Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

502. El cambio

November 08, 2023 Juan David Betancur Fernandez Season 6 Episode 36
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502. El cambio
Nov 08, 2023 Season 6 Episode 36
Juan David Betancur Fernandez

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Juan David Betancur
elnarrodororal@gmail.com

Había una vez un hombre que se despertó aquella mañana con una sensación extraña. Algo debió haber pasado durante la noche ya que al despertar sintió que algo en su interior era diferente, pero no sabía que era. Era como un cosquilleo en su interior, como un desasosiego en las fibras más profundas de su ser

 

Como todas las mañanas se preparó para salir a hacer ronda como solía hacerlo, pero esa inquietud interna lo tenía un poco alerta. Debía identificar que era ese cambio, debía ver que había cambiado en su interior. Apenas salió vio que había una viejita tratando de cruzar la calle y él se le acerco lentamente desde atrás, luego con su mano le tomo el brazo a la viejecita y con un suave movimiento la llevo paso a paso por el cruce hasta llegar a la acera al otro lado de la calle. Allí finalmente la dejo, pero justo antes de apartarse de ella, le dio un puntapie al caminador que ella llevaba y la viejecita calló de bruces en la acera. El hombre la vio caer y mientras se alejaba sintió esa sensación que nunca antes había sentido y con la que había amanecido. Era una sensación de culpa terrible. Definitivamente había cambiado algo en su interior.

 

Siguiendo su recorrido por la ciudad, El hombre vio que un auto parqueaba en la calle y el dueño del carro se bajaba sin darse cuenta que una de las ventanas se había quedado abierta. El hombre se acercó a otro hombre que caminaba por allí y le dijo. Joven mire aquel carro tiene una ventana abierta y el dueño se alejó. El joven aprovechó la información y corriendo se metió en el carro y le robo un bolso que habían dejado dentro del carro. El hombre vio aquel joven robando y se sintió mal. Sintió de nuevo que algo había cambiado en su interior. Sintió que su compás moral había sufrido algo terrible.  No sabía que era, pero no se sentía bien. 

 

Siguiendo su recorrido vio una pareja que estaban enfrascados en una discusión terrible, la mujer le estaba recriminando ásperamente al marido  lo que parecía ser una infidelidad y el marido trataba de convencerla que todo era falso. Que él no le era infiel. La mujer se aparto violentamente y al pasar junto a este hombre que hacia su ronda diaria, el hombre le alcanzo a decir…. No le crea a su marido el si es infiel. Y justo en ese momento volvió a sentir ese malestar que lo acompañaba desde que se había levantado. Se sentía mal. Realmente mal. Definitivamente algo si había cambiado. 

 

Paso el día caminando, rumiando, analizando su yo interno, pero cada acción que realizaba le producía una sensación desagradable, no era el mismo definitivamente y eso le preocupaba mucho ya que su naturaleza era diferente y eso no le gustaba. Todo el día había estaba sintiéndose mal con cada acción. 

 

Ya lo había oído de otros anteriormente. Era lo peor que le podía pasar a alguno de su clase. Era el momento que todos temian, el momento en que todo cambiaba y que nunca volverían a ser lo mismo. El momento en que se apartaba por siempre de su vida anterior y se convertía en lo peor que podría ser. 

 

Durante la noche había desarrollado esa característica que acaba con todo su ser, había desarrollado conciencia. No había futuro en este mundo para un diablo con conciencia. 

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Juan David Betancur
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Había una vez un hombre que se despertó aquella mañana con una sensación extraña. Algo debió haber pasado durante la noche ya que al despertar sintió que algo en su interior era diferente, pero no sabía que era. Era como un cosquilleo en su interior, como un desasosiego en las fibras más profundas de su ser

 

Como todas las mañanas se preparó para salir a hacer ronda como solía hacerlo, pero esa inquietud interna lo tenía un poco alerta. Debía identificar que era ese cambio, debía ver que había cambiado en su interior. Apenas salió vio que había una viejita tratando de cruzar la calle y él se le acerco lentamente desde atrás, luego con su mano le tomo el brazo a la viejecita y con un suave movimiento la llevo paso a paso por el cruce hasta llegar a la acera al otro lado de la calle. Allí finalmente la dejo, pero justo antes de apartarse de ella, le dio un puntapie al caminador que ella llevaba y la viejecita calló de bruces en la acera. El hombre la vio caer y mientras se alejaba sintió esa sensación que nunca antes había sentido y con la que había amanecido. Era una sensación de culpa terrible. Definitivamente había cambiado algo en su interior.

 

Siguiendo su recorrido por la ciudad, El hombre vio que un auto parqueaba en la calle y el dueño del carro se bajaba sin darse cuenta que una de las ventanas se había quedado abierta. El hombre se acercó a otro hombre que caminaba por allí y le dijo. Joven mire aquel carro tiene una ventana abierta y el dueño se alejó. El joven aprovechó la información y corriendo se metió en el carro y le robo un bolso que habían dejado dentro del carro. El hombre vio aquel joven robando y se sintió mal. Sintió de nuevo que algo había cambiado en su interior. Sintió que su compás moral había sufrido algo terrible.  No sabía que era, pero no se sentía bien. 

 

Siguiendo su recorrido vio una pareja que estaban enfrascados en una discusión terrible, la mujer le estaba recriminando ásperamente al marido  lo que parecía ser una infidelidad y el marido trataba de convencerla que todo era falso. Que él no le era infiel. La mujer se aparto violentamente y al pasar junto a este hombre que hacia su ronda diaria, el hombre le alcanzo a decir…. No le crea a su marido el si es infiel. Y justo en ese momento volvió a sentir ese malestar que lo acompañaba desde que se había levantado. Se sentía mal. Realmente mal. Definitivamente algo si había cambiado. 

 

Paso el día caminando, rumiando, analizando su yo interno, pero cada acción que realizaba le producía una sensación desagradable, no era el mismo definitivamente y eso le preocupaba mucho ya que su naturaleza era diferente y eso no le gustaba. Todo el día había estaba sintiéndose mal con cada acción. 

 

Ya lo había oído de otros anteriormente. Era lo peor que le podía pasar a alguno de su clase. Era el momento que todos temian, el momento en que todo cambiaba y que nunca volverían a ser lo mismo. El momento en que se apartaba por siempre de su vida anterior y se convertía en lo peor que podría ser. 

 

Durante la noche había desarrollado esa característica que acaba con todo su ser, había desarrollado conciencia. No había futuro en este mundo para un diablo con conciencia.