Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

422. El abogado y la muerte

February 01, 2023 Juan David Betancur Fernandez Season 5 Episode 60
Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
422. El abogado y la muerte
Show Notes

Había una vez un abogado que era muy reconocido en el pueblo donde vivía. El abogado había ejercido durante muchos años y con los años se había vuelto más y más apegado a las leyes y las reglas. 

 

Pasaban los años y el abogado era ya un anciano que salía todas las mañanas al parque a llevar granos de maíz a las palomas del parque y a conversar con sus otros amigos ancianos. El abogado estaba todavía muy lleno de vida y realmente no sentía que fuera a morir pronto. Desde la mañana hasta las horas de la noche estaba haciendo algo. Caminando, alimentando palomas, conversando, jugando ajedrez, preparando su almuerzo, y leyendo. 

 

Pero un día la Muerte que estaba pasando por el frente de su casa se acordó de el y le toco la puerta. El Abogado que acababa de comer, se levantó de la mesa y abrió la puerta. Y allí en la oscuridad de la noche vio la imagen de la muerte con guadaña y todo que lo miraba con cara de malos amigos. 

 

El abogado inmediatamente reconoció quien era. La parca. Un poco asustado pero haciéndose como que no sabía quien era,  le pregunto. 

 

Dígame que necesita. Estas no son horas de visita en las casas de gente honesta. 

 

La muerte que no esperaba semejante saludo y menos la recriminación. Le dijo. Yo soy la muerte.  He venido por usted. He pasado al frente de su casa de camino de recoger un par de clientes que tengo para la noche de hoy y he visto su casa y me he acordade de usted y que ya es tiempo de que se vaya conmigo. 

 

 El abogado guardando la compostura le dijo. La muerte. La verdad que no me lo esperaba. Pero yo creo que usted esta equivocada porque yo estoy muy joven. Hagamos un trato. Déjeme yo busco mi certificado de nacimiento mañana y usted pásese por aquí más a la misma hora. Si en el certificado se demuestra que estoy muy viejo. Pues yo me voy con usted. 

 

La muerte que estaba un poco cogida del tiempo le dijo. Esta bien…. Busque en sus papeles el certificado y mañana la discutimos. Y se dio media vuelta y salió echando malas palabras. 

 

El abogado, simplemente se sonrió y siguió comiendo. Al día siguiente hizo lo mismo de siempre y por la noche mientras comía, sonó un golpe en la puerta. Se levanto y abrió la puerta y allí estaba de nuevo la muerte que le dijo. Ahora si se puede venir conmigo. El abogado le dijo. 

 

Realmente me muero de la pena señora parca, pero hoy no encontré el certificado de nacimiento y he decidido ir mañana a la notaria donde fui registrado por una copia. Pásese mañana por la noche para discutir mi edad. 

 

La muerte refunfuño de la rabia y se dio media vuelta. Decidida a regresar por el al día siguiente sin dudarlo. Y así lo hizo. A la noche siguiente toco la puerta y el abogado le dijo. 

 

Mi querida amiga, resulta que he ido a la notaría donde supuestamente esta mi partida de nacimiento y me han dicho que tengo que llevar 3 testigos de que estoy vivo. Estoy en proceso de encontrar los testigos y levantar un acta en que ellos juran que me han visto caminando por el parque. Pero no se preocupe venga mañana y con gusto hablamos de ese asunto. 

 

De nuevo la muerte se devolvió y a cada paso maldecía el haberse acordado de aquel abogado. 

Y llego la noche y toco de nuevo la puerta y el abogado le dice. Ya tengo los 3 testigos pero el acta debe ser enviada a la ciudad para ser sellada por el superintendente de registro civil. 

 

Hagamos una cosa …. Pásese por aquí dentro de una semana y con toda seguridad le tengo todo debidamente diligenciado. 

 

Y la muerte que hasta se dice tiene paciencia se esperó una semana y de nuevo le toco la puerta al abogado. 

 

Este salió de buen humor y le dijo. Señora muerte, que bueno&