo los que me has dado.”

“No crean que he venido a abolir la ley y los profetas, sino a darles plenitud.”

“Ustedes son la luz del mundo.”

“Mujer ahí está tu hijo. Luego dijo al discípulo: Ahí está tu madre.”

“Reciban el Espíritu Santo.”

“Si yo quiero que este quede hasta que yo vuelva, ¿a tí qué? Tú sígueme.”

“Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.”

“Que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí.”

“Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado.”

“Ya no estaré en el mundo, pues voy a tí.”

“Les he dicho estas cosas para que tengan paz en mí.”

“Y mientras los bendecía, se fue apartando de ellos y elevándose al cielo.”

“Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones.”

“Aquel día no me preguntarán nada.”

“Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría.”

“Cuando venga el Espíritu de la verdad, Él los irá guiando hasta la verdad plena.”

“Si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; en cambio, si me voy, yo se los enviaré.

“El Espíritu de la verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de mí.”

“La paz les dejó, mi paz les doy. No se las doy como la da el mundo.”

“Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes.”

“Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado.”

“Como el Padre me ama, así los amo yo.”

“Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.”

“La paz les dejó, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo.”