Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

506. La creación del Sol (leyenda Australia)

November 20, 2023 Juan David Betancur Fernandez Season 6 Episode 40
506. La creación del Sol (leyenda Australia)
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506. La creación del Sol (leyenda Australia)
Nov 20, 2023 Season 6 Episode 40
Juan David Betancur Fernandez

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Juan David Betancur
elnarrodororal@gmail.com

Había una vez en las tierras que hoy llamamos Australia una eterna oscuridad ya que no había un sol que alumbrara y diera calor. En esas eras solamente existía la luna y las estrellas. Como no había sol tampoco había hombres y solamente había aves y animales. 

 

Entre las aves que existían en aquellas épocas oscuras estaba el avestruz y la grulla. Pero ambas aves eran enemigas y cuando se encontraban comenzaban a pelear. Sucedió que el avestruz estaba recorriendo la llanura y fue visto por la grulla. La grullla furiosa se avalanzo sobre el avestruz y después de algún tiempo de lucha el avestruz que era más fuerte y grande de la grulla pudo vencer a esta y feliz se retiro a su planicie dejando a la grulla totalmente derrotada. La grulla humillada por su derrota en el campo de batalla se retiro volando hasta su nido y allí tomo uno de sus huevos y lo lanzo con todas sus fuerzas hacia el cielo. 

 

Allí en el cielo los dioses habían preparado una gran hoguera y casualmente el huevo cayo sobre esta hoguera de leños. Al contacto con el fuego la yema se encendio con unas llamas muy claras que comenzaron a iluminara todo a su alrededor. La llama amarilla del aquella yema del huevo de la grulla genero una luz de tal intensidad que las tierras en que vivían el avestruz y las grulla vieron como la oscuridad desaparecia y se podía observar cientos de cosas que antes no se veían por falta del día. 

 

Todas las ave y los animales se quedaron atonitos ya que estaban acostumbrados a vivir en la oscuridad, solamente con la tenue luz que les ofrecia la luna y las estrellas. Todos pues se maravillaron de ver que bello era el mundo bajo la luz brillante. Lo que no sabían era que aquella luz no duraría mucho ya que era el resultado de una yema de huevo incandecente. 

 

 

Quien noto esto más que todos los demás seres fue uno de los dioses originarios quien pensó que sería maravilloso poder ofrecer dicha luz a la tierra. El dios entonces hizo llamar a sus ayudantes y les ordeno que prepararan un haz de leña y que trajeran de la tierra un huevo de grulla y que lo echaran al fuego. 

 

Y asi lo hicieron. Prepararon la leña durante el tiempo de oscuridad, tomaron un huevo, lo colocaron sobre la leña y este se encendio como había sucedido anteriormente y comenzó a viajar por el firmamento llevando luz y calor a los habitantes de la tierra. Luego cuando este sol creado por los dioses recorria el cielo finalmente se apagaba al otro lado y volvía la noche con la luna y las estrella. Y de nuevo los asistentes continuarían con el ritual de preparar todo para la siguiente mañana. 

 

El dios pensó entonces que había que informar a los animales y las aves que vivían en Australia cuando se encendería y asi preparo una de las estrellas para que brillara más que el resto y asi cuando el nuevo sol fuera a salir solo se vería esta estrella, la que hoy llamamos el lucero del alba. 

 

Pero aún muchos seres no podían ver el amanecer y la encendida del sol ya que cuando este fuego se encendía todavía estaban dormidos. Pero uno de los dioses ideo una solución. Deberian dotar a un animal de un canto tan fuerte y poderoso que con su llamado apenas se encendiera el sol despertara a todos los animales y aves que vivieran en aquellas tierras. 

 

Este animal seria el emisario de los dioses y su cantar seria suficiente para despertar a todos y cada uno de los habitantes de Australia. El animal es hoy conocido como el gallo. Quien informa que ya pronto se esta enciendo los leños y que el huevo encendido de la grulla que es hoy el sol comenzara a recorrer todo el mundo trayendo luz y energía. 

 

 

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Había una vez en las tierras que hoy llamamos Australia una eterna oscuridad ya que no había un sol que alumbrara y diera calor. En esas eras solamente existía la luna y las estrellas. Como no había sol tampoco había hombres y solamente había aves y animales. 

 

Entre las aves que existían en aquellas épocas oscuras estaba el avestruz y la grulla. Pero ambas aves eran enemigas y cuando se encontraban comenzaban a pelear. Sucedió que el avestruz estaba recorriendo la llanura y fue visto por la grulla. La grullla furiosa se avalanzo sobre el avestruz y después de algún tiempo de lucha el avestruz que era más fuerte y grande de la grulla pudo vencer a esta y feliz se retiro a su planicie dejando a la grulla totalmente derrotada. La grulla humillada por su derrota en el campo de batalla se retiro volando hasta su nido y allí tomo uno de sus huevos y lo lanzo con todas sus fuerzas hacia el cielo. 

 

Allí en el cielo los dioses habían preparado una gran hoguera y casualmente el huevo cayo sobre esta hoguera de leños. Al contacto con el fuego la yema se encendio con unas llamas muy claras que comenzaron a iluminara todo a su alrededor. La llama amarilla del aquella yema del huevo de la grulla genero una luz de tal intensidad que las tierras en que vivían el avestruz y las grulla vieron como la oscuridad desaparecia y se podía observar cientos de cosas que antes no se veían por falta del día. 

 

Todas las ave y los animales se quedaron atonitos ya que estaban acostumbrados a vivir en la oscuridad, solamente con la tenue luz que les ofrecia la luna y las estrellas. Todos pues se maravillaron de ver que bello era el mundo bajo la luz brillante. Lo que no sabían era que aquella luz no duraría mucho ya que era el resultado de una yema de huevo incandecente. 

 

 

Quien noto esto más que todos los demás seres fue uno de los dioses originarios quien pensó que sería maravilloso poder ofrecer dicha luz a la tierra. El dios entonces hizo llamar a sus ayudantes y les ordeno que prepararan un haz de leña y que trajeran de la tierra un huevo de grulla y que lo echaran al fuego. 

 

Y asi lo hicieron. Prepararon la leña durante el tiempo de oscuridad, tomaron un huevo, lo colocaron sobre la leña y este se encendio como había sucedido anteriormente y comenzó a viajar por el firmamento llevando luz y calor a los habitantes de la tierra. Luego cuando este sol creado por los dioses recorria el cielo finalmente se apagaba al otro lado y volvía la noche con la luna y las estrella. Y de nuevo los asistentes continuarían con el ritual de preparar todo para la siguiente mañana. 

 

El dios pensó entonces que había que informar a los animales y las aves que vivían en Australia cuando se encendería y asi preparo una de las estrellas para que brillara más que el resto y asi cuando el nuevo sol fuera a salir solo se vería esta estrella, la que hoy llamamos el lucero del alba. 

 

Pero aún muchos seres no podían ver el amanecer y la encendida del sol ya que cuando este fuego se encendía todavía estaban dormidos. Pero uno de los dioses ideo una solución. Deberian dotar a un animal de un canto tan fuerte y poderoso que con su llamado apenas se encendiera el sol despertara a todos los animales y aves que vivieran en aquellas tierras. 

 

Este animal seria el emisario de los dioses y su cantar seria suficiente para despertar a todos y cada uno de los habitantes de Australia. El animal es hoy conocido como el gallo. Quien informa que ya pronto se esta enciendo los leños y que el huevo encendido de la grulla que es hoy el sol comenzara a recorrer todo el mundo trayendo luz y energía.