Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

485. San Jorge y el Dragón (Leyenda España)

September 18, 2023 Juan David Betancur Fernandez Season 6 Episode 19
485. San Jorge y el Dragón (Leyenda España)
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485. San Jorge y el Dragón (Leyenda España)
Sep 18, 2023 Season 6 Episode 19
Juan David Betancur Fernandez

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Juan David Betancur
elnarrodororal@gmail.com

Había una vez en una población aragonesa había una laguna tapisada de juncos donde se decía vivía un dragón que constantemente acechaba a todo aquel que se acercaba a las orillas a recoger agua. Los habitantes de dicha población narraban como a los largo y ancho del lago se solía ver una figura enorme con escamas en su cuerpo y una larga y gruesa cola que se movía en círculos cuando requería golpear alguna infortunada victima. Su cabeza tenia múltiples protuberancias, una gran boca de la cual emanaba fuego y ojos fieros que vigilaban desde la superficie del agua.

Este horrible ser vivía a su gusto en aquella laguna y los habitantes de la región sabían o presentían que entraría en el pueblo buscando comida cuando los juncos comenzaban a moverse y el viento traía el inconfundible olor penetrante que el cuerpo del aquel dragón exhalaba.

Cuando esto sucedía los habitantes del poblado se escondían y se encerraban en sus casas cerrando las puertas a cal y canto. Si alguno habitante por despiste o por simple irresponsabilidad se atrevía a permanecer en las callejuelas empedradas del pueblo rápidamente era victima de aquel horrible dragón que con sus largas y afiladas garras levantaba al incauto y se lo devoraba en un santiamén.

El rey de la comarca quería acabar con aquella amenaza y para ello mando emisarios a que razonaran con aquel dragón y que le plantearan una solución. La solución era que el pueblo le ofrecia una abastecimiento constante de ovejas para que se alimentara y así no tuviera que salir a cazar transeúntes en el  pueblo. 

El dragón comprendió que el trato podría se beneficioso y acepto gustoso. Pero algo no se tuvo en cuenta por parte del comité negociador. El dragón debido a su tamaño comía muchas ovejas diariamente y después de algunos meses la población de ovejas y carneros se fue diezmando rápidamente en toda la región. Llego un momento en que el dragón se había comido la ultima oveja de la región y el dragón comenzó de nuevo a impacientarse por no recibir su ración diaria. 

El comité negociador se sentó de nuevo con el dragón y se llego a una terrible solución que afectaba a todo el pueblo. Diariamente se escogería un muchacho por sorteo que se le llevaría al dragón como alimento. Así este saciaría su apetito pero alguna familia lloraría la perdida de algún hijo aquel día. 

La hija de el rey decidio que ella era igualmente parte de aquel pueblo y olvidando sus prerrogativas de princesa incluyo su nombre en la rifa para seleccionar la victima. Sucedió por azares de la vida que su nombre fue escogio en la primera oportunidad y pese a la protesta de el rey ella acepto. 

 

El día del sacrificio ella se presento en la mitad de la plaza con un hermoso vestido y una sonrisa de orgullo por cumplir con su deber. 

El pueblo se reunió en la plaza par despedir a la valiente y bella princesa y su padre y madre desde el balcon del castillo lloraban por el infortunio de ver a su hija caminando hacia un destino fatal. 

Sola camino desde las afueras de aquella población hasta la orilla de la laguna donde la esperaba hambriento aquel terrible dragón oculto entre los juncos. En el momento definitivo cuando el movimiento de los juncos claramente presagiaba la aparición del dragón se oyo desde lo lejos un cabalgar. 

La princesa entre sollozos se pregunto que estaba sucediendo y dirigiendo su mirara hacia el camino que bajaba de la montaña y cruzaba justo al lado de la laguna vio un brillo que no entendia. Era el brillo de una armadura y la figura de una caballo blanco. 

Al mismo tiempo el dragón había ya salido de los juncos y con su boca abierta se dirigía pesadamente hacia la pobre princesa. La prin

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Había una vez en una población aragonesa había una laguna tapisada de juncos donde se decía vivía un dragón que constantemente acechaba a todo aquel que se acercaba a las orillas a recoger agua. Los habitantes de dicha población narraban como a los largo y ancho del lago se solía ver una figura enorme con escamas en su cuerpo y una larga y gruesa cola que se movía en círculos cuando requería golpear alguna infortunada victima. Su cabeza tenia múltiples protuberancias, una gran boca de la cual emanaba fuego y ojos fieros que vigilaban desde la superficie del agua.

Este horrible ser vivía a su gusto en aquella laguna y los habitantes de la región sabían o presentían que entraría en el pueblo buscando comida cuando los juncos comenzaban a moverse y el viento traía el inconfundible olor penetrante que el cuerpo del aquel dragón exhalaba.

Cuando esto sucedía los habitantes del poblado se escondían y se encerraban en sus casas cerrando las puertas a cal y canto. Si alguno habitante por despiste o por simple irresponsabilidad se atrevía a permanecer en las callejuelas empedradas del pueblo rápidamente era victima de aquel horrible dragón que con sus largas y afiladas garras levantaba al incauto y se lo devoraba en un santiamén.

El rey de la comarca quería acabar con aquella amenaza y para ello mando emisarios a que razonaran con aquel dragón y que le plantearan una solución. La solución era que el pueblo le ofrecia una abastecimiento constante de ovejas para que se alimentara y así no tuviera que salir a cazar transeúntes en el  pueblo. 

El dragón comprendió que el trato podría se beneficioso y acepto gustoso. Pero algo no se tuvo en cuenta por parte del comité negociador. El dragón debido a su tamaño comía muchas ovejas diariamente y después de algunos meses la población de ovejas y carneros se fue diezmando rápidamente en toda la región. Llego un momento en que el dragón se había comido la ultima oveja de la región y el dragón comenzó de nuevo a impacientarse por no recibir su ración diaria. 

El comité negociador se sentó de nuevo con el dragón y se llego a una terrible solución que afectaba a todo el pueblo. Diariamente se escogería un muchacho por sorteo que se le llevaría al dragón como alimento. Así este saciaría su apetito pero alguna familia lloraría la perdida de algún hijo aquel día. 

La hija de el rey decidio que ella era igualmente parte de aquel pueblo y olvidando sus prerrogativas de princesa incluyo su nombre en la rifa para seleccionar la victima. Sucedió por azares de la vida que su nombre fue escogio en la primera oportunidad y pese a la protesta de el rey ella acepto. 

 

El día del sacrificio ella se presento en la mitad de la plaza con un hermoso vestido y una sonrisa de orgullo por cumplir con su deber. 

El pueblo se reunió en la plaza par despedir a la valiente y bella princesa y su padre y madre desde el balcon del castillo lloraban por el infortunio de ver a su hija caminando hacia un destino fatal. 

Sola camino desde las afueras de aquella población hasta la orilla de la laguna donde la esperaba hambriento aquel terrible dragón oculto entre los juncos. En el momento definitivo cuando el movimiento de los juncos claramente presagiaba la aparición del dragón se oyo desde lo lejos un cabalgar. 

La princesa entre sollozos se pregunto que estaba sucediendo y dirigiendo su mirara hacia el camino que bajaba de la montaña y cruzaba justo al lado de la laguna vio un brillo que no entendia. Era el brillo de una armadura y la figura de una caballo blanco. 

Al mismo tiempo el dragón había ya salido de los juncos y con su boca abierta se dirigía pesadamente hacia la pobre princesa. La prin