Bienvenidos a había una vez en este nuevo año de 2023, Quiero comenzar el año con una historia real que me impacto al conocerla al final del año. Si bien parece un cuento fantástico es real tan real que yo alguna vez conocí el protagonista en un parqueadero.
Había una vez una pareja de esposos llamada Michelle y Darren Gillete, que viven en una región de Carolina del Norte llamada Scaly Mountain, la pareja se dedica a vender artesanías en un región donde la producción y comercialización de pequeños elementos artísticos es tan grande como las montañas que los rodean. Scaly mountain es un lugar paradisiaco en el medio de las conocidas Blue ridge montain y allí la pareja vivían con sus dos perros boxer. Robi y Maggie
Los Gillete habían observado durante meses en sus visitas al único pequeño almacén de comida y utensilios del hogar de la zona que en el parqueadero del almacén caminaba libre y solitario un perro. Un perro callejero que solo se acercaba un poco para beber un poco de agua o comer algunas sobras, pero que jamás, jamás dejaba que nadie se le acercara y menos aún que revisaran si tenia identificación. Nadie en la zona sabía de donde había venido, si tenía dueño o como había aparecido en este remoto paraje de las montañas de Carolina del norte. Solo sabían que el perro deambulaba totalmente libre y que algunas veces se le veía durmiendo en algún lugar cerca a la única y pequeña oficina postal de la zona.
Los gillete, amantes de los perros, se propusieron en brindar algún apoyo al animal y para ello trataron de atraerlo a su casa, pero el perro cuando pasaba por allí en su diario deambular nunca cruzaba el porton de su patio. Por mucho que le dejaban agua y comida, el perro que ellos comenzaron a llamar buddy, solo tomaba agua más allá del limite de porton, nunca adentro.
Un día decidieron colocarle una cama y comida en el porton y allí el perro decidia algunas veces dormir y comer, pero nunca abandonaba su espíritu libre y jamás cruzaba el porton hacia el área frontal de la casa.
Un día uno de los boxer llamado robi salió al jardín trasero de la casa y allí lo vio buddy y rodeando la casa el perro callejero se le acerco a jugar. Los Gillete asombrados vieron como Robi conocía por primera vez a Buddy ya que este había cruzado la cerca de el patio trasero atraído por el joven Robi.
Se llenaron de emoción de ver como este perro callejero, por primera vez había entrado en sus dominios, y que por más de una hora estaba jugando con Robi. De pronto el segundo de sus perro boxer, la perra Maggie, decidió salir al patio trasero y todo cambio en un segundo.
Cuando Maggie salió, Buddy que había estado jugando sin parar con Robi, paro de jugar y lentamente se acerco a Maggie. Maggie comenzó a caminar por el patio olfateando como siempre y aquel perro extraño que nunca se acercaba a nadie, comenzó a caminar junto a ella, siguiendola lentamente. Maggie continuo su recorrido por el patio y después de un momento decidio entrar a la casa.
Los Gillete asombrados vieron como Buddy, que era un perro callejero, siguió a Maggie y se interno en la casa. Cuando Maggie entro se acostó en su sitio favorito y Buddy sorprendentemente se acostó junto a ella.
Al día siguiente Maggie despertó con síntomas de enfermedad. Se sentía y se veía diferente y no quería levantarse de su cama. Buddy seguía acostado a su lado y cuando los Gillete la llevaron donde el veterinario, le encontraron un sangrado interno producto de un cáncer. Después de unos días Maggie la perra boxer, murió mientras Buddy, el perro que nunca permitía que nadie se le acercara permanecía junto a ella acompañándola. Dicen los Gillete que nunca habían visto un comportamiento como el de Buddy, que sin duda alguna desde el primer momento sintió que Maggie esta