Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

410. Vainamoinen (Mito de creacion Finlandia)

December 05, 2022 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 43
410. Vainamoinen (Mito de creacion Finlandia)
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
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Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
410. Vainamoinen (Mito de creacion Finlandia)
Dec 05, 2022 Season 5 Episode 43
Juan David Betancur Fernandez

Había una vez en las tierras del norte en lo que hoy llamamos Finlandia un mundo que aún estaba por nacer y no había hombres. En este mundo existía solo el mar y el cielo. El cielo tenía una hija llamada Illmatar que bajo a las aguas del mar y allí se acostó a esperar hasta que naciera un hijo primogénito. Un día un pato voló por el cielo y puso un huevo en las rodillas de Ilmatar y plácidamente se sentó allí entre las rodillas a incubar su huevo. Con el calor de la incubación el huevo comenzó a calentar las hasta que el calor comenzó a quemar las rodillas de ilmatar y esta adolorida movió las rodillas dejando caer el huevo que se quebró entre las aguas. 

 

Ce las cascara inferior  de aquel huevo comenzó a crecer a formarse la tierra que comenzó a flotar sobre el agua, de la cascara superior del huevo se formó el cielo azul que hoy conocemos. La clara del huevo se esparció por aquel cielo formando las luna y las estrellas y de la yema amarilla salió el sol que alumbra las tierras de Finlandia. 

 

Imatar siguió flotando en las aguas y del contorno de su cuerpo se formó el contorno de la tierra finlandesa y un día después de mucho esperar nació el primer ser humano. Un hombre llamado Vainamoinen, quien una vez nacido tuvo que nadar hasta encontrar tierra firme. Pero esta tierra no tenia aún vida y con la ayuda de Sampsa, la naturaleza comenzó a llenar la tierra de vegetación y vida. 

 

De aquel proceso de crecimiento desmesurado de la naturaleza un árbol comenzó a crecer hacia el recién formado cielo donde el sol   y la luna empezaban a viajar, pero al haber crecido con sus ramas llegando a lo alto del cielo, estas atraparon el sol y la luna inmovilizándolos. 

 

Vainamoinen comprendio que era necesario hacer algo ya que sin el movimiento continuo del sol y la luna no habría alternancia del día y la noche y las recién formadas formas de vida no podrían vivir. Decidido a solucionar esto, Vainamoien invoco el océano para que le ayudara. De pronto de las espumas del mar que golpeaba las costas finlandesas surgió un niño no más alto que un pulgar y totalmente cubierto de Cobre. Con zapatillas de cobre, gorro de cobre, guantes de cobre, cinturón de cobre, armadura de cobre y un haca y un cuchillo de cobre. El hombrecillo se acercó a Vainamoinen y este le pregunto. 

 

Quién eres pequeño El hombrecillo le dijo. Soy el héroe del mar y he venido a derribar el árbol que ha detenido el deambular del sol y la luna. 

 

Vainamoinen que no comprendía aún la naturaleza de aquel pequeño ser, rio y le dijo No pareces tener las características requeridas para la tarea. El árbol es enorme y tu eres muy pequeño además…

 

Aún no había terminado de pronunciar su queja, cuando aquel pequeño comenzó a crecer y a crecer. Y creció tanto que su cuerpo se veía cruzando las nubes más altas y sus pies se apoyaban en el fondo del mar. De aquel ser insignificante había crecido un hombre cuyo cuerpo abarcaba toda la vista. De repente saliendo de el mar comenzó a caminar hacia el enorme árbol que tenía atrapado el sol y la luna. Y tomando el hacha que igualmente había crecido al unísono del cuerpo, golpeo una primera vez el tronco enorme. Con ese primer golpe una pequeña abolladura  surgió en el tronco. Con el segundo golpe de hacha una pequeña un agujero se hizo en el tronco y con el tercero  un gran hueco  comenzó a formarse a los ancho del árbol. De pronto aquel árbol que se elevaba hasta el cielo comenzó a ondular lentamente y aún soportado por sus ramas enclavadas en el cielo comenzó a doblarse hasta que con un gran estruendo después de haber liberado el sol, la luna y las estrellas cayó sobre la tierra provocando el primer temblor de tierra. 

 

El sol, la luna y las estrellas, por fin libres reanudaron su transitar en el firmamento retornando el día y la noche. D

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Había una vez en las tierras del norte en lo que hoy llamamos Finlandia un mundo que aún estaba por nacer y no había hombres. En este mundo existía solo el mar y el cielo. El cielo tenía una hija llamada Illmatar que bajo a las aguas del mar y allí se acostó a esperar hasta que naciera un hijo primogénito. Un día un pato voló por el cielo y puso un huevo en las rodillas de Ilmatar y plácidamente se sentó allí entre las rodillas a incubar su huevo. Con el calor de la incubación el huevo comenzó a calentar las hasta que el calor comenzó a quemar las rodillas de ilmatar y esta adolorida movió las rodillas dejando caer el huevo que se quebró entre las aguas. 

 

Ce las cascara inferior  de aquel huevo comenzó a crecer a formarse la tierra que comenzó a flotar sobre el agua, de la cascara superior del huevo se formó el cielo azul que hoy conocemos. La clara del huevo se esparció por aquel cielo formando las luna y las estrellas y de la yema amarilla salió el sol que alumbra las tierras de Finlandia. 

 

Imatar siguió flotando en las aguas y del contorno de su cuerpo se formó el contorno de la tierra finlandesa y un día después de mucho esperar nació el primer ser humano. Un hombre llamado Vainamoinen, quien una vez nacido tuvo que nadar hasta encontrar tierra firme. Pero esta tierra no tenia aún vida y con la ayuda de Sampsa, la naturaleza comenzó a llenar la tierra de vegetación y vida. 

 

De aquel proceso de crecimiento desmesurado de la naturaleza un árbol comenzó a crecer hacia el recién formado cielo donde el sol   y la luna empezaban a viajar, pero al haber crecido con sus ramas llegando a lo alto del cielo, estas atraparon el sol y la luna inmovilizándolos. 

 

Vainamoinen comprendio que era necesario hacer algo ya que sin el movimiento continuo del sol y la luna no habría alternancia del día y la noche y las recién formadas formas de vida no podrían vivir. Decidido a solucionar esto, Vainamoien invoco el océano para que le ayudara. De pronto de las espumas del mar que golpeaba las costas finlandesas surgió un niño no más alto que un pulgar y totalmente cubierto de Cobre. Con zapatillas de cobre, gorro de cobre, guantes de cobre, cinturón de cobre, armadura de cobre y un haca y un cuchillo de cobre. El hombrecillo se acercó a Vainamoinen y este le pregunto. 

 

Quién eres pequeño El hombrecillo le dijo. Soy el héroe del mar y he venido a derribar el árbol que ha detenido el deambular del sol y la luna. 

 

Vainamoinen que no comprendía aún la naturaleza de aquel pequeño ser, rio y le dijo No pareces tener las características requeridas para la tarea. El árbol es enorme y tu eres muy pequeño además…

 

Aún no había terminado de pronunciar su queja, cuando aquel pequeño comenzó a crecer y a crecer. Y creció tanto que su cuerpo se veía cruzando las nubes más altas y sus pies se apoyaban en el fondo del mar. De aquel ser insignificante había crecido un hombre cuyo cuerpo abarcaba toda la vista. De repente saliendo de el mar comenzó a caminar hacia el enorme árbol que tenía atrapado el sol y la luna. Y tomando el hacha que igualmente había crecido al unísono del cuerpo, golpeo una primera vez el tronco enorme. Con ese primer golpe una pequeña abolladura  surgió en el tronco. Con el segundo golpe de hacha una pequeña un agujero se hizo en el tronco y con el tercero  un gran hueco  comenzó a formarse a los ancho del árbol. De pronto aquel árbol que se elevaba hasta el cielo comenzó a ondular lentamente y aún soportado por sus ramas enclavadas en el cielo comenzó a doblarse hasta que con un gran estruendo después de haber liberado el sol, la luna y las estrellas cayó sobre la tierra provocando el primer temblor de tierra. 

 

El sol, la luna y las estrellas, por fin libres reanudaron su transitar en el firmamento retornando el día y la noche. D